Retazos de su historia de vida me llegaron por mi madre que tenía grabada en su recuerdo su gran deseo de que mi abuela, la llevara a casa de Placer para darle la carta, que ella había escrito a sus majestades los Reyes Magos, con el objeto de que le trajeran unas pinturas. Hablo del año cuarenta cuando mi madre tenia siete años y Placeres veintinueve.
Placer iba a Zamora desde Cubillos y vendía greda para facilitar la limpieza de las cazuelas y otros útiles de cocina y a la par de tener y cuidara cinco hijos, traía y llevaba recados desde el pueblo a la capital.
Mi abuela, a veces, le encargaba comprar pescado en Zamora entre otros recados y parece que, para mi madre, Placer era una buena intermediadora entre sus deseos y los regalos de Reyes.
Al recordarla, recordamos a todas esas mujeres que sostienen el mundo, que trabajan dentro y fuera de la casa buscándose la vida para ellas y para los suyos en condiciones muy difíciles. Nos gusta pensar que su larga vida puede que fuera fruto de ese esfuerzo por mejorar. Placer había nacido en Andavias (Zamora ) pero casi todas su vida la paso en Cubillos del Pan (Zamora) donde todos la llamaban Práxedes, no sé por qué, pues además entiendo es una confusión desafortunada. No se si tendrá que ver con esa herencia judeocristiana que al placer le da una connotación pecaminosa.
Mi madre me trasmitió la capacidad de valorar el duro trabajo de esta mujer que no sabíamos continuaba en Cubillos viviendo cuando mi madre me hablaba de ella.
Tomamos parte de la foto correspondiente al reconocimiento que el pueblo de Cubillos rindió a Placer en su 108 cumpleaños.
Me cuentan que tuvo tres hijas y dos hijos uno de los cuales emigró a Australia. Estoy segura que toda su familia aprendió de su bondad y capacidad de trabajo.
Hoy queremos nombrarla por su nombre, no nos gustan seudónimos elegidos por otros que nos quitan la identidad. Gracias Placer por tu ejemplo de esfuerzo y de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario