Seis premios Nóbel de la Paz piden justicia para Marisela
Seis mujeres galardonadas con el Premio Nobel de la Paz enviaron una carta al gobierno mexicano, a través de su embajada en los Estados Unidos, en la que exigieron justicia en el caso de Marisela Escobedo, un efectivo cumplimiento a la sentencia al Campo Algodonero emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y evitar todo ataque a los familiares de las víctimas y a las defensoras de derechos humanos.
Seis mujeres galardonadas con el Premio Nobel de la Paz enviaron una carta al gobierno mexicano, a través de su embajada en los Estados Unidos, en la que exigieron justicia en el caso de Marisela Escobedo, un efectivo cumplimiento a la sentencia al Campo Algodonero emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y evitar todo ataque a los familiares de las víctimas y a las defensoras de derechos humanos.
Jody Williams, Shirin Ebadi, Wangari Maathai, Rigoberta Menchú, Betty Williams y Mairead Corrigan coincidieron en condenar en su texto, que el asesinato de Escobedo Frayre haya sido cometido “a un año en que la CIDH sentenciara en contra del Estado mexicano por no prevenir e investigar debidamente la violencia contra las mujeres en dicha ciudad”
Como lo reconoció la Corte Interamericana en su sentencia, recordaron, el Estado ha mantenido una política y cultura de discriminación en contra de las mujeres, causa principal que genera el feminicidio y su impunidad.
A pesar de contar con medidas de vanguardia para la reparación del daño y la no repetición de la violencia contra las mujeres, insistieron las Premio Nobel, las autoridades mexicanas no han iniciado la implementación efectiva de lo dispuesto en la sentencia de la Corte Interamericana, como lo revelan estos lamentables hechos.
“Sabemos que este no es un hecho aislado y que la violencia en contra de defensoras de derechos
humanos que valientemente luchan contra el feminicidio en Ciudad Juárez y Chihuahua, es una constante en México”, aseguraron.
Por ello, dijeron, “nos alarma que la exigencia de justicia y la denuncia de la discriminación por género, ponga en riesgo la integridad y la vida de las familias de víctimas y de las defensoras de derechos humanos en México”.
En este contexto, “exhortamos al gobierno de ese país para que sin demora haga justicia en estos lamentables hechos, dé efectivo cumplimiento a la sentencia de Campo Algodonero y evite todo ataque a los familiares de las víctimas y a las defensoras de derechos humanos”.
Betty Williams y Mairead Maguire, son dos irlandesas que fueron reconocidas con el Premio Nobel de la Paz en 1976, la guatemalteca Rigoberta Menchu Tum, lo fue en 1992; la estadounidense Jody Williams, en 1997; la iraní Shirin Ebadi, 2003 y la keniana Wangari Maathai, en 2004.
Al respecto Marusia López, integrante de la organización Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, explicó en conferencia de prensa en la Ciudad de México, que la carta fue llevada por las mujeres ayer a la Embajada de México en los Estados Unidos, en donde también solicitaron una reunión con el representante mexicano, Arturo Sarukán, para abordar el tema de la violencia de género.
Aunado a ello, la activista destacó que en diversos países como Honduras y Guatemala se realizaron manifestaciones repudiando el asesinato de Marisela Escobedo y exigiendo justicia.
“Están los ciudadanos alzando su voz en solidaridad con las mujeres de Juárez y las mujeres de Chihuahua. También en Nicaragua, Líbano y en Chile están habiendo protestas en las embajadas para que el Gobierno deje de ocultar la violencia y de pedir al servicio de relaciones exteriores que simule una situación de paz, de que ‘aquí no pasa nada’ y no solamente lo sabemos en México, sino en todo el mundo, por lo que feministas conscientes están hoy afuera de las embajadas alzando su voz”, puntualizó.
En tanto, aseguró, en España, Bolivia y Uruguay algunas organizaciones entregaron una carta a los embajadores de México para exigir justicia y alto a la violencia de género.
Lydia Alpizar, representante de la coalición Internacional de Defensoras de Derechos Humanos, recalcó que “el clamor no es solamente mexicano, es una voz fuerte internacional a la cual nos estamos uniendo las 23 asociaciones que forman la coalición”.
La indignación y el enojo, insistió al participar en el encuentro con los medios de comunicación, no solamente se queda en México sino que hay muchas asociaciones de la sociedad civil internacional que queremos que se haga justicia en el caso de Marisela Escobedo y de Susana Chávez.
“Claramente en el caso de Marisela Escobedo el Estado mexicano no cumplió con el deber de proteger su vida, como en el caso de tantas otras defensoras y defensores de derechos humanos en México”, reconoció.
Por ello exigieron “aclarar el asesinato de Escobedo y Chávez para que se den las reparaciones adecuadas a todas las víctimas a violaciones de derechos humanos, a poner un alto al feminicidio y por otro lado poner un alto definitivo a la violencia a las mujeres de México”.
María de la Luz Estrada destacó que “no solamente en Ciudad Juárez o en Chihuahua están asesinando a mujeres.
Tenemos al Estado de México, en donde se negó la alerta de género; Sinaloa y Tamaulipas; en el centro Jalisco, Morelos, y en primer lugar al Estado de México y en el sur tenemos a los estado de Chiapas, Veracruz y Oaxaca”.
Tenemos al Estado de México, en donde se negó la alerta de género; Sinaloa y Tamaulipas; en el centro Jalisco, Morelos, y en primer lugar al Estado de México y en el sur tenemos a los estado de Chiapas, Veracruz y Oaxaca”.
Distrito Federal—
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