María Ángeles Ruiz-Tagle, es presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas ‘Consuelo Berges” Ella señala que “si la sociedad no se transforma, si sigue habiendo desigualdad, seguirá habiendo violencia de género”. Fundadora hace ahora 25 años de un colectivo que también se dedica a ayudar a mujeres víctimas de malos tratos, Ruiz-Tagle considera que “cuando las mujeres acceden a la justicia todavía no se las cree totalmente y la impunidad de los maltratadores viene de esa no credibilidad”.
Médica jubilada, es una de las políticas más relevantes de la historia reciente de Cantabria, aunque sus inicios hay que buscarlos en la Sevilla universitaria que la introdujo en la lucha por las libertades desde la clandestinidad. En aquella etapa entra en contacto con Felipe González o Alfonso Guerra, entre otros y tras acabar su carrera de medicina en Sevilla buscó un sitio donde realizar su especialidad, Hematología. Lo encontró en Cantabria donde su inquietud política la lleva a ser una de las fundadoras del PSOE en Cantabria y del sindicato UGT.
Tras las primeras elecciones democráticas, en año 1978 entra a formar parte de la Corporación de Santander como primera teniente de alcalde y después en 1983 como diputada en la constitución de la entonces Asamblea Regional de Cantabria. De esa etapa recuerda “las pocas mujeres que había y lo mucho que había que trabajar”.
«Mi tiempo es para el feminismo y Sevilla»
Fue pionera en la política, el sindicalismo y la igualdad
Nieves Bolado
«Cuando fui elegida concejala, las mujeres teníamos que entrar pidiendo permiso. Ahora lo son por derecho propio. Es algo que no se discute». Esta afirmación pertenece a una de las mujeres más relevantes que ha tenido la política en Cantabria. María Ángeles Ruiz-Tagle Morales (Sevilla, 1942) guarda en su cartera el carné del PSOE con el número 3, y en su currículum político datos tan relevantes como haber fundado el PSOE y la UGT en Cantabria, tras años luchando por las libertades desde la clandestinidad, primero, y en primera línea de la etapa democrática que nacía con las elecciones de 1978.
Su historia política, que ahora ve desde la distancia, la remonta a su Sevilla natal, en la Universidad, viviendo en primera persona el Mayo del 68 .
En el año 1978 entró a formar parte de la Corporación de Santander como primera teniente de alcalde, en la primera legislatura democrática, y como diputada en la constitución de la entonces Asamblea Regional de Cantabria, en 1983, momento en el que deja la dirección del partido, que no sus órganos de gobierno, en los que siempre ha participado. Su paso por la política activa, institucional, se constriñó a ocho años. «Soy de las personas que piensan que, en política, las maletas las debes tener siempre hechas».
Médica de profesión, en la especialidad de Hematología, no dejó su trabajo en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla hasta 2008, cuando se jubiló tras 40 años de trabajo que no interrumpió ni en los periodos en los que ocupó los cargos de concejala y diputada. «De mi trabajo es de lo que he comido y lo que me ha permitido disponer de autonomía personal. Además, ha sido mi vocación y una profesión que me ha llenado», explica con un acento andaluz que ni sus cuatro décadas fuera de Sevilla han logrado borrar.
Desde que en 1987 decidiera no volver a las instituciones como representante de su partido no se ha apartado de la política, ya que ha estado presente en la dirección socialista regional. Tampoco ha dejado la acción directa, pero en otro ámbito, en el del feminismo y la igualdad, desde diversos frentes. En 1995 constituyó la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas 'Consuelo Bergés', que preside desde entonces.
Su compromiso con el movimiento feminista a nivel nacional y regional la llevó a cofundar, y ser miembro constituyente e integrante durante 12 años, del Lobby Europeo de Mujeres, que está formado por más de 3.000 oenegés en el seno de la Unión Europea. Entre los años 1995 y 2005 alternó estas actividades con la vicepresidencia de la Asociación de Mujeres de Europa Meridional, que se ocupaba de velar por los derechos de la mujer en España, Francia, Grecia, Italia y Portugal. Además, colabora en la redacción de cuantas leyes y directrices se han marcado en Cantabria en políticas de igualdad.
Especialmente dedica su tiempo a trabajar en la defensa de las mujeres maltratadas, ya que el Gobierno regional tiene firmado un convenio con la asociación que preside. «Tengo contratadas a once personas, por lo que de alguna manera soy una pequeña empresaria».
A pesar de estar jubilada laboralmente desde hace tres años, la jornada habitual de María Ángeles Ruiz Tagle comienza cada día a las diez de la mañana y termina a las ocho de la tarde, «así que trabajo tanto o más tiempo que cuando tenía que ir al hospital».
No obstante se reserva «cada dos o tres meses» un tiempo para sí, para su único hijo, y para sus dos nietos que, como toda su familia, viven en Sevilla. Acaba de participar en la Feria de Abril, «por supuesto vestida de flamenca» porque es «lo que me pone las pilas cada cierto tiempo». Desconoce la inactividad y pretende seguir con el compromiso político con su partido y con las mujeres. No siente añoranza por el tiempo pasado aunque agradece «todo lo que la política me ha enseñado».
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