"Untitled
-2011" Obra de Maïmouna Galgano de Pakistan presentada en Dakar -junio de
2011 en Exposición contra la violencia hecha a las mujeres y a las
niñas
EE.
UU.: víctima ahora activista reflexiona sobre decisión histórica en materia de
violencia contra las mujeres
Durante los últimos
12 años, Jessica Lenahan ha estado luchando por conocer la verdad sobre aquella
terrible noche del verano de 1999 en la que sus tres hijas aparecieron muertas
en la parte trasera de una camioneta.
Las luchas legales
hasta llegar al Tribunal Supremo de Estados Unidos no han resuelto por qué la
ley no exigió a la policía ofrecer protección a sus hijas, a pesar de saber que
en aquel momento corrían el riesgo de ser víctimas de violencia doméstica.
No obstante, la
reciente decisión de un organismo internacional de derechos humanos podría
estimular el impulso de importantes reformas para mejorar la protección de las
víctimas de violencia de género en el ámbito familiar en EE. UU..
“Durante muchos
años, la carga de la prueba ha recaído sobre las mujeres víctimas de violencia
doméstica”, ha dicho Jessica Lenahan.
“Estoy un poco
dolida, pero soy optimista y creo que esta decisión puede servir para ayudar a
otras personas.”
Falta de protección
Las autoridades
locales de Castle Rock, en Colorado, sabían que Jessica Lenahan, por aquel
entonces Jessica Gonzales, y sus hijas Leslie, Katheryn y Rebecca, de 7, 8 y 10
años, llevaban tiempo sufriendo violencia doméstica por parte de Simon
Gonzales, ex marido de Jessica.
A pesar de la orden
de alejamiento dictada por un tribunal contra Gonzales, la policía no respondió
a las continuas peticiones de ayuda de Jessica –siete llamadas de teléfono y
una visita a la comisaría de policía- después de que Simon Gonzales apareciese
de forma inesperada en su casa el 22 de junio de 1999 y se llevase a las niñas
en su coche.
A primera hora de la
mañana siguiente, Gonzales fue en coche hasta la comisaría de Castle Rock y
comenzó a disparar por la ventanilla. Inició un tiroteo con la policía y murió
en el fuego cruzado. Cuando acabó el tiroteo, se encontraron los cuerpos sin
vida de Leslie, Katheryn y Rebecca en la parte trasera de la camioneta.
Desde entonces,
todas las autoridades estadounidenses, desde Castle Rock hasta el propio
Tribunal Supremo de EE. UU., se han negado retiradamente a informar a Jessica
Lenahan sobre cómo y cuándo murieron sus hijas, y nunca le han ofrecido ningún
tipo de reparación por su sufrimiento.
“Quiero que me digan
de quién eran las balas que mataron a mis hijas, y dónde y cuándo murieron”, ha
dicho recientemente Jessica a Amnistía Internacional.
Aunque Jessica cree
que la respuesta completa a sus preguntas nunca llegará, la reciente decisión
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le da esperanzas para pensar
que finalmente habrá algunos cambios positivos para otras personas expuestas a
violencia de género en el ámbito familiar.
Búsqueda de justicia
Jessica Lenahan se
hundió cuando en junio de 2005 el Tribunal Supremo de EE. UU. resolvió que la
policía no tenía el deber constitucional de hacer cumplir la orden de
alejamiento dictada contra su ex marido.
“Todo lo que había
aprendido cuando era niña sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal, y que
el gobierno estaba ahí para protegerme, resultó ser mentira. Fue un golpe muy
duro para mí. Estuve destrozada casi un año”, contó.
Caroline
Bettinger-López, miembro del equipo de representación letrada que apoyó la
causa de Jessica Lenahan, contó a Amnistía Internacional que quienes estaban
llevando adelante este caso se sintieron frustrados porque no existían más vías
legales en EE. UU.
Pero gracias al
apoyo moral de su madre, Ernestine Rivera, al año siguiente, Jessica y sus
abogados siguieron luchando, y presentaron una demanda ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.
La Comisión, con
sede en Washington DC, promueve y defiende los derechos humanos en toda
América. Cuando las vías legales nacionales se han agotado, las víctimas de
violaciones de derechos humanos pueden continuar con el proceso de sus causas
ante la Comisión, que ofrece recomendaciones sobre los pasos que los gobiernos
pueden llevar a cabo para solucionar la situación.
En agosto de 2011,
la Comisión Interamericana publicó un informe sobre la causa de Jessica Lenahan,
y resolvió que el Estado “no investigó debidamente las denuncias presentadas
por Jessica Lenahan antes de la muerte de sus hijas, y tampoco llevó a cabo una
investigación diligente de las circunstancias de la muerte una vez que se
encontraron sus cuerpos”.
La decisión de la
Comisión recomienda que EE. UU. estudie sus carencias con respecto al trato que
ofrece a las víctimas de violencia doméstica, y que apruebe reformas generales
a nivel local, estatal y nacional para garantizar que las víctimas reciben
protección adecuada frente a sus agresores.
Esta decisión se ha
recibido como una victoria para las víctimas de violencia doméstica.
“Este caso y la
decisión de la Comisión demuestran que no hay excusa para no hacer cumplir las
órdenes de protección de forma inmediata y efectiva, especialmente si se han
realizado peticiones reiteradas a la policía”, ha afirmado Widney Brown,
directora general de Derecho Internacional y Política de Amnistía
Internacional.
“Las autoridades
dicen que les resulta difícil evitar que se produzcan actos de violencia. En
este caso, podrían haber actuado para salvar la vida de tres niñas, pero
prefirieron no hacerlo. Esperemos que estas decisiones de ignorar casos de
violencia doméstica no vuelvan a repetirse.”
“Las autoridades estadounidenses,
a todos los niveles, deben tomar nota de las conclusiones de la Comisión para
garantizar que las mujeres y niñas que sufren violencia de género en el ámbito
familiar reciben protección adecuada, y que se ofrece reparación y ayuda a las
víctimas.”
Una vía para el
cambio
Caroline
Bettinger-López, una de las abogadas de Jessica Lenahan, ha dicho que es
optimista pero cauta sobre el posible impacto que esta reciente decisión pueda
tener.
Durante los próximos
meses, ella y Jessica se reunirán con funcionarios de gobierno de EE. UU. para
debatir sobre cómo mejorar la protección de las mujeres y niñas que sufren
violencia de género en el ámbito familiar.
“Espero que se abran
algunas puertas gracias a esta decisión”, ha expresado Bettinger-López.
5 Septiembre 2011
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