Emma Bonino critica el "obsoleto" Estado del Bienestar de Italia, cuya base "es la mujer que deja de trabajar" .Critica la "mediocridad" de los líderes europeos, que son "seguidores de la opinión pública que no tratan de influir en ella"
La vicepresidenta del Senado italiano, y excomisaria europea entre 1994 y 1999, Emma Bonino, ha afirmado este viernes que "en Italia, la red de bienestar social es la mujer", ya que es ella la que tiene que "dejar de trabajar entre los 58 y los 60 años" para ocuparse del cuidado de niños y ancianos dado el "obsoleto" Estado del bienestar que, a su juicio, existe en dicho país.
En una rueda de prensa celebrada en Sevilla antes de impartir una conferencia organizada por la Escuela Andaluza de Economía dentro del ciclo 'Mujer y Política', Emma Bonino ha criticado la situación actual del Estado del bienestar italiano por ser "desproporcionado" y "desequilibrado", ya que "el 70 por ciento del presupuesto social se dedica a pensiones", lo que conlleva que "quede muy poco para lo demás".
De este modo, la actual vicepresidenta del Senado italiano ha señalado que "no hay una red social para los ancianos", a pesar del "envejecimiento" de la sociedad, así como ha resaltado que "sólo el ocho por ciento de los niños tiene acceso a las guarderías" en Italia, de forma que su cuidado "queda en mano de las mujeres".
Según Bonino, Italia mantiene "el mismo sistema de bienestar" de la década de los 70, "cuando primaban las manufacturas", lo que ha provocado que "los trabajos del sector servicios ahora no tengan seguro", al igual que les ocurre "a los jóvenes que pierden su trabajo".
A pesar de que el Estado del bienestar en Italia sea "obsoleto" e "insostenible" y no esté "adecuado a la realidad" porque mantenga "las mismas leyes de los años setenta en materia laboral y de pensiones", la excomisaria europea ha lamentado que sea un asunto "tabú" en su país, que "ni siquiera se puede tocar", tanto para "los partidos de derecha e izquierda como para los sindicatos".
Al hilo de ello, Bonino ha señalado que a los líderes les falta "responsabilidad" y "coraje" para "plantear este asunto", que va a generar unas consecuencias que "van a pagar las nuevas generaciones", según la vicepresidenta del Senado italiano.
"MEDIOCRIDAD" ENTRE LOS LÍDERES EUROPEOS
Del mismo modo, Emma Bonino se ha mostrado convencida de que en esta situación de crisis, Europa necesita "líderes que tengan el coraje de afrontar las cosas", ya que "la mediocridad en el liderazgo europeo es elevada" y "más que líderes hay seguidores de la opinión pública que no tratan de influir en ella".
En vez de eso, Bonino cree que "a veces hay que tener el coraje de no limitarse a seguir lo que quiere la opinión pública, porque eso ya se sabe", y centrarse en averiguar "cómo se puede obtener lo que ésta quiere".
En concreto, la vicepresidenta del Senado italiano ha precisado que en este contexto de crisis, los líderes "deberían tener el coraje de decirle a la opinión pública que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", así como que "la generación que viene" va a heredar una situación en la que "hemos gastado demasiado".
Respecto a España, Bonino ha afirmado que "la crisis era un tema conocido por los líderes políticos y económicos", pero "como siempre pasa, era muy impopular abordarla", ya que, "al final, en toda democracia hay que afrontar elecciones".
"EN ITALIA SE IDENTIFICA INMIGRACIÓN CON DELINCUENCIA"
Igualmente, Emma Bonino también se ha referido a la situación política que se vive en Italia, cuyo Gobierno está sometido a "una presión muy grande" por parte de la Liga Norte, que "muchas veces tiene planteamientos racistas", a pesar de que se trata de un país que "necesita inmigrantes".
Asegura que el discurso que existe en Italia a este respecto sostiene que "la inmigración es sólo delincuencia", según Bonino, quien ha alertado del "peligro" de "planteamientos populistas que sólo sirven para provocar tensiones", lo que supone una "irresponsabilidad enorme de los líderes políticos".
De igual forma, la vicepresidenta del Senado italiano entiende que en su país es "bastante difícil ser liberal y laico", así como "equilibrar derechos y deberes", todo ello en el marco de una cultura política que "ha estado tradicionalmente fragmentada en dos bloques culturales, el católico y el comunista", a juicio de Bonino, quien apuesta por un Estado "en el que convivan católicos, no creyentes y creyentes de cualquier otra religión".
30 de septiembre de 2011
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