Hace tres años siete mujeres guatemaltecas, víctimas de la violencia de género fueron parte de un revelador experimento audiovisual con el cual descubrieron el poder sanador del teatro. Lo que resultó ser en un principio un laboratorio concebido dentro de un documental, terminó convirtiéndose en la compañía teatral “Las Poderosas”; una organización que busca luchar contra el maltrato en todas sus modalidades, a través de relatos que ponen sobre las tablas, historias conmovedoras que además de hacernos reír y llorar, nos ponen a reflexionar.
Adelma Esperanza Cienfuentes, Eva Cienfuentes, Lesbia Téllez, Rina Najarro, Telma Aijin y Telma Sacerño, se negaron a ser un número más dentro de las alarmantes estadísticas de violencia de género en Guatemala, país que presenta el índice más alto de “feminicidio” en América Latina con más de cinco mil muerte en la última década.
Ellas no sólo se animaron a dejar y denunciar a sus “opresores”, sino también a ayudar a otras mujeres en su misma situación. Todo sucedió por la casualidad o mejor dicho, la causalidad de protagonizar en 2008 el documental “Hoy puedo ser”, del director y dramaturgo argentino Marco Canale y la guatemalteca Patricia Orantes, que aborda el maltrato machista desde una óptica muy singular, en donde en vez de presentar testimonios, las partícipes del proyecto desarrollaron una representación teatral sobre sus experiencias de vida.
El gusanito del teatro invadió las entrañas de estas siete mujeres y sus hijos, que decidieron continuar con el montaje escénico y hacer presentaciones a lo largo y ancho de Guatemala. La iniciativa y el entusiasmo de las “compas” como las llama cariñosamente su director, hizo que tanto éste como su colega, y la psicóloga del Centro de Investigación, Capacitación y Apoyo de la Mujer (CICAM), María del Carmen Navarro, se sumaran al proyecto. Esta última incluso en calidad de actriz.
De las vueltas del destino y de un sueño que tuvo Lesbia Téllez en el cual, estas supervivientes se veían sobre el escenario vestidas de luchadoras, nace “Las Poderosas”. Una compañía de teatro sin parangón que tiene como propósito, sanar a aquellas personas que han sido objeto de la violencia mediante la catarsis y el espacio creativo que ofrece el teatro.
Marco Canales o “La Poderosa barbuda” como la bautizaron las chicas, señala que tanto la obra como el documental no va tanto sobre la violencia.
“Cada una eligió un tema que hablara sobre algo que le pasaba en ese momento para ponerlo sobre la escena a fin de tocar diferentes problemáticas. Una por ejemplo escogió la relación con su madre, otra prefirió profundizar sobre su hijo que en ese momento estaba preso. Así que más que abordar lo vivido, es dar a conocer el proceso de recuperación. No hablar de la violencia sobre la violencia, si no de las experiencias. Por ejemplo, una trabajó los diálogos que tenía con su yo interior. Otra se inspiró en las conversaciones que tenía con su perro mientras su esposo la tenía encerrada”.
Es importante destacar que la idea surgió del proceso creativo de ellas, de su protagonismo a raíz de una propuesta que hice sobre convertir un testimonio en una creación escénica. De allí nació esta idea. Ellas han liderado el camino y han decidido continuar. La misma no ha venido tanto de la terapia, si no del encuentro que estas mujeres han tenido con el teatro. La terapia, aunque ha sido indirecta, no es el origen de ‘Las Poderosas’.
Pero la tarea de estas heroínas de carne y hueso no se limita sólo a los escenarios. Ellas colaboran directamente con otras asociaciones de apoyo a la mujer, tanto en Guatemala como en Nicaragua o Honduras, como la Red de Mujeres Ixhiles o la de las feministas de Matagalpa. Tal labor no sólo le ha valido el apoyo incondicional de organismos como la Agencias Española de Cooperación Internacional (AECID), sino un merecido reconocimiento en el XXI Festival de Teatro Iberoamericano de Cádiz.
Cuando se les pregunta qué significa para ellas el teatro, esta “Liga de la Justicia” de siete heroínas- ahora seis tras e fallecimiento de Rina hace dos meses a causa de un cáncer-, no dudan en asegurar que ha sido su salvación y el motor de cambio de sus vidas.
“Queremos darle fortaleza a las mujeres que sufren maltrato y a decirle que sí se puede salir adelante. Que por ejemplo vean lo que yo viví, que casi me quitan la vida hasta llegar a quedarme sin mi brazo izquierdo y logré hacer justicia, y que como yo, ellas pueden. Todo depende de uno y de ser perseverante”, sentencia Adelma.
por Sabrina Gelman Bendahan
Sábado 19 de Noviembre de 2011
http://www.inspirulina.com/las-poderosas-super-heroinas-contra-la-violencia.html
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