Volviéndole el alma al cuerpo
Estamos al comienzo de algo importante.
Es posible que las activistas se sientan incómodas hablando de sí mismas, pero están comenzando a hacerlo. La idea de que lo personal realmente es político ha dado un giro completo: no sólo tenemos derecho a hablar abiertamente de lo que nos preocupa en nuestra ‘vida privada’ sino que también tenemos el derecho (y la responsabilidad) de garantizar que ella se considere tan importante como nuestro trabajo público.
Y esto significa que los movimientos de mujeres se están dando cuenta, con mucha fuerza y cada vez en mayor medida, de que ha llegado la hora de hacer del bienestar y la sostenibilidad prioridades.
Bisi Adeleye-Fayemi resumió esto de una manera hermosa en su elocuente llamado al cambio:
La atención a las necesidades físicas, espirituales y emocionales de las mujeres ha sido uno de los puntos más débiles en nuestro trabajo como feministas. En las propias esferas sociales e institucionales en las que operamos, los efectos combinados de la reacción cada vez más fuerte contra el movimiento de mujeres, el acoso por parte de los medios de comunicación, los fundamentalismos culturales y religiosos, las presiones resultantes de tener que liderar organizaciones, y los desafíos que implica encontrar un equilibrio entre las obligaciones familiares y las profesionales,hacen que a cada una le resulte muy difícil conservar su energía.
Muchas de nosotras estamos cansadas, desgastadas, deprimidas y enojadas, y muchas hemos pasado por periodos de crisis intensas que se caracterizan por rupturas en los relaciones, problemas con las familias, traiciones de personas en las que confiábamos, amargura y dolores profundos. Cada vez somos más cínicas y cada vez actuamos de manera más mecánica. Y si bien muchas somos conscientes de todo esto, raras veces lo hablamos. Pese a que el nuestro es un movimiento que ha florecido sobre la base del lema ‘lo personal es político’, no hemos reflexionado mucho sobre cuánto de lo que hacemos por y con otras es tanto ‘personal’como ‘político’
Necesitamos regresar a las antiguas estrategias feministas de concientización y desarrollo de la autoestima de las mujeres. Necesitamos enseñarnos a nosotras mismas a sentir el dolor y a hablar de las cosas que nos pasan, en lugar de negarlas o de buscar alivio en los lugares equivocados.
Debemos aprender a gustarnos, respetarnos y amarnos las unas a las otras y, lo que es todavía más importante, a disfrutar profundamente de hacerlo.
Queremos volver a darle alma a nuestro movimiento
Gracias a Jane Barry y Jelena Dordevic por su revolucionario libro.
http://urgentactionfund.org/assets/files/WtPoftheRevolution/Que%20sentido%20tiene.pdf
Gracias a Maria Jesus Hernandez por la imagen de su cuadro http://www.mariajesushernandezsanchez.com/
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