Mujer quichua del pueblo
kayampi que nació el 26 de octubre de 1881, contrajo matrimonio con Rafael
Catucuamba el 15 de agosto de 1905, a la edad de veinticuatro años, tuvo nueve
hijos, de los cuales solamente tres sobrevivieron; murió el 23 de abril de
1971.
Su padre,
Juan Cacuango, y su madre,
Andrea Quilo, eran
gañanes en San Pablo urco, una
parcialidad de la hacienda de Pesillo, (Rodas:23:2005), la más importante
propiedad de los frailes mercedarios.
La hacienda
y su entorno
comunitario fueron el espacio
en el cual
Dolores Cacuango formó y construyó su pensamiento, su lucha. De la
comunidad heredó los referentes culturales, la identidad, la lengua la
tradición quichua, el acumulado histórico de las vivencias de sus antepasados
que, con seguridad, llegaban a oídos de Dolores.
En su historia de vida,
las pocas fotografías que se han logrado recopilar presentan la imagen de una
mujer que conserva su indumentaria: sombreros, fachalinas, fajas, polleras de
lana y camisas de algodón,
elementos que identifican y caracterizan el ser indígena, acción de por
sí valiente en épocas y sociedades en donde ser indígena implicaba ser víctima
de discriminación, despojo, explotación y abuso. Similar situación ocurría con
el conocimiento y uso del idioma, y que en el caso de Dolores, era su principal
instrumento de comunicación con sus compañeros de comunidad a quienes guiaba y
motivaba a liberarse.
De la comunidad
quichua aprendió el
conocimiento que manejan los
mayores con respecto a
la serenidad y
el pragmatismo, como
elementos claves para garantizar la permanencia y continuidad
de la comunidad; aprendió que las personas somos hijos de la Madre Tierra, y en
consecuencia nadie tiene derecho a aprovecharse de la tierra, mucho menos
abusar de ella, porque hacerlo significa acabar con su fecundidad y con los
alimentos que generosamente nos brinda; aprendió sobre la importancia y el
valor de la palabra, que debe ser vista como un acto sagrado, como un
compromiso que se debe respetar y cumplir, por eso la palabra de Dolores tenía
y tiene un alto valor por los mensajes y la energía que logró imprimir en cada
una de ellas.
Dolores Cacuango, esa
extraordinaria mujer campesina que, “dotada de un juicio y una lucidez moral
extraordinarias, se afirma en el camino de su existencia de tal forma que su
espíritu por ser incorruptible es casi perfecto, pues establece ante su propia
conciencia un juicio claro y definitivo de lo que es la justicia y lucha por
llegar a ella como la meta final de su existencia”.
Dolores Cacuango ha sido
reconocida por el sistema, a pesar de aquellos falsos historiadores que han
querido borrar su imagen y el valor de su lucha junto a los campesinos
ecuatorianos, para lograr su redención. Dolores Cacuango ha sido calificada por
el sistema como Dolores la revoltosa, Dolores la hereje, Dolores la Comunista,
Dolores la mujer perseguida, que asistió, en 1931, rodeada de sus tres tiernos
hijos, al incendio de su choza, que los patrones lo decidieron, pensando que el
fuego podía destruir ese fuego que animaba la lucha del movimiento indígena,
que nacía al comienzo de los años treinta, precisamente liderado por esta
heroica mujer indígena.
Esta valerosa dirigente
nació el 26 de octubre de 1881, en San Pablo Urco, una parcialidad de la
hacienda Moyurco, que los frailes mercedarios tenían en el Cantón Cayambe, de
la Provincia de Pichincha, junto a otros feudos vecinos que pertenecían a los
curas jesuitas y dominicanos; fue hija de Andrea Quilo y de Juan Cacuango,
peones conciertos, ella tenía catorce años cuando triunfó la Revolución
Liberal. Dolores provenía de los antiguos caciques de la zona y su apellido
paterno le daba un ascendiente de prestigio, sin embargo, dos siglos y medio
después, debido a las condiciones de trabajo y esclavitud a que habían sido
sometidas las familias indígenas, ubicaron a la familia de Dolores Cacuango
entre la gente que vivía en extrema pobreza, como todos los peones conciertos
de la hacienda agrícola de la Sierra.
El liderazgo de Dolores
Cacuango fue indiscutible. Y sus palabras, más que un discurso político, fueron
un ariete contra la injusticia y el maltrato a los indígenas. Su liderazgo se
impuso sin ninguna duda, manejaba un discurso sencillo y claro, puesto que
debía exponer razones y defender planteamientos, ya que llevaba la voz de su
pueblo y lo hacía con profundidad, belleza y elocuencia, aquí un ejemplo:
“Nosotros somos como los granos de quinua: si estamos solos, el viento nos
lleva lejos, pero si estamos unidos en un costal, nada hace el viento,
bamboleará, pero no nos hará caer”.
Dolores Cacuango siguió
una línea de vida intachable, incorruptible, libre de ambiciones personales.
Ceder, congraciarse con los patrones, significaba retroceder, entregar la lucha
a los enemigos de siempre. Significaba dejar de ser un dique para ellos, para
sus futuros y nefastos propósitos.
Las retaliaciones no
lograron amedrentarla. Al contrario, templaron más su espíritu rebelde, su fe
en la lucha, necesaria para los pueblos indígenas.
Por eso solía decir,
tocándose en la mitad del pecho: “Yo, aunque pongan la bala aquí, aunque pongan
fusil aquí, tengo que reclamar donde quiera. Tengo que seguir luchando. Para
vivir siquiera libertad en esta vida.”
Debemos seguir ejemplo de Dolores cauango recordando nuestras raises indigenas y defendderlas y mantener nuestra cultura.Atte Dolores Cacuango, Descendiente de Dolores Cacuango
ResponderEliminarSin duda Dolores es un referente para todas las mujeres del mundo. !Por que su semilla sea fructífera !
Eliminar¡Salud y canto para todas! Gracias por esta página. Dolores Cacuango o Mama Dulu, es una canción que escribí en su homenaje hace muchos años. Hoy, no basta solo recordar. Dolores, un gran ejemplo para el mundo. Dolores y su voz resonante en mis oídos: "Quipi quinuashna mi canchic. Shug quinua taca, guaira apanllami. Urcu manta ucsha shina canchic cuchuc pipash randi biñan. Cai urcu ucsha manta allpapa chapi tarpushun". Somos como saco de quinua...Lo demás ya sabeís como sigue.
ResponderEliminarUn abrazo para ella y para todas ustedes. Mario Manque.
salud
ResponderEliminarsalud y canto para todas
ResponderEliminarme sirvio de mucha ayuda
ResponderEliminarhay que seguir el ejemplo de Dolores Cacuango
ResponderEliminarhay que seguir el ejemplo de Dolores Cacuango
ResponderEliminarhay que seguir esperando ejemplo
ResponderEliminarque buen ejemplo
ResponderEliminarOmg DOLORES es un ejemplo a seguir
ResponderEliminarQue su legado de lucha y amor por la raza indìgena trascienda a otras generaciones.Un ejemplo que debemos seguir "si estamos unidos en un costal, nada hace el viento, bambolearà,pero no nos harà caer".
ResponderEliminarGracias por el comentario y la frase . Si nos indica la fuente intentaremos publicar esa y otras.Celebramos su legado
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