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sábado, 10 de diciembre de 2011

En Reconocimiento a Sonia Pierre, gran defensora de los derechos humanos de las Mujeres.



Sonia Pierre, también conocida como Solange Pierre (4 de junio de 1963 ,Villa Altagracia, República Dominicana - 4 de diciembre de 2011 ibidem ) fue una activista y defensora de los derechos humanos que trabajó para poner fin al antihaitianismo y la discriminación contra los haitianos, nacidos tanto en Haití, como en la República Dominicana.​ Pierre nació en República Dominicana de padres haitianos; en 2007 el gobierno dominicano le anuló la nacionalidad dominicana que ostentó, tras encontrar que esta había sido obtenida ilegalmente mediante un acta de nacimiento fraudulento.

Pierre nació en Villa Altagracia, San Cristóbal, República Dominicana, en 1963, de padres haitianos. Una de doce hijos, Pierre se crio en un batey de trabajadores inmigrantes llamado Lechería, donde viven alrededor de 650.000 haitianos. Su nacionalidad fue cuestionada por algunos por considerar que su certificado de nacimiento es falsa, el estado de residencia de su padres haitianos y la falta de documentación haitiana.



A la edad de 13 años, Pierre organizó una protesta de cinco días por los trabajadores de la caña de azúcar en uno de los bateyes del país, lo que condujo a su arresto. Sin embargo, la protesta atrajo la suficiente atención pública poniendo de manifiesto las demandas de los trabajadores, y dando a conocer que necesitan que se les pinte sus viviendas y disponer de mejores herramientas y aumentos de sueldo.

Fue la presidenta del Movimiento de Mujeres Dominico-Haitianas (MUDHA) y ganó el Robert F. Kennedy Human Rights Award en 2006, en reconocimiento por su labor.

El senador Edward Kennedy dijo de ella que "Con certeza, puedo afirmar que Sonia es uno de los seres humanos más abnegados, valientes y compasivos de mi generación. Sonia está muy cerca del top ten de mi lista de heroínas".

Se enfrentó en varias ocasiones a autoridades locales por la negativa del Estado a reconocer como dominicanos a los hijos de inmigrantes haitianos. En 2005, Pierre, su organización y otras entidades lograron, tras presentar una denuncia en 1998, que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenara al país a indemnizar a dos niñas de ascendencia haitiana a quienes una Oficialía Civil (Oficina del Registro Civil) se negó a entregar acta de nacimiento. 

La defensora de los derechos humanos volvió a la CIDH años después para denunciar la repatriación masiva de haitianos por parte de las autoridades entre 1999 y 2000. 

La Constitución dominicana niega la nacionalidad a los hijos de una persona que se encuentre en tránsito o que resida ilegalmente en territorio de la nación caribeña, lo que afecta especialmente a los hijos de haitianos indocumentados nacidos en el país, fronterizo con Haití. 

Funcionarios veían en la controvertida luchadora a una enemiga, y en 2007 la Junta Central Electora (JCE) puso en duda el acta de nacimiento de Pierre ante la sospecha de que sus padres falsificaron supuestamente los documentos de ésta para obtener la nacionalidad dominicana. 

"Me pongo a disposición de las autoridades competentes para que hagan una investigación imparcial y objetiva", indicó Pierre a Efe en aquella ocasión, en la que dijo confiar en lo que llamó "la justicia de mi país". 


El trabajo de Pierre en defensa de los derechos humanos le valió en marzo del año pasado el Premio Internacional al Coraje de la Mujer, que recibió de manos de la primera dama de EE.UU., Michelle Obama, y de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. 




En junio de 2010, el entonces presidente de Haití, René Préval, le concedió la orden "Honor y Mérito", en el rango de Caballero, por la labor que desarrollaba en defensa de los derechos humanos.



Para las compañeras de lucha de Pierre, su muerte "será un gran vacío para los derechos humanos y será terriblemente lamentada", pero "su espíritu de lucha permanecerá para siempre".



Cinco días después de la partida de Sonia la siguiente Declaración de las feministas dominicanas con motivo del día internacional de los DDHH nos da idea de la situación del país por el que ella luchaba: 

La Colectiva Mujer y Salud y el Centro de Investigación para la Acción Femenina CIPAF, en ocasión del 63 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a 29 años de la ratificación de la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, realizó este jueves 8 de diciembre, en el marco de su programa Ciudadanía Activa de las Mujeres, auspiciado por la Unión Europea, el Foro de Debate sobre los Derechos Reproductivos de las Mujeres en la RD.




En dicho evento las instituciones y personas abajo firmantes, adoptaron la siguiente Declaración sobre los Derechos Humanos de las Mujeres en la República Dominicana:



Al evaluar la situación de las mujeres dominicanas en ocasión de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, encontramos un panorama desalentador, con pocos avances reales que mostrar para este año 2011. Más allá del compromiso retórico con la igualdad de género, son pocos los hechos concretos que puedan atestiguar el compromiso de las autoridades y de la clase política en general con los derechos humanos de las mujeres.

Durante décadas las mujeres dominicanas hemos luchado contra la discriminación y hemos vencido, individual y colectivamente, un gran número de obstáculos al ejercicio de nuestros derechos. Resultado de estas luchas fue el ingreso masivo de las mujeres al mercado de trabajo y a la educación superior, en tal grado que hace más de una década superamos a los hombres entre los egresados universitarios y hoy día somos la mitad de los(as) profesionales y técnicos en el mundo laboral.

A finales de los años 90 logramos importantes reformas en el marco jurídico, incluyendo la ley 24-97 sobre violencia de género, la 55-97 sobre reforma agraria, la 275-97 que estableció la cuota de candidaturas femeninas a cargos congresionales y municipales (y posteriormente la ley 12-2000 que amplió dicha cuota). La Ley Orgánica de Educación (Ley 66-97) marcó un hito importante al establecer la igualdad de género como principio rector de la educación. En el año 1999 se creó el Ministerio de la Mujer y dos años más tarde el Decreto 974-01 ordenó la creación de la oficina de Equidad de Género en todos los ministerios a fin de transversalizar la perspectiva de género en las políticas sectoriales y facilitar el rol rector del Ministerio de la Mujer.

La clase política dominicana no se ha conducido a la altura de los compromisos que asumió con la reforma del marco jurídico nacional, así como con los múltiples convenios internacionales suscritos por el Estado dominicano a favor de los derechos de las mujeres en las últimas décadas, lo cual se expresa en:

-Los índices de desempleo femenino más que duplican los masculinos, al tiempo que las egresadas universitarias dominicanas siguen percibiendo en promedio un 74% del ingreso que perciben los hombres con igual nivel académico. No hay, ni ha habido nunca en el país, una política pública dirigida a combatir la discriminación salarial por razones de género.

-Este año 2011 nos ha encontrado luchando en el Congreso, no por nuevas conquistas jurídicas para las mujeres sino, increíblemente, por preservar los avances de la Ley 24-97, permanentemente amenazados por los mismos sectores retrógrados que promovieron el Art. 30 (actualmente 37) de la Constitución y que hoy día se oponen a la despenalización del aborto terapéutico y a la tipificación del feminicidio en el Código Penal.

-Tras una década de vigencia de la ley de cuotas, encontramos que las mujeres apenas constituyen el 9% del Senado, el 21% de la Cámara de Diputados y el 8% de las alcaldías. La cultura machista que prevalece en los partidos políticos dominicanos sigue siendo una barrera difícil de franquear para las mujeres que aspiran a puestos electivos, en tanto el compromiso de éstos con la equidad de género no pasa de ser simple demagogia electorera.

- El Ministerio de la Mujer no recibe ni tan siquiera el 1% del presupuesto nacional y se sostiene precariamente con donaciones internacionales. Hablar de transversalización de género en las políticas sectoriales constituye a estas alturas una burla cruel a las aspiraciones de equidad de las mujeres.


- El país sigue teniendo tasas inaceptablemente altas de mortalidad materna, de embarazo adolescente, de violencia de pareja y de feminicidio, sin que éste ni ningún gobierno precedente haya evidenciado un interés real de enfrentar estos problemas mediante la implementación de políticas públicas adecuadamente diseñadas, suficientemente financiadas y eficazmente implementadas.


El aumento sin precedentes de los casos de violencia de género registrados en nuestro país en el último año (más de 200 feminicidios; más de 64,000 denuncias de violencia) son una muestra fehaciente de las consecuencias brutales de la desigualdad y la subordinación de las mujeres. Es hora ya de que las autoridades estatales y los partidos políticos asuman con seriedad los compromisos adquiridos a nivel nacional e internacional en materia de equidad de género y dispongan las partidas presupuestarias necesarias para hacer frente a estos problemas.


No es posible que a estas alturas el país cuente con apenas 14 unidades especializadas para atender la violencia de género y dos (2) centros de acogida para mujeres víctimas y sus hijos; que de decenas de miles de denuncias el año pasado solo se hayan judicializado 476 casos de violencia, con apenas 66 agresores condenados.

No es posible que el país siga teniendo una tasa tan escandalosamente alta de mortalidad materna. El estimado establecido por la ENDESA-2007, es de 159 muertes maternas por cada 100,000 nacimientos, aunque el Ministerio de Salud Pública plantea que ha habido una ligera reducción. Según el último boletín epidemiológico, para la semana 47 del año en curso se habían registrado 148 muertes maternas, 37 menos que el año pasado para la misma fecha, pero debemos destacar, que en lo que va de año, la mortalidad materna supera a todas las enfermedades de notificación obligatoria, con excepción del cólera que la supera con tres defunciones.

El porcentaje de cesáreas alcanza el 39% en el sector público y el 90% en el privado, sin que las autoridades hagan nada por corregir ésta y otras situaciones abusivas ligadas a la calidad de atención que reciben las parturientas dominicanas.

No es posible que mientras una de cada cinco adolescentes dominicanas está embarazada o es madre, el Estado siga plegándose al chantaje de los sectores ultraconservadores que impiden se oferte una educación sexual eficaz en las escuelas dominicanas.


Las mujeres dominicanas merecemos y demandamos mucho más del Estado y de los partidos políticos. Es hora de cumplir los compromisos con la equidad de género, de hacer valer la democracia para la mitad de la población dominicana que sigue sufriendo desigualdad, discriminación y violencia. Basta ya de demagogia.


http://www.diariolibre.com/noticias/2011/12/07/i316128_sonia-pierre-muerte-entierro-activista.html
http://elpuertowr.com/en-reconocimiento-sonia-pierre-gran-defensora-de-los-derechos-humanos-de-las-mujeres/
http://elpoderdemiami.com/2010/03/10/sonia-pierre-recibe-premio-de-mujeres-con-coraje-de-manos-de-michelle-obama-y-hillary-clinton/
https://maspsicologia.com/declaracion-de-las-feministas-dominicanas-con-motivo-del-dia-internacional-de-los-ddhh/

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