Si es verdad que vivimos en un mundo androcentrico que nos menosprecia y con el que tenemos que estar en permanente disputa para que salga a la luz nuestra esencias de seres iguales al otro, no más débiles , no más tontas, no más malas ...
Pero a veces encontramos comprensión, respeto y reconocimiento por lo que somos y hacemos y eso da sentido a nuestro caminar en medio de los obstáculos .
Hoy mi hijita me hizo Reiki, quiso equilibrar mis energías con las del universo y conseguir que yo estuviera mejor. Con mis ojos cerrados, escuchando una suave música, sentí que me devolvía con creces todo lo que yo le había dado. La vida me sorprendió, como a veces hace, y llore recordando la pequeña que un día nació de mi. Sentí haber estado inconsciente cuando ella salio, minutos antes de que ya la viera con su carita deformada por el esfuerzo, brillante por la grasita, con su abundante pelo negro y su mirada interrogante y recordé la responsabilidad que sentí al tenerla en mis brazos: yo la había traído, ella no lo había pedido y ¿que seria de ella ? Mejor ni pensar y quererla como ella me quiere a mi cuidándome suavemente .
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