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domingo, 31 de marzo de 2013

Alicia Yánez Cossío poeta, novelista y periodista



Alicia Yánez Cossío, (Quito, 10 de septiembre de 1929), es una destacada poeta, novelista y periodista ecuatoriana.
Alicia Yánez Cossío, es una de las principales figuras de la literatura ecuatoriana y latinoamericana, es la primera persona ecuatoriana en ganar el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, el cual recibió en 1996.

Hija de Alfonso Yánez Proaño y de Clemencia Cossío Larrea. Nacida en el seno de una familia numerosa, tuvo acceso desde niña a una esmerada educación . A los seis años ingresó al Colegio de los Sagrados Corazones de Quito, donde estuvo a poco de caer en el fracaso escolar, debido a su manifiesto rechazo a la aritmética. Aunque, desde pequeña dio muestra de su gran talento para las letras, por lo que siempre quiso ser una escritora.
Alicia Yánez Cossío, diría después: "Tuve una infancia sumamente feliz, quizá un poco hombruna, influida por mis primeras lecturas: las obras de Julio Verne y las hazañas de Tarzán. Nunca me gustaron las muñecas.".
Ya en su juventud, contrajo nupcias con un ciudadano cubano y residió por espacio de cinco años en el país de su esposo, donde continuó escribiendo y reflejó en sus textos una buena parte del proceso revolucionario cubano.
Madre de cinco hijos, se consagró a la educación y crianza de su prole, al cuidado de su hogar y a la atención de su esposo, sin disponer apenas de tiempo para escribir. Por dificultades económicas derivadas de la manutención de su familia, se vio obligada a ejercer el magisterio a tiempo completo, actividad por la que no sentía ningún aprecio.
Sin embargo, siguió redactando en la sombra sus cuentos y novelas hasta que, a comienzos de los años setenta, cuando ya estaba próxima a cumplir los cuarenta y cinco años de edad, envió un manuscrito de su narración extensa; Bruna, soroche y los tíos al Premio Nacional de Novela convocado por el Diario "El Universo" de Guayaquil. El jurado formado por Benjamín Carrión, Ángel Felicisimo Rojas y Alejandro Finisterre, decidió otorgar unánimemente, el primer premio a esta obra, -presentada bajo un pseudónimo masculino-, y a partir de entonces Alicia Yánez, pudo consagrarse profesionalmente al cultivo de la creación literaria. Su obra posterior fue distinguida con numerosos premios y distinciones que la han convertido en una de las escritoras más representativa de la narrativa hispanoamericana contemporánea.
La producción literaria impresa de Alicia Yánez Cossío consta de tres volúmenes de versos, un libro de relatos futuristas, varios cuentos infantiles y siete narraciones extensas. La publicación de la novela Bruna, soroche y los tíos (1973) puso de manifiesto la impetuosa irrupción de una autora caracterizada por sus preocupaciones acerca de la deshumanización de la sociedad contemporánea. La protagonista de esta obra es una mujer que, ubicada en un entorno social y familiar dominado por el inmovilismo y los valores morales anclados en la tradición, lucha denodadamente por zafarse de los múltiples prejuicios que amenazan con destruirla.
El éxito alcanzado por Bruna, soroche y los tíos propició la edición inmediata de un volumen recopilatorio de la poesía escrita por Alicia Yánez Cossío. Al año siguiente publicó El beso y otras fricciones (1975), brillante recopilación de los relatos futuristas. A pesar de la ambientación de estos relatos en un tiempo imaginario que aún está por llegar, las inquietudes de sus personajes femeninos se mueven en la misma dirección explorada por la protagonista de la novela anteriormente comentada, y acaban descubriendo que la anulación total es el único fin al que está destinada la mujer que no deja aflorar sus necesidades ni insiste en cultivarlas libremente. En este sentido, resulta especialmente afortunado el relato titulado Hansel y Gretel, protagonizado por una mujer abnegada y conformista que acaba siendo anulada por su única y constante dedicación a la satisfacción de los gustos y caprichos de su esposo.



A finales de la década de los setenta vio la luz Yo vendo unos ojos negros (1979), novela en la que Alicia Yánez dejó más patente que nunca su llamada a la rebelión femenina. María, el personaje central de esta narración, es una mujer que, tras haberse separado de su marido, tiene que afrontar por vez primera en su vida la imperiosa necesidad de valerse por sí misma, en medio de un ambiente hostil que contribuye a la aparición constante de sus dudas, temores e inseguridades. Por medio de la introspección psicológica -magníficamente reflejada por la autora quiteña-, María consigue analizar su compleja situación, reflexionar acerca de su vida anterior, analizar sus actuales necesidades y convertirse, en fin, en un sujeto pensante capaz de afrontar el solitario su recorrido vital, en el que la resistencia y la rebelión contra la caduca sociedad machista cobran un papel relevante.



Por medio de la ironía, el humor y el empleo de un lenguaje claro y directo heredero de la mejor tradición oral ecuatoriana, Alicia Yánez Cossío consigue desenmascarar en sus restantes novelas esos valores caducos y anacrónicos que, sostenidos por tabúes centenarios, fueron consolidando una sociedad anacrónica e injusta, dominada exclusivamente por el hombre. Por este cauce argumental transitan otras novelas suyas dignas de mención, como las tituladas Más allá de las islas (1980), La cofradía del mullo del vestido de la Virgen Pipona (1985) y La casa del sano placer (1989).6 Aquí el personaje vuelve a ser la multitud representada por la comunidad que lucha por rescatar los derechos elementales de la mujer. El machismo continúa siendo un tema recurrente. La ironía, el sarcasmo y la hipérbola se hacen evidentes al tratar la tergiversada superioridad masculina, donde demarca criterios sobre la virginidad o el homosexualismo, etc.




Tiene inéditas otras novelas de iguales características. Una de ellas es "El Cristo Feo".
En 1.993 enviudó. Es una mujer superior cuya fama ha trascendido las fronteras patrias. En 1996 recibió el Premio Sor Juana Inés de la Cruz a la mejor novela latinoamericana escrita por una mujer.
Hoy en día, vive gozando dé sus nietos y como buena abuelita los adora. Es madre del gran escritor Luis Miguel Campos Yánez, lo cual la llena de sana satisfacción pues ve que sus dones han sido trasmitidos.
En 1998 editó “Retratos cubanos” con 18 cuentos escritos entre 1957 y el 61 en Cuba y trata sobre la lucha del hombre por alcanzar su libertad, pero como se los requisaron a la salida de la isla los rescribió en 1996 mezclando historia y crudo realismo.




Obras

Luciolas (1949)
Hacia el Quito de ayer (teatro), (1951)
De la sanfre y el tiempo (poesía), (1964)
Bruna, Soroche y los tíos (novela), (1971)
Poesía (1974)
El beso y otras fricciones (relatos), (1974)
Yo vendo unos ojos negros (novela), (1979)
Más allá de las islas (novela), (1980)
La Cofradía del Mullo de la virgen Pipona (novela), (1985)
La casa del sano placer (novela), (1989)
El Cristo feo (novela), (1995)
Aprendiendo a morir (novela), (1997)
Relatos cubanos (cuentos), (1998)

http://es.wikipedia.org/wiki/Alicia_Yanez_Cossio
http://www.hoydomingo.com/369/perfil2.htm

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HH

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