Mi nombre es Juana Godoy. Educada en los valores del respeto, el esfuerzo, la generosidad y la sumisión; conocí a Paco, al padre de mis hijos, con 18 años. Era muy guapo y me enamoré al instante pensando que jamás se fijaría en mí, tan pequeña y tan menuda... Pero se fijó y me pidió salir. Y acepté. Sentía un placer especial cuando me tocaba las manos.
Los celos los manifestó enseguida. "llevas demasiado escote" Me subí el escote. Un día 5 de diciembre, a los 8 meses de relación me preguntó si me masturbaba... montó en cólera. Él trabajaba y estudiaba. Yo estudiaba y daba clases particulares para ganarme un dinerillo porque mi padre había enfermado. Fuimos novios durante 11 años. En todo ese tiempo, su familia y las salidas con nuestros amigos estaban por encima de otras cosas. Nos casamos por lo civil en junio de 1992. Viajamos a Cuba. El segundo día de estancia en Santiago, fuimos al Tropicana. Allí, un cubano me invitó a bailar y me robó un beso. Paco montó en cólera una vez más, me llamó puta y dejó de hablarme los 14 días restantes del viaje de luna de miel.
Empecé a trabajar como orientadora educativa. Contábamos ya con dos sueldos. Viajábamos mucho. A veces era muy cariñoso. Me decía que sin mí él sería un bruto... Quedé embarazada de mi hija. Él no me tocó en todo el embarazo. Me decía que no había nacido el bebé y ya lo quería más que a mí.
Nació mi hija Irene. Me colmó de felicidad. Sigue teniendo mucho talento. Mi madre la cuidaba cuando ambos estábamos trabajando. Ella y el padre de mis hijos tenían maneras de pensar similares. A los 6 años nació mi hijo Ángel, fue un embarazo complicado. Sufrí 2 crisis epilépticas, temíamos por la salud de Ángel, pero nuestros temores se disiparon al ver cómo crecía con normalidad. Para entonces el estrés que sufría yo era considerable pero seguía con el mismo ritmo de trabajo fuera y dentro de la casa. Cambié de trabajo. me fui a ejercer mi profesión de orientadora a un instituto muy conflictivo. Sufrí mi primera crisis de ansiedad. Él fue aumentando los insultos y las humillaciones hacia mí. Le dije que así no podíamos seguir. Le propuse ir a terapia de pareja. Aceptó. el día de la cita decidimos coger la moto para llegar antes. Empezamos a discutir e intentó tirarme de la moto. Me agarré fuerte a su cintura y no lo logró pero fue tal el miedo que pasé que decidí separarme... Y entonces es cuando empezó lo duro de la lucha. Mi madre no creyó que él me intentara tirar de la moto. Mi hermano tampoco, ni mi amiga, ni nuestros amigos... Me sentí sola como nunca me había sentido... Él se arrodillaba delante de mi madre pidiendo que yo volviera con él. Cuando cedí a la presión y le dije que sí, me dijo que no quería volver conmigo que lo que quería era que le diera 20 millones de pesetas para comprarse un piso... yo no tenía ese dinero. Sufrí la primera depresión. Cuando logré reponerme, él empezó a hostigarme a través de los amigos. Rompí todas las relaciones de amistad en común y nueva depresión. Cuando logré reponerme, me demandó para que disolviéramos la sociedad de bienes gananciales. Nueva depresión. Entretanto, mi madre enferma y es operada a corazón abierto. Y a mí me citan porque en un análisis rutinario encuentran células precancerígenas en mi cuerpo. Y nueva depresión, esta vez severa. Entonces es cuando él me demanda la guardia y custodia de Ángel e Irene.
Durante estos 7 años desde el divorcio, mi perseverancia y mi fortaleza han procurado que cada vez cuente con más recursos para sobrevivir al hostigamiento al que estoy siendo sometida. Además de la medicación antidepresiva, estoy recibiendo masajes para mitigar las contracturas, me asiste la mejor abogada de mi ciudad, practico yoga que me ayuda a mantener la calma, manejo las redes con soltura para sentir el apoyo de personas que empatizan con mi situación y he sido admitida en el grupo de terapia del Instituto Andaluz de la Mujer. Ahora, una de mis metas es ayudar a mujeres que están pasando por lo que yo he pasado.
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