Clara decidió levantar la voz, denunció, buscó ayuda y protección, el resultado fue: La cárcel. Paremos la bota del patriarcado que nos destruye y violenta por todos los lados .
Clara vivió maltratos de su ex pareja; lleva presa año y medio. Te pedimos firmes en su apoyo .
La infinidad de flashazos la deslumbran y le taladran el cerebro. Clara Tapia Herrera se siente desmayar en medio de ese torbellino de cámaras fotográficas y de televisión… del cúmulo de grabadoras de reporteras y reporteros que consignan que ella –sin saberlo– ahora es “cómplice” del llamado “Monstruo de Iztapalapa”.
Es el 6 de septiembre de 2011. En el bunker de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) se presenta ante los medios a Jorge Antonio Iniestra Salas, de 32 años, cinco personas más –entre ellas dos de sus hermanas y un hermano–, y a Clara Herrera, de 44 años y ex pareja del primero.
Todos en un primer momento acusados por los delitos de secuestro, homicidio en razón de parentesco, lesiones calificadas en razón de parentesco, corrupción de menores, trata en su modalidad de explotación laboral de menores y violencia intrafamiliar.
Clara, con una blusa y sudadera de color rojo, aparece sentada; está muy seria y en su gesto pétreo parece apretar los dientes. Le resulta inconcebible que ella, que padeció años de humillaciones y violencia de parte de Jorge Antonio, ahora sea presentada como una criminal. Es tanto el dolor que le es imposible llorar.
Iniestra Salas secuestró y violó durante siete y cuatro años (respectivamente) a sus dos hijastras, Gabriela y Rebeca; a esta última la asesinó en 2009 junto con la hija pequeña producto de la violación.
Clara era una mujer que lo único que quería era el bienestar de su familia. Pero eso no le importó al sistema judicial: ella pasó de ser víctima a presunta responsable del secuestro y violación de sus dos hijas.
A casi año y medio de distancia, Clara sigue presa en el Centro Femenil de Readaptación Social Tepepan, en la delegación Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, en espera de ser sentenciada o lograr su libertad. Es acusada del delito de corrupción de menores contra sus tres hijos: Gabriela, Rebeca y Ricardo.
En entrevista con Cimacnoticias en ese penal, Clara narra su historia, el horror vivido al lado del que en verdad es un “monstruo”, su miedo a denunciar por haber sido amenazada, la búsqueda y negación de justicia, y su rabia por padecer una doble victimización.
Con el uniforme azul marino característico de las internas de este reclusorio, esta mujer morena y de facciones recias se muestra tímida. Como muy pocas veces, lleva suelto su cabello negro y lacio; luce unos pequeños aretes.
Al iniciar la conversación, Clara toma inesperadamente la mano de la reportera y en voz baja comienza a hablar como una niña atemorizada: “Sigo teniendo miedo. ¡Jorge aún está ahí! ¡Se va a burlar de mí! ¡Lo conozco! ¡Tengo miedo!”.
La mujer no oculta el pavor que le provoca el reencuentro cara a cara con su ex pareja a pocos días de realizarse una audiencia en el Reclusorio Sur en la que ella narraría su historia ante un juez, los abogados y el propio Jorge Antonio, detenido en ese penal.
Tras lo que pareció una regresión infantil, Clara toma aire y se infunde valor para relatar su vida, pero no le es fácil. Su rostro tiene un aura de desamparo mientras que sus ojos carecen de brillo. Al hablar muestra una dentadura ennegrecida por los cuatro años que tuvo que comer de la basura al darle todo su dinero a Jorge Antonio Iniestra.
VIDA DE VIOLENCIA
Clara es originaria del municipio poblano de Chiautla. Cuenta que desde que tenía 10 años de edad comenzó a vivir episodios de violencia en su propio hogar. Las lágrimas vuelven y es tan apretado el dolor que prefiere no dar detalles de esos momentos que la marcaron al grado de considerar como “normales” tales agresiones.
Estudió enfermería, pero no concluyó sus estudios porque “se enamoró” por vez primera y tuvo un embarazo que provocó que la expulsaran de la escuela. Así nació Gabriela, su primogénita. Su entonces pareja evadió la responsabilidad paterna y las abandonó.
Años después, Clara creyó volver a encontrar el amor. Se casó y tuvo dos hijos más: Rebeca y Ricardo. Durante 12 años sufrió humillaciones, insultos y golpes de parte de un esposo alcohólico. Luego él emigró a Estados Unidos y desapareció de su vida.
Sola y con tres hijos buscó trabajo. Encontró empleo como conserje en la escuela primaria Manuel C. Tello, en la colonia San Lorenzo Xicotencatl, delegación Iztapalapa.
Clara entonces comenzó a ahorrar con la ilusión de comprar una casa, pero entonces el dinero ya no alcanzaba y buscó un segundo empleo. En un golpe de buena suerte encontró trabajo de limpieza en una casa donde se exhibían muebles.
Ahí conoció a Jorge Antonio, su compañero de trabajo. El guardia de seguridad privada se acercó a ella y la comenzó a cortejar.
El 25 de octubre de 2004 él la invitó a salir. Nunca antes alguien la había llevado a comer o tomar algo a un sitio que ella considerara “lujoso”. Su carácter serio y reservado no le ayudaba a tener amistades y mucho menos a socializar en lugares públicos.
Por eso ese día que fue a un Sanborns con Jorge Antonio ella se deslumbró. Acostumbrada a no salir de su casa, Clara se sintió incómoda. El “Monstruo de Iztapalapa” le habló de libros, películas y viajes. “Me apantalló”, acepta abrumada.
Él le presumió que era egresado de la universidad, contador de profesión como su padre y una persona que trabajaba “por hobby”, ya que al provenir de una familia “acomodada” no tenía necesidad de ganar un sueldo.
Esa noche ella le contó su vida, sus desamores, la violencia de su todavía esposo y los pasajes de violencia que vivió de niña. Jorge Antonio hasta la animó a denunciar la violencia de su ex marido y la acompañó a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para presentar una queja.
Por tercera ocasión, Clara creyó que encontraba el amor.
EL INFIERNO
“¡Ahora lo sé! ¡Lo tenía todo planeado!”, exclama la mujer en una mezcolanza de rabia y llanto. Revivir ese episodio fue como si Clara abriera de nuevo los ojos para darse cuenta de que su ex pareja le mintió todo el tiempo, que le mostró una falsa preocupación por ella y por el bienestar y educación de sus hijas con tal de lograr su cometido.
En enero de 2005, tres meses después de haberse conocido, Jorge Antonio se fue a vivir con ella a la conserjería de la escuela. Fue entonces que el verdadero rostro del sujeto salió a la luz: Él le advirtió que por sus presuntos conocimientos de contabilidad a partir de ese momento controlaría el dinero de la familia.
Con su forma de hablar y sus argumentos, Iniestra se ganó a los niños con regalos y poco a poco Clara fue relegada de la familia. Pasaba el tiempo y Jorge Antonio comenzó a mostrar su lado más violento. Las agresiones verbales se volvieron frecuentes.
La noche del 25 de marzo de 2005 Clara descubrió a su pareja violando a Rebeca, de sólo 12 años de edad. El llanto de su otra hija de 15 años, Gabriela, ante la atrocidad del “monstruo” fue lo que la despertó.
En ese momento –relata con los ojos húmedos– Clara sintió furia y coraje. Pensó en hacer algo pero el miedo la paralizó.
Jorge exclamó que estaba enamorado de la niña y que era “una relación normal”. “Dijo que él tenía amigas que tuvieron hijos desde los 13 años y no pasaba nada porque las autoridades no hacen caso y no les creen (aduciendo a la violación), así que a mi tampoco me creerían”, recuerda Clara las palabras que le lanzó Iniestra.
ESCLAVITUD
En 2006 –continúa Clara su relato– Iniestra les prohibió a las niñas salir del cuarto donde vivían con el argumento de que procuraba su bienestar lejos de las “malas influencias”. Las ventanas nunca más se abrieron porque él las selló con tabique y madera.
Clara nunca estuvo de acuerdo con esa situación; en el fondo sabía que “no era normal”. Pero pudo más su miedo ante las amenazas del “monstruo” de matar a su hijo Ricardo y llevarse lejos a las niñas si ella denunciaba lo que ahí pasaba.
Según la PGJDF, el 80 por ciento de las denuncias de violencia intrafamiliar son por agresiones psicológicas.
A cambio de saber cómo estaban sus hijas secuestradas, la mujer le entregaba cada semana a Jorge Antonio todo el dinero que ganaba como conserje que en promedio eran seis mil pesos mensuales. Pero para el presunto criminal eso no era suficiente.
Clara fue obligada además a vender baratijas o ropa usada en los tianguis de Iztapalapa. Sin un peso en la bolsa, ella se alimentaba de las sobras de comida que recogía de los botes de basura en los mercados ambulantes.
Desde junio de 2007 hasta el 2009 Clara y su hijo Ricardo fueron obligados a vivir en la azotea de la conserjería. Ella mantuvo económicamente a su ex pareja, quien hasta se compró un taxi con el dinero que le entregaba cada semana.
Tal fue la esclavitud que padecieron Clara y sus hijos que Jorge Antonio inventó lo que él llamó un “sistema de puntos” para permitir a la mujer ver a Gabriela y Rebeca.
Tal sistema consistía en que Clara y Ricardo hicieran todo lo que el “monstruo” les ordenara a fin de que juntaran “100 puntos” y así dejarles ver a las niñas, quienes sólo se asomaban por una ventana.
Pero si desobedecían alguna indicación o hacían algo que no era del agrado de Jorge Antonio, de inmediato perdían los “puntos” alcanzados.
En octubre de 2006 y abril de 2007, Rebeca y Gabriela –respectivamente– salieron de su cautiverio sólo para parir a sus hijos producto de las violaciones de Jorge Antonio, quien le exigió a Clara que aportara más dinero para la manutención de sus hijas y los bebés.
Ella tuvo que trabajar al cuádruple. Además de las labores como conserje y la vendimia en los tianguis, consiguió un empleo nocturno de limpieza en un cine y los fines de semana lavaba ropa. Su jornada laboral fue de más de 12 horas diarias
Jorge Antonio controlaba la tarjeta de débito de Clara y además recibía dinero en efectivo.
El 18 de junio de 2009 hubo un asalto a la conserjería y sin el consentimiento de Clara, el “monstruo de iztapalapa” secuestró a las niñas en una casa que tenía en la colonia Renovación, en la misma delegación.
Después del secuestro, Jorge Antonio iba cada mes a buscar a Clara (a la consejería) para “informarle” el estado de sus hijas a cambio de dinero. Durante los siguientes dos años y en cada visita Clara le suplicaba para que le regresara a sus hijas, pero él le contestaba “que ellas no querían verla”.
LA DENUNCIA
Alejada de su familia y sin amigos, Clara no pudo más y ya en 2011 se armó de valor para pedir ayuda y rescatar a sus hijas.
Buscó a su hermana mayor Cruz para que la acompañara a pedir información ante varias instituciones.
Las personas que escucharon su historia la cuestionaron por no haber hecho nada, la calificaron de “mala madre” y hubo quien le restó importancia a lo narrado.
Clara y su hermana recurrieron a la asociación Alto al Secuestro, de la activista y ex candidata del PAN al Gobierno del DF, Isabel Miranda de Wallace, para preguntar cómo poner una denuncia. Pero la recepcionista, de nombre Gabriela, las paró en seco y les dijo que sólo se atendían casos con denuncia de por medio.
Luego acudieron al Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM) “Juana de Asbaje” –dependiente del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal–, en la sede de la delegación Cuauhtémoc, donde la responsable, Ana Vanessa Rodríguez Rivas,
les dijo que su jefa –la ahora diputada federal del PRD Malú Micher– sólo veía “casos relevantes y no asuntos como ése”.
En la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas (Fevimtra), de la PGR, hubo quien le dijo a Clara que ella tenía la culpa por permitir todo lo sucedido.
En julio de 2011 en la Fevimtra, Rosa María López Suárez, entonces subdirectora de Coordinación y Enlace en Materia de Trata de Mujeres y Niños, las atendió pero les dijo que en la Fiscalía se revisaban delitos del ámbito federal y por tanto el caso no era de su competencia.
La funcionaria las remitió al Centro de Terapia de Apoyo a Victimas de Delitos Sexuales (CTA) de la PGJDF.
Todo este vía crucis duró tres meses. Hartas de ser ignoradas por las autoridades, Clara y su hermana tomaron papel y lápiz y en 22 hojas describieron siete años de violencia. Clara redactó en primera persona todo lo que ella y su hijo recordaban. Lo hizo con mucho detalle para que quien lo leyera se percatara de la gravedad del asunto.
El 1 de julio de 2011 Clara acudió a la Coordinación Territorial
IZP-6 de la PGJDF en Iztapalapa, para levantar una denuncia de la que resultaron los delitos de corrupción de menores, explotación laboral infantil, violación equiparada, retención y sustracción de menores, amenazas, extorsión, robo y abuso de confianza. Los hechos quedaron asentados en las causas penales 245/2011 y 256/2011.
LA JUSTICIA EN SU CONTRA
La mujer narra que el martes 6 de septiembre de 2011 recibió una llamada telefónica de personal de la PGJDF para que se presentara a reconocer a las personas detenidas por su denuncia.
Cuando acudió a reconocer a los detenidos en el lugar había mucha gente, fotógrafos y camarógrafos. Una mujer se acercó a ellas y preguntó “¿Quién es Clara Tapia?”. Ella se puso de pie y acompañó a la mujer.
“¿Señorita, yo también puedo pasar?”, alcanzó a preguntar su hermana Cruz antes de que se marcharan. Un agente le respondió “no señora, solamente ella”, a la vez que le explicó que “sólo le harían un examen médico”.
Minutos después, Clara apareció sentada junto a Jorge Antonio y sus supuestos cómplices. Era su presentación ante los medios.
Sin orden legal, ni aviso previo, ella pasó de víctima a “delincuente”. Lo peor fue que en ese momento Clara se enteró de que su hija menor Rebeca –que ya tendría 18 años de edad– y su nieta de tres meses fueron asesinadas por su ex pareja en 2009, justo el año en que las había secuestrado.
Ahora esta mujer tiene una doble condición jurídica: es acusada de corrupción de menores, pero también es defendida como presunta víctima de violencia intrafamiliar.
De acuerdo con lo que le dijeron los agentes de la PGJDF, Clara supuestamente se auto incriminó en su denuncia en la que explicó con exactitud cada hecho, “como si fuera cómplice”.
Por la violación a sus Derechos Humanos al ser exhibida ante los medios con engaños y sin una orden de presentación, el 27 de marzo de 2012 la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió una recomendación a la Procuraduría capitalina, pero ésta la rechazó al considerarla sin sustento.
El futuro de Clara está ahora en manos del Juzgado 64 penal, a cargo de Casiano Carlos Morales García, quien determinará si fue víctima o culpable y si sigue en prisión o es liberada para que pueda reencontrarse por fin con sus hijos, Gabriela –ahora de 23 años– y Ricardo, de 19.
Por: Anayeli García MartínezCimacnoticias | México, DF.- 26/04/2013
Clara vivió maltratos de su ex pareja; lleva presa año y medio. Te pedimos firmes en su apoyo .
http://www.cimacnoticias.com.mx/node/63093
ESTUVE LEYENDO CON EXACTITUD TODO LO RELACIONADO AL TEMA DE CLARA , POR DEDUCCIÓN CREO QUE CUANDO CLARA DICE: VIVÍ AÑOS DE VIOLENCIA EN MI FAMILIA DESDE QUE TENGO 10 AÑOS Y YA ERA ALGO NORMAL , ENTONCES CUALQUIER JUEZ O ABOGADO ENTENDERÍA QUE CLARA EN LA ACTUALIDAD AL VIVIR TALES AGRESIONES FÍSICAS PARA SUS HIJAS DE IGUALES EDADES O APROXIMADAS LE SERIA ALGO NORMAL TAMBIÉN , SU MENTE NO PUEDE ENTENDER LA DIFERENCIA ENTRE LO QUE ES NORMAL O NO
ResponderEliminarTALES HECHOS LA MARCARON CON ALGO RUTINARIO EN LA VIDA DE CUALQUIER PERSONA CUANDO NO ES ASÍ .-
LO QUE ES VIOLENCIA JAMAS PUEDE SER NORMAL.
Y EN 2DA INSTANCIA CUANDO ELLA HACE DECLARACIONES DONDE DICE SENTIRSE CULPABLE POR LOS ACONTECIMIENTOS HACIA LAS HIJAS EN REALIDAD ESTA MENSION DE NO RECONOCER LO VIOLENTO COMO TAL Y NO COMO ALGO ANORMAL ENTONCES ES CUANDO ES POCO CREIBLE
A PARTE OTRA COSAS IMPORTANTISIMA PARA MI CRITERIO CLARA ES UNA MUJER QUE CREIA QUE LO QUE LE DECIA SU MARIDO ERA VERDAD CUANDO EL LE DICE QUE NADIE LE CREERÍA DE LA VIOLACIÓN SE MUESTRA AL ESTADO COMO UN SISTEMA DÉBIL O EN REALIDAD FUE UNA MANIPULACIÓN DE ESTE BESTIA ? HACIA CLARA QUE NO TENIA LAS FUERZAS SUFICIENTES PARA DEFENDERSE?
EN REALIDAD ME PREGUNTO POR QUE NO BUSCO AYUDA ANTES CLARA?. ESTAS NIÑAS NO ACUDÍAN AL COLEGIO? COMO PUEDE SER QUE NO PREGUNTEN POR ELLAS EN LAS ESCUELAS? A DONDE ESTÁN LAS ASISTENTES SOCIALES?
CLARA EN REALIDAD FUE VICTIMA DE SU PROPIA DESGRACIAS , SU NIÑEZ LA LLEVO A NO PODER DEFENDERSE NO SOLO SE VIO BULNERABLE CUANDO NIÑA TAMBIÉN CUANDO MADRE. NO PUDO DEFENDER A SUS HIJAS Y AHORA UNA HIJA MUERTA.Y UN NIETO DE LA MISMA MANERA.-
ME PREGUNTO ES ESTA MUJER INOCENTE?? EN VERDAD??
EN ESTA PARTE : " De acuerdo con lo que le dijeron los agentes de la PGJDF, Clara supuestamente se auto incriminó en su denuncia en la que explicó con exactitud cada hecho, “como si fuera cómplice”.
CLARA SE INCRIMINO POR QUE SE SIENTE CULPABLE DE LOS ACONTECIMIENTOS YA QUE SIENTE QUE NO PUDO HACER ANDA PARA SALVAR A SU HIJA .-
ES UN TEMA MUY DELICADO QUE NO SE PUEDE DECIR CULPABLE NI INOCENTE CREO QUE LA MENTE DE CLARA NO ES NORMAL ELLA TIENEN MUCHO QUE TRATARSE CON UN PSIQUIATRA , Y CUANDO EL TRATAMIENTO AVANCE DEJARA DE SENTIRSE CULPABLE PARA PASAR A SER VICTIMA Y DARSE CUENTA QUE NO TUVO LA VALENTÍA SUFICIENTE PARA DEFENDER A SUS HIJAS
ENTONCES SIENDO LIBRE DE SU PASADO SE SENTIRA CULPABLE POR NO HABER TENIDO LAS FUERZAS SUFICIENTES PARA DEFENDER Y DEFENDERSE
YO CREO QUE CUANDO ELLA SEA LIBRE SU PEOR CARSEL SERA EL CASTIGO DE NO HABER HECHO NADA A TIEMPO
Es muy dificil que esta mujer sea declarada inocente `perdonen pero es asi
ResponderEliminarcomo usted indica Marcela, la sociedad la dejo de lado completamente en su vida de violencia, a ella y a sus hijas . Ella es una victima que no ha parado de trabajar y hacer lo que ella creía según los dictados del manipulador . Hay mucho dolor en el camino y será difícil que ella y su hija superen eso, pero la cárcel no cura eso, lo aumenta. Ojala pudiera Clara retomar su vida con su hija, su hijo y su nieto y no las victimice más la sociedad que los desatendió anteriormente .
EliminarPara Marcela Rodríguez: La felicito Marcela PORQUE EN SU EXPOSICIÓN DEMUESTRA UN INTERÉS GENUINO QUE NUNCA CAE EN EL MORBO y por leer con exactitud todo lo relacionado al tema de Clara, el interés mostrado por usted me permite ahora decirle: Ya tiene la 1a, parte que es la información de la historia del caso de Clara, ahora sigue no expresar juicios de valor propios, sino informarse sobre La violencia de género, la violencia doméstica, el síndrome de la mujer maltratada, el síndrome de indefensión aprendida o desesperanza inducida, el síndrome de estocolmo,Los Acuerdos y Convenciones Internacionales sobre la violencia contra las mujeres. Con toda esa información tendrá la 2a. parte, pero la 3a. parte es la más difícil, USTED NECESITA SER UNA SOBREVIVIENTE DE VIOLENCIA TAN EXTREMA COMO LO ES LA VIOLENCIA DOMÉSTICA O ESCUCHAR TESTIMONIOS DE MUJERES SOBREVIVIENTES DE LA MISMA, PORQUE QUIEN NO HA SUFRIDO ALGÚN TIPO DE VIOLENCIA (PERO NO HABLO DE VIVIR EPISODIOS DE VIOLENCIA AISLADO ) DE MANERA RECURRENTE EN SU VIDA, ES MUY DIFÍCIL COMPRENDER ESTE FENÓMENO TAN COMPLEJO Y SÚTIL DE LAS AFECTACIONES QUE SUFREN LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA. EN FIN, LE ENVÍO OTROS LINKS PARA QUE SI ES SU DESEO LE DÉ SEGUIMIENTO AL CASO. http://www.proceso.com.mx/?p=340240
ResponderEliminarhttp://www.cimacnoticias.com.mx/node/63367
http://www.proceso.com.mx/?p=343839
http://www.cimacnoticias.com.mx/node/63547
http://www.maticesdemujer.com.mx/editorial/a-clara-la-acusan-de-ser-mala-madre/
http://www.proceso.com.mx/?p=345187
https://soundcloud.com/matices/libertad-para-clara
Los puede obtener también en la página http://www.facebook.com/pages/Inocenciaclara/314294825370126?ref=tn_tnmn
Para todos los que deseen también dar seguimiento pueden hacerlo en esos links. ABRAZOS.
Querida Maria , apoyamos aqui a Clara y seguiremos haciendolo en distintos espacios. Contar con nosotras . Es verdad que la sociedad tiene unos valores patriarcles en los que estamos todas y todos educados . Esperamos lograr poco a poco que las mujeres sean capaces de liberarse de la violencia simbólica, esa que tienen interiorizada como si fueran inferiores si son ellas mismas y que son más si piensan como ellos. http://heroinas.blogspot.com/2011/08/reflexionando-sobre-la-violencia.html
EliminarEl caso de Karina en Chile ha puesto de manifiesto a que grados puede hacerte llegar la violencia permanente . Afortunadamente Karina esta libre ya . http://heroinas.blogspot.com/2013/06/justicia-y-absolucion-para-karina.html
Espero que pronto Clara también lo este y la sociedad le repare de tanto daño como le ha hecho .
Porque no revisan el expediente y se darán cuenta que Gabriela ha solicitado visita conyugal??? O se que pasa ahi
ResponderEliminarQuizá el leer este enlace te ayude a entender :http://mujerdelmediterraneo.blogspot.com/2013/08/el-sindrome-de-estocolmo-en-mujeres.html.
ResponderEliminarhola en lo personal no juztifico la barbarie que esta mujer junto con su marido hicieron.por que uno como mujer defiende a capa y espada a sus hijos pese a todo y si ella tenia la facilidad de salir por que no denuncio la violacion de sus hijas enseguida. si no que prefirio al marido para no estar sola una vez que el marido salia de casa por que no pidio ayuda yo no la apoyo ni la justifico si ella es culpable tendra que pagar con todas las de la ley y que Dios la perdone por ser tan tonta por que antes que un hombre estan nuestros hijos que se refunda en la carcel por su dehonor a sus hijas que se REFUNDA por el resto de su vida que le pregunten a sus hijos si la quieren ver libre despues de que no los defendio.
ResponderEliminarSu opinión es la opinion del patriarcado que condena a las mujeres sin escuchar sus razones, y que esta dentro de nosotras aunque seamos mujeres . Esta mujer estaba sometida y habia perdido el control sobre sus actos , no se le pueden imputar los errores ajenos pues nadie le ayudó a salir de esa dominación.
EliminarNos envian mensajes con palabras inadecuadas que trasmiten emociones sin razonar que no podemos difudir . Pedimos empatia de las mujeres con las mujeres, pedimos autocritica con nosotras mismas y con la educación que nos han trasmitido y trasmitimos, solo asi podremso salir de las redes patriarcales en las que hemos vivido.
ResponderEliminarNos envian mensajes con palabras inadecuadas que trasmiten emociones sin razonar que no podemos difudir . Pedimos empatia de las mujeres con las mujeres, pedimos autocritica con nosotras mismas y con la educación que nos han trasmitido y trasmitimos, solo asi podremso salir de las redes patriarcales en las que hemos vivido.
ResponderEliminarComo justificar a una madre que solapaba las violaciones a sus hijas..regresará con sus hijos sobrevivientes? Ay los q trabajamos en psicoterapia sabemos q la violencia es un ciclo...ojalá k no regrese a lo mismo
ResponderEliminarSi ella se sana será bueno para sus hijos . Ademas que le ofrece la sociedad a estos hijos ??¿ Habra alguien que le de algo mejor que su madre ?? lo dudo !
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