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viernes, 2 de agosto de 2013

Mireya Mendoza jueza del Tribunal de Sentencia de EL Progreso, Yoro


Mireya Efigenia Mendoza Peña (1970- 24 de julio de 2013), jueza del Tribunal de Sentencia jueza del Tribunal de Sentencia, Yoro era una profesional intachable y  honesta  al aplicar la ley

La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos-Honduras nuevamente alza su voz para manifestar públicamente su repudio y condena ante:

El vil asesinato de la jueza del Tribunal de Sentencia de la ciudad de El Progreso, Yoro y miembra de la Asociación de Jueces por la Democracia (AJD) Abogada Mireya Mendoza a quien el 24 de julio pasado le fuera arrebatada su vida a plena luz del día, evidenciando una vez más los niveles de violencia que enfrentamos en el país todos y todas las que estamos comprometidas con la defensa de los derechos humanos y la exigencia de una Honduras justa. 

Como Red Nacional de Defensoras exigimos al Estado una investigación extensa y expedita que permita el castigo a los hechores intelectuales y materiales de este lamentable acontecimiento, que obedece a los altos niveles de impunidad que desde el Estado son promovidos. 


También denunciamos el secuestro de compañer@s del Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras (PROAH) cuyo fin es el acompañamiento a defensoras y defensores bajo amenaza u hostigamiento debido a su trabajo por la defensa de los derechos humanos, quienes el 25 de julio, mientras estaban en la comunidad de El Zapote, Atlántida, donde fueron atacados por armados quienes llegaron a la casa de habitación de la defensora Concepción Gutiérrez, obligándolos a abordar su vehículo y amenazándolos para que salieran de la comunidad. En esta zona los y las defensoras han emprendido una lucha contra la minera Lempira S. A., Honduras Ore. Company y Minerales Victoria, empresa de Lenir Pérez, yerno del terrateniente Miguel Facussé, quienes pretenden realizar explotaciones mineras en la zona. 


La detención arbitraria de la dirigenta campesina María Magdalena Morales de 50 años, por miembros de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), sin orden de captura aduciendo que la capturaban por estar acusada de usurpación de tierras y daños y perjuicios al Estado, acompañados de empleados de la azucarera AZUNOSA. Esta detención ocurrió en la oficina de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), en el Progreso Yoro, el 26 de julio a las 12:30 del medio día. 

Denunciamos la intensión de reavivar el caso de la defensora Berta Cáceres del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, quien ya demostró en juicio realizado el mes anterior ser inocente y que la pretendida acusación de portación ilegal de armas fue montada y sólo pretende criminalizar la legítima lucha que emprende ella, su organización y las comunidades indígenas en defensa del Río Gualcarque y en rechazo al proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en el Departamento de Intibucá. 


Condenamos fuertemente el atropello a las luchas emprendidas por las defensoras de derechos humanos y denunciamos el hostigamiento del que están siendo objeto por la defensa de nuestros bienes comunes y responsabilizamos al Estado y sus aparatos represivos y cómplices por lo que pueda sucederles a nuestras defensoras: Concepción Gutiérrez, María Magdalena Morales, Berta Cáceres y las compañeras y compañeros del Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras PROAH. 

Defendiendo el Derecho a Defender 
Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos Honduras. 



                                        


Mireya Efigenia Mendoza Peña (43), jueza del Tribunal de Sentencia de El Progreso, Yoro era una profesional intachable y  honesta  al aplicar la ley.

Las voces de protesta se alzaron ayer una vez más ante el imparable asesinato de profesionales del derecho en Honduras. La jueza Mireya Mendoza fue ultimada el miércoles a balazos por matones que se conducían en moto a inmediaciones de la 7 avenida este, calle que conecta al hospital público con el Obelisco, en el bulevar Helene Kuhlmann, salida a Tela, en El Progreso.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos informó que con la muerte de Mendoza suman 64 los profesionales del derecho que perdieron la vida en circunstancias violentas en lo que va de la administración del presidente Porfirio Lobo (enero 2010- julio 2013). El 97% de los casos están impunes.

Por su profesión
El clamor de los abogados y operadores de justicia es unánime: exigen mayor seguridad.
El juez progreseño José Navarro dijo que el temor aumenta, por ello solicitarán que se mejore la seguridad en el palacio de justicia, también la integridad de los que aplican la ley. “Desconocemos cuáles pueden ser las razones para que la mataran, tenía varios meses que no llevaba casos peligrosos que pudieron poner en peligro su vida”, agregó.
Se conoció que hace dos años la jueza Mireya Mendoza había sido amenazada, en esa oportunidad las autoridades le dieron resguardo personal, pero tiempo después se lo quitaron.
Una fuente policial de El Progreso reveló que pandilleros participaron en el crimen.
Marlene Banegas, coordinadora de la Fiscalía de Delitos contra la Vida, informó que “hay dos equipos de investigadores que están trabajando en el caso desde San Pedro Sula. Las investigaciones van muy bien, van por buen camino”. Manifestó que no se pueden revelar mayores datos por seguridad.
Para los jueces y amigos de la abogada Mireya Mendoza, su muerte no tiene otro motivo más que el oficio de su profesión, pues siempre se distinguió por su honorabilidad y apego a la ley, y aseguran que el gremio es vulnerable ante la delincuencia, pues no hay quien los proteja.
“Tenemos cero seguridad, estoy hablando de los jueces y empleados del Poder Judicial; aunque no tenemos que tener ningún privilegio porque somos iguales que el resto del pueblo, nos sentimos más vulnerables e inseguros. No nos cabe la menor duda que estas muertes tienen que ver con el ejercicio de nuestra profesión”, dijo Mélida Estrada, vicepresidenta de la Asociación de Jueces y Magistrados de Honduras (Asojmah).
“Exigimos un plan efectivo de seguridad, que podamos comunicarnos en el momento que nos encontremos amenazados y tengamos los recursos de investigación, que sintamos la confianza de llamar a una autoridad competente que esté nombrada específicamente para revisar cualquier amenaza contra los jueces”, dijo.
Jorge Suárez, juez de sentencia de San Pedro Sula, expresó que por ser ellos quienes dan la cara a los delincuentes, deberían contar con mecanismos de seguridad.
“A nosotros quien nos protege solo es la sangre de Cristo, salimos del tribunal en nuestro vehículo como cualquier persona normal, pero necesitamos protección adicional, porque somos la parte de la sociedad que le da el rostro a la delincuencia, y que decide si ellos son responsables de algún delito de acuerdo con las pruebas”.
Suárez aseveró que en los palacios de justicia no hay control, pues entra quien quiere y cuando quiere. “Tenemos un alguacil por sala, pero no es suficiente, hay dos policías preventivos que están afuera, pero eso no basta, tenemos que buscar otras formas para asegurar nuestra seguridad. Los únicos que tienen varios militares y carros blindados son los jueces de jurisdicción nacional; sin embargo, a los que han asesinado son a los de sentencia, porque conocemos casos de toda naturaleza en los que está involucrado también el crimen organizado”. “Lo de la abogada Mireya tiene que verse con tristeza porque murió una amiga y gran persona, pero también es una afrenta al Estado de derecho, es decir, si se asesina a un juez se está asesinando a una persona que en nombre del Estado de Honduras impartía justicia. Nadie puede cuestionar la honorabilidad de Mireya, todos los que la conocimos sabíamos que no tenía siquiera una denuncia por alguna irregularidad. Era intachable”, agregó Suárez.
El juez de sentencia dijo que en Honduras poder combatir la criminalidad es difícil cuando se tienen pocos recursos. “Para que halla una eficiente investigación se ocupa una policía científica, aquí es bastante empírica, no hay protocolos a seguir para una investigación seria, entonces lo que ocupamos son investigadores profesionalizados”, finalizó.

Luto y protestas
Colegas, amigos y familiares participaron ayer en el velatorio.
Samuel Madrid, amigo y colega, dijo que Mendoza “era una jueza honrada, pedimos justicia, tenemos autoridades en el Gobierno que no hacen nada para proteger a la población. “Le hacemos un llamado al Gobierno, que se ha vuelto cobarde, para que haga algo ante la situación que está llenando de luto al pueblo hondureño”.
En Tegucigalpa, jueces en materia penal también condenaron el asesinato y exigieron medidas de seguridad. El juez Iván Castelar aclaró que con asesinar a un juez no se terminan los procesos de acusaciones que conoce, ya que otro será nombrado para evacuarlos. “Exigimos a las autoridades que se nos dé un poco de protección”, dijo.
Propuso que se adopten medidas de control dentro de los juzgados y cuestionó que cualquiera puede llegar hasta sus despachos, cuando evacuan audiencias los familiares de los acusados y otros merodean por los pasillos. “Eso no puede estar ocurriendo porque la seguridad de los jueces está en peligro”, manifestó.


El miércoles al mediodía, Mireya Mendoza, jueza de sentencia, se conducía en su camioneta por el centro de El Progreso, Yoro, en la 7 avenida este, calle que conecta al hospital público con el Obelisco, en el bulevar Helene Kuhlmann, salida a Tela, cuando fue ultimada a balazos.
Dos hombres en una motocicleta le dispararon hasta quitarle la vida. La togada tenía más de ocho años de desempeñarse en el cargo en los Tribunales de Justicia de El Progreso.
Según testigos, la profesional del derecho salió del centro comercial Honduplaza y abordó su vehículo, una camioneta Hyundai Tucson gris sin placas.
Pocos minutos habían trascurrido cuando fue alcanzada por los sujetos que se transportaban en una motocicleta roja. Uno de ellos disparó en varias ocasiones contra la ventanilla del conductor.
Ya herida, la dama mantuvo el control de volante, pasó bajo el semáforo de la primera calle y el de la 2 calle norte hasta chocar con un poste del tendido eléctrico frente al hotel Las Vegas.
Testigos dijeron que los hombres vestían camisas verdes, usaban casco y huyeron por la calle que lleva al instituto Perla del Ulúa.
Varias personas que se aproximaron al carro para ayudarla no pudieron hacerlo, pues encontraron que las puertas tenían seguro.
De inmediato llamaron al Cuerpo de Bomberos, que en pocos minutos llegó para tratar de auxiliar a la víctima, pero esta ya había expirado por las múltiples heridas, la mayoría en la cabeza. El cuerpo de la jueza quedó sobre su asiento. El vidrio de su lado tenía cerca de 20 perforaciones de proyectil, varios de los cuales traspasaron el otro lado de la unidad. Al sitio llegaron agentes de la DNIC, quienes en la escena del crimen encontraron más de 20 casquillos de pistolas calibre nueve milímetros.

Gracias a Patricia Orozco !
http://www.prensalibre.com/internacional/Matan-balazos-jueza-Honduras_0_961704178.html
http://www.laprensa.hn/Secciones-Principales/Sucesos/Policiales/Al-presidio-supuesto-asesino-de-la-jueza-Mireya-Mendoza#.UflKdY30Gj8

http://www.laprensa.hn/Secciones-Principales/Sucesos/Policiales/Jueza-de-sentencia-de-El-Progreso-ya-habia-sido-amenazada#.UflMIo30Gj8

http://www.laprensa.hn/Secciones-Principales/Sucesos/Policiales/Jueza-de-sentencia-de-El-Progreso-ya-habia-sido-amenazada#.UflOXY30Gj9

http://www.laprensa.hn/Secciones-Principales/Sucesos/Policiales/Sicarios-en-moto-matan-a-jueza-de-sentencia-de-El-Progreso-Yoro#.UflPKY30Gj9
http://www.laprensa.hn/Secciones-Principales/Sucesos/Policiales/Al-presidio-supuesto-asesino-de-la-jueza-Mireya-Mendoza#.UflQbI30Gj8

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