En 2011 la lesbiana de 24 años Noxolo Nogwaza
fue asesinada de camino a su casa volviendo de una salida nocturna con
sus amigos. Su agresor la violó, golpeó repetidas veces y apuñaló,
aparentemente debido a su orientación sexual, antes de tirar su cuerpo
en una alcantarilla. Dos años después, no se ha progresado en la
investigación de su muerte y su asesino (o asesinos) permanece en
libertad.
Noxolo no permitió que el implacable ambiente de miedo que viven las personas LGBTI en Sudáfrica le
impidiera vivir su vida. Descrita por su tía como una fanática del
fútbol, Noxolo vivía para el deporte. Jugaba al fútbol callejero desde
su temprana adolescencia y el cuarto trasero de un local que compartía
con su hija estaba empapelado con carteles de los Kaiser Chiefs, su
equipo regional de fútbol favorito del que era incondicional e hincha.
Noxolo
hizo todo cuanto pudo para mantener a sus hijos, a pesar de que nunca
fuera capaz de conseguir un empleo estable y bien remunerado. Realizaba
trabajos eventuales y la mayoría de sus ahorros estaban destinados a su
bienestar. Aunque nunca acabó sus estudios y no tenía titulaciones
académicas, era una ávida lectora y ha sido descrita por sus amigos como
alguien que “vivía con la nariz pegada al material de lectura.”
Si bien la mayoría de las personas la describen como callada y tímida, Noxolo era una luchadora y siempre defendió sus derechos y en lo que creía. Era miembro de Ekurhuleni Pride Organising Committee (EPOC),
una organización cuyo fin es informar a las personas LGBTI y combatir
los crímenes de odio, el trato discriminatorio y la injusticia a través
de la educación y las actividades de concienciación.
La homofobia y los crímenes de odio contra lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) son
comunes en Sudáfrica. Burlas, insultos y amenazas son una realidad
constante y son tan comunes que muchas personas LGBTI ni siquiera las
interpretan como una forma de violencia contra ellos. La agresión sexual
y otras agresiones físicas contra personas LGBTI son también
estremecedoramente frecuentes. A menudo no se quedan en agresión. Entre
junio y noviembre de 2012 al menos siete personas, cinco de ellas lesbianas, fueron asesinadas en diferentes partes del país aparentemente por su orientación sexual o su identidad de género.
¡¡Pide al Ministro de Justicia que investigue su muerte y los responsables sean llevados ante la justicia!!
http://www.es.amnesty.org/actua/acciones/sudafrica-noxolo/
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