Nancy Morejón (La Habana, 7 de agosto de 1944)
Es una de las voces más relevantes de la poesía cubana actual. Licenciada en Lengua y Literatura Francesa, Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua y directora del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas, ha merecido importantes reconocimientos como el Premio Nacional de Literatura 2001 y la Insignia de Oficial de la Orden al Mérito de la República de Francia, por el conjunto de su obra literaria.
Sus poemas han sido traducidos a numerosos idiomas e incluidos en antologías cubanas y extranjeras, entre las que sobresalen Where the Island Sleeps Like a Wing (The Black Scholar Press, San Francisco, California, 1985), Richard trajo su flauta y otros poemas (Editorial Visor, Madrid, 1999), y Looking Within (Universidad de Wayne State, Detroit, Michigan, 2003). Entre sus libros más notables se encuentran Richard trajo su flauta y otros argumentos (Ediciones UNIÓN, Cuba, 1967),Piedra pulida (Letras Cubanas, 1986), Elogio y paisaje (Ediciones UNIÓN, 1996), La Quinta de los Molinos (Letras Cubanas, 2000, 2002), Cuerda veloz (Letras Cubanas, 2002) y Antología poética (Monte Ávila Editores, Venezuela, 2006).
Mujer Negra.
Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.
La noche, no puedo recordarla.
Ni el océano podría recordarlo.
Pero no olvido al primer alcatraz que divisé.
Altas, las nubes, como inocentes testigos presenciales.
Acaso no he olvidado ni mi costa perdida, ni mi lengua ancestral.
Me dejaron aquí y aquí he vivido.
Y porque trabajé como una bestia,
aquí volví a nacer.
A cuánta epopeya mandinga intenté recurrir.
Me rebelé.
Su Merced me compró en una plaza.
Bordé la casaca de Su Merced y un hijo macho le parí.
Mi hijo no tuvo nombre.
Y Su Merced murió a manos de un impecable lord
[inglés.
Anduve.
Esta es la tierra donde padecí bocabajos y azotes.
Bogué a lo largo de todos sus ríos.
Bajo su sol sembré, recolecté y las cosechas no comí.
Por casa tuve un barracón.
Yo misma traje piedras para edificarlo,
pero canté al natural compás de los pájaros nacionales.
Me sublevé.
En esta misma tierra toqué la sangre húmeda
y los huesos podridos de muchos otros,
traídos a ella, o no, igual que yo.
Ya nunca más imagine el camino a Guinea.
¿Era a Guinea? A Benín? ¿Era a Madagascar? ¿O a Cabo Verde?
Trabaje mucho más.
Fundé mejor mi canto milenario y mi esperanza.
Aquí construí mi mundo.
Me fui al monte.
Mi real independencia fue el palenque
y cabalgué entre las tropas de Maceo.
Solo un siglo más tarde,
junto a mis descendientes,
desde una montaña azul,
bajé de la Sierra
para acabar con capitales y usureros,
con generales y burgueses.
Ahora soy: Sólo hoy tenemos y creamos.
Nada nos es ajeno.
Nuestra la tierra.
Nuestro el mar y el cielo.
Nuestras la magia y la quimera.
Iguales míos, aquí los veo bailar
alrededor del árbol que plantamos para el comunismo.
Su prodiga madera ya resuena.
Madre
Mi madre no tuvo jardín
sino islas acantiladas
flotando, bajo el sol,
en sus corales delicados.
No huba una rama limpia
en su pupila sino muchos garrotes.
Qué tiempo aquel cuando corría, descalza,
sobre la cal de los orfelinatos
y no sabía reir
y podía siquiera mirar el horizonte.
Ella no tuvo el aposento del marfil,
ni la sala de mimbre,
ni el vitral silencioso del trópico.
Mi madre tuvo el canto y el pañuelo
para acunar la fe de mis entrañas,
para alzar su cabeza de reina desoída
y dejarnos sus manos, como piedras preciosas,
frente a los restos fríos de enemigo.
http://negracubanateniaqueser.wordpress.com/somos-negras-cubanas/mujer-negra-de-nancy-morejon/
http://negracubanateniaqueser.wordpress.com/negras-cubanas/nancy-morejon/
http://es.wikipedia.org/wiki/Nancy_Morej%C3%B3n
http://www.artepoetica.net/Nancy_Morejon.htm
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