Pertenecía a la "Asociación Campo Flores”. Era una mujer de pocas palabras, pero de una acción y generosidad infinitas. Era incansable, creó un comedor para las familias de los barrios del Oeste de la Capital. En muchos instantes de su vida manifestaba su descontento por la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y sus familias, pedía solidaridad para los más necesitados pero también recriminaba a la sociedad no practicar fielmente la armonía y la fraternidad.
Falleció el 18 de febrero de 2012 a los 64 años.
Alejandrina Paz de Coca, más conocida como Doña Coca del barrio Flores dedicó toda su vida a la ayuda social, a estar junto a los niños. Llegó en los ’70 de Bolivia y ahí nomás comenzó a ejercer la docencia, formó su familia y crió hijos propios y ajenos, pero a todos les dio el mismo amor y comprensión.
Doña Coca pertenecía a la Asociación Campo Flores, que trabaja en los barrios Flores, Olivares, La Favorita, Santa Rita y parte del San Martín, todos ubicados en el oeste capitalino. En cada uno de estos lugares trabajaba incansablemente buscando darles posibilidades a los chicos que por distintas razones no pueden insertarse en la sociedad.
Activa, enérgica, dispuesta, bondadosa y con pensamientos muy claros... Así era doña Coca, una mujer que vivió muchas experiencias –no todas gratas–, que sabía lo que quería y no dejaba de dar amor a su gente.
Diariamente el comedor Un paso x la vida, que funciona junto a su casa, atiende a 260 chicos, y otras tantas madres asisten a talleres de capacitación.
En el último año habían logrado, gracias a Vendimia Solidaria, arreglar las instalaciones de la sede y en 2012 iba a comenzar a funcionar un SEOS ahí.
“Nosotros buscamos contener a los menores, que encuentren oportunidades, las cuales muchas veces se les niegan por el barrio donde viven o por tener menores recursos”, decía esta mujer que llegó de Bolivia siendo muy joven”.
Trabajó así durante 31 años, sin un sueldo, sin cobrar nada. “Me alcanza con la felicidad de ver a los pibes crecer e insertarse en la sociedad, que muchas veces les da vuelta la cara”, decía ella.
Algunos conceptos de doña Coca en una nota para Página Solidaria del 30 de diciembre de 2009.
“Nosotros trabajamos con toda la comunidad, con quien lo necesite y quiera sumarse, pero también nos gusta que trabajen con nosotros. Las madres tienen las puertas abiertas siempre para acompañar y aprender, porque ellas son tan importantes como los niños que crían. Pero no les damos todo servido porque no aprenden el valor de las cosas”.
“Buscamos que los chicos sepan que se puede salir de la marginalidad, siempre desde la solidaridad, sabiendo que hay que trabajar para crecer.
Ocurre que muchas veces los pibes no tienen la posibilidad de trabajar, de mostrarse, no se les abren las puertas que les corresponden”, sintetiza Coca.
Incansable, comenta que “se trabaja con chicos desde diferentes áreas y características. Es algo integral.
Si las autoridades les dieran apoyo no deberían estar buscando otras cosas y así disminuiría la ansiedad que tienen y suele hacerles daño. Mi dolor es la falta de oportunidades, que la gente no tenga trabajo”.
“Acá las madres quieren trabajar, pero no consiguen nada. La sociedad no integra. La sociedad habla de solidaridad pero no la practica. No es sólo un bolsón de comida, sino que hacen faltan otras acciones”.
Erica López
http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2012/02/19/nota293951.html
http://www.ciudaddemendoza.gov.ar/noticias/nota/2149
http://archivo.mdzol.com/2012/02/19/nota/363418-fallecio-la-dirigente-social-alejandrina-coca-luchadora-de-los-barrios-del-oeste/
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