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sábado, 14 de junio de 2014

Patricia Hill Collins


Patricia Hill  Collins (nacida el 01 de mayo 1948) es  profesora universitaria de Sociología de la Universidad de Maryland, College Park . Ella es también  ex jefa del Departamento de Estudios Afroamericanos en la Universidad de Cincinnati , y la ex presidenta del Consejo de la American Sociological Association.

 El trabajo de Collins se refiere principalmente a temas relacionados con el feminismo y género dentro de la comunidad afroamericana. Ella consiguió por primera vez  la atención nacional por su libro Pensamiento Feminista Negro: El conocimiento, la conciencia y la Política de Empoderamiento , publicado originalmente en 1990.


Una de las tesis centrales que el feminismo defiende, expresada de modo altamente representativo en el pensamiento de la afrodescendiente Patricia Hill Collins, es que el conocimiento y las ideas están ligados intrínsecamente con el poder. Hill Collins afirma que la epistemología está siempre conectada al poder y surge de la lucha contra la opresión, en defensa de la justicia social, política y económica. (Hill Collins: 1998)

 Según Collins la experiencia del patriarcado es difrente para las mujeres afoamericanas negras que en las blancas, ya que las mujeres negras han sufrido varias opresiones en forma simultánea e interdependiente, convergiendo en la intención de suprimir su pensamiento:

• La primera ha sido de tipo económico que impone la extrema pobreza, ya que llegaron como esclavas para las tareas invisibilizadas del servicio manual, sea en lo doméstico como, a la par que los varones negros, en los campos.
• La segunda es la dimensión política de la opresión. Se le han negado a la población afro-norteamericana los derechos adquiridos por la población blanca, entre los que se encuentran el derecho al voto, la posibilidad de ocupar cargos públicos y de recibir un trato equitativo por parte de la justicia, así como también el acceso a la plena alfabetización.
• La tercera es la dimensión ideológica, que se manifiesta a través de los estereotipos negativos que las han mantenido en la marginación, a disposición de las elites de varones blancos. (Hill Collins: 1989)

Hill Collins señala que las teorías feministas de las mujeres blancas también han contribuido a la supresión del pensamiento de las afro-norteamericanas, reforzando la idea de supremacía y la visibilización excluyente de las feministas blancas de clase media, algo que ya había sido denunciado por otras teóricas negras como, por ejemplo, bell hooks. Pero Hill Collins rescata dialécticamente las posibilidades abiertas por esta triple opresión. El punto de vista de las mujeres negras se forja a través de las experiencias que las afro norteamericanas tienen en común: la simultaneidad de opresiones y el sentido de ser marginales/ dentro en el caso de las intelectuales. Pero sobre todo se gesta a través del rescate del examen de las ideas cotidianas, las ideas que las mujeres comparten como madres de familias extensas, como madres sucedáneas, como feligresas y como maestras de niños y niñas en las comunidades negras. 
Collins encuentra que lo que falta en los análisis de las afro-norteamericanas es el reconocimiento de la triple opresión inextricable entre raza, clase y género que se actualiza en temas como el aborto o el acoso sexual entre los más acuciantes. Sobre estas bases procura desarrollar un marco epistemológico del pensamiento negro: las intelectuales negras crean el pensamiento feminista negro al utilizar sus propias experiencias concretas como conocedoras situadas. Pero si se intenta definir en qué consiste el pensamiento feminista negro, se cae o en presentar a la raza como algo fijo e inmutable que comparte ciertas características biológicas, o atribuirle al término feminista un sentido biológico, tal como sucede con las feministas radicales, que sostienen que sólo las mujeres pueden ser feministas.

Collins propone cinco dimensiones claves en la ubicacion  de las mujeres afroamericanas :

La primera corresponde a los temas medulares. Considera crucial una herencia de enfrentamiento por la situación de lucha en la búsqueda por la supervivencia entre dos mundos, uno, el de la supremacía blanca, y el otro el de la opresión y la dominación a la que son sometidas las personas negras. En particular en lo que se refiere a la experiencia de las  mujeres negras, resulta fundamental la estimulación de su autoconfianza e independencia, (creo que paradojalmente) desarrollada a partir de su vulnerabilidad ante violaciones sea en 
la calle, en su casa o en el trabajo. Esto explica que las intelectuales negras trabajen el tema del entrelazamiento entre las múltiples opresiones de raza, género y clase. 

La segunda corresponde a las respuestas a dichos temas, en las que encuentra que existe diversidad entre las mujeres negras asociadas a una multiplicidad en cuanto a las experiencias concretas, que a la vez determinan distintas reacciones. Las pensadoras negras deben enfrentar no sólo el racismo y sus estereotipos, tales como que las mujeres blancas son más inteligentes que ellas, las personas de clase media más que las de clase baja, sino también las jerarquías discriminatorias relacionadas con la elección sexual, que equivalen a afirmar que las heterosexuales son “mejores” que las lesbianas, o con las etnias, las regiones geográficas, la urbanización o la diferencia por edad, todos ellos factores que se entremezclan aportando una considerable pluralidad al conjunto de las mujeres negras. 

La tercera dimensión se vincula con la experiencia y la conciencia. De las condiciones expuestas en los puntos anteriores se desprende que las experiencias concretas pueden estimular una conciencia feminista diferenciadamente negra. La tesis de la vinculación entre experiencia y conciencia que conformaría la vida de las afro-norteamericanas constituye un punto de coincidencia entre las académicas y las activistas negras. 

La cuarta dimensión corresponde a la conciencia y lucha por una postura autodefinida. La visión afro-céntrica del mundo afirma que ser negro presupone tanto haber sufrido la  dominación blanca como valorar individual y grupalmente una conciencia afro-céntrica independiente de larga data. La lucha por una conciencia feminista afro-céntrica exigiría entonces abrazar tanto una visión afro-céntrica del mundo como una sensibilidad feminista y articular ambas para forjar una postura autodefinida. 
Por último, la quinta dimensión corresponde a la interdependencia de pensamiento y acción que se da cuando en la lucha por una conciencia feminista afro-céntrica autodefinida se produce una fusión de pensamiento y acción. (Hill Collins: 1998) Hill Collins ilustra esta situación a través del relato de la reacción de Annie Adams, una mujer negra del sur frente al hecho que protagonizara al llegar a trabajar a una planta en la que la provisión de agua y los excusados estaban segregados. Tenía a su cargo la limpieza de los excusados pero no podía usarlos, sino que debía caminar hasta el que le correspondía. Un día, cansada de la situación, comenzó a usar uno de los que limpiaba, rebelándose contra lo dispuesto por el amo que entendía como no adecuado. 
En una nota a pie de página Collins señala que aunque Dorothy Smith también considera al mundo cotidiano como punto de partida de la teoría feminista su postura difiere del pensamiento de las teorías de las afro-norteamericanas pues ambas parten de distintascotidianeidades. El día a día que toma Smith es el individual de las mujeres blancas de clasemedia, que las muestra en su aislamiento, mientras que en las comunidades afro-céntricasprevalecen los valores colectivos producidos en mundos concretos. Las experiencias de las
mujeres negras, generalmente obreras se dan en un mundo cotidiano en el que los valoresindividualesaparecen al mismo tiempo fuertemente vinculados a los valores colectivos.
La matriz de dominación se estructura, además de entre distintos ejes, en distintos niveles tales como el de la biografía personal, el del grupo o comunidad del contexto culturalcreado por raza, clase y género, y en tercer lugar por el nivel de las instituciones sociales.
Las personas tienen experiencia de la opresión y se resisten a ella en esos niveles pero, según Collins, lo hacen de una manera especial quienes adhieren al pensamiento feminista negro.
El primer nivel, el de la biografía personal, se forma a partir de experiencias concretas, emociones, valores y motivaciones. Situaciones de violencia doméstica, abuso u otras formas de opresión que provienen de los distintos niveles, hacen que las mujeres negras internalicen la opresión y formen una conciencia de esa opresión. Este nivel de conciencia individual es un área fundamental a partir de la cual nuevos conocimientos pueden generar cambios.
Ana María Bach  en El rescate del conocimiento,TEMAS DE MUJERES -Revista del CEHIM -Año 6 – Nº 6 - 2010

http://anarchalibrary.blogspot.com/2012/09/black-feminist-thought.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Patricia_Hill_Collins
http://www.gse.harvard.edu/news-impact/2009/06/out-in-front-patricia-hill-collins-mat70/
http://www.ffyh.unc.edu.ar/piemg/textos_de_int/Temas_de_mujeres_nro_6.pdf

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