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viernes, 4 de julio de 2014

Demandas para la democratización del movimiento feminista


Hacia un nuevo feminismo para el siglo XXI: demandas para la democratización del movimiento feminista

Consideramos que si el feminismo quiere ser un movimiento social fuerte en el siglo XXI, como lo ha sido hasta ahora, tiene que incorporar las demandas que están haciendo las jóvenes.
Una de las principales demandas de las mujeres jóvenes es la inclusión de la pluralidad de voces. De acuerdo tanto con la bibliografía disponible como con nuestro trabajo de campo, el feminismo ha fracasado en representar colectivos de mujeres como las trabajadoras de la limpieza, las mujeres de color, etc. Lo mismo ha ocurrido con las generaciones más jóvenes.
Muchas mujeres no se sienten identificadas con el feminismo, considerándolo como algo que no tiene que ver en absoluto con ellas ni con su realidad. Muy a menudo, esas mujeres que sufren las mayores discriminaciones han sido excluidas del movimiento y sus logros se han distribuido de manera desigualitaria, mejorando la situación de las mujeres más privilegiadas, en otras palabras, blancas, con niveles educativos altos, clase alta, etc.
Ella Mizzel Kelly (2001), en su artículo Female, Young, African-American and Low Income: What does feminism has to do with her? Argumenta que el feminismo está muy lejos de las mujeres jóvenes no privilegiadas y que no se acercará hasta que incluya sus demandas.
Afirmo que en su forma presente el feminismo tiene poca o limitada relevancia en las vidas de las mujeres jóvenes; no parece que vaya a convertirse en relevante para esas mujeres jóvenes en un futuro cercano a no ser y hasta que confronte la complejidad de sus opresiones (Kelly 2001, 53).
En la misma línea, personas y grupos diferentes reclaman un feminismo más inclusivo, capaz de incluir todas las mujeres en el movimiento. Pero no es suficiente con incluir sus demandas; necesitan participar a todos los niveles, especialmente en los espacios de toma de decisiones. Las mujeres jóvenes entrevistadas señalan que el feminismo tradicional estaba formado por un grupo limitado de mujeres que intentaba adoctrinar al resto de mujeres sobre cómo tenían que vivir sus vidas.
Lo que no me gusta es ir a otros países y contarles cómo se tienen que hacer las cosas.
Lo que me disturba es que organizamos campañas para un cierto número de mujeres porque tienen no sé qué problema pero de hecho no nos hemos preocupado de saber qué piensan sobre ello (Emma, h1t).
Lidia Puigvert (2001,2003) señala que la exclusión  del movimiento feminista está relacionada con el nivel académico, y afirma que el feminismo tradicional ha representado principalmente a mujeres con altos niveles de educación. Que la inclusión de todas las voces permitirá a mujeres diferentes vivir juntas en los  mismos territorios enriqueciendo nuestras perspectivas individuales, y logrando un respeto a la diferencia con igualdad de oportunidades, un feminismo inclusivo, que al mismo tiempo tenga en cuenta las múltiples fuentes de exclusión social, poniendo en énfasis en su transformación global y no sólo en las exclusiones que hanafectado y afectan a un determinado grupo de mujeres. Finalmente, el diálogo entre todas las mujeres es el camino más efectivo y realista para reforzar, ampliar y hacer efectiva la consecución de los objetivos, nuevos y antiguos, de los movimientos feministas.

Ainhoa Flecha: Las hijas de las feministas. El feminismo del s. XXI... [RASE vol. 3, núm. 3: 325-335]
http://www.ase.es:81/navegacion/subido/numerosRase/0303/03_3_FLECHA.pdf

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HH

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