Anna Ferrer nacida Anna Perry (Essex, 10 de abril de 1947) es una cooperante británica afincada en Anantapur (India). Actualmente es Presidenta y Directora Ejecutiva de la ONG de desarrollo, Fundación Vicente Ferrer en la India.
En los años 60, Anne realiza un trascendente viaje a India, con su hermano y su familia. Anna decide instalarse en Mumbai para terminar sus estudios. En 1965 comienza a trabajar de periodista en la revista Current y en 1968, cubriendo una noticia de la publicación, entrevista al jesuita Vicente Ferrer. El misionero, visto con recelo por las clases dirigentes por su apoyo constante hacia los más desfavorecidos, acababa de recibir una orden de expulsión del país por parte de las autoridades de Maharastra. Esto generó un amplio movimiento campesino a favor de Vicente Ferrer. Anna acabó sumándose al movimiento de apoyo, convirtiéndose en uno de sus miembros más activos. En paralelo, se configuró un comité de defensa constituido por intelectuales, políticos y líderes religiosos. Tras la mediación de la primera ministra Indira Gandhi, la expulsión se acabó convirtiendo en “unas cortas vacaciones" después de las cuales "será bien recibido otra vez en la India.” Finalmente, Vicente regresó a la India junto a Anna y varios voluntarios, instalándose en uno de los estados más desérticos y pobres: Andhra Pradesh. Anna abandonó su profesión y en abril de 1970 se casó con Vicente Ferrer, unos meses después de que abandonara la Compañía de Jesús.
Desde sus inicios, Anna mostró una gran capacidad de liderazgo y gestión en la organización que se creó en Anantapur. Inteligente y comprometida, puso especial atención en los derechos de la mujer, las personas con discapacidad y la sanidad, configurando una red sanitaria al alcance de toda la población.
Inteligente, capacitada y extremadamente concienciada con la situación de la mujer en la India, Anna ha sido y sigue siendo uno de los pilares básicos de la Fundación Vicente Ferrer y se ha erigido en la voz firme de la lucha por los derechos de la mujer intocable.
Anna Ferrer es presidenta de la Fundación Vicente Ferrer. Aunque nació y creció en Gran Bretaña, su corazón ha estado siempre en la India, donde desde jóven inició una gran carrera humanitaria de la mano de Vicente Ferrer. Su objetivo siempre fue y es, erradicar la pobreza y dar acceso a la mujer india a los derechos fundamentales. Una determinación en la que tuvo mucho que ver la fuerza y tesón de su entonces mentor y posterior marido. Tras su fayecimiento, Anna asumió las riendas de la fundación y continúa liderando no solo el proyecto sino trabajando mano a mano a pie de campo con las mujeres indias. Su fuerza continúa siendo a fecha de hoy, la creencia en las buenas acciones de las personas. Su máxima aspiración; ayudar a otras personas a ser felices y hacer de este mundo un lugar mejor.
Womenalia.- ¿Cómo se define a sí misma Anna Ferrer?
Anna Ferrer.- Soy una persona espontánea y feliz y me gusta hacer felices a los demás.
W.- Un breve repaso por su trayectoria, ¿Qué le lleva a dejar su país natal para instalarse en la India?
A.F.- Yo vivía en Essex (Gran Bretaña) y tenía 16 años. Mi hermano se disponía a emprender un viaje por carretera por todo el mundo, con su mujer y su hija, y me invitó a acompañarles. Sin ni siquiera hacer preguntas, me apunté, no lo dudé. La andadura cruzando Europa y Asia hasta llegar a la India fue memorable, y una vez allí ellos se establecieron en Dharampur (noroeste) donde mi hermano encontró trabajo. Yo me asenté en Mumbai, donde seguí con mis estudios. Trabajé en un diario, el Current, para formarme como periodista, al tiempo que me graduaba en periodismo. Allí aprendí a marchas forzadas e hice buenos amigos.
W.- ¿Cómo crece personal y profesionalmente después de aquello Anna Ferrer?
A.F.- Conocí a Vicente haciéndole una entrevista para explicar la polémica en la que estuvo envuelto, después de que la India hubiera ordenado su expulsión del país (había muchos interesados en acallar a este 'hombre de acción'). En poco tiempo me convenció, como hacía con todos, de que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de hacer del mundo un lugar un poco mejor. Y cuando se le permitió de nuevo la entrada acabé yéndome a trabajar con él como voluntaria a un nuevo destino: Anantapur, una de las zonas más pobres de la India. Creo que en todo en este proceso crecí en mi determinación, puesto que el camino lo recorrí con seguridad, sin distraerme con otras opciones, como un caballo con anteojeras. Además, no sabía nada del desarrollo.
W.- Trabajando para una causa como la suya, es imaginable que el camino no es siempre fácil. ¿En algún momento ha sentido perder las fuerzas? Si es así, ¿Qué ha hecho para reponerse de nuevo?
A.F.- Tal y como nos enseñó Vicente, cuando algo se complica hay que tener la convicción de que es posible hacer lo imposible. La fe en la "acción buena" como algo muy espiritual y también como una herramienta fundamental para llevar a cabo nuestro trabajo, que es erradicar la pobreza. A nosotros siempre nos decía: "¡Adelante!, si hay problemas, hay soluciones. Y, en cualquier caso, si no hay solución, está la Providencia".
W.- Uno de sus objetivos siempre fue facilitar el ascenso de la mujer dentro de la organización de la Fundación. ¿Cómo cree que se encuentra la situación de la mujer profesional en el mundo laboral?
A.F.- A pesar de la discriminación y los continuos obstáculos a los que se enfrentan las mujeres indias, son personas muy fuertes y con gran carácter. Tienen mucha personalidad y son felices. Y esto les ayuda a seguir adelante. Han demostrado que tienen la capacidad de gestionar proyectos económicos pequeños y grandes, de llevar el desarrollo a su familia y de tener voz en la sociedad. Son las protagonistas de su propio cambio. Si continuamos trabajando como hasta ahora en educación, en concienciación, explicándoles cuáles son las leyes que las protegen, creo que en 20 años podremos ver un gran cambio. Creo que ahora más que nunca tienen que demostrar su empeño, para cambiar algunas costumbres sociales inaceptables, como el aborto selectivo, la violencia de género, los abusos sexuales...
W.- ¿Qué puede y debe hacerse?
A.F.- Si nos referimos a la India rural, es evidente que todavía queda mucho por hacer, aunque ya se han conseguido muchas cosas. Antes las mujeres no salían de sus casas y se limitaban a la vida doméstica y familiar. Hoy en día, las mujeres de Anantapur encabezan manifestaciones y luchan por sus derechos. Antes las mujeres no tenían ninguna posesión y hoy están demostrando que son capaces de gestionar recursos y poner en marcha pequeños negocios que mejoran su calidad de vida y la de su familia, porque cuando la mujer avanza también avanza la sociedad.
Durante los 30 años que llevamos trabajando activamente en el desarrollo de la mujer, hemos visto pequeños cambios que, en conjunto, suponen un antes y un después en la vida de estas mujeres. Aún así, tenemos que seguir luchando para que la India ya no sea uno de los peores países donde nacer mujer. Creo firmemente que vivimos un momento crucial en la lucha por los derechos de las mujeres.
Debe trabajarse en el cambio de valores en las familias. El Gobierno debe hacer su papel, reservando cuotas, con penas más estrictas contra la discriminación de género, concienciando a las autoridades y al cuerpo policial. Pero sin un cambio en el seno de la familia, las políticas no servirán de nada, y viceversa.
W.- ¿Hacen falta más mujeres líderes? O por el contrario, ¿No importa el género si no la capacidad de liderazgo?
A.F.- Es importante tener líderes mujeres para que hagan presión, pero igualmente necesitamos hombres con valores que defiendan la igualdad de la mujer y la pongan en práctica. En sociedades patriarcales como la India, la discriminación positiva que reserva cuotas para mujeres es de gran ayuda, porque sirve para empoderarlas.
W.- ¿Qué es lo más difícil de su trabajo?
A.F.- Lo más difícil es conseguir a profesionales cualificados de la zona de Anantapur que quieran quedarse aquí a trabajar.
¿Y aquello que le apasiona?
A.F.- Ver la felicidad, seguridad y orgullo de las personas que han conseguido mejorar su situación y progresar.
W.- ¿Existe una verdadera conciencia en la sociedad sobre la situación de las mujeres en la India y en el resto del mundo?
A.F.- Hay conciencia pero no siempre eso se traduce en un cambio. En la India, a lo largo del último año, han salido a la luz numerosos casos de violaciones que han hecho que tanto en este país como en el resto del mundo se tenga más conciencia de la situación de vulnerabilidad de las mujeres.
W.- ¿Tiene un referente, algo o alguien que le inspire cada día?
A.F.- Vicente y su filosofía de la 'acción buena', por la que confiaba en que ninguna acción buena se pierde en este mundo, porque queda en algún lugar para siempre. También me inspira la confianza en las personas, porque son protagonistas de su propio cambio.
W.- Un deseo, para 2014.
A.F.- Poder seguir trabajando juntos por hacer de éste un mundo mejor.
Entrevista realizada por Marta Cáceres
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/702/1238281203.html
http://www.womenalia.com/es/hoy-en-womenalia/93-womenews/2918-anna-ferrer-me-inspira-la-confianza-en-las-personas-porque-son-protagonistas-de-su-propio-cambio
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