Nos sumamos al pedido de otra visión desde la justicia hacia las mujeres y difundimos el comunicado de la Coordinadora Feminista Antirrepresiva.
A poco más de 10 días de la movilización Ni Una Menos La Coordinadora Feminista Antirrepresiva,-conformada por organizaciones y colectivas feministas organizadas contra el avance represivo del patriarcado-, vuelve a exigir un correcto tratamiento judicial y mediático del caso de Milagros Benítez, la niña abusada y asesinada por Luis Carlos Alonso, y de la madre de la beba, Celina Benítez, quien está acusada por "abandono de persona" y ya fue trasladada a una unidad carcelaria de La Plata. El caso, un femicidio vinculado, evidencia nuevamente que la Justicia -y aún más la "especializada"- vuelve a condenar a las madres por no "garantizar" la vida de sus hijas/os sin tener en cuenta los contextos de violencias a los que ellas también eran/son sometidas.
Buenos
Aires, 15 de junio de 2015
¿Abandono de persona o femicidio vinculado?
La fiscal “especializa en género” Carolina
Carballido Calatayud: figurita repetida contra las mujeres
El miércoles 10, Milagros Melina
Benítez, de un año y once meses, fue trasladada por su madre, Celina Benítez, y
su padrastro, Luis Carlos Alonzo, al Hospital Materno Infantil Comodoro Hugo Meisner de Derqui, en el
partido de Pilar, sin signos vitales. Tenía huellas de abuso sexual y lesiones
–desde golpes hasta quemaduras- en todo el cuerpo. Pocas horas después del
deceso, la pareja de la mamá de la beba fue detenido Jefatura Departamental de
San Martín: estaba al cuidado de la niña mientras la mujer trabajaba fuera de
la casa. En tanto que ella fue detenida por “abandono de persona”, y ya fue
trasladada a una unidad carcelaria de La Plata. La fiscal interviniente es
Carolina Carballido Calatayud, titular de la Unidad Especializada en Violencia
de Género de Derqui, Departamento Judicial de San Isidro.
No es la primera vez que esta funcionaria judicial acusa bajo la
carátula de “abandono de persona”: fue el mismo cargo que le atribuyó a Yanina
González, una joven pobre con discapacidad intelectual, madre de
Lulú. La pequeña murió como consecuencia de una golpiza propinada por la pareja
de la mamá, Alejandro Fernández, pero el femicidio vinculado –asesinato
cometido por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a
la mujer a quien consideran de su propiedad-, quedó fuera de la investigación
cuando las pruebas señalan a un único responsable: Fernández.
Y en ese punto es necesario
considerar que Carballido Calatayud está al frente de una Unidad Especializada
en Violencia de Género pero que en los casos de Lulú y Yanina, así como en el
de Milagros y Celina, no contempló esa perspectiva si no que se interesó por responsabilizar
a las madres –también víctimas, a quienes las imputa por “omisión” pero
desconoce que estas “garantes” del bienestar de las/os niñas/os no tienen
posibilidad real de salvarlas/os, ya que hasta carecen de los medios necesarios
para defenderse a sí mismas. La agente judicial exige conductas heroicas a
quienes son sometidas a un régimen de tortura doméstica y cotidiana.
Entonces, ¿Cómo van a escapar las Yaninas y las Celinas de sus casas si
funcionarias como Carballido Calatayud no reconocen su victimización? Sin
entender –ni atender- las dinámicas de la violencia y con imputaciones
discriminatorias, prejuiciosas e incorrectas, la funcionaria del Estado no
cumple con su obligación de prevenir, investigar y sancionar las agresiones
contra las mujeres. Es por eso que en febrero pasado elevamos un pedido a
la Procuraduría General de la Provincia de Buenos Aires un informe acerca de la
designación de la fiscal interviniente y el desarrollo de su desempeño. Sin
respuestas, volvimos a enviar otro para exigir que fiscales, jueces/lzas y
funcionarios/as judiciales se formen y tengan competencias para tratar
adecuadamente estos casos, así como mecanismos que regulen sus nombramientos.
Sobre el rol de los medios
Si bien los medios de
comunicación hicieron eco de manera masiva de la convocatoria “Ni una menos” y
se mostraron “sensibilizados” frente a las violencias contra las mujeres, son
los/as mismos/as periodistas y comunicadores/as quienes informan sobre el caso
de Milagros y Celina sin perspectiva que se posicione en el marco de los
derechos humanos. Las transmisiones demuestras una doble moral al tomar el
hecho de manera aislada, sin tener en cuenta el contexto previo, aportando
datos escabrosos y dejando sin posibilidad de palabra a las personas
directamente involucradas se suman a la espiral de agresiones.
Por lo anterior, la Coordinadora
Feminista Antirrepresiva exige
Libertad para Celina
Justicia para Milagros
Contactos de prensa:
Sabrina Cartabia: 1561632546 --- Rosario
Castelli: 1556011432
imagen de Maria Jesús Hernández Sanchez .
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