Licenciada y Magíster en Filosofía (1982, 1985, Luz). Doctora en Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela (2007). Directora del Cem (Centro de Estudios de la Mujer), Universidad Central de Venezuela. Coordinadora de Investigación del Cem. Editora de la Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, Asesora de la Comisión Permanente de Familia, Mujer y Juventud de la Asamblea Nacional y del Banco de Desarrollo de la Mujer. Miembro de la Comisión Redactora del Informe de Resultados de la República Bolivariana de Venezuela (período 2004/2008) ante la Comisión Evaluadora de la CEDAW. Coordinadora de Investigación del Postgrado en Ciencias Administrativas, UCV. Publicaciones Académicas en el Área de Género, y en el Área de Ética y Sociedad Actual. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: “Redes SocioProductivas”, Cuaderno de Postgrado, Nro 26, Ucv (2008); El pensar auténtico vs el progreso técnico, Fondo Editorial Ipasme (2007).
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Imagén tomada de conferencia de Alba Carosio en Quito 13/06/2015 por Stefania Gómez |
VENEZUELA. Entrevista con Alba Carosio: “Poner la vida y no el mercado en primer plano”
La Fundación Pakito Arriaran entrevista a Alba Casorio, intelectual de izquierdas y militante del feminismo desde 1970. Le preguntamos sobre la condición de la mujer en Venezuela, el trecho recorrido y el horizonte de luchas.
El inicio de la Revolución Bolivariana, y concretamente el Proceso Constituyente, marca un momento de avances en cuanto a los derechos sociales y económicos de la mujer. Posteriormente, producto de la lucha de las mujeres y del pueblo trabajador, se han logrado otros instrumentos legales que van generando un contexto formal de derechos ampliados. Estos son logros que reivindicamos, pero falta un trecho en cuanto a la materialización de dichos derechos. Podrías hacer un breve análisis sobre la condición actual de la mujer en Venezuela.
Alba Carosio: Las mujeres hemos avanzado mucho en el proceso bolivariano, especialmente en los ámbitos de reconocimiento de derechos, de condiciones para su ejercicio y de movilización. Desde que la CRBV reconoce la igualdad de género como un derecho humano fundamental, se han aprobado leyes que lo van garantizando como la Ley por el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la Ley del trabajo, las trabajadoras y los trabajadores, la Ley de Protección a las familias, la maternidad y la paternidad, la Ley de Protección a la Lactancia Materna, pero además se han creado instituciones que buscan apoyar a las mujeres para el ejercicio de sus derechos, tales como InaMujer, MinMujer, los Tribunales y Fiscalías especiales para las Mujeres, y éstas diseminadas en sedes estadales y regionales.
Importantísimo es destacar que el combate contra la pobreza ha favorecido especialmente a las mujeres, puesto que ellas son -como en todas las sociedades- las más pobres, se ha apoyado especialmente a las madres solas jefas de familia a través de la Misión Madres del Barrio, de Hogares de la Patria, a las adultas mayores en condiciones de pobreza con la Misión Amor Mayor, y también a través de los programas de microcréditos del Banco de Desarrollo de la Mujer.
Además las mujeres se han incorporado masivamente a las misiones educativas y otras. Todo esto ha configurado un importante entramado que ha llamado a la participación de las mujeres en todos los espacios, participación femenina que además fue muy impulsada por el Comandante Chávez, y hoy tenemos así un gran contingente de mujeres muy movilizadas y participantes en la construcción de una sociedad y una patria más justa. Lo que caracteriza -a mi juicio- a las mujeres venezolanas actuales es su amplia reflexión y participación en todos los espacios y su movilización constante.
CPM: Evidentemente una de las grandes tareas pendientes del movimiento feminista de nuestro país, y del pueblo trabajador en general, es la ampliación de los derechos sexuales y reproductivos. El aborto está penalizado en Venezuela con la excepción de los casos en los que la vida de la madre está en peligro. Cuando comparamos esta situación con la del resto del continente, nos encontramos con un franco retraso. ¿Cuáles son las tareas de los movimientos feministas ante esta situación, que afecta sobre todo a las mujeres pobres?
AC: Los movimientos feministas actuales tienen una tarea de promover la reflexión y el debate en torno al tema del aborto o interrupción del embarazo, como preferimos llamarlo actualmente. Hay todavía mucho prejuicio -promovido por las confesiones religiosas- y también mucho desconocimiento de los procesos biológicos reales de la gestación.
Además de esto en la práctica concreta, desde el movimiento feminista, se ha venido manteniendo la Línea Información Segura, que proporciona explicaciones sencillas sobre como proceder para interrumpir embarazos con pastillas. Estas es una acción concreta -si bien de alcance limitado- pero que proporciona apoyo real en base al derecho a la información que tenemos todas las personas. Ya van cuatro años sosteniendo este esfuerzo.
Adicionalmente hemos realizado acciones de calle y también se han ejercido derechos de palabra y se han realizado propuestas ante las varias comisiones que ha tenido a su cargo la redacción de un nuevo código penal. Esta es una deuda pendiente que tiene la Asamblea Nacional para con el pueblo venezolano.
CPM: El movimiento feminista en Venezuela es plural y diverso: un rico tejido de organizaciones con interpretaciones específicas y tácticas particulares. Así pues nos encontramos, a lo interno de la esfera del feminismo Chavista, con organizaciones claramente clasistas, otras reivindicativas, algunas culturalistas, etc. ¿Cómo caracterizarías el camino de luchas que se va construyendo colectivamente, desde la Araña Feminista y desde otros espacios?
AC: Diría que hay una importante riqueza de visiones y reflexiones en el movimiento feminista venezolano actual. Hay el reconocimiento de que las mujeres somos diversas y podemos trabajar con la diversidad porque esto nos enriquece. Hay diferencias con respecto al movimiento feminista del siglo pasado que aunque tenía fuertes preocupaciones por las mujeres populares, consciente de que la pobreza tenía una relación directa con la opresión de género, no había logrado incorporar de manera importante a estos sectores.
Hoy dentro del movimiento feminista tenemos campesinas, obreras, conserjes, y también, docentes, intelectuales, artistas, escritoras, etc. Usamos diferentes vías para difundir el feminismo, desde las artes, la filosofía, la acción de calle, los encuentros, foros y debates. Hay instituciones gubernamentales que apoyan al movimiento, que dialogan y aún más muchas compañeras del movimientos las integran. Muy importante y ciertamente un logro es haber alcanzado masividad, hoy las mujeres organizadas se dicen a sí mismas feministas, y por esto entienden la defensa de su género y de los derechos de su género.
Sin embargo, todavía tenemos mucho que andar para que las voces feministas sean oídas y sobre todo atendidas desde varios de los mecanismos de poder institucional. Hay mucho trabajo que realizar, porque tenemos que estar en muchos espacios, son siglos de opresión que vencer.
CPM: La sociedad venezolana, como todas las sociedades de clase, es machista. Las expresiones machistas son evidentes en las calles de Caracas y en los contextos de trabajo y estudio, donde el acoso es cotidiano; pero también puertas adentro, en la casa, en la familia, descubrimos que por lo general la mujer sigue asumiento la crianza sin apoyo de su compañero. Aun que las feministas revolucionarias no postergamos las luchas de género, también somos conscientes de que la emancipación plena de la mujer solo llegará con el socialismo. ¿Cómo se engranan las luchas feministas con la profundización de la Revolución y la construcción del socialismo?
AC: Pensamos que lucha feminista es parte integrante de la revolución, como solemos decir “Hoy hay socialismo sin feminismo” y también “no hay feminismo sin socialismo”. Las ideas feministas, no solamente son un elemental tema de justicia social, sino que dan profundidad y caracter irreversible a la lucha socialista. No hay igualdad posible si no hay igualdad entre mujeres y hombres. Por otro lado, la visión desde las mujeres que siempre han cuidado la vida, y a quienes las sociedades marcan esta responsabilidad, es indispensable para construir una sociedad que ponga la vida y no el mercado en primer plano. Los hombres ganarán mucho de humanidad y comprensión de la vida y sus concreciones cuando también compartan las labores de cuidado familiar, con seguridad habrá menos guerras y menos competencia. Pensamos la sociedad socialista como una sociedad de igualdad y sociedad de cuidado de la vida. A esta sociedad no se puede llegar sin feminismo.
CPM: Para concluir, te quería hacer una pregunta más particular, más de nuestra cultura literaria. Quizás la figura femenina más conocida de la literatura venezolana es Doña Bárbara. En principio es una imagen negativa de la mujer, una antiheroina. Pero me pregunto si se podría impulsar una lectura feminista cuestionando la contraposición sarmenteña salvajismo-civilización.
AC: Rómulo Gallegos era un hombre con sensibilidad popular, sin embargo, compartía el pensamiento positivista centrado en la necesidad de civilizar lo agreste y lo campesino. Doña Bárbara es la encarnación de lo salvaje, pero que se vuelve destructiva a partir de los dolores y persecusiones de que fue objeto, desde el momento en que fue violada se convierte en la vengativa acumuladora de riqueza y devoradora de hombres. Es en cierta manera la tierra sojuzgada y expoliada que se venga de sus conquistadores. Entonces, quienes han sido salvajes primero. Doña Bárbara es la doña que no se resigna al lugar de sujeción que la sociedad “civilizada” le reserva a las mujeres, y menos a las mujeres pobres como lo fue ella. Una lectura feminista tiene que reivindicar la fuerza de la mujer en lucha por ser respetada, la que no se deja doblegar, la apasionada.
Por Cira Pascual Marquina, Fundación Pakito Arriaran/ Resumen Latinoamericano/ 14 de Mayo 2015.-
Publicaciones que señalamos :
Libro "Feminismos para un cambio civilizatorio" coordinado por Alba Carosio
Los trabajos en esta compilación son producto de los encuentros y debates del Grupo de Trabajo CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) “Feminismo y Cambio Social en América Latina y el Caribe”, integrado por investigadoras que comparten el interés en la indagación, análisis y propuestas para la transformación social desde las mujeres y los feminismos. Esta compilación constituye la cuarta publicación de este grupo, que viene desarrollando pensamiento crítico feminista desde 2007 con el objetivo de profundizar en el feminismo como aporte político, teórico y práctico para el cambio civilizatorio y la justicia social.
El libro se divide en cuatro secciones. En la primera se analizan la historia de los feminismos latinoamericanos desde los años sesenta y se discuten las alternativas que los feminismos propuestos desde América Latina y el Caribe. En la segunda sección se comparten trabajos de análisis sobre políticas públicas en la región, políticas sociales de izquierda, la propuesta del Buen Vivir, las experiencias de microcrédito, y las TICs, y sus efectos sobre las mujeres, la equidad y la transformación y justicia social. La tercera sección recoge trabajos sobre las luchas laborales de las mujeres, contra la explotación de clase y la opresión de género, así como las dificultades de las mujeres para que sus demandas sean tomadas en cuenta. La última sección se centra en la temática de la sexualidad y la eliminación de opresión sexual de las mujeres como propuesta central para la transformación social, a partir de un análisis del patriarcado en atención sanitaria, los procesos de dominación y resistencia en la práctica de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las luchas por el aborto a través de las Líneas de Información sobre Aborto seguro en la región.
En el contexto del pensamiento antihegemónico, el pensamiento feminista ha producido una teoría crítica que demuestra que los rostros de la dominación son múltiples, y por lo tanto deben ser diversas las formas y los agentes de resistencia a ellos. Sacar a la luz la experiencia de las mujeres, sus aportes y su estar en el mundo, es por sí mismo un proceso constructor y ampliador de la emancipación. La histórica discriminación-opresión-explotación de las mujeres como conjunto subalterno, cruza de manera percibida como natural todas las formas de dominación. Por este motivo, la opresión de género es naturalizada incluso dentro de movimientos y pensamientos emancipatorios. En los trabajos que componen el presente volumen se desarrollan las miradas feministas sobre los cambios que han venido produciéndose y están en acción en América Latina. Los enfoques son muy diversos, el Grupo de Trabajo está conformado por investigadoras feministas que provienen de distintos países y con formaciones disciplinarias diferentes, que aportan miradas nacionales y bagajes teóricos, metodológicos y experienciales variados. No cabe duda de los lazos que van y vuelven entre las ideas, luchas y participación de las mujeres y los cambios en América Latina y el Caribe, nuevas y renovadas las utopías feministas, buscan espacios y repercusión, hacen análisis y visibilizan aspectos de nuestra América posible. Esto es lo que se ha pretendido exponer y debatir en el presente libro.
http://www.resumenlatinoamericano.org/2015/05/14/venezuela-entrevista-con-alba-carosio-poner-la-vida-y-no-el-mercado-en-primer-plano/
http://www.tematika.com/libros/humanidades--2/sociologia--4/estudios_de_genero--4/feminismo_y_cambio_social_en_america_latina_y_el_caribe--560700.htm
http://laciudaddelasdiosas.blogspot.com/2014/10/libro-feminismos-para-un-cambio.html