Norah Borges (4 de marzo de 1901, Palermo, Buenos Aires, Argentina- 20 de julio de 1998, Buenos Aires, Argentina)
Desde una vida inmersa en la alta cultura, Norah Borges, vivió dando forma en pinturas a lo que veía a su alrededor hasta tres años antes de abandonar el mundo terrenal en 1998, para persistir eterna en cada obra de arte suya.
Desde una vida inmersa en la alta cultura, Norah Borges, vivió dando forma en pinturas a lo que veía a su alrededor hasta tres años antes de abandonar el mundo terrenal en 1998, para persistir eterna en cada obra de arte suya.
Norah Borges recibió este nombre con el que pasó a la historia por inventiva de su hermano. Ella se llamaba en realidad Leonor Fanny Borges Acevedo. Pasó su juventud en Ginebra, dotándose de una creatividad e imaginación que se tradujo en las artes plásticas. Llegados a Buenos Aires en 1921, pasaban horas creando historias de personajes inventados que cobraban vida a través de sus juegos. Así, gracias a las producciones propias y al entorno vanguardista europeo lograron insertarse en la perspectiva ultraísta de la que ambos serían líderes exponentes. Jorge, en la literatura y Norah, en la pintura.
El vínculo con el Ultraísmo fue base para varias de sus intervenciones públicas. Con una marcada influencia futurista en sus orígenes, el Ultraísmo consistió en un movimiento poético que tuvo la particularidad de incorporar en sus publicaciones artistas plásticos de diferentes vanguardias artísticas. Norah compartió esa convicción poética con el que fue su marido, Guillermo de Torre, y desde ese espacio de pensamiento practicó el activismo político. Lideró un movimiento feminista durante la Segunda Guerra Mundial. Su pasión y defensa del pensamiento fue tal que, cuando Juan Domingo Perón asumió la presidencia en 1948, fuera arrestada y encarcelada por su participación en una manifestación en su contra.
Con las técnicas de acuarela; óleo, xilografía, grabado, dibujo a tinta y lápiz, acrílico y tapiz, Norah recreó un tipo de arte de índole “feminista”. Puede definirse así porque centró su mirada en las cualidades femeninas; en la idiosincracia del género. Buscó expresar la sensibilidad, el vínculo de las mujeres con el arte y esa sensación de ausencia que la mujer solía sentir ante la espera de algo que la complementara que, generalmente, se relacionaba con el amor. Si bien sus comienzos propagaron miradas de vanguardia, esta tendencia no es la que prevaleció por la mayor parte de su obra. Apeló a la línea clara y figuras planas pero elocuentes. Abundan en su arte las muestras de ejecuciones artísticas, mayormente de instrumentos musicales y sus intervenciones tienen un corte personal, separada de los cánones de la época.
Aunque por momentos su presencia artística pareció ser opacada por las fuertes figuras de su hermano y su marido, Norah Borges dejó una huella indiscutible dentro del recorrido del arte argentino que aún pueden buscarse en las muestras permanentes del Centro Cultural Borges.
Norah Borges, seudónimo de Leonor Fanny Borges Acevedo fue una artista plástica y crítica de arte argentina, perteneciente al Grupo de Florida.
En todos nuestros juegos era ella siempre el caudillo, yo el rezagado, el tímido, el sumiso. Ella subía a la azotea, trepaba a los árboles y a los cerros yo la seguía con menos entusiasmo que miedo (J. L. Borges, "Norah")
Marchó con su familia a Suiza para tratar la ceguera progresiva del padre, el abogado Jorge Guillermo Borges. Estudió en la École des Beaux-Arts de Ginebra con el escultor clasicista Maurice Sarkisoff y con Arnaldo Bossi en Lugano, cerca de expresionistas alemanes exiliados como Ernst Kirchner; con Bossi aprendió xilografía y la estética expresionista, según declaró ella misma en un reportaje de 1940 en la revista Atlántida. En Suiza escribió e ilustró su primer libro poético, Notas lejanas (1915). La estancia en Europa se alargó a causa de la Primera Guerra Mundial hasta 4 años. Tras viajar por toda la Provenza (Norah queda muy impresionada por Nîmes, a cuyo paisaje dedica algunas piezas) entran en España, donde amplió sus estudios y participó en las Vanguardias. Van primero a Barcelona y luego, en 1919, a Palma de Mallorca, donde Norah estudió con Sven Westman; allí los hermanos Borges colaboraron en la revista Baleares (Norah su "Músicos ciegos", etcétera); fueron luego a Sevilla, donde entraron en la Vanguardia del Ultraísmo; publicó trabajos suyos en Grecia, Ultra, Tableros y Reflector, así como, en 1920, el proyecto de portada para El jardín del centauro, un libro de poemas de Adriano del Valle; pasan por Granada y finalmente recalan en Madrid, donde Norah estudió con el pintor Julio Romero de Torres. Allí hizo amistad además con Juan Ramón Jiménez, algunos de cuyos poemas ilustró, y quien le dedicó uno de los retratos líricos de su libro Españoles de tres mundos. Vuelven luego a Palma de Mallorca en junio de 1920.
En marzo de 1921 toman un barco de retorno a Buenos Aires. Como pintora naïf, Norah se vinculó a la vanguardia literaria formada por el Grupo de Florida; desde Prisma empezó a divulgar el Ultraísmo en Argentina, pero entonces explotó el influjo del Cubismo que había empezado a asimilar con sus contactos franceses en España en sus ilustraciones para revistas como Mural, Proa o Martín Fierro, recuperando las imágenes de balaustradas y maceteros de las casas porteñas e imágenes en extinción como las que habitan la primera edición de Fervor de Buenos Aires (1923), el libro poético de su hermano Jorge Luis.
Norah Borges a los 15 años |
En 1923 la revista surrealista francesa Manomètre de Lyon y en 1924 Martín Fierro publicaron sus pinturas. En 1926 expuso 75 trabajos (óleos, xilografías, dibujos, acuarelas y tapices) en la Asociación Amigos del Arte. Contrajo matrimonio en 1928 con Guillermo de Torre, escritor y crítico español, estudioso del movimiento ultraísta y gran experto en las vanguardias artísticas y literarias, a quien había conocido en España cuando apenas tenía 19 años; con él tuvo dos hijos.
En la Segunda Guerra Mundial fue vocal suplente de la Junta de la Victoria en la Argentina, asociación feminista antifascista que dirigían Cora Ratto de Sadosky y Ana Rosa Schlieper de Martínez Guerrero; en ella militaron la escritora María Rosa Oliver, la fotógrafa Annemarie Heinrich, la psicoanalista Mimí Langer, la artista Raquel Forner y la poeta Silvina Ocampo. Después estuvo un mes en la cárcel de mujeres junto a su madre Leonor Acevedo por haber proferido gritos contra el presidente argentino Juan Domingo Perón. Norah ilustró la edición de su Cuaderno San Martín como había hecho antes con Luna de enfrente y Fervor de Buenos Aires y los libros Las invitadas (1961) y Autobiografía de Irene (1962) de Silvina Ocampo.
Ejerció la crítica de arte en Anales de Buenos Aires bajo el pseudónimo de Manuel Pinedo. Investigó sobre el grabado y no dejó de pintar prácticamente hasta su muerte, aunque regalaba su obra y no cuidó de realizar exposiciones regularmente.
En 1942 se publicó en Argentina una edición de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez con ilustraciones y viñetas de Norah, y también ejerció como artista gráfica en otros libros de los españoles emigrados en Argentina como Ramón Gómez de la Serna, Rafael Alberti y León Felipe. Ilustró también no sólo los de su hermano, sino los de otros escritores argentinos como Silvina y Victoria Ocampo, Adolfo Bioy Casares, Norah Lange y Julio Cortázar. También diseñó la escenografía de una obra teatral de Federico García Lorca. Está por estudiar su amistad con Maruja Mallo y Xul Solar.
Utilizó las técnicas del óleo, la acuarela, el grabado, la xilografía, el dibujos a tinta y lápiz, las temperas, el acrílico y el tapiz.
Sus restos se encuentran en la bóveda familiar del Cementerio de La Recoleta.
http://pulperiaquilapan.com/norah-borges-una-creacion-fraterna/
https://hexagonobabel.wordpress.com/2007/02/28/un-triangulo-borges-y-norah-lange-y-girondo/
https://radiouniversidad.wordpress.com/2010/04/27/la-profusa-obra-de-norah-borges/