Escuchamos a Cecilia (18 de marzo de 1968) y nos convenció su claridad,
determinación y capacidad crítica. Apostamos por ella en una sociedad que mantiene
según estadísticas el 26,7% de mujeres indígenas analfabetas. Necesitamos
escuchar a mujeres como Cecilia para que nos digan cómo cambiar esas cifras.
Hablar del Sumak Kawsay, de la plurinacionalidad o de interculturalidad es algo más profundo que solo tener un embajador o un director indígena”. Blanca Velasque
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Es hoy dirigente nacional del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, fue asesora técnica del Movimiento Indígena Campesino del Cotopax coordinando la Red de Mujeres Políticas de esa provincia. De 2005 a 2009 fue viceprefecta del Cotopaxi.
Era mayo de 1990 cuando un grupo de mujeres indígenas eran las primeras en llegar a Quito. Estaban cansadas del maltrato que recibían en los buses, la discriminación que vivían en los centros de salud y la agresión que para ellas significaba que las obligaran a sacarse el sombrero en las escuelas y colegios.
Una joven secretaria de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi, llamada Cecilia Velasque, arengaba a esas mujeres de la parroquia de Toacazo a que tomaran a sus guaguas (hijos), la ortiga y su cucayo (comida) y lideraran al grupo.
Para Velasque, el liderazgo de estas mujeres en el levantamiento de 1990 no fue coincidencia, sino una estrategia con una presencia femenina que presentaba a la mujer como la Pachamama: “La dadora de la vida que no quiere violencia”.
La vinculación de Velasque con las necesidades del movimiento indígena y, en especial, de la mujer del campo le llegó por dos vertientes: una de su padre, cuando de niña lo ayudaba a escribir las actas de los debates de la organización indígena de la que era secretario, pese a que no sabía escribir, y de monseñor Leonidas Proaño, de quien dice ser nieta, pues la formó en la lucha contra los grandes hacendados por la redistribución justa de la tierra.
Velasque tiene 47 años, es licenciada en Ciencias de la Educación, tiene dos posgrados en la Universidad Andina Simón Bolívar, sabe de medicina ancestral indígena y hoy es coordinadora de la Red de Mujeres Políticas del Cotopaxi.
Dice que el movimiento indígena ha evolucionado, tiene líderes más preparados y agendas amplias que integran las necesidades del campo y la ciudad. Pese a ello, cree que el racismo persiste en el discurso de ciertos actores políticos que los tildan de “tontos útiles” o que califican al levantamiento de este agosto como una “simple movilización sin éxito”.
En Cotopaxi, Velasque es conocida por romper la hegemonía machista de la política provincial. Fue en 2005 la primera mujer indígena elegida como consejera y también la primera viceprefecta de esa provincia.
Su mayor éxito electoral le dejó a la vez un gran dolor de cabeza. Un examen especial realizado por la Contraloría a la Prefectura de Cotopaxi, entre los años 2007 y 2009, determinó que el prefecto César Umajinga, de Pachakutik, y sus siete consejeros, incluida Velasque, recibieron “remuneraciones erróneas”. La autoridad, en 2011, recomendó la destitución del prefecto y multó a Velasque, así como a los demás consejeros, con $ 5.280.
Ella no pagará nada, pues, asegura, no ha cometido irregularidad alguna. Califica a este proceso como un acto politiquero de la autoridad con el fin de hacer daño al movimiento. Hoy Velasque dirige la Unidad de Género e Interculturalidad del Gobierno Provincial de Cotopaxi, donde su coideario, Jorge Guamán, es prefecto.
Cecilia Velasque en Congreso organizado por CEDEAL en noviembre de 2015 |
Siempre rebelde y luchadora, Blanca Cecilia Velasque Tigse, ha despuntado como un referente de la mujer indígena tanto en la política como en el desarrollo de los pueblos de la provincia y el Ecuador.
Nació en Toacazo, comunidad Coto Pilaló, un 18 de marzo de 1968, sus primeros estudios los cursó en la escuela de niñas Luis Felipe Borja de Toacazo, la secundaria la realizó en el Colegio Nacional San José de Guaytacama.
En este tiempo empezó su trabajo en el sistema de alfabetización “Monseñor Leonidas Proaño”, luego ingresó a la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe de Cotopaxi, donde formó parte del personal inicial de este estamento en calidad de secretaria, después pasó a ser jefe de Cultura, Directora de Planificación, Directora de Bienestar Estudiantil. En esta institución trabajó durante 11 años, luego de este tiempo renunció para dedicarse exclusivamente al desarrollo rural.
Al momento estudia otra maestría, esta vez en Instrumentos Internacionales en Defensa de los Pueblos Indígenas del Mundo. “Desde los pueblos debe haber alguien que maneje estos temas para defender su dignidad y derechos”, indica.
A los 14 años fue reportera popular de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi (Unocanc), para Radio Latacunga.
En la Unocanc fue secretaria general, entre los dirigentes era la única mujer y la más joven de todos, allí fue donde empezó a entender el proceso organizacional.
En esos momentos, Cecilia sintió la necesidad de una preparación adecuada para poder debatir de igual con los demás dirigentes.
“Al no poder debatir terminaba llorando, pero eso me ayudó a madurar política e ideológicamente, la Unocanc tiene una fuerte formación ideológica, no nació de ninguna ONG ni iglesia ni partido político sino de una reunión de líderes y profesionales y de los debates sobre la situación de los pueblos campesinos”, señala.
En la movilización del 6 de junio de 1990, una de las más grandes de la historia del país, estuvo al mando de toda la organización, “Nunca me gustó ser protagonista, prefiero subir de a poco para poder sostenerme en la cima”, dice.
En el 1992, estuvo presente en las tomas de tierras de Cajas y de Paillactu, tratando de que las mujeres estén al frente. “Siempre fue mi ideología que las mujeres estén adelante, siempre estábamos al frente de las batallas cargadas los niños y los cucayos”, recuerda.
En 1998 es delegada por el movimiento indígena como asesora política y organizativa del Asambleísta por Cotopaxi, José Manuel Vega, donde conoce el mundo de la política cara a cara.
Desde 1995 le habían propuesto que sea candidata, pero siempre se había negado pues tenía la idea clara de que lo política electoral era lo peor. Luego de realizar varias actividades sociales, en los que llegó a ser consultora técnica de proyectos sociales, la eligieron por unanimidad como candidata para consejera provincial.
Fue la primera en la lista de candidatos, por su capacidad y reconocimiento a la labor desempeñada durante varios años en el movimiento indígena.
El triunfo fue total, ganó con 35 mil votos a pesar de una campaña modesta en relación a los otros candidatos, 8 mil de su inmediato seguidor.
Durante el ejercicio de sus funciones ha sido presidenta de varias comisiones. Es la primera mujer en ser electa por votación popular para ser consejera provincial, la primera mujer indígena en ser consejera provincial, y la primera mujer indígena en ser electa vicepresidenta del Concejo Provincial.
Casada desde hace 16 años Cecilia tiene dos hijos, Paúl Alejandro de 15 años y Samaique José de 2 años. Luis José Guanochanga es su esposo y compañero de lucha.
http://jcelobservador.blogspot.cl/2015/08/lideres-detras-de-la-marcha-han-crecido.html
http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/755408/-1/Cecilia_Velasque,_s%C3%ADmbolo_de_la_mujer_ind%C3%ADgena.html#.Vlxl2XYvfIU
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