Elionor Manuel de Villena (Valencia, 1430-1490), poeta y prosista de la nobleza, la primera conocida en lengua valenciana, especialmente por revelar la postura de una mujer religiosa a finales de la Edad Media. La entendemos según criterio de Teresa Forcades i Vila una de las primeras Teólogas feministas.
La reina María de Castilla se hizo cargo de ella desde los 4 años. Vivió desde pequeña en su corte, educándose en los ambientes aventureros y abiertos que rodearon a Alfonso V, conocido como el Magnánimo (...). En 1445 profesó en el convento de la Santísima Trinidad de las Clarisas de Valencia, donde sería nombrada abadesa en 1463, una responsabilidad que tendría hasta su muerte, acaecída a causa de la epidemia de peste que asoló Valencia en 1490.
Isabel de Villena sigue una vida de contemplación y espiritualidad (que la llevan a escribir, según ha trascendido en las crónicas de la época, diversos tratados sobre la vida religiosa). De todos ellos, sólo se ha conservado una única obra que le ha valido un reconocimiento universal, la Vita Christi (Vida de Cristo), gracias a la intervención póstuma de su sucesora, sor Aldonça de Montsoriu, que publicó la primera edición que vio la luz en Valencia en 1497. Poco se sabe de otras obras, pero se dice que escribió diversos tratados y una obra mística, el Speculum Animae (Espejo del Alma), del que la última noticia data de 1761, pero que hoy permanece perdida.
En todo caso, la dedicación a las letras de la autora no es muy frecuente en su época y sin duda se ha de enmarcar en el esplendor cultural de la Valencia del siglo XV. Se cree también que Isabel tuvo ocasión de compartir sus ideas literarias con Jaume Roig, que entonces ejercía de médico del mismo convento, y algunos estudiosos y estudiosas han querido ver en la Vita Christi una respuesta a la misoginia del autor de Espill o Llibre de les dones. Entre estas estudiosas está Teresa Forcades i Vila que lamenta el olvido de Isabel de Villena frente al reconocimiento de Roig que entendia que todas las mujeres ,escepto su madre y la Virgen Maria, eran mezquinas e incapaces de razonar.
Otros escritores y traductores contemporáneos la nombran o le dedican sus obras, como Miquel Pérez, que le dedica la traducción de la Imitació de Jesucrist (que según ella vive en nuestro tiempo aún, visitando los conventos), lo que da idea de su prestigio entre los autores que la rodearon.
Escribió una vida de Cristo -Vita Christi- , que en realidad es una disculpa para hablar de la Virgen y las mujeres que rodearon a Jesús, así como de la vida y condición de las mujeres en un contexto de autores misóginos. Isabel de Villena convirtió el locutorio del convento de la Trinidad en un lugar de encuentro de teólogos, escritores y eruditos de Valencia. Y, sobre todo, fue el ejemplo de algunas mujeres pertenecientes a las clases altas, cuyos padres decidían desde niñas que serían dedicadas a la Iglesia, ya que al fin y al cabo las dotes dedicadas a la Iglesia eran casi siempre menores que las necesarias para constituir un matrimonio provechoso. Pese a esto, para algunas mujeres como Isabel de Villena, los conventos fueron a veces lugares donde pudieron desarrollar tareas intelectuales y creativas negadas a la mayoría de las mujeres.
Nos dice Teresa Forcades i Vila la grandisima impotancia que su obra tuvo en su momento historico, recalca que "destaca el hecho de que toma como protagonistas a las mujeres que convivieron con Jesus" y " pone en boca de Jesus un ataque contra los misóginos y la misoginia y una defensa de las capacidades intelectuales y espirituales de las mujeres"
La Vita Christi nace como un libro de doctrina y se convierte en una de las piezas importantes de la literatura en valenciano y universal del siglo XV, dentro de lo que se llama como El Siglo de Oro Valenciano.
La crítica lo ha visto como un referente extraordinario, y también como un caso peculiar, ateniéndose a las escasas publicaciones que se conservan escritas por mujeres. Libro biográfico y de contemplación, que no excluye los sueños como una manera de explicar la espiritualidad.
La intención doctrinal de la Vita Christi, libro que no fue firmado por la autora, no quita que sea un gran trabajo literario que no se fundamentó sólo en las fuentes consideradas legítimas. Lejos de eso, Isabel de Villena escribe prestando atención a otras fuentes llamadas “extra-canónicas”: libros apócrifos o tradiciones dando como válidos ciertos textos no reconocidos por la iglesia],que ensalzan a la mujer..
La Teologia feminista en la historia de Teresa Forcades i Vila
http://www.museosenfemenino.es/museo_ceramica_gonzalez_marti/de-presencias-y-ausencias_donde-la-memoria-de-las-mujeres
http://www.museosenfemenino.es/museo_ceramica_gonzalez_marti/creacion-y-memoria-de-las-mujeres/jarron
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