Marisa Madieri (Fiume 1938 - Trieste 9 de agosto de 1996) fue una escritora italiana representante del Éxodo istriano-dálmata.
Nacida en 1938 en la entonces ciudad italiana de Fiume, que después de la segunda guerra mundial pasó a pertenecer a Yugoslavia. Marisa Madieri abandonó a los siete años su ciudad natal Fiume-ahora llamada Rijeka- y terminada la guerra se trasladó junto a su familia (que optó por mantenerse italiana) a un campo de refugiados de Trieste, ciudad en la que vivió toda su vida.
Al final de la Segunda Guerra Mundial territorios hasta entonces italianos como Istria y Fiume pasan a pertenecer a Yugoslavia, lo que provoca un éxodo masivo de alrededor de trescientos mil italianos que lo pierden todo y que viven durante años un amargo exilio en campos de refugiados, como es el caso de Madieri, que vivió en el campo del Silos de Trieste, un antiguo almacén de trigo. Toda esta experiencia de infancia en su tierra natal y posterior abandono se ve reflejada en el relato autobiográfico “Verde agua”, la obra más importante de la autora, en la que repasa no solo su pasado personal sino el de su familia así como momentos del presente, creando un retrato fascinante, tierno y emotivo. Es también autora de la fábula “El claro del bosque” así como de otros relatos breves.
En vida sólo publicó dos obras, Verde Agua (1987)2 y la fábula El claro del bosque (1992). Una tercera obra, La conchilla y otros cuentos (1998), fue publicada póstumamente. Sus obras reflejan su amor por la ciudad donde nació y toda la problemática de los exiliados italianos.
Madieri fue una mujer muy activa en el campo social, publicando numerosos trabajos sobre la pobreza y la emancipación de la mujer y colaborando con una asociación en defensa de la vida.
Murió prematuramente a los 58 años de edad.
Obras
Verde Agua (Verde acqua) (1987). es la obra más importante de la autora, en la que repasa no solo su pasado personal sino el de su familia así como momentos del presente, creando un retrato fascinante, tierno y emotivo.
"Cantando bajo la lluvia" y "La guerra de las galaxias" tocaron nuestras vidas y nos hicieron soñar otros mundos. Desde aqui decimos adiós a madre e hija artistas protagonistas de estos films:
Carrie Fisher, catapultada a la fama mundial como la rebelde Princesa Leia en la trilogía original de “La guerra de las galaxias”, quemurió el día 27 tras sufrir un infarto durante un vuelo entre Londres y Los Ángeles
Debbie Reynolds, famosa por su papel en “Cantando bajo la lluvia”, que falleció este miércoles a los 84 años, un día después luego que sufriera un accidente cerebrovascular.
“Ella quería estar con Carrie”, dijo su hijo Todd Fisher, horas después de que, desconsolada por la muerte de su hija, sufriera un colapso y fuera hospitalizada.
Debbie Reynolds es conocida por haber interpretado roles icónicos como "Tammy and the Bachelor" y "The Unsinkable Molly Brown". Por esta última, obtuvo una nominación al Oscar, Ayudó a fundar un grupo que lucha contra problemas ligados a los trastornos mentales.
En 2013, en su autobiografía “Unsinkable: A Memoir” detalló los altos y bajos de su vida y de una carrera cinematográfica en medio del glamour de Hollywood durante los años dorados.
Conocida en algún momento como la principal coleccionista de recuerdos de Hollywood, Reynolds estuvo brevemente casada con el padre de Carrie, el cantante Eddie Fisher.
Nació bajo el nombre de Mary Frances Reynolds el 1 de abril de 1932 en El Paso, Texas, y fue la segunda hija de un carpintero de vías ferroviarias, y de su esposa Maxine. Fue descubierta por los estudios MGM de Hollywood después de ganar un concurso de belleza a los 16 años en California.
Pese a no ser bailarina profesional, fue elegida para coprotagonizar “Cantando bajo la lluvia” con Gene Kelly, le siguieron varios musicales de MGM en los que Reynolds interpretaba siempre a una heroína joven y sana, antes de ser nominada para el Oscar por “The Unsinkable Molly Brown” (1964).
Debbie Reynolds dijo durante una entrevista que tenía más suerte eligiendo restaurantes que hombres. Tuvo tres matrimonios
Trabajó en Las Vegas, donde tuvo su propio casino que albergó su extensa colección de recuerdos hasta su clausura en 1997.
Admirada por su versatilidad, actuó en su propia serie, “The Debbie Reynolds Show”, en 1969-1970, aunque sólo duró una temporada.
Su carrera cinematográfica terminó en los 1970, pero continuó actuando en películas y series para la televisión.
La actriz fue cuestionada por comentarios que hizo en la década de 1990 sobre las mujeres hispanas que se consideraron humillantes y ofensivos.
“Creo que hay mucho trabajo en el campo del trabajo doméstico que te permite ganar un buen salario. Hay muchos hogares de personas ricas que, tú sabes, sí contratan a empleados”, dijo entonces a un canal hispano durante una conferencia sobre la mujer en Fresno, CA, cuando le preguntaron cuáles eran sus consejos para la mujer hispana.
“Bright Lights: Starring Carrie Fisher and Debbie Reynolds”, el documental sobre su relación con su hija, fue premiado este año en el festival de Cannes y debería ser emitido por HBO en marzo.
Carrie Frances Fisher (Los Ángeles, 21 de octubre de 1956-ibíd., 27 de diciembre de 2016) fue una actriz, escritora y guionista estadounidense de cine y televisión. Fue conocida principalmente por interpretar a la princesa Leia Organa en la trilogía original de Star Wars.
Dio vida a la princesa Leia Organa, en la inicialmente conocida como La guerra de las galaxias (1977), una interpretación que repitió en las continuaciones El Imperio contraataca (1980), El retorno del Jedi (1983) y, 32 años más tarde, en El Despertar de la Fuerza (2015). Entre medias, en 1980, apareció en The Blues Brothers.
Después de estos éxitos luchó contra la dependencia de las drogas y el alcohol y vivió un breve matrimonio con el cantante Paul Simon.
Su carrera cinematográfica se resintió considerablemente lo que se reflejaría en la poca calidad de las películas que interpretaba, como Under the Rainbow (1981) y Hollywood Vice Squad (1986), exceptuando a la ganadora de tres premios Óscar de 1986 Hannah y sus hermanas. A partir de entonces trabajó como actriz secundaria, en comedias tales como When Harry Met Sally... (1989), Sibling Rivalry (1990) y Soapdish (1991).
Ejerció también de escritora, publicando la novela semi autobiográfica Postales desde el filo. En 1990 el director Mike Nichols le encargó el guion para la adaptación al cine de su libro, con Shirley MacLaine en el papel de su madre en una época de su vida. Fisher siguió escribiendo y publicó otras novelas como Surrender the Pink y Delusions of Grandma. En 2001 se llevó a la pantalla otro guion suyo: fue el telefilme These Old Broads, con un cuarteto protagonista de lujo formado por su madre Debbie Reynolds, su antigua enemiga Elizabeth Taylor, Shirley MacLaine y Joan Collins.
Fisher contó públicamente los problemas que había tenido con las drogas, su batalla con el trastorno bipolar y la adicción a los antidepresivos en el programa 20/20 del canal de televisión de la ABC.
En septiembre de 2009 publicó una biografía llamada Wishful Drinking, donde narra sus experiencias en clave de humor, riéndose de su tendencia al alcoholismo y sus fracasos sentimentales.
En una de sus entrevistas más reveladoras en octubre de 2010, mientras se encontraba en Sídney, Australia, confesó su fuerte adicción a la cocaína durante el rodaje de Star Wars: El Imperio contraataca (1980) y que sobrevivió a una sobredosis. «Poco a poco me di cuenta de que estaba usando las drogas un poco más que otras personas y que estaba perdiendo mi control sobre ellas.(...)
El 23 de diciembre se encontraba realizando la gira de promoción de su nuevo libro, La princesa diarista cuando sufrió un infarto. Finalmente, el 27 de diciembre de 2016, falleció Al día siguiente, falleció su madre Debbie Reynolds.
Traemos aquí parte de lo publicado por María Ángeles Bustamante Ruano dedicado a su abuela escrito por María Ángeles sola o en compañía de sus familiares. La foto que precede muestra la satisfacción infinita de esta mujer contemplando a su nieta cual tesoro (que realmente es). Imposible no responder con inmenso amor al que a ti te han dedicado. Reconocemos aquí a dos heroínas cotidianas la escritora y su abuela :
Estas letras son para decirte muchas cosas. Algunas te las he dicho. Otras, en cambio, las sabes de igual manera.
Hace un mes más o menos empezaste a enfermar. A hacerte pequeña, tan pequeña, que a veces siento que te deslizas entre mis dedos como arena. Como la Pulgarcita del cuento que me contabas cuando era niña. Una Pulgarcita que tú cambiaste para que fuera como yo. Y viviese todo tipo de aventuras. En muchas ocasiones, alejadas de la propia historia inicial.
Simplemente, por el puro placer de divertirnos. Y cambiar, al menos algunas cosas que se pueden cambiar. No como otras, imposibles de cambiar, por más que una quiera.
Abuela siempre fuiste sensacional, hasta en los peores momentos vividos por ti. Recuerdo cómo te decía el cura del pueblo, que vivía en el piso de debajo del vuestro, que a veces se sentaba a escuchar la conversación que mantenías con el abuelo. Cómo desdramatizabas. Cómo os reíais.
Como te encargabas de darle de comer lo que quisiese, aunque luego lo vomitase todo. Cómo en una ocasión compraste perdices en lata y te entretuviste en hacerles agujeros. El abuelo ya se había quedado ciego. Y cuando las tocaba te decía. “Ves, se nota que son de caza. Aquí se nota el perdigón”. Durante ese tiempo me regalaste un anorak rojo, tan rojo, que me decían en párvulos Caperucita Roja. A mi me encantaba. Y no sólo le parecía que me quedaba bien a mi abuelo que ya no me podía ver, si no que a mí también me parecía que estaba muy guapa con él.
Cuántos juegos, cuántos momentos de diversión, con elementos muy básicos: la goma, la
cuerda,…nuestra imaginación a raudales. Ahora que te veo apagarte poco a poco. Soy más
consciente que nunca de lo que hemos disfrutado juntas, de lo que te hemos disfrutado toda la familia. Ante ti me niego a llorar y pongo la sonrisa petrificada continua. Por dentro, siento
una inundación que temo se me escape por las orejas, pero por fuera solo soy sonrisa. Quiero
que siempre me recuerdes sonriendo. No cayéndome, ni llorando por aquí y por allá. Que le
pregunten a mis pobres rodillas llenas de cicatrices. Dolieron; pero en realidad cada una de
ellas acabó siendo un buen recuerdo porque me abrazaste tú, mi madre o cualquiera de la
familia a quien le tocase en ese momento en prenda el trastazo de marras.
HOMENAJE DE TUS NIETOS Y NIETAS
Querida abuela, pese a los muchos avatares que has vivido, naciste en 1920. Quienes conocemos la Historia de España sabemos que quiero decir. Siempre fuiste una gran mujer, una mujer referente, una mujer dura, nunca te sentiste superviviente. Siempre supiste disfrutar de la vida, aun cuando no tenías casi nada, sólo para comer. Aun cuando pasabas el domingo en casa asando castañas para que tus hijos e hija pudieran ir al cine.
Siempre fuiste humilde y muy consciente de lo que es la pobreza. Por ello compartías tu comida, con quienes tenían menos que tú; porque no tenían ni comida.
Siempre decías que “cuando mejor estabas y estábamos tu marido murió”; pero a continuación tu mirada perdida volvía de algún lejano lugar e ideabas alguna bien gorda con tus nietos y nietas, y hasta con tú biznieta.
Abuela te queremos. Somos parte de ti. Eres parte nuestra para siempre. Parte de lo que soy, de lo que somos, te lo debemos a ti.
Te hemos hecho caso en todo, menos en lo de llorar, sé que nos entiendes. Nos hemos reunido todos los primos y primas los dos días de tanatorio. Por una extraña razón no se entierra los domingos en Moncada. Y hemos recordado todos nuestros buenos recuerdos contigo. Todas las trastadas que te hicimos. Todas las veces que nos tapaste ante nuestras madres y padres. Toda la alegría de vivir que siempre tuviste y que compartiste. Abuela viviste dignamente, has muerto dignamente también. Siempre en nuestros corazones, que son el tuyo
Ana Amado ( 11 de mayo de 1946, Santiago del Estero, Argentina -2016) nos dejó el 9 de noviembre en Buenos Aires. Ella era Doctora en Letras y Licenciada en Ciencias Políticas. Profesora Titular en el grado (la materia es Análisis y crítica cinematográfica, de la carrera de Artes) y el posgrado de la Facultad de Filosofia y Letras y en la de Ciencias Sociales la UBA. Profesora visitante en las universidades de Duke y de Princeton en USA y en la Universidad Nacional Autónoma de México. Obtuvo la beca Guggenheim 2010-2011. Sus escritos sobre cine, política y memoria figuran en numerosas publicaciones nacionales y extranjeras. Entre sus libros : La imagen justa. Cine argentino y política 1980-2007 (Colihue, 2009); como co-autora, Lazos de Familia. Herencias, cuerpos, ficciones (Paidós, 2004) Espacio para la igualdad. El ABC de un periodismo no sexista (Fempress, 1996). Su producción se enmarca en los sucesivas etapas de la Programación Científica Ubacyt que, en torno de la cuestión de las imágenes en relación con la memoria, la política y el género, dirigía desde el año 1995 con sede en el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras, UBA.
Traemos el magnífico texto de Mabel en su recuerdo :
Ana ya no está
Conocí a Ana Amado en 1984. Lo que no puedo precisar es el sitio: posiblemente, fue el 8 de marzo frente al Congreso colmado de mujeres de toda estirpe en plena primavera democrática. O bien en la histórica casa Lugar de Mujer. Ambas usábamos boina. Ese toque nos unía. Eramos un grupo de periodistas feministas que íbamos de un lugar a otro, nos pasábamos datos en dónde colaborar, conocer gente interesada en escuchar nuestra arenga. Entre ellas había profesionales de talla, con un vasto recorrido: Moira Soto, María Moreno, Felisa Pintos, Nelly Casas. Los medios gráficos abrían sus puertas como las aguas del Mar Rojo. En realidad, nos fuimos conformando mientras la democracia avanzaba.Ana era corresponsal en Argentina de Fempress, la Red Alternativa de Prensa Feminista para América latina, con sede en Santiago de Chile. Una tarde me llamó para contarme que marchaba a Nairobi. A mí me resultó exótico y raro asistir a un encuentro donde concurrían más de 15.000 mujeres de todo el planeta. Ella integraba la comitiva nacional para la III Conferencia Mundial de la Mujer en Kenia. Aunque algo de eso yo estaba al tanto por otros eventos internacionales que contagiaron a muchas de mis compañeras activistas: el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano en Bogotá, en 1981, y el segundo dos años más tarde en Lima. Ana y yo teníamos amigos y amigas en común. Uno de ellos nos vinculaba con historias del pasado: Héctor Schmucler, más conocido en el ambiente como el “Toto”. Yo lo conocí en los años setenta en la carrera de periodismo en La Plata. Ella compartió el exilio en México, entre otras tantas cosas, y además fue parte del Consejo Editorial de la revista Comunicación Cultura, dirigida por él y Armand Mattelart. Apenas el Toto tomaba la carretera de Córdoba a Buenos Aires, avisaba que estaba listo para charlar largo y tendido. No siempre nos juntábamos los tres. A veces me tocaba a mí al mediodía y otras le tocaba a ella. El rito tenía su explicación. Ahora que lo pienso, aparte de la boina, del feminismo, el Toto era otro lazo que nos vinculaba y también la primera librería en Buenos Aires con café, llamada Gandhi. Su cuñado, Elvio Vitali, oficiaba de dueño y de mecenas gruñón. Era nuestro lugar en el mundo, el paraíso terrenal. Nos cruzábamos la fauna de la calle Corrientes. Tenía un sótano que nos servía para autoconvocarnos y discutir hasta quedar extenuadas. En agosto de 1986, Ana escribió un informe especial titulado Aborto para una revista de tirada masiva, Vivir. Al año siguiente, se creó la Subsecretaría Nacional de la Mujer, bajo la conducción de Zita Montes de Oca, quien constituyó el Consejo de Asesoras con más de treinta feministas. Ana estuvo allí y también en el Primer Encuentro Nacional de Mujeres. A partir de hoy debemos acostumbrarnos a decir que Ana ya no está
Una chocolatina y dos supervivientes del Holocausto
Francine Christophe (18 de agosto de 1933), superviviente del holocausto judío, tiene ahora 83 años y una cruda historia sobre su infancia a sus espaldas. A la edad de 8 años, Francine tuvo que lucir en su pecho la estrella amarilla con la palabra 'Juif' ('judío'), como muchos otros en aquella época. En 1944, ella y su madre fueron capturadas y deportadas al campo de concentración de Bergen-Belsen. Entonces, sólo tenía 11 años.
Durante el año que estuvieron capturadas, hasta que en 1945 fueran liberadas, Francine guarda entre sus recuerdos y sus memorias una historia que tiene como protagonistas dos onzas de chocolate y el bebé de una mujer con la que ella y su madre habían hecho buenas migas. Una historia que no ha dudado en compartir una vez más, en este caso, para las cámaras del documental 'Human': un proyecto a gran escala que pretende ofrecer al público la esencia de lo que significa ser 'humano' mediante historias e imágenes de nuestro mundo.
"A los deportados con suerte se les permitía entrar con una pequeña bolsa donde meter algunos enseres personales", comienza Francine su historia. La madre de Christophe metió dos onzas de chocolate en su bolsa para dársela a su hija cuando necesitase fuerzas para recomponerse. Sin embargo, Francine no las necesito. La madre pidió permiso a su niña para dárselas a su amiga Helene, a la que la falta de comida imposibilitaba casi verla, porque se había puesto de parto y pensaba que no sobreviviría.
Francine Christophe
Francine Christophe ha dedicado su vida entera a compaginar su profesión como escritora y poeta con la de oradora de la historia, contando su experiencia personal de primera mano a las generaciones siguientes en numerosas conferencias. En una de esas charlas, muchos años más tarde, Francine recibió una sorpresa de lo más inesperada: una mujer se acercó y rebuscó en su bolsillo de donde sacó una onza de chocolate y se la dio diciendo: "soy el bebé".
Un gran placer nos da el traer las palabras de un nieto a su abuela. Nos falta una foto de ella
Gloria Varona
El CD de Pedro exactamente donde lo había dejado aquel lunes nefasto, esperando encima de la mesa camilla, todo sin tocar, tal y como estaba el pasado martes: sus gafas encima de la cómoda, los discos de Ana Belén en un cajón del armario, la foto de su nieta junto a la ventana, los libros -mi libro entre ellos- acumulando polvo en una estantería que no llegó a usar.
Decir ahora que Gloria Varona murió la pasada madrugada provocará que muchos fans de la música española se asusten, pensando en la compositora de "No me importa nada", la hermana del famoso guitarrista, la que firmó letras para Miguel Ríos, Ana Torroja, Ana Belén, Luz Casal, el propio Joaquín Sabina... Mi madre, en definitiva.
Sin embargo, no es así, porque Gloria Varona nunca compuso ninguna canción; los libros mienten.
El malentendido surgió en el principio de los tiempos, cuando Pancho decidió firmar Pancho L. Varona y mi madre hizo lo mismo y entonces la "L" de López desapareció y todo se quedó en el segundo apellido, el de su madre, el de mi abuela. Francisco López pasó a ser Pancho Varona, Gloria López pasó a llevar el nombre de su madre.
No se puede decir que Gloria Varona, ahora que vamos enfocando el personaje, tuviera una vida fácil, pero tuvo una muerte orgullosa. Uno puede morir tranquilo si no sufre y si sabe que puede dejar este mundo en paz. Es el caso. Gloria vivió rodeada de sus hijos y sus nietos durante sus últimos años y los vio crecer en todas las direcciones: hacia Sanabria, hacia San Vicente, hacia la literatura, hacia la adolescencia...
Tuvo que llevar las riendas de esta familia durante mucho tiempo y la familia ha respondido. Huérfana desde muy pequeña, joven en la Guerra Civil, viuda con dos niños a los que mantener, super-abuela que se ocupó de mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, mi madurez...
Creo que lo importante no es sólo que ella pueda estar orgullosa de nosotros, es lo orgullosos que nos sentimos nosotros de ella. "Ni para morir ha dado problemas", decía mi tío ayer. Exacto, mi abuela, Gloria Varona, nunca dio ni un problema, siempre estuvo ahí para solucionarlos, angustiada demasiadas veces por no encontrar salidas mientras los años iban pasando y limitaban los caminos.
No se le puede pedir a nadie que viva para siempre. Mi abuela nunca quiso vivir para siempre, contemplaba con horror la idea de llegar a los 100 años, aunque todos pensábamos que... bueno... era vasca y muy cabezota, así que... pero no, 88 fueron suficientes. El número de flores que llegaron a lo largo del día al tanatorio de la M-30, el continuo pasar de gente dentro y fuera de la pequeña sala, los abrazos y llantos y sonrisas y recuerdos que se mezclaban en una tarde que anochece hablan bien a las claras de en qué se han convertido sus hijos.
Hablan bien a las claras de en qué los ha convertido ella.
El 28 de septiembre de 2007 mi infancia ha muerto. Viva mi infancia.
Desde aquí pidiendo que cualquier guerra sea parada, no podemos de dejar de recodar a Asia Ramazan Antar (Qamishli, 1997 – Manbiy, 30 de agosto de 2016) que perdió su vida en este año en la busqueda de sus ideales. DEP
En 2015, a pesar de la resistencia de grupos religiosos sunies conservadores, mujeres combatientes y activistas entre ellas presuntamente Asia, presionaron al Comité Central de Rojava para aprobar leyes feministas que condenen la violencia contra las mujeres, el matrimonio forzado y la poligamia. Dichas leyes fueron aprobadas, sin embargo antes de la consecución de la Federación del Norte de Siria en 2016 esas practicas ya habían sido rechazadas socialmente debido a la promoción de diferentes partidos como el Partido de la Unión Democrática (PYD) a su remoción durante el proceso revolucionario en la región.
Será recordada por sus compañeras milicianas de las Unidades Femeninas de Protección, como una persona que tenía como filosofía la sencillez y la modestia. Un combatiente, compañero suyo dijo que Asia murió por sus ideales, y que «en los medios de comunicación nadie habla de los ideales por los que dio su vida, ni qué hizo [Asia] por las mujeres en Rojava en los últimos cuatro años».
A diferencia de los medios occidentales que decidieron hacerla noticia por una cuestión ajena a su lucha, los medios locales kurdo-sirios, la mencionaron como «Mártir» sin embargo, consideraron que Asia era una luchadora más que perdió su vida luchando contra Daesh.
Asia Ramazan Antar (Qamishli, 1997 – Manbiy, 30 de agosto de 2016) también llamada Viyan Antar por su nombre de guerra fue una combatiente kurda de las YPJ (Unidades Femeninas de Protección, en kurdo: Yekîneyên Parastina Jin) convertida en un símbolo de la lucha feminista en la Revolución de Rojava y en la lucha contra Estado Islámico por activistas y medios de comunicación internacionales.
A finales de 2014 con 16 años de edad, se alista en las filas de la milicia popular de las Unidades Femeninas de Protección con objetivo de luchar contra el Estado Islámico. Siendo una de las muchas combatientes de mediana edad en la milicia kurda, esta se destaca antes los medios internacionales al ser bautizada «la Angelina Jolie kurda» por su parecido físico. Dichas comparaciones con la actriz estadounidense generaron repudio y fueron calificadas como comparaciones sexistas y una campaña de cosificación.
Nacida en el seno de una familia tracional kurda, de muy joven fue casada mediante un matrimonio arreglado por su familia. Sin embargo, a los 3 meses de casarse logra divorciarse gracias al aval de las nuevas leyes en la región kurda luego de la revolución social kurda que constatan la prohibición de los matrimonios arreglados y la poligamia. Asia recibió educación secundaria. En 2014 luego de su divorcio se unió a las filas de las Unidades Femeninas de Protección con el entusiasmo e ideal de luchar por la emancipación de la mujer de las manos de la opresión patriarcal en la región.
Son difusas las informaciones dadas por los medios occidentales respecto a su edad, sin embargo el comandante y portavoz de las YPJ Abdullah Shirin confirmó que Asia nació en el año 1997 y tenía 19 años cuando murió.
Fue descubierta a finales de 2015 cuando un reportero gráfico le tomó fotos y la describió como «la Angelina Jolie kurda». Muchos medios internacionales levantaron las imagenes convirtiendola en noticia llegando a comparla incluso con la actriz española Penelope Cruz por su parecido físico.
Tras conocerse su deceso, fue noticia una vez más, y los titulares de las noticias se reducieron a «murió la Angelina Jolie kurda» destacando en todo momento su parecido físico y poco su gran partipación en batalla contra Estado Islámico. Estas noticias fueron repudiadas por activistas y seguidores de la causa kurda e incluso por otros combatientes, señalándolas de sexistas.
La utilización de su imagen por los distintos medios para hacer comparaciones por su fisonomía generaron el rechazo de muchos activistas, quienes consideraron que las comparaciones eran parte de una banalización de su lucha por el feminismo en Rojava y su lucha contra el Estado Islámico.
La minimización de su persona por parte de algunos medios occidentales fue degradante, llegando a ser cosificada a tal punto de ser calificada como «una chica de póster, una mujer bella entre armas pesadas y municiones».
Choman Kanaani, un activista y combatiente kurdo que repudió el trato de los medios occidentales para con Asia declaró para el medio inglés de la BCC que «toda la filosofía de las YPJ es luchar contra el sexismo y el uso de la mujer como un objeto de deseo» en referencia de la postura de las YPJ ante el sexismo. «Queremos dar a las mujeres el lugar que le corresponde en la sociedad y que ellas sean dueñas de sus propios destinos. Viyan (Nombre de guerra de Asia) murió por estos ideales. En los medios de comunicación nadie habla de los ideales por los que dio su vida, ni qué hizo Viyan por las mujeres en Rojava en los últimos cuatro años» añadió.
Asia se encontraba en la ciudad de Manbiy luego de participar en la liberación de la ciudad de las manos del Estado Islámico en la Batalla de Manbiy. Fue muerta junto a demás milicianos de las YPJ e YPG durante un ataque suicida de yihadistas del Estado Islámico en un puesto de control kurdo a las afueras de Manbiy. Su muerte generó gran conmoción en Qamishli su ciudad de origen.
Fue enterrada junto a otros combatientes en Qamishli, donde fue despedida por una gran multitud.
Dorothy Johnson Vaughan (20 de septiembre de 1910 -10 de noviembre de 2008 ) fue una matemática afroamericana que trabajó en la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics), la agencia que precedió a la NASA. Antes de trabajar en el Langley Research Center de la NACA en 1943, Vaughan fue profesora de matemáticas en la escuela secundaria Moton High School en Farmville, Virginia.
Sentadas, izquierda a derecha: Dorothy Vaughan, Leslie Hunter, Vivian Adair;de pie, de izquierda a derecha: Margaret Ridenhour, Charlotte Craidon
En 1949, Vaughan se hizo cargo de la dirección de la West Area Computers, un grupo de trabajo compuesto exclusivamente de mujeres afroamericanas, especialistas en matemáticas. La matemática Katherine Johnson fue asignada al grupo de Vaughan antes de ser transferida a la División de Investigación de Vuelo de Langley.
Vaughan continuó en Langley luego de que la NACA se convirtiera en la NASA, especializándose durante el resto de su carrera en computación y en programación en FORTRAN. Trabajó en la División de Análisis y Computación del Centro de Investigación de Langley, y también participó en las pruebas del proyecto SCOUT (Solid Controlled Orbital Utility Test system) en la instalaciones de la Wallops Flight Facility.
Su cometido dentro de la NASA, fue vital para que John Glenn orbitara alrededor de la Tierra o para que Neil Armstrong caminara sobre la Luna.
Se retiró de la NASA en 1971, y murió el 10 de noviembre de 2008.
Rosario Robles, nació en la Ciudad de Ciudad de México; es Licenciada en Economía por la UNAM y tiene una Maestría en Desarrollo Rural. Su trayectoria política la inicia en la UNAM como integrante del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), y en 1989 fue fundadora del PRD. En 1994 fue electa diputada federal por éste partido continuando con una carrera política llena de éxitos y con un compromiso feminista continuo .
Patricia es integrante de "Vidas feministas" preciosa iniciativa mexicana que recupera el camino recorrido por algunas de ellas y su relevante contribución para avanzar en el acceso de los derechos humanos de las mujeres en las últimas décadas
Estas feministas, históricas, paritarias e igualitarias, no le han fallado a su Matria, han sido impulsoras de importantes avances en el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres y niñas desde diversas trincheras. Mirar este avance a través de sus historias de vida, también nos ayuda a encontrar las similitudes, las diferencias, los distintos puntos de salida y el mismo punto de llegada que es la vida, la dignidad, la libertad, la seguridad y la justicia para las mujeres.
“Cuando una mujer se empodera, tiembla el sistema patriarcal”
Fue la primera mujer que gobernó la Ciudad de México (1999-2000), su desempeño fue valorado como positivo. Pasó a la historia por ampliar las causales legales del aborto en el Distrito Federal (por eugenesia y violación sexual).
"Seguiremos en la lucha a favor de la vida y la salud de miles de mujeres en la ciudad y el resto del país, por una sociedad laica, cuyos signos sean la esperanza, la libertad, la tolerancia y el respecto a la diversidad", dijo luego de que fue aprobada su iniciativa, conocida como “Ley Robles”.
A lo anterior se sumaron sus logros políticos como secretaria de Gobierno al impulsar un nuevo Código Electoral para el Distrito Federal, crear el Instituto Electoral del DF y apoyar la participación ciudadana con las figuras del plebiscito, consulta popular y referéndum.
Rosario organizó, junto con la UNESCO, un Encuentro de Experiencias Latinoamericanas sobre Gobernabilidad Democrática y Participación Ciudadana, el cual contó con la asistencia de alcaldes y representantes de los gobiernos de 31 ciudades de América Latina.
En 1997 fue nombrada secretaria de Gobierno al arribar al poder en el DF Cuauhtémoc Cárdenas. En septiembre de 1998, Robles fue designada por la Asamblea Legislativa del DF para sustituir a Cárdenas tras su renuncia al cargo para competir en la elección presidencial del año 2000.
En 2002, Rosario ganó la presidencia del PRD. Desde ese cargo partidista se comprometió a que el PRD consiguiera el 20 por ciento de los votos en las elecciones legislativas de 2003, y que de no conseguirlo renunciaría a su cargo. Logró con creces su objetivo.
En 2003, como parte de las conmemoraciones por el 50 aniversario de la obtención del voto femenino, Robles logró reunir a figuras tan disímbolas como Patricia Mercado, Elba Esther Gordillo o Martha Sahagún. Ante las críticas, ella señaló que a pesar de sus diferencias políticas todas buscaban el bien de México y la mayor participación de las mujeres mexicanas en la política.
En 2004, los llamados videoescándalos desalentaron la carrera política de Rosario Robles y retomó proyectos personales. En 2007, fundó Sostén Centro de Inteligencia, al lado María de las Heras, Margarita Jiménez Urraca, Ana Vásquez Colmenares y Rocío Bolaños, con el fin de asesorar a las mujeres políticas.
Posteriormente Rosario participó en el Canal de Cable Aprende TV con el programa Encuentros y Desencuentros, en el que es analista política, y también en el programa Mujeres en el Risco de Televisión Mexiquense. Ella nos hereda su lucha por el reconocimiento de las mujeres mexicanas en la política.
De diciembre de 2012 hasta agosto de 2015 fue secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de la República, actualmente es secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Gobierno de la República. Es autora y coautora de varios libros y artículos, así como conferencista sobre temas de pobreza, la situación del campo y la equidad de género en México.
Esther Miriam Zimmer Lederberg (18 de diciembre de 1922 - 11 de noviembre de 2006) fue una microbióloga estadounidense, pionera en genética bacteriana. Sus contribuciones más notables incluyen el descubrimiento del virus bacteriófago λ, la transferencia de genes entre bacterias por transducción especializada, el desarrollo del método de réplica en placa para el cultivo de bacterias y el descubrimiento del plásmido F o factor de fertilidad.
Sus hallazgos fueron cruciales para avanzar en la comprensión de cómo se regulan los genes, cómo fragmentos de ADN se rompen y recombinan para hacer nuevos genes y cómo se inicia el proceso de elaboración de ARN a partir del ADN y como se detiene. Ella trabajó con muchos de los mejores científicos de investigación del siglo 20, y los descubrimientos de varios ganadores del Premio Nobel, aparte de su primer esposo Joshua Lederberg, no podrían haber sido realizados sin sus contribuciones. "Ella desarrolló procedimientos de laboratorio que todos nosotros hemos utilizado en la investigación", dijo Falkow.
Lederberg también fundó y dirigió el ahora extinto Plasmid Reference Center en la Universidad de Stanford, donde mantenía, nombraba y distribuía plásmidos de muchos tipos, incluyendo aquellos con resistencia antibiótica, resistencia a metales pesados, virulencia, conjugación, colicinas, transposones, y otros factores desconocidos.
El microbiólogo Stanley Falkow afirmó que Esther Lederberg "experimental y metodológicamente, era una genia en el laboratorio." Aun así, a pesar de que Esther Lederberg fue una investigadora pionera, afrontó retos significativos como científica en los '50 y '60.
Según Luigi Luca Cavalli-Sforza, colaborar con su marido le dificultó tener una carrera estable e independiente. Esther Lederberg tuvo que luchar para obtener un puesto de trabajo en la Universidad de Stanford. En 1974, un cambio en la política de aquella universidad la hizo pasar de Científico Senior a ser Profesora Adjunta, una posición más desfavorable en algunos aspectos.
Allan Campbell hizo notar la injusta actitud de Stanford hacia las mujeres científicas en una carta de recomendación para Esther Lederberg escrita en 1971: "pienso que ella es muy valiosa para la Universidad y merece un ascenso de acuerdo a las costumbres habituales de su departamento (por ejemplo, que su Comité de Promoción de las Mujeres la recomiende de la misma manera que un Comité de Promociones de los Varones haría ascender a un científico hombre)
Esther Miriam Zimmer nació en el Bronx, Nueva York, en 1922 durante la Gran Depresión, su comida era a menudo un trozo de pan sobre el que su madre esparcía el zumo de un tomate.
Zimmer destacó en sus estudios. Cursó sus estudios secundarios en Evander Child's High School en el Bronx, donde se graduó a los 16 años. Recibió una beca para estudiar bioquímica en el Hunter College, en Nueva York, donde se graduó en 1942. Entre 1941 y 1942, Zimmer trabajó en el Jardín Botánico de Nueva York, investigando en Neurospora crassa.
Tras su graduación, Zimmer trabajó como ayudante de investigación en el Instituto Carnegie de Washington (más adelante, Laboratorio Cold Spring Harbor). En 1944 obtuvo una beca en la Universidad Stanford como ayudante . Se trasladó a California, y tras un verano de estudios en la Estación Marina Hopkings con Cornelius Van Niel, comenzó una maestría en genética. Durante su estadía en Stanford trabajó con Edward Tatum, de Yale, en genética bacteriana y obtuvo su título de maestría en 1946.7
Se casó con Joshua Lederberg en 1946, tras lo cual comenzó a trabajar en su doctorado en la Universidad de Wisconsin. Su tesis fue sobre el control genético de mutabilidad en la bacteria Escherichia coli. Esther terminó su doctorado bajo el patrocinio de R. A. Bring, en 1950, el mismo año que descubrió el ciclo lisogénico del bacteriófago lambda.
Esther y Joshua Lederberg se divorciaron en 1966.
Toda su vida tuvo afición a la música, con especial dedicación a la música antigua. Fue miembro fundadora de la Mid-Peninsula Recorder Orchestra en 1962, que presidió durante varios años. Consciente de que gran parte de la música antigua era realmente música de danza, Lederberg estudió también danza Renacentista e isabelina. Le gustaba la música sinfónica, la ópera, y las operetas de Gilbert y Sullivan. Esta afición le hizo encontrarse con Matthew Simon con quien se casó en 1993.
Esther Miriam Zimmer Lederberg murió el 11 de noviembre de 2006, a los 83 años.
Hay
algo profundamente radical, subversivo, en la literatura de Pilar
Pedraza (12 de octubre de 1951). Y no solo en sus temas y personajes, sino en la coherencia
de su obra, y en la perseverancia de la autora en escribir lo que
desea y le gusta, sin dejarse llevar por la tentación del éxito
rápido y masivo. Eso es muy difícil de encontrar en los tiempos que
corren. Sin duda es por ello que Pedraza ha logrado reunir un público
adicto, fiel hasta la muerte, nunca mejor dicho, dados los asuntos
que trata en sus creaciones.
El
20 de octubre de 2016, en un cálido acto en el Museo Romántico de
Madrid, la escritora recibió el Primer Premio Sheridan Le Fanu,
otorgado por la Semana Gótica de Madrid (excelente idea dar al
galardón el nombre de aquel gran autor irlandés que escribió
Carmilla
(1872) esa deliciosa narración sobre una vampira lesbiana). Un
premio más que merecido a toda su carrera, «en reconocimiento a una
trayectoria literaria que mantiene vivo el espíritu de la literatura
gótica».
Pilar
Pedraza nació en Toledo en 1951, aunque ha vivido desde hace muchos
años en Valencia, donde se doctoró en Historia del Arte y dio
clases en la Universidad sobre cine, una de sus especialidades. Ha
escrito varios ensayos sobre las mujeres en las artes, el cine y la
literatura: La
bella, enigma y pesadilla: (esfinge, medusa, pantera) (1983,
reeditada en 1991), Máquinas
de amar: secretos del cuerpo artificial (1998),
La
mujer pantera: Jacques Tourneur (1942) (2002),
Espectra:
descenso a las criptas de la literatura y el cine (2004),
Venus
barbuda y el eslabón perdido (2009)
y Brujas,
sapos y aquelarres (2014).
Pese a su evidente erudición, parece que prefiere los márgenes y,
lo abyecto, lo que queda «fuera de», en lugar de la pulcritud
celeste de las alturas académicas. Afortunadamente.
Además,
tiene una espléndida obra de ficción fantástica, que inició en
1984 con la novela Las
joyas de la serpiente.
Siguió La
fase del rubí
(1987), uno de sus libros más conocidos, reeditado recientemente por
Valdemar, donde desde hace algunos años publica de manera
continuada. La
fase del rubí puede definirse como una
novela sadiana,
cuya protagonista, Imperatrice, es una versión italiana, sofisticada
y hasta risueña, de Erzébet Báthory, la Condesa Sangrienta, la
noble húngara que en la primera mitad del siglo XVII hizo asesinar a
más de seiscientas muchachas jóvenes y vírgenes para bañarse en
su sangre y satisfacer su sadismo. Sobre la áspera y taciturna
Condesa escribió la poeta argentina Alejandra Pizarnik, una obrita
breve que es una auténtica joya, con ese título, La
condesa sangrienta
(1971), y está la biografía de Valentine Penrose, titulada
igualmente La
comtesse sanglante (1962),
traducida al castellano por la editorial Siruela. Tras La
fase del rubí
vendrán otras novelas como La
pequeña pasión (1990),
Las
novias inmóviles
(1994), Paisaje
con reptiles
(1996), Piel
de sátiro (1997),
La
perra de Alejandría
(2003), El
síndrome de Ambras
(2008), Lucifer
Circus
(2012), Lobas
de Tesalia
(2015) y Mystic
Topaz
(2016).
Y
en cuanto a relatos, todavía puede encontrarse en librerías Arcano
trece
(2000), una muy buena recopilación de sus narraciones cortas, aunque
ha publicado asimismo bastantes cuentos en antologías colectivas,
revistas y webs.
La
literatura fantástica de Pedraza, que algunxs gustamos de llamar
«gótica», y que tiene desde luego elementos de terror y repulsión,
no hiela la sangre sin embargo, para eso mejor ponerse frente al
Telediario. Su narrativa está configurada por el interés por la
muerte, lo macabro y sus criaturas, vampiros y revénantes,
en especial estos últimos seres que vuelven de la muerte, frontera
que solo se debe cruzar en una dirección, pues de lo contrario nos
encontraremos con lo siniestro,
otro de los elementos fundamentales de la obra de Pedraza, como ella
misma explica; lo siniestro es, según Freud,
aquello que habiéndonos sido familiar, acogedor, tranquilizador, nos
resulta de pronto extraño
y amenazante, y también lo
que debería permanecer oculto pero sale a la luz.
Y asimismo gusta la autora de lo cruel y sadiano,
que no necesita llegar a lo sangriento aunque aparezcan muchas
vísceras y cadáveres; y es que el Marqués de Sade, escritor
favorito durante muchos años de Pedraza, nos muestra la hipocresía
de una sociedad burguesa que quiere ocultar sus propios pecados bajo
la máscara de la virtud, y asimismo el mal que todos llevamos dentro
y no queremos reconocer. Lo híbrido y lo monstruoso, también son
elementos recurrentes; pero el monstruo no es una figura negativa,
todo lo contrario: resulta revulsiva, y acaso liberadora y catártica
de muchos tabúes sociales. De ahí que campen por sus respetos, en
las páginas de la autora, gentes trans, andróginas, intersexuales o
hermafroditas (dudo que a ella le disguste este último término
porque ama la mitología). Hay poco espacio para el amor romántico,
o más bien ninguno, pero sí para una sexualidad libre y placentera.
En sus últimas novelas, lo cruel se atempera y lo tenebroso se
mezcla con una vitalidad que siempre ha aparecido en sus libros, y
ahora cobra más fuerza, al igual que lo sensual, la juventud y el
disfrute de todo lo que merece ser gozado.
Voy
a comentar ahora algunas de sus últimas novelas, cuyas reseñas no
están en el blog.
La
novela Lucifer
Circus
(2012) sitúa su acción a finales del siglo XIX y principios del XX.
Se nos cuenta la historia de un circo con toda su troupe.
La narradora, Gemma, conocida también por Chinita,
es una mestiza, hija de una trapecista china y un empresario catalán
que dirige el circo y gusta de encontrar novedades para su negocio
que atraigan público. Eso le llevará hasta Java en busca de
animales híbridos entre tigre y león. Allí descubrirá algo mejor
todavía, a Kreata, una muchacha considerada especial y casi sagrada
que sufre de hipertricosis, lo que la va a convertir en un monstruo
de feria, nunca mejor dicho, a causa de ese hibridismo que se
interpreta entre lo humano y lo animal aunque ella sea plenamente
humana. Ya en Europa y de gira por diversos países y ciudades,
Kreata se convertirá en objeto de contemplación por parte del
público, de estudio para Charles Darwin, y de deseo no solo para
algún admirador particularmente fascinado por ella, sino para
integrantes de sectas religiosas y ocultistas.
El tema de la mujer
barbuda y peluda ya lo trató Pedraza en su ensayo Venus
barbuda y el eslabón perdido
(2009), así como en su novela El
síndrome de Ambras (2008).
En Lucifer
Circus
hay de nuevo criaturas que nos deleitan a lxs amantes de las
identidades de género perversas.
Hay mujeres con apariencia masculina o que se travisten de hombres;
está Ma Blonde, persona intersexual o hermafrodita que vive como
mujer aunque con una acusada apariencia y actitud ambiguas. Además
de estas condiciones de género intermedio hallamos esa atmósfera
cosmopolita donde se mezcla lo monstruoso con lo refinado, y se nos
describen magníficos trajes y joyas más bellas todavía. Hay una
sensualidad que se muestra desde el propio lenguaje, una belleza y
vitalidad que no quita fuerza a lo freak,
pero quizá lo hace menos revulsivo, y la ardiente juventud de muchos
personajes, atractivos por demás, nos compensa de lo repugnante. La
androginia y el hermafroditismo se presentan como una suerte de
armonía entre lo masculino y lo femenino, que se puede considerar
nos devuelve a aquella unidad perdida de la que nos hablaba Platón
en El
banquete (–308).
Es una historia madura y brillante, de las mejores de Pedraza, ideal
para empezar a conocer su obra si no se la ha leído.
Lobas
de Tesalia
apareció en 2015. Está narrada en primera persona por su
protagonista, Lupercia, que vive en la Roma posterior a Nerón, y es
una viuda todavía joven, farmaceuta de profesión, aunque este
oficio tiene más que ver con la herboristería, la elaboración de
remedios curativos con hierbas, de perfumes y elixires varios, que
con otro tipo de medicina más elaborada. Se trata pues de una
brujería de «baja intensidad», la brujería por cierto que
reivindica el feminismo por su oposición a una medicina más
«oficial» y patriarcal, y que es ejercida por unas mujeres que casi
siempre, sobre todo de la mano de las religiones, serán duramente
castigadas por su libertad y autonomía. Lupercia vive acompañada de
dos esclavas, la vieja Demetria, excelente cocinera, y la joven
Cátula, huérfana a la que ha prohijado aunque la chica tiene un
carácter difícil.
El
conflicto de la novela se inicia al fallecer Póstuma, amiga de la
infancia y comadre de Lupercia, también hechicera pero con más
nivel, y experta en los poderes sanadores de las gemas. Durante su
sepelio, cuando va a ser incinerada, ocurre un extraño fenómeno
meteorológico, y cae un rayo sobre el cadáver, el cual queda más
maltrecho todavía que después del accidente en que se rompió la
crisma. Además, desaparece una de sus manos, donde llevaba un
hermoso berilo. Lupercia va descubriendo poco a poco que el espíritu
de su amiga no descansa en paz, y que una hechicera de Tesalia, una
tal Ericta, ha huido a su país llevándose la mano de la muerta.
Mientras el cadáver no se recomponga y se lo despida adecuadamente
en su camino hacia el Hades, tiene la seguridad de que Póstuma va a
convertirse en un espectro maligno o «larva»,
que hará la vida imposible a sus propias hijas y a su antigua
compañera. Por amistad y lealtad, la viuda romana decide ir en busca
de Ericta y de la mano.
Inicia
así un viaje en el que estará acompañada por Cátula, el ex
gladiador, Lycofrón, que ejerce de guardaespaldas, y un joven
etrusco, Veyano. En el camino coincidirán con Macaria, también con
grandes conocimientos de hechicería,
que por solidaridad se une al grupo en su misión.
Se
trata de un viaje de ida y vuelta, por tierra y por mar, por Italia y
por Grecia, viaje de búsqueda y descubrimientos, odisea llena de
obstáculos para vencer y de un aprendizaje que adquirir. Ese viaje
iniciático y maravilloso que es un topos
literario. Hay esperanza y miedo en la ida, y melancolía y graves
amenazas también al retornar. Que la protagonista sea una matrona
romana es una circunstancia tan peculiar como atractiva. La historia
pues se sitúa en un pasado real, en la Edad Antigua, al igual que
otra novela de la escritora, La
perra de Alejandría
(2003). Pero no se trata de novelas históricas, sino como la propia
autora ha indicado en entrevista, «de
fantasías de ambiente. No me interesa la novela histórica
propiamente dicha. Lo que trato de hacer es poner en pie mundos
autónomos que tengan el colorido de otras épocas, y que, por ser
lejanos, me permitan licencias y caprichos».
El
protagonismo femenino es muy relevante al igual que en libros
anteriores de la escritora. En la novela las mujeres colaboran entre
sí, como amigas y aliadas, frente a una antagonista también
femenina, Ericta. En ningún momento aparece esa rivalidad envidiosa
que tantas veces se nos ha atribuido. De hecho, hay relaciones
eróticas y sexuales entre las protagonistas, además de las que
mantienen estas con los varones. Estos, Lycofrón, Veyano y en la
segunda parte de la novela el marino Céfalo, un atractivo pirata que
pone el «punto
canalla», tienen un papel más secundario. Es posible que
otros escritores, en una ficción con un personaje como el
exgladiador, hubieran incluido más de una escena de mamporros, que
aquí faltan; estamos ante una narrativa que explora el territorio de
la crueldad y el mal, pero no el de la violencia física e inmediata.
En todo caso las mujeres no se arredran ante estos hombres, sean
amables o amenazadores. Y como de costumbre, la autora nos regala
unas pinceladas cuir,
por ejemplo con Veyano, quienculto,
refinado y andrógino, rompe el estereotipo masculino patriarcal.
Además se nos va a descubrir la intersexualidad de otro personaje.
Tras
Lobas
de Tesalia,
Pedraza ha publicado Mystic
Topaz
(2016), donde recopila una serie de textos cortos aparecidos antes en
la web El
Butano Popular.
Son historias que se ensartan como perlas de un collar, en torno a un
establecimiento que vende piedras semipreciosas y objetos esotéricos.
Debe tenerse en cuenta que la escritora sabe mucho y gusta de todo lo
relacionado con el esoterismo o también la muerte, pero desde un
punto de vista literario, sin que suponga que crea en ello, del mismo
modo que las y los escritores de ciencia ficción no tenemos por qué
creer en la existencia de vida extraterrestre. Y como de costumbre,
hay inteligentes dosis de ironía y unas protagonistas con su punto
de torpeza pero también de fuerza y arrojo para enfrentarse a las
fuerzas de lo fantástico.
Y
por último, en la actualidad se están publicando, en la web La
charca literaria
nuevos textos de la escritora fantástica, en esta ocasión sobre el
amor, o más bien Eros, el diosecillo mitológico que va haciendo de
las suyas entre sus camaradas del Olimpo. Ideal para amantes de la
mitología. ¿Recordáis esas series estadounidenses de jóvenes
brujas buenas enamoradas de apuestos diablos, tipo Embrujadas?
Pues eso ya era moneda común en el Olimpo, cuyas divinidades más o
menos celestiales y claramente infernales no solo andaban a la gresca
sino también batallaban en campos de pluma (de las del colchón y de
la pluma gay), añado. Aquí va el vínculo:
http://lacharcaliteraria.com/author/pilarpe/.
Termino con el
enlace a una entrevista realizada a la autora, precisamente durante
la Semana Gótica. Merece la pena escuchar sus palabras en su propia
voz: