Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo CBE (Ciudad de Buenos Aires, 7 de abril de 1890 – Beccar, 27 de enero de 1979) fue una escritora, intelectual, ensayista, traductora, editora y mecenas argentina.
Victoria Ocampo nació en Buenos Aires en una familia aristocrática tradicional argentina formada por el ingeniero de caminos Manuel Ocampo y Ramona Aguirre, que le proporcionaron una exquisita educación en francés, inglés y español. Tuvo cinco hermanas, entre las cuales está Silvina Ocampo, también escritora y esposa de Adolfo Bioy Casares. Con un profundo conocimiento cultural y un amor por las letras que trascendió más allá de su desaparición física, Victoria Ocampo logró en su vida llevar adelante todas las empresas que se había propuesto, convirtiéndose no sólo en escritora, sino también en ensayista, traductora y una de las intelectuales más destacadas de su país.
En 1912, contrae matrimonio con Bernardo de Estrada, pero estando de luna de miel por Europa descubre una carta de su esposo hacia su padre en la que aseguraba que sus delirios por ser actriz desaparecerían cuando quedara embarazada. Irritada, se divorcia al poco tiempo. Pocos años más tarde conocería a José Ortega y Gasset y ambos quedan prendados de una amistad que duró mucho tiempo. En 1920 publica su primera nota en el diario La nación, donde habla de la desigualdad entre los seres humanos, y cuatro años publica su primer libro, De Francesca a Beatrice, comentado por su amigo Ortega dentro de una edición de la prestigiosa Revista de Occidente. Sin embargo, muchos la recuerdan sobre todo por haber fundado en 1931 la mítica revista Sur.
La revista Sur en poco tiempo se transformó en uno de los medios de mayor influencia en el ámbito literario, con colaboraciones de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Ernesto Sábato y Julio Cortázar, entre otros, y también en el campo político con una clara tendencia antiperonista, a partir de la llegada al poder del General Juan Domingo Perón, que la mete presa por oligarca disidentes en 1953. La revista se mantuvo en circulación durante cuatro décadas. Su participación en diferentes movimientos intelectuales y antifascistas le valió el nombramiento como Presidenta de la Unión de Mujeres Argentinas, cuyo fin era luchar para obtener la reforma de la ley que establecía los derechos de las mujeres casadas. Murió en 1979 y durante ese año, comenzaron a publicarse los seis volúmenes de su Autobiografía, que había comenzado a escribir muchos años atrás. Mathias Weise
En lo que respecta a Victoria, hay que decir que ella dedica su trabajo a la lectura e interpretación de las mujeres en las artes, hasta el punto de que entre sus propios libros, destacaremos su estudio sobre Dante, De Francesca à Beatrice (1924) lo que era su primera publicación cuando tenía 33 años de edad; a continuación, La mujer y su expresion , seguido de una obra dedicada a Emily Bronte, y más tarde Diario Viginia Woolf en Do (1954). Laura Testoni
Victoria Ocampo (1890-1979) decía que el pudor es el principal enemigo de la literatura y de la mujer. Por eso pisó fuerte, miró hondo y escribió largo. Por eso dejó a su paso una estela de intentonas románticas, trató de tú a Camus, a Ortega o al mismísimo Borges y se desvistió hasta el esqueleto en su vida y en su obra: lo mismo eran. Explica el escritor Carlos Pardo -que ahora ha recuperado el trabajo casi extinto de la intelectual argentina en Darse: autobiografía y testimonios- que Ocampo era carne de memorialismo, ese género denostado de malditos estomagantes y niños del lumpen rabiosos de psicólogo: "Siempre se ha considerado una escritura experimental propia de mujeres, homosexuales, outsiders...". También apostilla que la religión nunca ha visto con buenos ojos la autobiografía. "El catolicismo siempre ha prohibido el autoexamen y la autoindagación: ella tuvo que enfrentarse a una moral circundante bastante severa".
Pocos textos hay, en palabras de Pardo, "tan severos y tan sinceros en el autoanálisis" como los de la bomba Ocampo. Su mirada de mujer fatal se giraba también hacia sí misma -cuchillo y hacia adentro- en busca de una honestidad casi pornográfica. Escrutó sus propios celos, su deseo; confesó sin paños calientes que era adúltera, que no vivía con su marido y que creía en el amor libre. Con esa intensidad añeja -relaciona Pardo- que trae algo de Proust. Lorena G. Maldonado
Apuntes sobre la Revista Sur...
Me preguntaba, porqué empecé a tomar estos apuntes, y como en tantas otras oportunidades no encontré la respuesta... Posiblemente para una persona de tan escasos conocimientos, fue simplemente una forma de satisfacer mi curiosidad... para no quedarme con la idea que “los de sur” eran un grupo de intelectuales burgueses en busca de su propia popularidad... como dijo Victoria Ocampo a Ortega y Gasset tras la aparición del primer número de Sur “Aquí la revista ha sido acogida como si todas las semanas salieran revistas semejantes. Han dicho que bien podía pagarme ese lujo”
Tal vez simplemente lo hago, como dijo Borges porque ... "lo que un hombre puede saber es muy poco"...
En 1966 Victoria Ocampo, decía: "Lo malo de contar la historia de una revista de 35 años (ya son 36), es que uno olvida muchos detalles. Y sin detalles todo pierde sabor y hasta sentido".
Supongo que en 75 años más detalles habrán quedado en el olvido, diría afortunadamente para Sur y para el común de los humanos...
Ahora que empiezo con estos apuntes pienso que no tienen ninguna pretensión, veamos ...
EL COMIENZO...
Fundada y dirigida por Victoria Ocampo (1891-1979), SUR se convirtió en una de las más importantes revistas literarias del mundo. Desde el primer número, aparecido en el verano de 1931 hasta el número 371 publicado en 1992, ofreció a sus lectores colaboraciones de destacados escritores argentinos y extranjeros: Jorge Luis Borges, José Ortega y Gasset, Alfonso Reyes, Adolfo Bioy Casares, Pedro Henríquez Ureña, Octavio Paz, Jules Supervielle, Silvina Ocampo, Ramón Gómez de la Serna, Eduardo Mallea, Federico García Lorca, Virginia Woolf y tantos otros importantes escritores que a través de sesenta años hicieron de SUR un fresco imprescindible de la cultura del siglo XX.
Si bien en el N° 1 de Sur, Victoria Ocampo en su “Carta a Waldo Frank” explica que la idea de fundar una Revista se las transmite el propio Waldo, y que el nombre fue finalmente elegido de una lista sugerida, por Ortega y Gasset : “Entonces llamé por teléfono a Ortega, en España. Esas gentes tienen costumbre de bautizarnos... Así, Ortega no vaciló y, entre los nombres enumerados, sintió enseguida una preferencia: Sur me gritaba desde Madrid”. Indagando un poco más sobre los orígenes de Sur, encontramos en el N° 303 – 304 – 305 de Noviembre de 1966 a Abril de 1967 ( un solo ejemplar que condensaba los tres números) la historia más detallada contada por su protagonista. Victoria Ocampo, que dice:
“Como ya he repetido hasta el cansancio, pesó más que todo en la balanza un acontecimiento fortuito: la llegada del norteamericano Waldo Frank (el autor de España Virgen) a Buenos Aires, en gira de conferencias, y mi encuentro con él y con quien traducía las conferencias del nuevo amigo. El traductor, argentino de 25 años, era autor de un libro de cuentos y redactor de La Nación: Eduardo Mallea. Tanto Frank como su traductor decretaron que una revista tenía que nacer de nuestro encuentro. Se necesitaba. Creían –no me explicaba yo bien la razón de tal creencia- que yo estaba destinada a emprender la tarea. Ya sabemos que a la madre, en todo nacimiento, le toca la parte menos placentera.
Agregaré (aunque Ortega aconsejaba que nunca se subrayara lo obvio) que yo era una autodidacta. La educación que se les daba a las mujeres en mi juventud (reinaban en la Argentina los prejuicios victorianos, más los españoles) era sumamente pobre. En las clases altas, eso si, las chicas aprendían idiomas con sus institutrices. Menos mal. Cuando empezó la aventura de Sur yo ya había publicado, tímidamente en La Nación, algunos artículos. Pero estos “ensayos” en nada justificaban que tomara las riendas de una revista. Fue el caso típico de “ por falta de hombres buenos a mi padre lo hicieron alcalde”. La improvisación sudamericana en todo su esplendor. Sin embargo, hombres buenos (adecuados a semejante empresa) los había. Pero tal vez se necesitaba alguna otra condición de que los hombres buenos disponibles carecían, sin dejar de ser buenos”
“ Hojeando un diccionario de la Academia (lectura que tanto me recomendaba Ricardo Baeza, pues soñaba con que yo adquiriera un vocabulario decente y escribiera “judía” en vez de “chaucha”, “americana” en vez de “saco”, “puertecita” en vez de “puertita”, “melocotón” en vez de “durazno”, “albaricoque” en vez de “damasco”, “bolso” en vez de “cartera” ... etc) di por casualidad con el vocablo “mula” y la definición siguiente: “Cuadrúpedo de unos 12 decímetros de altura, hija de asno y de la yegua, o de caballo y asna. Es menos ágil que el caballo y más que el asno, y excede a entrambos en fuerza y sufrimiento” Esta definición me aclaró providencialmente el panorama. No fue preciso que continuará indagando. Doy por sentado que Waldo Frank y Eduardo Mallea, sin comunicármelo, sospecharon que yo pertenecía a la raza subalterna de cuadrúpedos. Por ser bastardos no dejan de ser resistentes y de rendir servicios al hombre. Ciertos generales soñaron, incluso, con tenerlos a su disposición para cruzar abruptas montañas inexploradas y adornadas de precipicios ( aunque se presenta siempre a los generales montados en briosos corceles)
“ Esa es, por lo menos, mi interpretación del nacimiento de Sur y de mi participación en él. No puede haber una más certera por aquello de que “ de hombre es errar, y de bestia perseverar en el error”. Si Waldo Frank y Mallea cometieron un error al elegirme, yo lo agravé perseverando. Alguna vislumbre de mi calidad de mula tuvo también el Conde de Keyserling, puesto que en una carta del 25 de febrero de1939 me escribía desde Darmstadt : “Si. Lo recuerdo ahora. Creo que Usted nació de tarde. Un siete de abril. Por mis cálculos es usted de Aries y capricornio. Un tesón de primera”.
Esta, por consiguiente, es la historia verídica aunque abreviada de una revista y de una editorial, contada por una mula solitaria. El decir solitaria no implica negación o desconocimiento de la gran ayuda recibida. Y si no temiera ser mal interpretada, afirmaría que mucho les debo a algunos caballos.”
Victoria Ocampo, escribió este y otros interesantísimos comentarios sobre Sur en el prologo de este número triple, comentarios a los que haré referencia cada vez que sea necesario.
Vale la pena destacar que entre 1931 y 1966 se editaron 305 números de la revista, y en los siguientes 26 años se editaron solo 67 números.
Victoria Ocampo viajó a lo largo del mundo lo que le permitió entrar en contacto con los principales exponentes de la literatura y el ámbito intelectual;
En 1941, se instaló definitivamente en su residencia Villa Ocampo —actualmente perteneciente a la UNESCO—, que se convirtió en lugar de recepción de figuras extranjeras como Rabindranath Tagore, Roger Caillois, Ernest Ansermet o Indira Gandhi, entre otros.
Única latinoamericana presente en una de las sesiones de los Juicios de Núremberg, militó activamente en la oposición al peronismo, motivo por el cual fue arrestada durante 26 días en 1953. Fue presidenta del Fondo Nacional de las Artes desde 1958 a 1973 y recibió diversas distinciones así como doctorados honoris causa por varias universidades y la Orden del Imperio Británico concedida por la reina Isabel II. En 1977, se convirtió en la primera mujer en ser elegida miembro de la Academia Argentina de Letras.
https://www.pinterest.com/pin/541557923914873030/
http://www.universalmedios.com.ar/efemerides/195875/
http://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-660046055-autobiografia-ii-el-imperio-insular-victoria-ocampo-ed-sur-_JM
https://lesetincellesdesmots.wordpress.com/traductions/english/victoria-ocampo-lynchpin-of-argentinas-intellectual-scene/
http://loff.it/society/efemerides/victoria-ocampo-escritora-trasgresora-valiente-y-libre-235908/
https://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_Ocampo
http://www.elespanol.com/cultura/libros/20160615/132737224_0.html
http://revistasur.blogspot.com.es/
https://www.escritores.org/biografias/295-victoria-ocampo-aguirre
No hay comentarios:
Publicar un comentario