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lunes, 21 de agosto de 2017

Miguelina Acosta Cárdenas anarquista, abogada, feminista y educadora



Miguelina  Acosta Cárdenas ( 23 de noviembre del año 1887 -26 de octubre de 1933 ) 
Anarquista, abogada, feminista y educadora. Nació en Yurimaguas, en el seno de una familia dueña de una plantación cauchera en Loreto. Su padre la envió a estudiar a Suiza. A su retorno al Perú fundó la primera Escuela de Señoritas de su ciudad natal y la primera escuela de educación inicial. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Lima con el ánimo de cursar estudios universitarios, pero al no serle reconocidos sus estudios en Europa y tuvo que volver a cursarlos. Ingresó a la Facultad de Letras y más tarde a la Facultad de derecho y jurisprudencia de la Universidad de San Marcos.

Colaboró de cerca con Pedro Zulen y Dora Mayer en la Sociedad Pro-Indígena. En 1915, al decir de Jorge Basadre, fue la intermediaria de Zulen frente a Dora Mayer en su intento de suspender su relación de pareja.

En 1917, Miguelina al lado de Dora Mayer, fundó la revista La Crítica. Formalmente fue su codirectora hasta el año de 1920. Está publicación fue vocero de las preocupaciones indigenistas, feministas y sindicales. Miguelina atendió la gravísima problemática indígena en las plantaciones de caucho de la Amazonía. Fue la más tenaz defensora de los indígenas amazónicos, sin menoscabo de su solidaridad con los movimientos obreros, indígenas y campesinos de las demás regiones del país.

Adhirió al movimiento obrero, durante la lucha por la jornada de las 8 horas y en la del Paro contra el alza de las subsistencias: 1918-1919. En este último, se desempeñó como Presidenta del Comité Femenino Pro Abaratamiento de las Subsistencias, destacando por su labor en la conducción y agitación, en los medios obreros. En 1919, participó activamente en el movimiento de Reforma Universitaria.

Su firme adhesión al feminismo motivó que fuese elegida presidenta de la Federación de Universitarias Peruanas que aglutinaba a estudiantes y profesionales interesadas en consolidar un espacio de reconocimiento público y estrechar vínculos con sociedades afines de otros países. Asumió cargos en las sociedades feministas: «Evolución Femenina», «Sección femenina de la Liga Agraria» y de su anexo «El Bazar Nacional» y de la «Sociedad Labor Feminista».

Su adhesión al feminismo quedó reflejada en su tesis, para optar el Bachillerato en Jurisprudencia, en junio de 1920, misma que lleva por título, Nuestra Institución del Matrimonio refleja la condición jurídica y social de la mujer. Puso especial atención en la vulnerabilidad de la mujer casada frente a su cónyuge. Tres meses después, fue reproducida en la revista La Crítica.



El 23 de mayo de 1923, en Lima, tuvo destacado liderazgo en la realización de la jornada por la libertad de creencia y en contra de la consagración del Corazón de Jesús, como culto único y oficial. Viajó a Jauja para impartir la conferencia inaugural de la Universidad Popular «González Prada» a principios del mes de marzo de 1924, según dieron cuenta los periódicos proletarios La Voz del Obrero (Jauja) y El Obrero Textil (Lima).

Se doctoró en leyes con la tesis intitulada Reformas necesarias del código civil común peruano tendientes a hacer efectiva la igualdad civil y jurídica del hombre y la mujer. Participó como disertante y comentarista en la Conferencia Pan Americana de Mujeres (Lima, 1924). Su ponencia «Creación de maestros rurales ambulantes» reveló el influjo que suscitaron en ella las misiones culturales en México promovidas por José Vasconcelos. Con nuevos elementos la publicó en el número 12 de la revista Amauta, febrero de 1928. Formó parte de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad en el Perú.

Fue asesora y propagandista de la Federación Indígena Obrera Regional Peruana (FIORP). Participó en la conducción de algunas experiencias de organización sindical y acción huelguística campesina, como la propiciada en la hacienda Palpa, el año de 1925.

En 1926, con motivo de la inauguración de la empresa editora «Amauta», asistió en calidad de invitada al lado de Dora Mayer. Colaboró ocasionalmente en las páginas de El Obrero Textil durante los años 1919, 1924 y 1925, y en 1928 en la revista Amauta publicó: «Los educacionistas suizos pide la abolición de la milicia.»(núm.11, enero de 1928: 99-100).

Fue partidaria de un sistema flexible de educación de los niños indígenas a través de lo que llamó «escuelas rurales ambulantes» desde un criterio más cercano a los nuevas orientaciones pedagógicas y a la realidad nacional. Colaboró en el suplemento de la revista Amauta: «Proceso al Gamonalismo» (1928), y un año más tarde, publicó otro artículo educativo de combate a propósito de la demanda de los educadores suizos de abolición de la milicia.

Mariátegui reconoció en ella una gran conocedora de la problemática amazónica, más allá de sus disensos sobre la crisis cauchera y la condición colonial de dicha región: «Quiero considerar con la más amplia justicia las observaciones de Miguelina Acosta. Una de éstas, la esencial es que de la sociología de la Montaña se sabe muy poco….en la Montaña, o más propiamente hablando en el departamento de Loreto, existen pueblos de costumbres y tradiciones propias, casi sin parentesco con las costumbres de las tradiciones de los pueblos de la Costa y de la Sierra. Loreto tiene indiscutible individualidad en nuestra sociología y nuestra historia. Sus capas biológicas no son las mismas. Su evolución social se ha cumplido diversamente.

A este respecto es imposible no declararse de acuerdo con la doctora Acosta Cárdenas, a quien toca, sin duda, concurrir al esclarecimiento de la realidad peruana con un estudio completo de la sociología de Loreto. »

Miguelina no pudo cumplir con este deseo de Mariátegui, la cárcel y la deportación sufridas durante el gobierno de Augusto B. Leguía conspiraron contra ello.

Miguelina osciló entre su ideario anarquista y feminista, y su adhesión a una rama internacional teosófica hinduista. Militaba en la sociedad Mixta «Igualdad» Nº 636. Concurrió a las reuniones con el teósofo hindú C. Jinarajadasa que les otorgó el reconocimiento de su hermandad internacional El 19 de abril de 1929, ella, al lado de   Zoila Aurora Cáceres, Laura Farje de Leo y María Negrón Ugarte, aparecieron como socias fundadoras. Falleció el 26 de octubre de 1933.



Referencias bibliográficas:

ACOSTA, M. Escuelas rurales ambulantes. Para la Educación de los niños indígenas. Ponencia a la II Conferencia Panamericana de Mujeres. El Proceso al Gamonalismo. Boletín de Defensa Indígena (Lima), Febrero de 1928, núm. 5.
_____ «Los educacionistas suizos piden la abolición de la milicia», Amauta (Lima) núm. 21 especial, pp. 99-100.
«Apuntes para construir la Historia de la Masonería liberal en el Perú», Fénix, Journal Masónico (Lima) núm. 137, 13 de agosto de 2006.
MAYER, D. Memorias, Rosa Bocciolini, Y. Cadia, R. Jiménez en M. Pinto ed. Lima 1992, p. 226.
MARIÁTEGUI, J. C. 7 Ensayos de Interpretación de la realidad Peruana, Amauta, Lima, 1957.
MEJÍA, J. y DÍAZ, R. Sindicalismo y Reforma Agraria en el valle de Chancay, Lima. IEP. 1975.
SÁNCHEZ ORTIZ, G. La prensa obrera, 1900-1930: (análisis de El obrero textil), Lima: Ediciones Barricada, 1987, p.56.
El Obrero Textil (Lima) núm. 5, primera quincena de marzo de 1924; La Crítica (Lima) 1917-1920.

http://aquellascosasqueanadieimportan.blogspot.com.es/2010/03/miguelina-acosta-cardenas-una-semblanza.html

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