Teresa (Teté) Casuso Morín (Madruga, Cuba, 10 de agosto de 1912 – Miami, EE. UU., 28 de julio de 1994)
Escritora, poetisa, actriz, diplomática, traductora y destacada luchadora por la democracia y la libertad de Cuba.
Nació en Madruga, Provincia Habana el 10 de agosto 1912. Sus padres la bautizaron con el nombre de Lorenza Teresa Inocencia Casuso y Morín, luego todos la llamarán simplemente “Teté”
Tuvo una niñez errante. Su padre, que formaba parte de un equipo de ingenieros constructores de líneas férreas para el transporte de cañas a los nuevos centrales azucareros, se veía precisado a cambiar con frecuencia el sitio de residencia de la familia; desde una finca tabacalera en Pinar del Río, la más occidental de las provincias, hasta la más oriental.
La familia se muda definitivamente a La Habana en 1926, con el fin de que pueda estudiar formalmente y se prepare para ingresar en la Universidad. En seis meses concluyó los estudios primarios y se presentó a un examen de ingreso a la Escuela Normal para Maestros de La Habana, el que aprobó con nota excelente.
En 1929 matriculó en la Escuela de Pedagogía de la Facultad de Letras y Ciencias de la Universidad de La Habana.
Participó activamente en las reuniones y algazaras que constantemente se sucedían en la Universidad y comenzó a destacar como líder del estudiantado. Fue elegida miembro del Consejo de Gobierno de la carrera de Pedagogía, más tarde ingresó en el Ala Izquierda Estudiantil.
En 1930 se casa con Pablo de la Torriente Brau , en septiembre su esposo cae gravemente herido en la manifestación. Después de su recuperación, es enviado a la prisión del Castillo del Príncipe y posteriormente al Presidio Modelo de Isla de Pinos.
A principios de mayo de 1933 cuando es amnistiado Pablo, parten juntos al exilio a bordo del vapor español Cristóbal Colón, que va rumbo a Europa. El día 21, durante una escala del buque en Nueva York deciden quedarse allí. Son retenidos en el centro de detención de Ellis Island durante varios días. Finalmente se les autoriza la entrada a los Estados Unidos el 26 de mayo de 1933.Permanecen en Nueva York hasta el regreso a Cuba, tras la caída del dictador Gerardo Machado el 12 de agosto.
En 1933 bajo el título de Versos míos de la libreta tuya, su esposo publicó los poemas que ella le envió durante su estancia en el Presidio Modelo.
En medio de la agitación del país y los bruscos cambios políticos que se sucedían tras la caída del dictador Machado, finalizó los estudios de Filosofía y Letras en la Universidad. Anteriormente se había graduado como Maestra Normal. Después del fracaso de la huelga general de 1935 y bajo la brutal represión desatada por el coronel Fulgencio Batista, se ve de nuevo obliga a partir al exilio de Nueva York, donde ya se encontraba su esposo.
La dura vida de exiliado se hace sentir. Intenta trabajar en diferentes fábricas, pero no da la medida. Pasó entonces un curso sobre enseñanza de idiomas en la Universidad de Columbia y consigue dar algunas clases de español. Conjuntamente con Pablo funda el Club José Martí, donde se reunían los exiliados para estudiar, dar mítines y editar un periódico que enviaban clandestinamente a Cuba. En julio de 1936 estalla la Guerra Civil Española y… «Pablo quiere ir allá; piensa que sus consecuencias podrán influir en el futuro rumbo de Cuba y del Mundo».
Después de la partida de su esposo para la guerra de España en agosto de ese año, regresa a Cuba. Ya en la isla mantiene una intensa correspondencia con Pablo, hasta que este cae herido de muerte en Majadahonda, cerca de Madrid, el 19 de diciembre de 1936.
En ese mismo año aparecen publicados seis de sus poemas, seleccionados por el escritor español Juan Ramón Jiménez, en el libro La Poesía Cubana en 1936.
El 19 de abril de 1937 participa, con la lectura de varios poemas, en el homenaje póstumo a Pablo de la Torriente Brau celebrado en el Teatro Auditórium de La Habana, con motivo de habérsele otorgado a este, el Premio Justo de Lara 1936 por su crónica "Guajiros en Nueva York", publicada en la revista Bohemia.
En marzo del propio año, junto a un grupo de destacados intelectuales cubanos, funda la “Asociación de Auxilio al Niño Español” entidad filantrópica pro España republicana de cuyo Comité Directivo es elegida miembro. Bajo el patrocinio de esta institución se envían a España varios barcos con alimentos y se funda en la playa de Sitges la Casa- Escuela Pueblo de Cuba, para niños huérfanos de la guerra.
Con el fin de publicar un libro con las crónicas de guerra escritas por su fallecido esposo, marcha a México y luego a Nueva York en busca de los manuscritos, que no aparecen por parte alguna. En esta ciudad escribe las Cartas de Nueva York que fueron publicadas en el diario mejicano El Nacional a finales de 1937, cuando regresa a México con la promesa que le serían enviados los reportajes de Pablo.
Pasó más de un año sin que le enviaran las referidas crónicas, hasta que después de innumerables gestiones con el presidente del entonces denominado Partido Socialista Popular (antiguo Partido Comunista) Juan Marinello, consiguió que se las entregaran.
En la capital azteca le llega la oportunidad de cumplir su sueño de ser actriz, de la mano del fotógrafo y autor mejicano Gilberto Martínez Solares, a quien conoció en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios. El fotógrafo, le propone realizar unas pruebas de cámara, de las que resulta el ofrecimiento de un papel en la película Padre de más de cuatro del director Robert Quigley, que se estrenó en México Luego actuó en la película El señor alcalde, con la que Gilberto Martínez Solares hace su debut como director en el mundo cinematográfico. También en 1938 contrajo segundas nupcias con el joven escritor mejicano Ernesto Madero Vázquez.
El 31 de marzo de 1939 arribó a Cuba en compañía de su nuevo esposo, que recién comenzaba su carrera diplomática en la Embajada de México en La Habana. Al desembarcar encuentra una ciudad muy distinta a la que había abandonado dos años atrás. La brutal represión desatada por el régimen lo había consolidado en el poder, instaurando el silencio por la fuerza de las armas.
«Como acostumbra a suceder después de una época agitada y revolucionaria, había en Cuba y en la Universidad un silencio de cansancio, un gran olvido y una actitud desmoralizada y conservadora. A los valerosos muchachos desarmados sucedió una generación gansteril.»
Ante esta situación de calma se dedica a estudiar y ampliar sus horizontes culturales.
Participó en el acto homenaje al poeta español Miguel Hernández, celebrado el 19 de agosto de 1939 en La Habana, tras haberse propagado la falsa noticia de su fusilamiento en Madrid.
Con el fin de perfeccionar y profundizar en las técnicas de actuación, se integra al primer grupo de alumnos de la recién inaugurada Academia de Artes Dramáticas de la Escuela Libre de La Habana, donde fue discípula, entre otros, de José Rubia Barcia, Ludwig Schajowicz, Lorna de Sosa y Alejo Carpentier y el ilustre profesor alicantino Juan Chabás .(32)
En la propia escuela, en 1941, bajo la dirección del austriaco de origen judío Ludwig Schajowicz, participa en el estreno de la obra El Aniversario, que fue el primer montaje de una obra de Anton Chejow realizado por artistas cubanos. El elenco estaba integrado además por Marisabel Sáenz, Alejandro Lugo y Manuel Estanillo.(33) También en ese año sube a las tablas bajo la dirección de la norteamericana Lorna de Sosa, para actuar junto a Manolo Pérez en la obra en un solo acto Becky Sharp, basada en un capítulo de la novela de William Makepeace Thackeray La Feria de las Vanidades.(34)
Sus inquietudes intelectuales la animaron a escribir la novela Los Ausentes, en la que relata sus experiencias personales de la vida en el exilio junto a Pablo y otros jóvenes revolucionarios, que en la década de los treinta del siglo XX, perseguidos por la brutal represión gubernamental, tuvieron que abandonar la isla y buscar refugio en Norteamérica.
Cuando en 1944 se divorcia de su segundo esposo marcha a México, donde publicó su novela Los Ausentes, que resultó premiada, representando a Cuba, en el II Concurso Latinoamericano de novelas patrocinado por «Farrar and Reinhardt» de Nueva York y auspiciada por la Unión Panamericana de Washington.(35)
En Ciudad México se reencuentra con sus antiguos amigos. Es de nuevo contratada y actúa con roles secundarios en tres nuevas películas: Amor prohibido, del director Arcady Boytler, estrenada en México el 19 octubre de 1945.(36) Amor de una vida, dirigida por Miguel Morayta, (37) y El tigre de Jalisco, dirigida por René Cardona, c(38) película que sirvió de colofón a su corta carrera en la gran pantalla.
Su excelente traducción de la obra Nuestro pueblo de Thornton Wilder, fue llevada a escena con gran éxito en La Habana bajo la dirección de Rubén Vigón e interpretada por alumnos de la Academia Municipal de Arte Dramático, continuación de aquella Academia de Artes Dramáticas de la Escuela Libre de La Habana, en la que había estudiado.(39)
A finales de 1948 realiza una corta visita a Cuba. Prío la nombra agregada comercial de la Embajada cubana en México, cargo que ejerce conjuntamente con el de agregada cultural.(40)
En 1950 formó parte de la delegación cubana a la Conferencia General de la UNESCO. Viajó varios meses por diversos países de Europa, durante los cuales acumuló gran cantidad de información, que utilizó para escribir su libro Recuerdos de un viaje a Europa publicado en 1951, en el cual narra de forma amena su recorrido por las principales capitales y centros culturales de ese continente. Con la publicación del libro su situación económica mejoró sensiblemente y pudo invitar a sus padres a conocer el país azteca.(41)
Tras el incruento golpe de estado perpetrado por Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, queda cesante de su cargo en la Embajada cubana, por lo que tiene que regresar a sus antiguas labores de escritora de argumentos y guiones cinematográficos y la realización de traducciones. Paralelamente escribe dos obras de teatro: Utopía, que se estrenó en octubre de 1955 y Aprendiz de Ángel, que ella misma produce y dirige. También pasó cursos de arte y arqueología en la Universidad de México.(42)
El mismo día, 21 de julio de 1956, en que terminó de escribir el libro Bienvenida la Vida, leyó en un diario mejicano la noticia referente a un grupo de cubanos presos en la Cárcel de Inmigración del D. F., detenidos cuando recibían instrucción y preparaban una expedición a Cuba para derrocar a Batista y decidió brindarle su apoyo y solidaridad a aquel grupo de paisanos. «…quería comunicarme con aquellos muchachos cubanos presos, que me daban lástima con su montón de ilusiones y tan fuera de la realidad ».(43)
La tarde siguiente, en compañía del fotógrafo español Néstor Almendros, realiza una visita a la cárcel donde conoce a los detenidos y a su líder Fidel Castro. A partir de ese momento presta apoyo incondicional a aquel grupo de jóvenes y su casa, situada en la calle Sierra Nevada 714, Lomas de Chapultepec, se convierte en centro de conspiración y almacén de muchas de las armas que llevarían en su expedición a tierras cubanas.
A principios de agosto viaja a Miami con la misión de entrevistarse con su amigo, el ex presidente Carlos Prío Socarrás y recabar su ayuda al ya denominado “Movimiento Revolucionario 26 de Julio”. Producto de su gestión Prío entrega a Castro una gran suma de dinero para financiar la expedición y la compra del Yate Granma, en el que parten hacia Cuba el 25 de noviembre de ese año de 1956.(44)
A consecuencia de una delación, el sábado 17 de noviembre es detenida cuando agentes de la Dirección Federal de Seguridad allanaron su casa, así como la contigua, donde arrestaron otros dos cubanos implicados: Pedro Miret y Ennio Leyva. En los registros realizados la policía incautó gran cantidad de armas y municiones. Los tres fueron conducidos a la Cárcel de Inmigración, donde permanecieron incomunicados. Tras ocho días de detención Teté fue trasladada a la Cárcel de Mujeres, de donde sale en libertad provisional el 11 de diciembre, cuando ya el grupo expedicionario había desembarcado en Cuba y pasado su bautismo de fuego en el combate de Alegría de Pío.(45)(46)
Desde entonces hasta finales de 1958 su casa continuó siendo centro de actividades subversivas y de apoyo a los revolucionarios que combatían en las montañas de la Sierra Maestra. «En esa época fui también el chofer que transportaba las armas, la enfermera que inyectaba, la encargada de escribir artículos a favor de la revolución, coser uniformes…»(47)
Temprano en la mañana del 1º de enero de 1959, recibió la noticia de la huida del dictador Batista y por propia iniciativa se hizo cargo, como embajadora «de facto», de la embajada de Cuba en México, en nombre de un nuevo gobierno revolucionario que, aun en aquellos momentos, no había asumido el poder en La Habana.(48)(49)
El día 26 de enero regresó a Cuba y Fidel Castro, que habitaba entonces en el Hotel Habana Hilton, la nombra su Jefa de Prensa. Después de Celia Sánchez, secretaria personal y Jesús Yánez Pelletier, jefe de la escolta, era la tercera persona más allegada a Castro en esos momentos. Organizó, entre otras, la famosa entrevista de este con el presentador televisivo norteamericano Jack Paar, que trasmitió en su programa The Jack Paar Show y en el cual el líder revolucionario afirmaba que ni él, ni la revolución que encabezaba, eran comunistas. Preparó, organizó y participó en la gira por los Estados Unidos de América, Canadá y América del Sur, que realizó el Primer Ministro Fidel Castro a finales de abril de 1959.(50)
Su descontento iba en aumento a medida que observaba la forma caótica en que se realizaban los cambios políticos y económicos y el descontrol en el nuevo gobierno.
«…Fui amargamente convenciéndome de que no se puede gobernar a nadie si no puede uno autogobernarse. Fidel estaba perdido en el poder y por eso lo enmarañaba todo, y buscaba soluciones estruendosas porque no sabía devolvernos la paz y el orden.»(51)
Decide alejarse de las esferas del poder, porque…«La admiración, bien lo sabía, se conserva mejor desde lejos, como los mitos»(52) Entonces solicita el nombramiento como delegada de Cuba ante las Naciones Unidas, cargo que le es concedido y que asume en septiembre de 1959. (53)(54)
Tras varios meses de activa labor en las Naciones Unidas, realiza una gira por Suramérica y en Buenos Aires participa en una conferencia Internacional. En junio de 1960 regresa a Cuba. Lo que vio y apreció en aquellos momentos lo expresó con las siguientes palabras:
«Sentí alrededor mío el silencio y hasta el temor a hablar de mis amigos. Comencé a indagar. Empecé a ver los resultados de año y medio de Gobierno “revolucionario”. Cuanto había temido estaba ya ocurriendo: Fidel Castro dictador, y la paidocracia en el poder seguía de mal en peor cometiendo errores.»(55)
Regresó a Nueva York con la firme decisión de renunciar a su cargo y acogerse una vez más al exilio. «En la Misión de Cuba ante la ONU debía atender periodistas, defender al Gobierno. Había en perspectiva charlas en universidades, mítines. Eso sí que no lo haría más»(56)
El 13 de octubre de 1960 deposita en el correo una carta para el gobernante Fidel Castro, en la que renuncia a su cargo y acusa a su régimen de haber convertido a Cuba en un estado policial, donde no existía garantía alguna para la vida y los derechos del ciudadano.(57)(58)
Un mes más tarde comenzó a escribir su libro “Cuba y Castro”, en el que después de exponer en un breve resumen la historia de Cuba y su relación con los EE. UU., relata los hechos que le tocó vivir de cerca en las distintas fases de la evolución política de Cuba y traza un perfil sicológico del entonces joven dirigente de la revolución cubana, que resume en el siguiente párrafo:
«…Fidel es únicamente un político y un agitador hambriento sólo de una cosa: poder. Aunque se atribuya ésta o aquélla carece de ideología alguna. Se mimetiza según le convenga para mantener el poder. En función de agitación y política hace todo lo que hace. Vive para impresionar y buscar el rugido de la multitud. […] Comenzó tal vez con buena intención, mas como no pudo sacrificar su ego ni coordinarlo con los demás repartiendo poder y responsabilidades, ha acabado siendo un absurdo tirano».
Distintas ediciones del libro en tres idiomas, fueron publicadas internacionalmente en 1961.
Con posterioridad se radicó en la ciudad de Miami donde logró reencontrarse con sus ancianos padres en 1965. Llevó una vida discreta, sin involucrarse decididamente en actividades políticas. Regresó a sus antiguas labores de traductora, profesora y trabajó también como editora de la revista femenina “Vanidades”.
En 1980 le diagnosticaron el mal de Alzheimer, por lo que fue ingresada en un hogar de convalecientes donde falleció, sin dejar descendencia, el 28 de julio de 1994.
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https://es.wikipedia.org/wiki/Teresa_Casuso_Mor%C3%ADn
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