Acerca de nosotras ·

miércoles, 14 de febrero de 2018

Etty Hillesum, mente lúcida y esperanzada que transitó la oscuridad del nazismo.




Ester "Etty" Hillesum (Middelburg, 15 de enero de 1914 - Auschwitz, 30 de noviembre de 1943) fue una joven judía neerlandesa que mantuvo un diario durante la Segunda Guerra Mundial.

Etty escribió un diario entre los años 1941 y 1943, que testimonia su propio fin en un campo de concentración de Auschwitz. Se parece al diario de Anne Frank, pero escrito por una mujer de 27 años.

El libro tuvo gran resonancia en Países Bajos y es considerado un documento de gran valor. Ha sido traducido a varios idiomas.

Su nombre era Ester y había nacido en Middelburg, donde su padre enseñaba lenguas clásicas. Luego se trasladaron a Tiel, a Winschoten y finalmente, en 1924 se establecieron en Deventer, pequeña ciudad de la Holanda oriental. Tenía dos hermanos varones, Mischa (nacido en 1920) y Jaap (nacido en 1916).

Etty y sus hermanos eran muchachos muy inteligentes y dotados. En los años de Deventer la orientación de Etty no estaba todavía bien definida. Era una muchacha brillante, intensa, que tenía la pasión de la lectura y del estudio de la filosofía. 

Etty, en Ámsterdam, obtuvo su primer diploma en jurisprudencia, y luego se inscribió en la facultad de lenguas eslavas. Cuando comenzó a estudiar psicología, estalló la guerra.

El 15 de julio de 1942, gracias al interés de algunos amigos, Etty encontró trabajo como dactilógrafa en una de las secciones del Consejo Hebraico. Como en otros territorios ocupados, esta organización había nacido bajo la presión de los alemanes y actuaba de puente entre los nazis y la población judía.

Desde agosto de 1942 hasta el fin de septiembre de 1943, Etty se ofreció voluntaria para trabajar como asistente y enfermera en el campo de concentración de Westerbork, como enviada del Consejo. Gracias a un permiso especial de viaje, pudo volver una docena de veces a Ámsterdam. Actuó como correo de la resistencia y llevaba consigo cartas y mensajes de los prisioneros, además de recoger medicinas para llevar al campo. Se siente solidaria con la persecución sufrida por los demás judíos y comienza un camino de interiorización que expresa con gran profundidad en sus diarios.

Su salud era a menudo pésima, y una de sus licencias la pasó en el hospital de Ámsterdam.

Mientras seguía aumentando el número de deportaciones de civiles judíos en 1943, Etty llegó a la conclusión de que la prisión era inevitable y se negó a aceptar los escondites que se le ofrecieron. Se entregó a las SS el 6 de junio de 1943, junto a sus padres y hermanos. La última parte del diario fue escrita después del primer mes en prisión en el campo de Westerbork. Algunas de las últimas frases dicen:

Etty dejó sus diarios a unos amigos, con los que también mantuvo una larga correspondencia durante su encarcelamiento en Westerbork.

Este intercambio terminó con una tarjeta postal con fecha del 7 de septiembre de 1943, arrojada desde un camión de ganado, que describe la repentina inclusión de ella y su familia en un transporte hacia Auschwitz, que salió con 987 reclusos, incluidos 170 niños. La postal se despide con estas palabras: «Me esperaréis, ¿verdad?».

Se conocen ocho personas que sobrevivieron a este transporte. 

Los diarios de Etty fueron publicados por primera vez el 1 de octubre de 1981, 38 años después de su muerte. Años después se publicó el diario completo y las cartas escritas en el campo de Westerbork. El libro se convirtió rápidamente en todo un éxito en Países Bajos, especialmente al tratarse de una persona que eligió voluntariamente la deportación, una judía que se solidariza con los demás perseguidos.

Etty, al sentir que no volvería, había pedido a su amiga María Tuinzing que conservara sus diarios y los diera a conocer luego de que la guerra hubiese terminado, a Klaas Smelik y a la hija de este, Johanna. Klaas Smelik era el único escritor que conocía, y esperaba que él le habría de encontrar un editor.

La singularidad de su testimonio radica en su valor humano, ético y trascendental.




El convoy, dirigida por André Bossuroy, 60 min., 2009.3​ Alexandra y Florian, dos estudiantes neerlandeses, viajan por las carreteras de Europa en plan road-movie (‘película de carretera’) en busca de las discriminaciones que aún asolan las sociedades europeas. Se sienten inspiradas por la lectura del diario íntimo de Etty Hillesum, escrito en Ámsterdam entre 1941 y 1943.


https://www.casadellibro.com/libro-el-corazon-pensante-de-los-barracones-cartas/9788476586099/802903
https://es.wikipedia.org/wiki/Etty_Hillesum

No hay comentarios:

Publicar un comentario