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domingo, 25 de noviembre de 2018

Jineth Bedoya Lima periodista y activista colombiana


Jineth Bedoya Lima ( 22 de octubre de 1974) es una periodista y activista colombiana contra la violencia de género. Es iniciadora de la campaña "No es hora de callar" que denuncia la violencia sexual y reclama a las supervivientes que alcen la voz contra la violencia de género. Ella misma en el año 2000 fue víctima de secuestro, tortura y violación sexual por parte de paramilitares cuando realizaba un reportaje en una cárcel a las afueras de Bogotá.​ La fecha en la que ella fue secuestrada y agredida sexualmente, el 25 de mayo, fue declarada en agosto de 2014 con un decreto presidencial Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia sexual en el Contexto del Conflicto Armado Interno.​ En la actualidad es subdirectora del diario El Tiempo.


Debutó profesionalmente en el noticiero Alerta Bogotá, de Radio Uno, en 1997 y desde un principio tuvo como foco de trabajo la situación de las cárceles una trabajo por el que empezó a recibir amenazas. En 1999 desde El Espectador,  empezó a divulgar sus nuevos hallazgos del universo carcelario.

El 25 de mayo de 2000, a los 26 años, fue engañada con una supuesta entrevista en la Modelo cuando investigaba sobre casos de tráfico de armas, desapariciones y homicidios que involucraba funcionarios y miembros del grupo militar Autodefensas Unidas de Colombia. En la puerta de la cárcel fue interceptada por tres hombres que la subieron en un vehículo, la drogaron, torturaron y violaron durante 16 horas. Pasado este tiempo fue abandonada en una vía que sale de la ciudad hacia los llanos orientales, en un sector despoblado cerca de Villavicencio.

De acuerdo con Bedoya, los hombres que la secuestraron se identificaron como miembros del grupo paramilitar  quienes afirmaron que le estaban enviando un mensaje al periodismo en Colombia.​

 Apenas unos meses después del asalto, Bedoya regresó a su ritmo cubriendo la sangrienta guerra civil de Colombia, en la que al menos 44 periodistas fueron asesinados y otros 33 secuestrados en la última década. Bedoya fue contratada por El Tiempo  en 2001 y fue encargada del cubrir temas judiciales entre los que se encontraban los grupos paramilitares.

El 8 de agosto de 2003, viajó a la ciudad de Puerto Alvira para informar acerca de la toma por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por más de un año, forzando a sus 1100 habitantes a producir cocaína. El líder de la guerrilla ordenó el secuestro de Bedoya y su fotógrafo inmediatamente llegaron al área les quitaron sus cámaras y ropa. Aunque el dirigente de las FARC había ordenado que no se hablara a los periodistas ni fueran alimentados, las mujeres de la ciudad continuaron llevándoles alimentos. La gente de la población trato sin éxito de alertar la Cruz Roja acerca del secuestro y un sacerdote local advirtió que la guerrilla planeaba llevarlos al bosque y asesinarlos. Sin embargo, poco tiempo después los periodistas fueron liberados. A su regreso Bedoya escribió una historia acerca de las condiciones de vida en un territorio controlado por las FARC, siendo prudente de no incriminar a alguno de los ciudadanos que la ayudaron.

En noviembre de 2010, Bedoya publicó su libro Vida y muerte del Mono Jojoy acerca de Víctor Julio Suárez Rojas, mejor conocido como el "Mono Jojoy", uno de los dirigentes de las FARC que recientemente había sido dado de baja. El libro afirmaba que el Mono Jojoy había ordenado el asesinato del entonces periodista de Caracol Radio Néstor Morales. En respuesta a esto la agencia de noticias aliada de las FARC Nueva Colombia la acuso en su sitio web de ser una agente de inteligencia militar, lo que causo que la Fundación para libertad de prensa y "Periodistas canadienses para la Expresión Libre" emitieran declaraciones de preocupación por su seguridad.


Jineth Bedoya se atrevió a contar por primera vez públicamente la historia de su violación en 2009​ a partir de una iniciativa de Intermon Oxfam para denunciar la violencia sexual en Colombia. Desde entonces lidera la campaña "No es hora de callar" reclamando que las mujeres denuncien las agresiones sexuales y denunciando la violencia de género. “Tras el secuestro guardé silencio porque pensaba que como periodista no podía identificarme como víctima. Además, sentía tal vergüenza que para mí era imposible siquiera hablarlo con mi madre. Y era consciente de que aunque denunciase, no iba a pasar nada y yo me iba a desgastar en ese proceso” ha explicado sobre su propio proceso.

En 2011, tras contar su caso en Colombia en un programa de televisión de máxima audiencia, la investigación judicial, que volvió a estancarse poco después, se reactivó.

25 de mayo, día por la dignidad de las víctimas de violencia sexual
En agosto de 2014 el presidente colombiano Juan Manuel Santos presentó el decreto presidencial 1480 consagrando el 25 de mayo, fecha de la violación y tortura que sufrió Jineth Bedoya, como "Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de la Violencia Sexual en el marco del Conflicto Armado Interno". El presidente explicó que el decreto era una medida de reparación de su caso, contribuyendo a la vez a dignificar simbólicamente a todos y todas las víctimas y sobrevivientes de este crimen. "Este decreto para la opinión pública que no conoce bien fue una solicitud de Jineth Bedoya" destacando la valentía de la comunicadora para "superar ese drama y ese dolor"​ La primera vez que se conmemoró el día fue el 25 de mayo de 2015.

Jineth ha combinado su trabajo periodístico con el apoyo a grupos de víctimas sobrevivientes en Colombia, así como con el activismo en favor de los derechos de las mujeres y en rechazo de todos los tipos de violencias contra ellas.

Jineth ha formado parte de una delegación de víctimas que ha participado en las negociaciones para el proceso de paz en La Habana entre el Gobierno colombiano y las FARC.



El caso fue “puesto en conocimiento de la Fiscalía y de la CIDH desde el 2 de junio del año 2000”, pero “los avances judiciales fueron mínimos".

La investigación estuvo congelada por más de una década en la Fiscalía General de la Nación de Colombia, hasta que Bedoya, apoyada por la Fundación para la Libertad de Prensa e Intermón Oxfam llevó su caso Comisión Interamericana de Derechos Humanos​ de la OEA  una denuncia contra el estado colombiano en mayo de 2011.

La entonces fiscal Viviane Morales entendió que había una deuda del Estado. El expediente fue clasificado como delito de lesa humanidad, por tanto imprescriptible, y la investigación empezó a moverse.

En agosto de 2011, el paramilitar Alejandro Cárdenas Orozco, ante una fiscal de Justicia y Paz, confesó su participación en el secuestro, y un año después fueron vinculados al expediente dos sujetos más: Mario Jaimes Mejía, alias el Panadero, y Jesús Emiro Pereira, alias Huevoepisca.

En junio de 2014, Cárdenas Orozco se retractó de su confesión y aseguró que había mentido a petición de Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, quien le ofreció recompensa. Aunque esta declaración entrabó el caso no fue obstáculo para que la fiscal 49 especializada de Derechos Humanos persistiera en sus pesquisas y determinara cómo se planeó la acción criminal contra Jineth Bedoya.

Según un testigo el proyecto fue concebido por Ángel Gaitán Mahecha y Miguel Arroyave, dos pesos pesados del paramilitarismo entonces recluidos en la Modelo, y su ejecución quedó a cargo de Mario Jaimes Mejía, alias el Panadero, a quien Arroyave le había servido de padrino en el bautizo de un hijo.

En julio de 2014 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos encontró evidencia de que este caso se debía revisar y pronunciar sobre esa acción judicial y lo acepto.

En 2016 la periodista descartó conciliar con el Estado ante la CIDH y denunció que todavía faltaba el castigo a los autores intelectuales del crimen y a policías y militares implicados. Además, recalcó que las condenas contra ¨el Panadero y a alias JJ habían llegado no por una acción eficiente del Estado sino por su esfuerzo periodístico y la presión mediática que generó el caso.​ Bedoya aseguró que en marzo recibió una amenaza del grupo Águilas Negras, nacido tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a mediados de la década pasada.


En 2000, Bedoya fue galardonada con el Premio CJFE  patrocinado por la asociación de Periodistas canadienses para la Expresión Libre.
En 2001, fue galardonada por la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios.  Luego Jineth afirmaría que el premio le ayudó a continuar después del primer ataque.
En 2012 fue distinguida por Premio Internacional a las Mujeres de Coraje entregado anualmente por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.


Desolación y dolor.
 Eso es lo que afrontan las víctimas de violencia sexual. No importa si ocurrió hoy, hace un mes o 30 años atrás.

El impacto en el cuerpo y la vida de las niñas y mujeres que han tenido que padecer uno de los crímenes más abominables en la historia de la humanidad, es una lápida que se lleva a cuestas silenciosamente y que cuando menos se espera, pesa más que otros días y deja a sus víctimas expuestas, nuevamente desnudas, estigmatizadas y condenadas a responsabilizarse de una culpa que solo debe estar en manos del victimario.

Por eso, revelar la verdad y asumir esa culpa por parte de los responsables es tal vez de las pocas acciones que pueden dar tranquilidad a las víctimas. Es en parte lo que pretende el informe del Centro de Memoria Histórica con su investigación y publicación, pero es una verdad coja producto del cinismo de los responsables y los pocos casos que se logran concretar con nombres, por la falta de denuncia.
 Jineth Bedoya Lima   25 de noviembre 2017 


https://es.wikipedia.org/wiki/Jineth_Bedoya
https://www.eltiempo.com/justicia/delitos/jineth-bedoya-lima-habla-sobre-informe-de-violencia-sexual-155140
https://www.ifex.org/noimpunity/cases/jineth/es/

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HH

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