Beate Auguste Klarsfeld (13 de febrero de 1939, Berlíeate Augusten) nombre de nacimiento Beate Auguste Künzel, es una famosa 'cazadora' de criminales de guerra nacionalsocialistas que escaparon tras la II Guerra Mundial. Junto a su marido, Serge Klarsfeld, realizó numerosas campañas de búsqueda, acoso, desprestigio y denuncia contra exnazis que no habían sido condenados por sus crímenes, tanto en Europa como en países de América del Sur, logrando que posteriromente fueran "cazados" (apresados), juzgados y condenados. Ha denunciado también la pasada militancia nazi de otros importantes políticos y funcionarios europeos.
Beate Künzel es hija de un soldado de las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi . Vivió en Alemania durante la II Guerra Mundial. A los 21 años se trasladó a Francia para estudiar y trabajar como au pair. Conoció en París a Serge Klarsfeld en 1963 y contrajeron matrimonio el mismo año. A través de su marido se integró al ambiente intectual francés y se interesó por la historia de Alemania y por la suerte de los judíos durante la Segunda guerra mundial.
Comenzó a trabajar como secretaria bilingüe en la Oficina franco alemana para la juventud, una institución orientada al acercamiento de las juventudes de ambos países, y se fue interesando en la política alemana, luego se inscribió en el SPD, ya que se sentía próxima al pensamiento de Willy Brandt, pero en 1966, la formación de la llamada Gran Coalición en la RFA, que incorporaba al SPD al gobierno alemán, la impulsó a escribir un artículo donde denunciaba la pasada militancia nazi de Kurt Georg Kiesinger, lo que consideró inaceptable. Los artículos causaron su despido de la Oficina franco-alemana para la juventud. Decidió entonces buscar apoyo entre los políticos de Francia y en la comunidad judía de dicho país, lo que la llevó a conocer a Simon Wiesenthal. Continuando con sus investigaciones, descubrió que la Oficina franco-alemana para la juventud estaba administrada por Walter Hailer, un ex funcionario nazi.
En 1968 llamó la atención internacional al abofetear al canciller alemán, Kurt Georg Kiesinger, un antiguo nazi que se había convertido en el líder del partido centroderechista alemán Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y Canciller de la RFA.
En 1970, logró evitar la nominación de Ernst Achenbach - un funcionario en Francia durante la ocupación nazi, responsable del envío de 2.000 judíos a los campos de concentración - como representante de la RFA en la Comisión europea, difundiendo un archivo que lo denunciaba como criminal nazi.
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1968. En el Bundestag, pide la renuncia del ex nazi Kurt Georg Kiesinger. |
Finalmente obtuvo en 1971, de Willy Brand, la firma de un nuevo tratado franco-alemán, según el cual los responsables alemanes de crímenes de guerra en Francia podían ser juzgados en la RFA, terminando con la impunidad que había existido hasta entonces.
Emprendió en 1971, junto a su marido, la tarea de extraditar desde Bolivia al criminal de guerra Klaus Barbie, que vivía bajo el alias Klaus Altmann. Tras un largo y difícil desarrollo, lograron que Barbie fuera extraditado y juzgado en Lyon en 1987.
Sobrevivió en 1979 a un intento de asesinato por parte de la red nacionalsocialista ODESSA, que quería terminar con su vida debido a su antinazismo militante. Esta acción llamó la atención de la comunidad judía en los Estados Unidos, que la invitó a dar conferencias en su país y que dio por resultado la creación en 1979 de una Fundación que lleva su nombre, ubicada en Nueva York, la cual recoge fondos para la investigación y captura de criminales de guerra nazis.
En 1984 viaja a Chile para intentar que el General Augusto Pinochet extradite al SS Walter Rauff que se encontraba escondido en Santiago. Durante el proceso de las manifestaciones se produce casualmente la muerte natural de Rauf y el pedido se cierra.
En 1986 lanzó una campaña contra el presidente austríaco, Kurt Waldheim debido a su pasado nazi.
En 1996 protestó legalmente contra los criminales de guerra serbios Radovan Karadžić y Ratko Mladić.
Klarsfeld también ha capturado e investigado el paradero de otros antiguos nazis y ha solicitado los juicios correspondientes.
Por su labor, ha recibido la Legión de Honor en los grados de Caballero (1984) y Oficial (2007).
En 2012, se presentó como candidata independiente (no obstante, siendo apoyada por Die Linke) en la elecciones presidenciales de 2012, siendo derrotada por el también independiente Joachim Gauck y obteniendo la segunda mayoría con 126 votos electorales.
Traducimos algunas partes de una entrevista de la revista EllE de hace diez años, que nos ayuda a conocerla mejor
Beate Klarsfeld: "Actué, eso es todo"
Golpeó un jefe de Estado y arrastró a ex nazis a la justicia. Mientras que publica sus memorias, la activista alemana no ha perdido nada de su mordacidad o su pasión por su marido, Serge. Magnánima y rebelde, Beate Klarsfeld no se deja llevar fácilmente.
Es raro encontrar una verdadera heroína. Esta parece una señora común y corriente de un barrio elegante, caminando con un abrigo elegante detrás de dos perros pequeños. ¿Quién imaginaría ni por un segundo que su vida ya había inspirado una película biográfica en Hollywood, con Farrah Fawcett en el papel principal? Ella Beate Klarsfeld y su marido, Serge, forman una pareja legendaria, hasta el punto de aparecer en el diccionario: ella, la alemana de clase media, hija de un soldado de la Wehrmacht, y él, el judío francés de origen rumano cuyo padre fue asesinado en Auschwitz. Juntos, dedicaron toda su vida a la memoria del Holocausto, lo que incluyó rastrear a antiguos nazis en todo el mundo y llevarlos ante la justicia. Klaus Barbie, pero también Bousquet, Touvier y Papon, entre otros, fueron juzgados gracias a sus acciones.
Hoy se publican las Mémoires (editorial Fayard y Flammarion): unas increíbles 900 páginas. Se trata, por supuesto, de una historia histórica que cuenta la historia de dos destinos atrapados en la historia del siglo XX, la suma de sus hazañas mediáticas, los estallidos necesarios para crear conciencia sobre los crímenes de la Shoah y para juzgar a los antiguos nazis. Es también una novela de aventuras y espionaje, que narra con detalle las peligrosas operaciones que se llevan a cabo en todo el mundo, dignas de las de los servicios secretos. Se trata, en definitiva, de una fabulosa historia de amor: Beate cuenta, por ejemplo, cómo Serge le enseñó a “poetizar su vida, a elevarla al nivel de una experiencia estimulante”. Normalmente, deja voluntariamente que Serge hable bajo los focos, pero esta vez, para ELLE, Beate Klarsfeld aceptó hablar sola y en exclusiva. Apodada durante mucho tiempo "la miniterrorista de la minifalda", fue un modelo a seguir para toda una generación de alemanes e incluso, ya que la lucha continúa, candidata a la presidencia de Alemania en 2012. Encuentro con una mujer de 76 años que lucha contra el Frente Nacional y Dieudonné, una luchadora que nunca se rendirá.
ELLE. Mirando hacia atrás, ¿Cómo analiza las razones de su compromiso contra los nazis?
Beate Klarsfeld. Es la consecuencia de una historia de amor y una toma de conciencia. Llegué a París como au pair en 1960. Había crecido en Berlín, pero no sabía nada de la historia de mi país. En la escuela teníamos cuidado de no hablar de la guerra y el nazismo. Los asesinos fueron los rusos, punto. Un día conocí a un joven muy guapo en la estación de metro de Porte-de-Saint-Cloud, donde aún vivimos hoy. Serge era judío, su padre había sido asesinado en Auschwitz y él mismo había sobrevivido escondido. Fue con él que descubrí lo que ocurrió en Alemania entre 1933 y 1945.
ELLE. En ese momento, la recepción por parte de los amigos de Serge fue mixta...
Beate Klarsfeld. Por supuesto ! Algunos miraban con malos ojos a los alemanes y la criticaban por su aventura conmigo... Pero mi suegra era maravillosa. Ella era muy abierta y cálida. Fue a través de su contacto que comprendí lo que significaba ser un alemán de mi generación, cuyos padres pequeñoburgueses, sin estar politizados, habían votado a Hitler como todos los demás. No actué por culpa sino por sentido de responsabilidad histórica y moral. Muchos funcionarios nazis todavía estaban en libertad. Una vez que lo sabes, no puedes hacer la vista gorda. Actué, eso es todo.
ELLE. Hablando de Serge, escribes: “su confianza en mí es total, mucho más fuerte que la mía. En sus ojos o en su voz me reconozco como quisiera ser. ¿una heroína?
Beate Klarsfeld. No, es más sencillo: ¡quería triunfar! No luchamos para tener la conciencia tranquila, sino para ganar. Siempre hice todo lo posible para no decepcionar a Serge.
ELLE. ¿Por qué dices “el personaje que interpreto es mucho más grande que yo”?
Beate Klarsfeld. Porque nada me predestinaba a vivir la vida que tuve, a convertirme en el símbolo de esta lucha.
ELLE. ¿Fue abrumador?
Beate Klarsfeld. No. Era necesario. Y muy difícil, porque empezamos jóvenes, muy solos, sin ayuda exterior y desencadenando reacciones a veces muy virulentas. Teníamos miedo de ir a la cárcel y nos enfrentábamos a muchos problemas materiales y financieros.
ELLE. Sacrificaste todo por tu causa…
Beate Klarsfeld. Todo. Nuestra carrera, nuestra vida familiar, nuestra seguridad material. Todo nuestro dinero fue puesto en la batalla. Éramos dos ciudadanos aislados intentando hacer lo que podíamos. A través de nuestras acciones a veces provocadoras, destinadas a hacer reaccionar a la gente en una época que ya no quería oír hablar de ese pasado, la gente empezó a hablar de nosotros en los medios de comunicación y, poco a poco, se fue creando un círculo de amigos y de simpatizantes diversos.
ELLE. Joven, bella, muy implicada en la época del corsé anterior a Mayo del 68, sin dudar en encadenarse frente a lugares simbólicos, fuiste muy atacada, sobre todo en el modo “mujer histérica”. ¿Esto te convirtió en feminista?
Beate Klarsfeld. En 1966, abofeteé públicamente a Kiesinger, el ex nazi que se convirtió en canciller alemán. Fue espectacular y era la única manera de hacer oír esta insoportable verdad. Luego me atacaron de todas las formas posibles, incluso escribieron que estaba “sexualmente insatisfecha”.
ELLE. También te han comparado con Antígona, pero tú señalas que “¡Antígona era soltera”! En el corazón de la lucha
Tienes un niño, Arno, y, ocho años después, una niña, Lida. Esto nunca te impidió viajar a todos los países del mundo, asumiendo a veces grandes riesgos... comparados con tu causa, ¿quedaron ellos en segundo plano?
Beate Klarsfeld. ¡Nunca fueron niños abandonados! Mi suegra cuidó mucho de Arno, a quien también llevé conmigo en muchos viajes cuando era un bebé... ¡Tanto que la prensa alemana lo apodó "el político alemán más pequeño"!
ELLE. ¿Por qué escribir “el futuro de nuestro hijo depende del éxito de nuestra causa”?
Beate Klarsfeld. Porque hubiera sido terrible para él tener padres tristes y deprimidos, que no pudieran hacer lo que era importante para ellos. Pero, tened por seguro que tuvo unos padres muy felices, una abuela extraordinaria, una familia muy unida, gatos y perros, ¡y hasta en una época un monito que vivía con nosotros!
ELLE. La generación que vivió la guerra, víctimas y victimarios, está muriendo poco a poco. ¿Tu lucha ha terminado?
Beate Klarsfeld. Sí. Algunos expedientes aún están pendientes, como el de un alemán de 92 años responsable de la masacre de Oradour-sur-Glane. Un juicio habría sido más simbólico que cualquier otra cosa, pero ya no existe la voluntad política de llegar hasta el final. Es una pena. Sin esta voluntad, nada se puede hacer. Incluso en la década de 1960, cuando había antiguos nazis por todas partes, la sociedad alemana tardó un tiempo en estar preparada para enfrentarse a su pasado.
ELLE. Hoy en Francia, a los judíos los matan porque son judíos. El pasado mes de enero en el supermercado kosher de la Puerta de Vincennes, en marzo de 2012 en una escuela de Toulouse, Ilan Halimi en enero de 2006… ¿Qué te inspira todo esto?
Beate Klarsfeld. Los antiguos enemigos del pueblo judío, los criminales nazis, actuaron dentro de un sistema. Hoy en día, estos crímenes son cometidos por individuos aislados. Aunque a veces son jóvenes que han sido entrenados en Siria o Irak, actúan de forma independiente. Viven cultivando el odio hacia los judíos, con la idea de que si matan a uno, se convertirá en alguien importante. Es muy difícil soportarlo y lucharlo.
ELLE. ¿Pensabas que verías tal resurgimiento del antisemitismo en tu vida?
Beate Klarsfeld. No, pero eso es lo que pasa, lamentablemente. Una de las cuatro víctimas del atentado contra el Museo Judío de Bruselas en mayo de 2014, Dominique Sabrier, era miembro de nuestra asociación [Hijos e Hijas de Judíos Deportados de Francia, nota del editor]. Sus padres fueron objeto de persecución por parte de los nazis y ella misma, cincuenta años después, fue objeto de persecución por parte de un criminal islamista.
ELLE. En su cuenta de Twitter, su hijo Arno compara el clima actual con el de los años 30. ¿Qué opina?
Beate Klarsfeld. Algo se está gestando y los extremistas están aprovechando las grandes crisis económicas y sociales. Marine Le Pen se presenta como una mujer respetable y atrae a todos los descontentos. ¡Hasta Madonna quiere ir a verla! [La estrella estadounidense declaró en el plató de "Le Grand Journal" el 2 de marzo que quería tomar una copa con la presidenta del FN para "entender de dónde viene todo esto" y "escuchar de su boca lo que tenía que decir sobre los derechos humanos", nota del editor] Incluso si es para criticarla, es una locura dar publicidad a esta gente.
ELLE. «Durante toda mi vida he permanecido ajena al problema de Dios», escribe. Está haciendo un gran regreso en este momento, ¿qué piensas?
Beate Klarsfeld. Me bauticé como luterano, sin haber sido jamás creyente. Mi marido es judío no practicante, mi hija está casada con un católico… Mi familia es ecuménica. Pero las religiones son peligrosas porque sus extremistas quieren, cada uno en su momento, dominar el mundo. Hoy en día el Islam está siendo explotado por fanáticos que justifican todas las crueldades en su nombre. Las democracias occidentales están muy mal preparadas para afrontar esta situación.
ELLE. ¿Esta oscura noticia pone en tela de juicio vuestro trabajo?
Beate Klarsfeld. No puedes poner eso en la balanza. Después de la guerra, los franceses creyeron que los judíos en Francia habían sido arrestados por los alemanes. Sin embargo, en el 90% de los casos fueron asesinados por gendarmes franceses que obedecían órdenes de Vichy, y fuimos los primeros en decirlo. Y si tres cuartas partes sobrevivieron fue gracias a la bondad y comprensión de la población. Hoy en día, los franceses lo saben. Pase lo que pase en el futuro, lo que hemos conseguido hacer por la memoria permanecerá.
ELLE. ¿Cuál es el mayor orgullo de tu vida?
Beate Klarsfeld. Sin nuestra extraordinaria vida familiar, nunca hubiéramos tenido el coraje de luchar. Tenemos dos hijos que nos adoran, Arno que continúa el trabajo de su padre, y una vida sin eventos sociales, con perros durmiendo en las camas, gatos arañando por todas partes... En cuanto al resto, no lo sé. ¿Un día, tal vez, nuestros nietos se sentirán orgullosos de nosotros?
https://es.euronews.com/2015/05/21/los-klarsfeld-toda-una-vida-persiguiendo-nazis
http://www.elle.fr/Societe/Interviews/Beate-Klarsfeld-J-ai-agi-voila-tout-2939310
http://wirfrauen.de/
https://es.wikipedia.org/wiki/Beate_Klarsfeld
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