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sábado, 23 de marzo de 2019

Alanna Lockward escritora, curadora y cineasta



Alanna Lockward (Santo Domingo,  República Dominicana, el 23 de marzo de 1961- 7 de enero de 2019)  fue escritora, curadora y cineasta.

Su pronta muerte ( tenia 57 años ) ha conmocionada a  República Dominicana y  a Haiti, país con el que mantenía una relación muy especial, que se ha traducido en abundantes las muestras de admiración y dolor frente a su perdida.
Alanna Lockward recientemente se  había desempeñado  como profesora investigadora en el Centro de Estudios del Caribe de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de la República Dominicana.

Nos ha gustado mucho un texto que la despide, celebrando su vida intrépida  : 


Este 7 de enero de 2019 la escritora dominicana Alanna Lockward ha cruzado el límite del viaje a ninguna parte, común-acción que mimetiza el ser desde que en su infancia se ve arrojado al vacío del lenguaje, el mismo que materializa su historicidad, define los contornos de su existencia y plasma el  horizonte de su estar-en-el-mundo.
A sus 57 años Alanna Lockward fue abrazada por la muerte interrumpiendo abruptamente el trayecto más fecundo de su existencia, momento especial en el que se saborea la realización del sueño, la satisfacción de encarar lo impropio de la comunidad de hablantes en la que se habita, el gozo de remontar la bruma y el espanto.
Tras fundar una vida curada en el arte de su propio cuerpo y entregarla a la narración periodística de la cultura, Alanna no tuvo que girar hacia ningún lado puesto que su conexión con lo contemporáneo le facilitó fluir de una gramática a otra sin traumas ni lagunas conceptuales. Su cuerpo era danza, su pensamiento deconstructivo, su mirada decolonial.
Sus estudios sobre la africanidad plasmaron en ella una cinematografía original y hurgadora de la traza de nuestros antepasados, su itinerario nómada no era más que el reconocimiento de lo que ella era, mujer apasionada, universal, negra, nostálgica, energética, atada siempre a un porvenir inscrito entre sus propias raíces.

Alanna ya no estará entre nosotros, una noticia que nos conduce a pensar no solo en la brevedad de la muerte para la que somos, sino también en lo que podemos ser para la vida, su poética da cuenta de su intrepidez y por eso aunque nos embargue la tristeza ella estaría feliz de que celebremos en su ausencia la vida auténtica.

Lockward se formó como bailarina antes de continuar sus estudios en la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco en la Ciudad de México y luego en la Universität der Künste en Berlín. En 1996, fue cofundadora de Art Labor Archives, una plataforma cultural que organizó eventos artísticos y exposiciones centradas en el activismo, la teoría poscolonial y el arte en los Estados Unidos, el Caribe, África y Europa, y después de una década de investigación, completó su Disertación en la Universidad Humboldt de Berlín.

Activista y periodista, Lockward a menudo luchaba contra la injusticia social y era una defensora de la descolonización de la cultura conmemorativa. Fue la editora cultural de Listín Diario , periodista de investigación de la revista Rumbo y columnista del Miami Herald . Lockward también publicó cuatro libros, entre ellos la novela Marassá y la nada  (Partridge Africa, 2016) y Un Haití Dominicano: Tatuajes fantasmas y narrativas bilaterales (1994–2014)  (Santuario, 2014), una antología de sus escritos sobre los desafíos que enfrenta Haití. y la república dominicana.

A lo largo de su carrera, Lockward trabajó como directora de asuntos internacionales en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo, gerente general del Instituto Decolonial Transnacional y profesora invitada en Humboldt; la Escuela de Verano Decolonial Middelburg y el Instituto de Arte Holandés, Países Bajos; Academia de Arte de Malmö, Suecia; y Goldsmiths, Universidad de Londres. También se desempeñó en varios jurados para premios nacionales e internacionales.

Los otros logros de Lockward incluyen la iniciativa curatorial anual de BE.BOP. Política del Cuerpo de Europa Negra, que concibió y lanzó en 2012, y el documental The Allen Report: Retracing Metodismo Nacional (2016), que recibió el premio a la producción FONPROCINE 2013. La película explora el legado de la Iglesia Episcopal Metodista Africana en los Estados Unidos y su influencia teológica global.





Alanna Lockward: “ Amo la fotografía y la fotografía me ama a mí ”



En México, cuando estudiaba Ciencias de la Comunicación, se encontró más de una vez en alguna fiesta compartida entre dominicanos y haitianos. Lo que para cualquier persona pudiera resultar una nimiedad, para un nativo de alguno de esos países, -cuya geografía ocupa la misma isla del Caribe- puede ser, cuando menos, muy raro. Para Alanna Lockward, que es dominicana, esas coincidencias festivas fueron también una revelación: evidentemente dominicanos y haitianos se llevaban mejor fuera de la tierra que compartían. A ella, como a muchos, le había tocado descubrir desde otro país lo que en realidad era un proceso completamente orgánico. En efecto, tenían más en común de lo que pudiera intentar separarse con una frontera terrestre. “Cuando fui a Haití por primera vez en 1994 esas similitudes me brincaron encima”, dice.

Alanna posee una formación intelectual y espiritual muy ligada a las relaciones entre haitianos y dominicanos, sobre todo por sus antecedentes familiares. Su libro Un Haití dominicano es también una compilación de su trabajo periodístico entre 2004 y 2014, y donde  ratifica que la división de esos países es únicamente imaginaria. Igualmente a través del arte ha conseguido sostener esa postura y en 2002 organizó por primera vez la muestra Pares y Nones. Fotografía Contemporánea de Haití y República Dominicana, un sueño que borró las fronteras a través de la fotografía y que ahora, más de una década después, llega a la Casa de las Américas. Aquí, en la Galería Latinoamericana, la curadora se reencuentra con las imágenes que ella misma eligió, asumiendo como punto de partida esas similitudes visuales y espirituales que aún se le revelan en todo momento.

“Ahora que las veo montadas en la Casa les encuentro más semejanzas que hace una década atrás, esta muestra es un ejercicio de reconocimiento mutuo que parece no acabar nunca”, destaca Alanna, quien además ha decidido donar la muestra para que forme parte de la Colección de la Casa.

Además de la intención general por mostrar la semejanza entre ambos país, ¿qué otras temáticas te propusiste revelar?

Las temáticas se revelaron solas. Antes que todo, a mí me interesa mostrar que son obras de excelentes fotógrafos y cómo estos demuestran con sus imágenes la formación del imaginario visual en cada lugar, lo mismo desde la práctica del fotoperiodismo hasta lo que llamamos fotografía de stock. Se trata de una especie de mapeo general de las similitudes que tengo claro existen y que por tanto, no hay que buscarlas demasiado, ellas se revelan por sí solas. No obstante, hay temas que deliberadamente decidí que no estuvieran, por ejemplo, no incluí ninguna imagen homoerótica, ni nada que sugiriera la explotación del cuerpo de la mujer. La temática religiosa sí está muy presente, desde el protestantismo, el catolicismo y el vudú, que son las tres cosmovisiones que conviven y se forman entre sí en República Dominicana. También la ciudad, la diáspora en ambos países, sobre todo la haitiana en Miami y la dominicana en Nueva York; la pobreza en ambos países y también la manera que tenemos de ver el mundo desde el Caribe. Casi siempre se privilegia la versión que tienen de nosotros desde fuera es por eso que mi propósito es que en Pares y Nones se note, estridentemente, que no me interesa mostrar una visión antropológica, ni etnográfica. De hecho, esa decisión es también una toma de posición frente a la forma en que suele construirse nuestra realidad.

Es así que la expo incluye a un ganador del premio Pulitzer, Carl Juste, quien aporta interesantes imágenes de Islamabad, por ejemplo; pero también resaltan otros nombres como Carlos Acero, Oliver Flambert, Roberto Stephenson y otros, para un total de 15 artistas y 38 piezas.

¿Por qué te decidiste por la fotografía para plantear esa posición?

He trabajado sobre todo el performance, porque vengo de las artes escénicas, fui bailarina clásica durante 18 años; y también me gusta mucho el cine y el video arte, pero la fotografía me resulta un mundo aparte. Después de esta muestra en Casa pienso hacer un post en facebook que diga: “I love photographie and photographie loves me”, como una especie de paráfrasis a Joseph Beuys cuando decía: “I Like America and America Likes Me”. Mi gran sueño es ser editora de imágenes en cualquier publicación del mundo, ver fotografías todos los días es lo único que quiero hacer. Lo que sucede es que es un medio muy costoso desde el punto de vista curatorial, los coleccionistas de fotografía tienen la pésima y muy bien ganada fama de ser los más exigentes de todo el mercado del arte. A mí me costó muchísimo trabajo tener esta exposición y por eso me parecía sumamente importante traerla a una institución de prestigio como la Casa, donde sé que van a ser analizadas, documentadas y bien cuidadas cada una de las fotografías.

¿Y te atreves a hacer tú misma fotografía profesional?

Me encanta hacer fotos, pero no tengo la ambición de convertirme en fotógrafa. Yo prefiero el crítico, el curador, el historiador del arte que no haya sido previamente artista, aunque hay sus excepciones gloriosas. Pienso que el artista-curador siempre ha existido, pero depende mucho del contexto y de cómo se comuniquen sus iniciativas con las de sus propios colegas, para que no haya un conflicto de intereses. Por suerte, yo no tengo el más mínimo talento para hacer nada con mis manos, solo tengo una resonancia emotiva que se intelectualiza con la necesidad de comunicar lo que siento, pero es sobre todo muy intuitiva y resultante de mi formación como curadora y periodista.

¿Cuáles crees que sean las principales pautas identitarias que se muestran actualmente en la fotografía caribeña?

Pienso que el retrato siempre va a tener un papel importante, así como el paisaje urbano y la preocupación por la preservación de los medios naturales y citadinos. No obstante, no me atrevería a dar un diagnóstico general para la región del Caribe a nivel de la fotografía en estos momentos. Prefiero matizar cualquier análisis, pues no soy una experta en la fotografía del Caribe, conozco mejor el Vidoarte y el performance en esta región. Sucede que como ahora tenemos muchos más medios para hacer la fotografía, el género comienza a florecer por muchas partes y continuamente está recibiendo aportes refrescantes y diferentes.

¿Existe en Pares y Nones alguna estrategia especial para comunicar con el espectador?

Si, por supuesto, siempre he pretendido despertar en las personas el interés por adentrarse más y establecer una especie de limbo geopolítico y que, en algunos casos, no sepan donde se tomó la foto. Utilizo imágenes de pobreza extrema en República Dominicana y tal vez solo una de Haití porque siento que es necesario hacer un contrapeso en ese sentido. Estoy muy segura de que el público estará de acuerdo conmigo en que esta es una exposición verdaderamente excepcional, con trabajos muy contundentes que hablan por sí mismos.

https://nuestrotiempo.com.do/2019/01/alanna-lockward-y-la-intrepidez-de-la-vida-autentica/
https://www.elcaribe.com.do/2019/01/07/panorama/pais/muere-la-escritora-alanna-lockward/
https://www.artforum.com/news/alanna-lockward-1961-2019-78370?fbclid=IwAR192x4CocrIJY6h4Q-uxjjS4I6T470LR1mcH7fkHclMMjXJck_Vd-YPRHE
https://en.wikipedia.org/wiki/Alanna_Lockward
https://www.monopol-magazin.de/alanna-lockward-ist-tot
https://caribbeantales-tv.com/2018/03/12/alanna-lockward/

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