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martes, 19 de marzo de 2019

Helvia Albina, madre de Séneca



Helvia Albina. No se sabe muy bien la fecha de su nacimiento, pero se calcula que fue alrededor del año 20 a.C. en la localidad romana de Urgavo, que se corresponde con el actual pueblo de Arjona en Jaén.

El hecho de que esta jienense de origen, pero cordobesa de adopción, se casara  con un intelectual como fue Marco Anneo Séneca, podría parecer que favorecería sus inquietudes intelectuales, que las tenia, y bastante relevantes. Su deseo era estudiar, pero su marido no creyó que fuese lo más adecuado para una mujer, y le prohibió hacerlo. Con él tuvo tres hijos: Novato, Séneca y Mela. El segundo de ellos, el conocido filósofo preceptor de Nerón, sí que aprovechó las inquietudes intelectuales de sus padres. Constituirán una familia muy letrada en la Roma de comienzos de la era. Nieto de esta mujer será también el poeta Lucano. A Helvia la conocemos, especialmente, a través de una obra de su hijo Lucio Anneo Séneca. Víctima, precisamente, de su brillantez como filósofo y orador, es desterrado de Roma por Calígula. Para consolar a su madre escribe su "Consolación a Helvia". 

Helvia no lo tuvo nada fácil.  Perdió a su propia progenitora durante su nacimiento, sobrevivió a su marido y tres nietos y en el momento de redacción de la carta, era muy probable que no volviese a ver a su hijo, que terminaría pasando ocho años en la isla.
La 'Consolación a Helvia' es considerado un clásico en un género que terminaría llegando hasta nuestros días por su particular concepción de cómo enfrentarnos al dolor, y porque supone un perfecto resumen del pensamiento estoico. 

«Muchas veces, oh madre excelente, he sentido impulsos para consolarte, y muchas veces también me he contenido. Sabía que no se deben combatir de frente los dolores en la violencia de su primer arrebato, porque el consuelo solo hubiese conseguido irritarlo y aumentarlo; así como en todas las enfermedades nada hay tan pernicioso como un remedio prematuro. Esperaba, pues, que tu dolor agotase sus fuerzas por sí mismo, y que, preparado por la dilación para soportar el medicamento, permitiese tocar y cuidar la herida.»


En este texto  descubrimos el carácter fuerte e íntegro de esta mujer y la profunda vinculación afectiva de su hijo con ella. Le mueve a escribirle el que “me parecía que quedaría libre de todos mis disgustos si lograba, ya que no secar tus lágrimas, contenerlas al menos un instante”.El hecho de haber tenido que interrumpir sus estudios de filosofía -que estaba compartiendo, precisamente con  su hijo Lucio- por imposición de su esposo, parece que por una parte no dañó su relación con él, y por otra, que rentabilizó enormemente lo que aprendió mientras pudo. De hecho fue una mujer que supo administrar su hacienda y los bienes de sus hijos y sostuvo a sus hijos Novato y Séneca, dedicados a actividades públicas, en el avance de sus respectivas carreras. Después fue su hijo Mela y su esposa Acilia, otra cordobesa, y madre de Lucano, los que la cuidarían a ella en su ancianidad. Helvia abandonó Córdoba y viajó a Roma para vivir con sus hijos 
 Helvia, una mujer fuerte, instruida -hasta el punto que Séneca le pide que sea ella la que instruya a su nieta Novatila- y que no necesitó de un varón para administrar los bienes de su casa y de sus hijos, esposa y madre de filósofos, abuela de poetas y gran mujer de aquellos tiempos de dominio romano que cabalgaban entre el final de una era y el comienzo de otra.
Éste,  es el retrato que de ella hace su hijo: “conozco tu corazón, y sé que no amas a los tuyos más que por ellos mismos. (…) Tú te has regocijado profundamente de la fortuna de tus hijos, usando parcamente de ella: tú impusiste siempre límites  a nuestra liberalidad, mientras que no los ponías a la tuya; tú, en patria potestad aún, aumentabas el caudal de tus hijos, que ya eran ricos; tú te has mostrado en la administración de nuestro patrimonio tan activa como si hubiese sido tuyo, cuidadosa como si hubiese sido ajeno; nada recibiste de todos nuestros honores más que regocijo y gasto; tu cariño no pensó jamás en el interés…”

https://www.mujeremprendedora.net/helvia/
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-05-05/carta-seneca-madre-dolor_1377400/
https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/helvia-albina-matrona-hispanorromana/20161226180858135108.html

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