Ana María de la Soledad Betancourt Agramonte nació en (Camagüey, Cuba, 14 de febrero de 1832 - 7 de febrero de 1901, Madrid, España). Una de las precursoras en la lucha por los derechos de la mujer.
A los 150 años de la Constitución de Guáimaro, firmada el 10 de abril de 1869 en Camagüey, el nombre de Ana Betancourt vuelve a resonar como protagonista de esos días históricos
En una carta la propia Ana describió cómo, el 14 de abril de 1869, se dirigió a sus compatriotas.
"Ciudadanos: aquí todo era esclavo; la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna peleando hasta morir. Habéis destruido la esclavitud del color emancipando al siervo. Llegó el momento de libertar a la mujer"
Ana Betancourt recibió una educación practica análoga a las mujeres de la época, sobre bordados, tejidos, cocina, y atenciones hogareñas.
Tras casarse con Ignacio Mora de la Pera, siguió formándose estudiando inglés, francés y llegando a convertirse en una mujer cultivada.
Mora, se suma a las corrientes independentistas, y parte junto a Ignacio Agramonte a luchar por independencia de Cuba en noviembre de 1868. Nos cuentan que Ana le despide y le alienta: "Por ti y por mí, lucha por la libertad".
Poco después Ana partió junto con su esposo, con quien comparte todos sus sufrimientos. En la Asamblea de Guáimaro defendió el derecho de la mujer a ser reconocida como igual y a que se le permitiese luchar por la libertad de su patria. Es capturada en julio de 1871. Una rápida estratagema de Ana permite escapar a s marido, pero ella es detenida y la llevan presa hasta un campamento en las cercanías de Santa Cruz del Sur, donde enferma de reuma a causa de la dura vida en el campo. Meses después , en octubre de 1871, es deportada hacia Nueva York
En el exilio, se dedica a dar clases a otros cubanos emigrantes en países como Jamaica y El Salvador. En 1875 recibe la trágica noticia del fusilamiento de su marido. Regresa a Cuba, donde obtuvo de un general español el diario de campaña de su esposo lo que incremento su sufrimiento.
Una hermana le propone viajar a Madrid para residir con ella y desde allí prosigue su conspiración por la independencia de Cuba apoyando la recogida de fondos para ayudar la lucha y manteniéndose atenta a la salida de tropas españolas hacia la isla caribeña en guerra.
A la edad de 69 años contrae una bronconeumonía fulminante que le produce la muerte en Madrid el 7 de febrero de 1901, justo atravesando los preparativos para regresar a Cuba.
En su honor fue creada la Orden Ana Betancourt al mérito, otorgada a aquellas mujeres que por su acción y labor hayan contribuido a la defensa de los valores femeninos y revolucionarios, que demuestren méritos revolucionarios e internacionalistas o de gran valor en algún frente de trabajo de interés nacional. En un principio fue ideada esta orden como máximo galardón a ser otorgado por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Desde 1979 fue elevada al grado de Premio de Estado.
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