Petra Herrera alias "Pedro Herrera" (29 de Junio, 1887 - 14 de Febrero, 1916) fue una soldadera en la revolución mexicana. Las soldaderas eran mujeres que desempeñaban un papel crucial en la retaguardia. Se encargaban de tareas como preparar la comida y cuidar a los enfermos o heridos.
Desde este espacio valoramos la Paz sobre todas las cosas y no entendemos ejemplar la lucha en las guerras pero queremos resaltar las realidades vividas y el papel de las mujeres en todos los campos.
En la Revolución Mexicana no sólo participaron las muy conocidas Adelitas y Valentinas sino otras que fueron cocineras, nanas e incluso participantes en el frente de la lucha peleando por los derechos que posteriormente se ganaron, como el derecho a la educación pública, a la salud, a la posesión de la tierra, a las 8 horas de la jornada de trabajo, entre otros.
Elena Poniatowska fue quizá una de las primeras escritoras que se ocupó de ellas, pero muchas mujeres revolucionarias permanecen ocultas, aunque fueron soldaderas o soldadas, término que mantiene una connotación negativa que implica mujer vulgar, plebeya, a pesar de que ellas fueron estrategas y espías, pero para tomar las armas y participar en las grandes batallas debían vestirse de hombres y hasta cambiar de nombre, Petra Herrera, entró a las tropas de Francisco Villa con el nombre de Pedro Herrera, tuvo de travestirse y así poder asociarse con él a quien no le gustaba la participación de mujeres en la tropa y por ello la expulsó.
En la etapa de la Revolución Mexicana la guerra era la vida, el modus vivendi era el conflicto bélico que se extendió por 10 años, pero aún hay luminarias ocultas en la penumbra, multitud de mujeres de las etnias, valientes, rabiosas, leales y trabajadoras que se sumaron al atroz himno de sangre y muerte con que se construyó la historia de nuestra Revolución (Elena Poniatowska).
Petra consideraba que la verdadera acción estaba justo en la trinchera donde cada día cientos de hombres se jugaban la vida, ella quería estar ahí.
Al ser excluida por Villa, Petra formó un ejército de 400 mujeres que exitosamente intervinieron en la Toma de Torreón, mostrando un liderazgo ejemplar que no fue reconocido, por lo que en 2017 Pedro Herrera, Petra fue ascendida a generala, lo que le fue negado, porque ese término no era usado, sin embargo, más tarde se le concedió el grado de coronel, es poco lo que se sabe de la procedencia y la vida de Petra Herrera sólo su participación con los Dorados de Villa es lo más difundido.
Hoy, Petra es invitada especial y está representada por una locomotora de ferrocarril de 66 toneladas de peso, que formó parte de la Revolución Mexicana y se instaló ayer en el Zócalo de la Ciudad de México, la máquina pertenece al Museo del Ferrocarril de Puebla y durante la Revolución fue el transporte del Ejercito Libertador del Sur.
Petra Herrera, vestida de hombre y con el seudónimo de Pedro Herrera, participó activamente en muchas batallas de la Revolución Mexicana en las que destacó. Logró una excelente reputación y demostró un liderazgo ejemplar. Fue capaz, con el paso del tiempo, de revelar su condición de mujer.
Uno de sus triunfos más importantes fue durante la segunda batalla de Torreón, Coahuila, el 30 de mayo de 1914. Un compañero villista la describe como "aquella que tomó Torreón, ella apagó las luces cuando entraron a la ciudad".
Para cuando Herrera había develado su verdadera identidad, ya había ganado gran renombre en la batalla, de lo contrario, hubiera sufrido discriminación por parte de sus compañeros revolucionarios.
Con todo, la participación de Petra Herrera en la toma de Torreón no es oficialmente reconocida, se dice que el propio Villa ocultó su participación y no le dio el crédito que merecía al descubrir que una fémina había resultado victoriosa en dicho enfrentamiento. Como resultado de su falta de reconocimiento, Herrera decidió abandonar las filas del general Villa y crear su propia tropa, conformada exclusivamente por soldaderas. El número de integrantes varía considerablemente según las versiones, que van desde veinticinco hasta mil. Posteriormente, en el año de 1917 se alió a Venustiano Carranza, convirtiéndose en una leyenda para las mujeres del país. Durante ese tiempo solicitó ser ascendida al rango de general y permanecer en el servicio militar, lo cual le fue negado pese a sus notables habilidades en el campo de batalla. Con todo, sí se le otorgó cierto reconocimiento al ser ascendida al puesto de coronel por el general Castro.
Tiempo después, su ejército femenino fue disuelto por órdenes superiores y Petra Herrera terminó trabajando como espía, bajo el disfraz de moza en una cantina en el estado de Chihuahua. Algunas fuentes aseguran que trabajó en Jiménez, Chihuahua, mientras que otras aseguran que fue en Ciudad Juárez. En lo que ambas versiones concuerdan, es que una noche, un grupo de bandidos en estado de ebriedad, insultaron y dispararon a Petra Herrera, quien si bien sobrevivió al ataque, murió a consecuencia de las heridas que se infectaron.
A la pregunta de por qué la historia mexicana registra escasa participación de las mujeres en las gestas heroicas nacionales tiene varias respuestas, una, muy sabida es la discriminación patriarcal, el conocido machismo, el predominio de los hombres sobre las mujeres, la supremacía racial por la que los europeos y los criollos estaban no solo sobre los varones nativos, mucho más sobre ellas.
Tomado en parte del articulo de Rosa Esther Beltrán Enríquez
https://es.wikipedia.org/wiki/Petra_Herrera
https://vanguardia.com.mx/articulo/heroinas-invisibles
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