Carmen Berenguer ( 9 de septiembre de 1946, Santiago-16 de mayo de 2024) es una poeta, cronista y artista visual chilena. Figura prominente de la poesía chilena desde la década de los 80'. Galardonada con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2008.
Se descubrió poeta en su juventud, al escribir «aquello que no podía comunicar por otros medios».
Antes de publicar su primer poemario, Berenguer estuvo en dos oportunidades residiendo en Estados Unidos con su marido, el científico Carlos Jerez, la primera, en 1969, cuando lo acompañó a hacer un doctorado a Iowa City. La segunda vez viajó de nuevo por estudios de su esposo, pero también para "arrancar del horror de Chile", en 1979, a Nueva Jersey.
Pertenece al grupo de poetas que irrumpió en la literatura en los años 1980, en plena dictadura de Augusto Pinochet. Miembro activo de la bohemia de esos tiempos, solía frecuentar el bar Jaque Mate.
Fue en esos años que Berenguer se convirtió en un personaje ineludible del paisaje poético chileno al publicar tres obras: Bobby Sands desfallece en el muro (1983) —libro homenaje al poeta irlandés que falleció en una huelga de hambre y en el que Berenguer reconstruye el camino del revolucionario hacia la muerte—; Huellas de siglo (1986) y A media asta (1988).
Paralelamente, fue editora de las revistas Hoja X Ojo (1984) y Al Margen (1986); además, organizó en 1987 junto con otras escritoras el Primer Congreso de Literatura Femenina.
En octubre de 1989 participa en Estocolmo, Suecia, en el Festival Internacional de Poesía: La reconstrucción del tiempo, organizado por el poeta Sergio Badilla Castillo y la escritora Sun Axelsson.
En los años 1990 sacó dos poemarios, Sayal de pieles y Naciste pintada, libro este último donde utiliza cartas de presidios y testimonios prostibularios.
En el siglo XXI ha seguido publicando y le ha llegado el reconocimiento oficial con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda —la segunda mujer y primera chilena que ha ganado este galardón— y con su nominación al Nacional de Literatura.
Eugenia Brito ha señalado que «el aporte de Berenguer a la literatura chilena, en especial a la literatura femenina chilena, consiste en la ruptura del verso, por una parte con la escritura graffiti, que se hace eco, grito, testimonio de una tortura. La escritura parece entonces padecer el mismo rigor del hambre: es breve, no obstante exhaustiva y eficiente. Por otra parte Berenguer imita la oralidad, la forma más desembozada del habla común y corriente en la poesía».
Su poesía ha sido recogida en varias antologías y traducida a diversos idiomas. Su obra creativa no está limitada a la lírica: ha incursionado en la crónica, practicado el arte audiovisual y realizado performances. En 2003 presentó en el Congreso Nacional el documental Delito y traición. Discurso de la mujer en la política y en el arte.
Berenguer sufrió de un cáncer que la tuvo alejada de las actividades públicas, a las que se reintegró una vez superada la enfermedad. En 2012 fue elegida presidenta de la Sociedad de Escritores de Chile (Poli Délano, que obtuvo la primera mayoría, declinó encabezar la Sech); Berenguer compartió el segundo lugar junto con Víctor Sáez, quien la reemplazó en el cargo a partir de abril de 2013, quedando la poeta de vicepresidenta y reelecta en 2015 para el mismo cargo.
En 2016, se alzó por segunda vez su nominación al Premio Nacional de Literatura, contando con el apoyo de un gran número de artistas, intelectuales y lectores en general.
Carmen Berenguer: “No necesitamos la mirada masculina sobre nuestras letras”
Elisa Montesinos / 08.06.2018
Recibe en su escritorio. Junto a fotos familiares, están las amigas y amigos de su generación, entre ellos Las Yeguas del Apocalipsis. El brasero, el mate, los diálogos entre su madre y su tía en las pensiones en que habitaban, el ruido que se cuela desde la plaza santiaguina, resuenan en su conversación
Cruzando el puente Pío Nono, a la hora en que los trabajadores regresan a casa, Plaza Italia es un enjambre de gente que cruza en todas direcciones. Ahí, en medio de la batahola, vive la escritora Carmen Berenguer. Desde su ventana ha visto pasar y se ha mezclado en las manifestaciones, marchas y protestas de los últimos 30 años, se ha encontrado con amigos y conocidos en el parque, y le han tocado el timbre quienes pasaban por ahí, entre ellos su entrañable compinche Pedro Lemebel.
La autora de Bobby Sands desfallece en el muro, Huellas de siglo y A media Asta, entre otros libros, fue la primera chilena en ser reconocida con el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, y una de las pocas mujeres en presidir la Sociedad de Escritores de Chile. Ya sea en el taller literario que da en el living de su casa, presentando un libro, leyendo y bailando su poesía acompañada al teclado por su hija Carola Jerez, la poeta hace gala de una oralidad que mezcla distintas hablas y donde siempre está presente el humor. Pronto saldrá una antología de toda su obra poética en Cuarto Propio, “eso está terminado, entregado y sacramentado”, dice riendo. Después publicará el libro Crónicas en transición con la Universidad de Talca. Con la misma universidad ha estado trabajando como editora en un volumen de crónicas de Lemebel.
Chaqueta de leopardo, cabello tomado y zapatillas, recibe en su escritorio. Junto a fotos familiares, están las amigas y amigos de su generación, entre ellos Las Yeguas del Apocalipsis. El brasero, el mate, los diálogos entre su madre y su tía en las pensiones en que habitaban, el ruido que se cuela desde la plaza santiaguina, resuenan en su poética y en la conversación:
Plaza Italia
Diría que un tópico importante de mi poesía ha sido urbano. Vi transformaciones en la ciudad, se transformó el modo de vida, eso me llamó mucho la atención. Antes era la pura micro nomás. Entonces esto ya con metro, a pesar de que era un pura sola línea, igual modificaba. Eso influyó bastante en mi poesía; las formas del ruido, la rapidez de la ciudad y observar cómo se transformó la gente en su caminar o en su esperar. Porque antes había sillones acá y ahora cambió a esta plaza que es solo el tránsito, no permite sentarse más que en la hora de la espera, la hora del encuentro, que es desde las 7 en adelante. A la hora de almuerzo también se quedan de juntar, ah, ya, en la Plaza Italia, todo en la Plaza Italia. Aquí hay mucho tráfico, de amistades, de influencias, jaja.
La literatura es macha
Hay parámetros conductuales, si se puede decir, masculinos para analizar los textos que son solamente masculinos. Hay un canon que se acepta como canon oficial y generalmente es masculino. Es muy raro que haya una autora analizada por la manada literaria chilena, y a todas nos ha costado. A partir del congreso de literatura del 80 (se refiere al Congreso Internacional de Literatura Femenina Latinoamericana) surge una crítica literaria feminista. Entonces desde esa perspectiva, hay lecturas feministas, entonces ya no necesitamos la mirada masculina sobre nuestras letras. Si la hay, bien, pero no era algo importante.
Sociedad de Escritores de Chile
La SECH no cambia, no porque estén ahí dos o tres mujeres va a cambiar. Esto tiene que ser radical. Cuando haya paridad y haya la misma cantidad de mujeres, y que las mujeres aprendan también porque hay algunas que son más machistas que los hombres, porque fortalecen la masculinidad, en el sentido que lo que dice un hombre tiene un espacio autorizado: autor-izado. Lo que dice una mujer no es autorizado, porque obviamente que había una desigualdad. Te digo antes de los 80, no había un campo polar feminista que pudiera decir algo acerca de la literatura. Simplemente eran los hombres nomás que podían decir algo. Y ahora que hay, tampoco están los medios para hacerlo, no hay una recepción en ese sentido. Entonces la literatura feminista está más en el margen todavía, ¿por qué?, porque la sociedad es desigual. La mujer gana menos, tiene menos espacios. Imagínate en la Sociedad de Escritores que debería ser miti mota, hay tres mujeres, con cueva.
El congreso feminista
Fue una forma de escenificar un corpus de textos escritos por mujeres, esa fue una primera fase. De ahí en adelante leer textos de mujeres, que no es lo mismo que leer textos de hombres. Son claves que te dan luces. Tuvimos un año de seminarios para leernos a nosotros y para reconocer las claves que pudieran tener esas escrituras (entre otras escritoras participaron también Diamela Eltit, Lucía Guerra, Eliana Ortega, Ida Vitale y Nelly Richard). No porque hable de una mujer, un texto es feminista. Hay ciertas claves de ruptura de patrones, ruptura de lenguaje, unas maneras de decir. Son lecturas. Escribir es leer y leer es escribir.
Los jóvenes
Yo creo que soy jovial. De alguna manera he sido lectora de la producción de poéticas de una época, he leído todo eso y a veces les he escrito unas cosas. A veces le llama la atención a la gente joven lo que uno escribe porque no es una escritura con muletas. Es una literatura que todavía camina, como sea, pero camina. Son los chicos que se acercan a una. No hace mucho me dijo uno, mira Carmen lo que hice con tu poesía: era un rap.
La poesía y la música
A mí me gusta mucho la música. Me he rodeado toda la vida de música, toda la música, no soy exquisita, soy muy abierta y me gusta mucho además. La Carola tiene un oído privilegiado y yo voy hablando tacatacata y ella me va siguiendo. Y se va dando ahí en la improvisación misma y como ya lo hemos hecho varias veces, se da bien. Lo hacemos bien, nos gusta, lo pasa bien ella y lo paso bien yo. Pero es una cosa que surgió sola porque en la casa todos tocan instrumentos, yo la guitarra, Carlitos la batería, Carlos toca la trompeta o vientos y la Carola también tocaba la flauta traversa y se pasó a la pianola. Todos tocamos, toda la vida de cuando eran chicos. Aquí no había quien no hiciera sonar las maracas. O el kultrún yo. Era como parte de nuestra vida cuando nos juntábamos con amigos, yo diría que es parte de la vida chilena. Ahora tengo un libro que es El rap de la poesía chilena. Voy escribiendo cosas desde: Lenin te acordai cuando me diste un beso, hola Marx, jajaja.
Al salir, 7.30 P. M. se cumple lo que anuncia la poeta, Plaza Italia punto de encuentro. Los jóvenes se sientan en los escalones de cemento a esperar. Anochece. Como se titula uno de sus poemas, Santiago punk.
Loba
De dónde esta mueca
Esta boca este rostro
Esta máscara este abrigo
De dónde esta locura
De acompañarte por las noches
Con este negro y este rojo
Esta bufanda que es una bufonada
Y esta vitrina que devuelve esta pirueta
Esta artesanal pinta hecha a la medida.
Y esta lengua de loba despistada
Que te lame.
https://www.eldesconcierto.cl/2018/06/08/carmen-berenguer-no-necesitamos-la-mirada-masculina-sobre-nuestras-letras/
https://es.wikipedia.org/wiki/Carmen_Berenguer
https://www.elmostrador.cl/ahora/2018/12/20/lanzamiento-de-libro-bobby-sands-desfallece-en-el-muro-de-carmen-berenguer-en-la-sech/
http://www.vallejoandcompany.com/me-pongo-a-salvo-13-poemas-de-carmen-berenguer/
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