LA LIDERESA MARITZA LEIVA, EN SU FINCA EN ZONA RURAL DE SANTA MARTA. / LAURA V. OROZCO |
Maritza Isabel Quiroz Leiva (1959-6 enero de 2019) lideresa social fue asesinada en la vereda San Isidro, corregimiento de Bonda, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, Magdalena en Colombia el 6 enero, 2019 . Allí, Maritza trataba de retomar su vida en el campo, en un predio que el antiguo Incoder le tituló a ella y a otras diez familias víctimas del conflicto armado. Ella era integrante de la Mesa de Participación de Víctimas de desplazamiento del distrito de Santa Marta, reclamante de tierras y víctima del conflicto armado.
Hombres armados llegaron hasta su finca, ubicada en la vereda San Isidro, zona rural de Santa Marta, Magdalena, y le dispararon sin mediar palabra. Meses antes, la Corte Constitucional solicitó protección para Quiroz Leiva, pues había sufrido desplazamiento forzado y le asesinaron a su esposo. Deja cuatro hijos.
Maritza Quiroz era reclamante de tierras y lideraba diversos procesos sociales en defensa de los Derechos Humanos de los campesinos y las personas más vulnerables. Participó de la firma del pacto de Santa Marta y era muy activa en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET- del Acuerdo Final de paz.
Maritza Isabel no tuvo una vida fácil. La lideresa, de 60 años y oriunda de Valledupar, era desplazada por la violencia. Junto con su esposo, se fue a vivir a Bajo Camagual, una vereda del corregimiento de San Pedro de la Sierra, jurisdicción de Ciénaga.
Allí, junto a su compañero y cinco hijos, vivían en una finca próspera, que les brindaba el sustento diario gracias a los cultivos que tenían. Sin embargo, la familia recibió un duro golpe que los devastó, cuando antisociales mataron a su esposo. Nadie pensó que años después, la vida de la mujer tendría el mismo trágico desenlace.
En ese momento, se vio obligada a llegar con sus pequeños a Santa Marta. La situación no fue nada fácil, pues les tocó vivir prácticamente de la caridad de algunas personas que les brindaban techo y comida. No obstante, Maritza no dejó a un lado las ganas de salir adelante y mucho menos de brindarles un futuro esperanzador a sus hijos.
Maritza Quiroz amaba el campo, siempre se dedicó a trabajar en él.
Trabajó para educar a sus cinco retoños; les compraba libros y los orientaba. Y luego de años de muchísimo sacrificio, amor y entrega, logró que todos sus hijos se hicieran profesionales. Sus dos hijas son enfermeras; los varones, ingenieros.
En diciembre de 2013, se presentó un proyecto con la Agencia Nacional de Tierras, y tras salir favorecida, se marchó en el 2016 a la vereda San Isidro de la Sierra, en Bonda.
En la zona rural de Santa Marta, residía en una finca asignada por el Gobierno para ella y otras mujeres; a Maritza, le correspondió la parte donde estaba la casa y los cultivos cercanos a la misma; presuntamente, esa ventaja no era del agrado de algunas mujeres a quienes les tocaron otras parcelas alejadas de la vivienda.
Desde que llegó a San Isidro de la Sierra, alternó las labores del campo con la vocería de la comunidad. Era una voz sumamente importante y siempre hizo saber los problemas que se presentaban en donde vivía.
Quiroz Leiva era suplente de la Mesa de víctimas de Santa Marta y líder de las mujeres víctimas de desplazamiento afro en la zona rural. Había recibido amenazas el año pasado y la Corte Constitucional había solicitado protección para su vida.
En la finca tenía cultivos de maíz, guandul, fríjol, cúrcuma, malanga, jengibre, yuca, limón, mandarina, maracuyá, papaya, aguacate, entre otros; también tenía carneros y rojas californianas, una especie de lombriz para producir abono orgánico.
Maritza era una mujer de muchas ideas e iniciativas. Siempre trató de que su comunidad se uniera para participar en convocatorias de proyectos productivos, pero generalmente sus intentos fueron fallidos.
Quiroz Leiva se despertaba a las 4.am., prendía el radio y de inmediato iniciaba los quehaceres. Era amante a estudiar y cuando bajaba a Santa Marta, descargaba contenidos educativos que veía o leía en el computador que sus hijos le regalaron.
Tenía cría de carneros, además de los diferentes cultivos.
Infortunadamente, para Santa Marta y el país, hoy en día ya no está Maritza; una guerrera de la vida que dio la cara siempre por su familia y la comunidad.
Maritza Isabel Quiroz Leiva fue una lideresa incansable; una madre ejemplar;
Tomado parte del texto de ALBERTO JIMÉNEZ ALFARO
https://www.semana.com/nacion/articulo/sicarios-acabaron-con-la-vida-de-maritza-quiroz-lider-civica-de-santa-marta/597026
https://seguimiento.co/la-samaria/la-historia-de-maritza-quiroz-la-incansable-lideresa-rural-que-murio-por-manos-criminales?fbclid=IwAR3xSb46SwwziE04ayJTI7UbMgidtD6NXGm-ojVtm8xr7E3izDMTLoSFKAM
https://verdadabierta.com/maritza-la-tejedora-social-que-la-violencia-silencio/
https://analisisurbano.org/lideresa-social-maritza-isabel-quiroz-leiva-fue-asesinada-en-una-finca-de-santa-marta-magdalena/
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