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domingo, 28 de febrero de 2021
Anna Peters pintora alemana
sábado, 27 de febrero de 2021
Adelaide Hoodless reformadora de la educación canadiense
Adelaide y John tuvieron cuatro hijos: Edna, Muriel, Bernard (Bernie) y John Harold.
Miembros del Consejo Nacional de Mujeres de Canadá en Rideau Hall, 1898 |
https://en.wikipedia.org/wiki/Adelaide_Hoodless
http://activehistory.ca/2015/02/whats-in-a-place-name-adelaide-hoodless-and-mona-parsons/
https://books.google.es/books?id=E5ckXn9VV0IC&pg=PA105&lpg=PA105&dq=Ann+Harvey+(1811-1860)&source=bl&ots=zaOx_lUEov&sig=LSfv4KOhLKOM8CrQY4OtcvahQqY&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwj5uZD1gOLXAhWM5xoKHfyBBOkQ6AEITzAF#v=onepage&q&f=false
viernes, 26 de febrero de 2021
Margarita Ferreras escritora y poeta
Margarita Ferreras recupera su voz
jueves, 25 de febrero de 2021
Vittoria Colonna, poeta e intelectual del Renacimiento italiano
Vittoria Colonna, sin duda la escritora más famosa y exitosa de su época en Italia, fue ampliamente admirada por sus compañeros por sus impecables versos petrarcanos y su imagen pública de castidad y piedad irreprochables. Su obra pasó por numerosas ediciones del siglo XVI, pero estas disminuyeron después de la década de 1560 y el posterior descuido editorial desmiente su estatus a la vanguardia de la producción literaria de mujeres seculares en el Renacimiento.
Nacida en el poderoso clan Colonna en 1490 (algunas fuentes dicen 1492), segunda hija de Fabrizio Colonna y Agnese di Montefeltro, Vittoria se comprometió a una edad muy joven con Francesco Ferrante D'Avalos, el marqués de Pescara, en una maniobra política. que estableció una alianza entre los Colonna y el trono español del rey Ferdinando de Aragon. El matrimonio se celebró en 1509 en la isla de Ischia, frente a la costa de Nápoles, y la pareja residió brevemente en la campiña napolitana antes de que D'Avalos partiera en la primera de las muchas campañas militares contra los franceses que lo ocuparían durante el resto de su vida. La propia Colonna regresó a Ischia, a la corte presidida por su tía, Costanza D'Avalos, donde la biblioteca bien surtida y el animado ambiente de la corte probablemente ayudaron a alentar sus propias aspiraciones literarias. Una sola 'Epístola' poética a su esposo, escrita durante su encarcelamiento por los franceses en 1512, es todo lo que sobrevive de la poesía de Colonna de este período temprano, pero los escritores napolitanos contemporáneos la citan con suficiente frecuencia como para sugerir que su trabajo ya estaba disfrutando de alguna publicación significativa de escribas en Nápoles y sus alrededores, si no más lejos.
La ausencia casi constante de su esposo del hogar, así como su reputación de valor y heroísmo en la batalla, parecen haber proporcionado a Colonna los contextos necesarios de pérdida y anhelo requeridos por el formato petrarquista. Esto se reforzó en 1525, cuando D'Avalos murió a causa de las heridas sufridas en la batalla de Pavía, y no es casualidad que la actividad y fama de Colonna como poeta creciera exponencialmente a partir de esta fecha. Viuda, independientemente rica y sin hijos, se retiró a un convento en Roma como invitada secular y resistió todos los intentos de su familia y el Papa de arreglar un segundo matrimonio. El énfasis de su obra en la espiritualidad y la vida contemplativa fue reforzado por la persona casta y piadosa que promovió públicamente, y ayudada sin duda por su riqueza y estatus aristocrático, fue capaz de formular una voz literaria que inspiraba un respeto considerable mientras conservaba el decoro exigido a su sexo..
La poesía de Colonna es estilísticamente impecable, basándose en los modelos lingüísticos e imitativos petrarcanos recomendados por Pietro Bembo y otros en el período, pero también, particularmente en la obra más madura, rica, sensual e innovadora de formas que pueden sorprender al lector no iniciado. Aunque los primeros poemas llamados `` amorosos '' son más tradicionalmente petrarcanos en su énfasis en la pérdida y el anhelo por el consorte fallecido, los sonetos `` espirituales '' posteriores abrazan en cambio una celebración mucho más positiva del amor divino por Cristo, que se condimenta significativamente con el interés personal de la poeta por las ideas y doctrinas de la reforma.
Una primera edición de las rimas de Colonna se publicó en 1538, y fue seguida por otras doce ediciones publicadas antes de la muerte de la poeta en 1547. Una característica particular de la historia de esta publicación es la distancia personal de Colonna de todas las ediciones de su trabajo que aparecieron durante su vida, por lo que que pudo sostener que sus escritos no estaban relacionados de ninguna manera con ningún deseo de fama o reconocimiento personal (aunque esta afirmación quizás se vea socavada por la gran cantidad de colecciones de manuscritos de los sonetos que también estuvieron en circulación durante el período). Otras nueve ediciones de las Rimas se publicaron antes de finales del siglo XVI, cuando el interés por el género y sus practicantes disminuyó. Desde entonces, la atención a la poesía ha sido esporádica, y la consideración crítica seria a menudo se ha visto socavada por la tendencia hacia lecturas demasiado biográficas de estos versos tan estilizados y complejos.
El trabajo publicado de Colonna no se limita a la poesía. También compuso obras en prosa sobre temas religiosos, inicialmente como cartas, pero que luego se publicaron en colecciones de meditaciones en prosa y en ediciones separadas. Estos escritos en prosa demuestran claramente su interés en la reforma religiosa, así como un intento concertado de definir un papel para la mujer en la literatura secular que se basa en los ejemplos de las 'apóstoles' femeninas que aparecen en el Nuevo Testamento y en las hagiografías tradicionales, de manera más significativa. los ejemplos de María Magdalena, Catalina de Alejandría y la Virgen María.
Vittoria Colonna en un dibujo de Miguel Angel |
https://es.wikipedia.org/wiki/Victoria_Colonna
miércoles, 24 de febrero de 2021
Violeta Luna poeta
Tomamos parte de la biografia del dicionario biografico de Ecuador :
VIOLETA LUNA CARRERA POETA.
- Nació en Guayaquil el 24 de Febrero de 1943 y fue bautizada con los nombres de Morayma Violeta. Hija legítima de Sergio Luna, profesor secundario en 1942 que recién casado con Matilde Carrera Vásquez, salió con ella de San Gabriel, de donde eran oriundos, en la provincia del Carchi, a trabajar con su primo Aníbal Mena Luna en la heladería Lusitania de Guayaquil.
La mayor de siete hermanos. Vivió sus primeros años en Guayaquil. En 1945 fue llevada a San Gabriel, donde su padre comenzó a trabajar en el Colegio Nacional Mixto José Julián Andrade.
En 1948 ingresó a la escuela Catalina Labouré de las monjas de la Caridad y tuvo una niñez despreocupada y feliz. El 55 pasó al José Julián Andrade, colaboró en varios periódicos murales pues "era buena para redactar y fui estimada por mis profesores Jorge Castañeda de Literatura y Ulpiano Rosero de Filosofía, quien además era poeta. Gané varios concursos y logré una cierta fama porque desde los trece años escribía versitos de amor".
"Por ese tiempo acostumbraba pasar vacaciones en la casa de campo de mi tío Federico Carrera, situada cerca del punto denominado la Gruta de la Paz. Tenía una buena biblioteca, leía mucho, sobre todo a Neruda, Vallejo, Gabriela Mistral, pero Juana de Ibarbourou era mi preferida. Fueron tiempos inolvidables, era feliz, hacía lo que me placía,
" Mi tía abuela Luz María Carrera se había destacados como poetisa sin jamás haber publicado nada, pero yo la idealicé. Durante el tercer curso aprendí Preceptiva Literaria y fui obligada por mi maestro a llevar un Cuaderno de Poesías que aún conservo con mucho cariño. El 62 me gradué de Bachiller y pasé a residir en Quito becada por la Cámara del Senado con S/. 300 mensuales para estudiar periodismo, porque el Senador Luis Rosero era hermano de uno de mis profesores. De esa época son mis primeros cuentos escritos a los diecinueve años".
"Mi padre, sin embargo, me aconsejó que sería mejor para mí que estudiara pedagogía y por eso entré a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central, en la especialidad de Literatura y Castellano. Ya tenía varios Cuadernos de Poesías porque acostumbraba escribir mucho y vivía en el internado pagado de las Monjas Franciscanas Santa Rosa de Viterbo, ubicado al lado de la iglesia, donde permanecí hasta 1964".
"Apenas llegada a Quito, un amigo, locutor radial, me consiguió un empleo en Radio Ecuatoriana para hacer libretos diarios, de dos carillas cada uno, utilizados en el programa cultural de la Mujer. Allí estuve trabajando hasta el 65 con S/.400 mensuales. Y desde el 63 era profesora del sexto grado del Colegio de Mujeres Cardenal Spellman con S/. 700 mensuales".
"Tenía mi vida copada de trabajos y estudios y como el 64 mis padres y hermanos llegaron a Quito, me fui a vivir con ellos en la Bolívar y Rocafuerte, barrio de San Roque. Ese año pasé a dar clases al Colegio Nacional Técnico Gran Colombia de mujeres con S/. 3.000 y comencé a constar en el escalafón. Allá estuve hasta el 68 dictando Literatura y Castellano y ayudando en la secretaría".
Desde el 63 formó parte de un grupo literario que con el nombre de "Vigilia" aglutinó a Rafael Herrera Gil que hacía poesía, a Raúl Armendáriz que escribía cuentos y a otras figuras de menor significación. Para el 64 acostumbraban reunir semanalmente en diferentes casas a discutir poemas y variados textos. El mismo año, motivada por su profesor Galo Rene Pérez, en colaboración con su compañero Rafael Herrera Gil, publicó un volumen de ”Poesía Universitaria”, aparecido con nombre tan sugestivo como alentador, en 69 páginas, poemas trabajados sobre temas íntimos que anunciaban "una expresión lírica presidida por cierta vehemencia, que busca la conceptualización directa, la acumulación de rasgos, la repetición a menudo anafórica y toda suerte de pluralidades" según expresó Hernán Rodríguez Castelo, a quien seguiremos en la crítica.
Desde sus inicios Violeta Luna demostraba "un sentimiento fresco e ingenuo, el verso libre ligero, de donde arrancó su predilección por el arte menor y la imagen cristalina", colocándose con Ana María Iza y Martha Lizarzaburu entre las voces más significativas de la nueva lírica ecuatoriana de entonces.
Tras ese primer triunfo editó pocos meses después un segundo poemario titulado "El Ventanal del agua", aparecido igualmente en la imprenta de la Universidad Central bajo los auspicios de su Rector Luis Verdesoto Salgado y tuvo mejor acogida, pues fue comentado hasta en la revista "Nivel "de México.
El 66 vivió un año en Otavalo de profesora de Literatura en el Normal San Pablo del Lago con S/. 3.000 mensuales, aprovechando el tiempo libre en escribir cuentos que después formaron un volumen. De regreso a Quito el 67 se graduó de Licenciada en Literatura y Castellano con una Monografía que mantiene inédita. Ese año dio a la luz su tercer poemario "Y con el sol me cubro" en 86 páginas, con prólogo de G. Humberto Mata. "Léxico común, verso simple, de ritmo reiterativo y carga emotiva que responden más que a una cosmovisión amplia, a una actitud vital, apasionada, a una lacerante problemática personal y social. En uno u otro caso la respuesta puede presumirse como rechazo a lo inauténtico. En lo personal, a lo mentiroso, convencional, gregario y turbio, a través de símbolos elementales y fuertes como el de la Potranca en sus posteriores Cantos de Temor y de Blasfemia y el del animal que llevamos dentro en el poema Certeza. En lo social, rechazó a la injusticia y toda suerte de alienaciones".
Ese año obtuvo su ingreso a la Casa de la Cultura donde conoció y trató al poeta Euler Granda, médico, psiquiatra de profesión, quien trabajaba en la Dirección de Prisiones, con quien contrajo matrimonio ese año. Entonces empezó una intensa vida intelectual concurriendo a tertulias literarias y trabó amistad con mujeres importantes, escritoras y artistas del Movimiento feminista ecuatoriano.
El 68 pasó de Profesora de Literatura al Colegio Nacional Manuela Cañizares donde permaneció hasta 1980. También el 68 nació la primera de sus cuatro hijas y editó un tomo de ficción con catorce cuentos cortos titulado "Los pasos amarillos" en 113 páginas, con prólogo de Diego Viga, quien la estimuló para que los diera a conocer porque pensó que eran trascendentes.
El 69 obtuvo uno de los premios en el Concurso de Cuentos promovido por el Diario "El Comercio" y ganó el Tercer Premio en el XI Concurso Nacional de Poesía de "El Universo" con su composición "Cantos de Temor y de Blasfemia", colocándose detrás de Efraín Jara Idrovo y del chileno Héctor Burgos Stone que de allí en adelante prefirió los caminos de la prosa. "Cantos de Temor y de Blasfemia" es una hermosísima composición que salió incluida como primera parte en 1970, dentro de su cuarto poemario: "Posiblemente el aire", en 91 páginas, y respondió a una etapa de desencuentro de la poetisa, pues, antes de la separación final, todo se le hizo rutinario, doloroso, luego advino su divorcio.
Rodrigo Pesantez Rodas ha expresado de esos Cantos y de la autora, lo siguiente: "Directa y audaz en la expresión, suelta su potro desbocado que le duele y le grita con un fuerte dolor y en grito pocas veces sentido y escuchado en la lírica femenina del Ecuador. Poeta de vanguardia y dueña de una imaginación poderosa, canta su yo en paralela alegoría a la potranca de los montes. Desde este sitio escoge la música interior que es arquetipo de fondo y forma de toda poesía de verso libre, para desgarrar el contexto social de la vida y sus anómalas consecuencias. Y ya se vierte lírica y profunda o ya social y blasfema cuando dice y contradice leyes que por carecer de humanismo son menos amables y afables que las que tienen las bestia del campo. Sabe la poeta escoger el lenguaje que es parco y expresivo a la vez; se bifurca por la metáfora sencilla y luego se arrebuja en la síntesis que alarga la emoción poética, como una cuerda de renovada voz, pero también de antaño".
Canto Primero, fragmento. // Potranca de los montes, / tú debes ser feliz junto a la yerba. / en medio de las ramas y el estiércol, /sin esta geometría de las calles, /sin estos omnibuses. /sin estos perros cultos, /sin falsas teorías de la vida, / llegando hasta el amor sin desnudarte, / sin dar gemidos vanos contra el sexo. / Y debes ser feliz porque eres potra, /sin esta depresión de la etiqueta / ni todas las mentiras de los libros. / Feliz sencillamente, / feliz como este viento que te nutre, / pariendo cada invierno / encima del orín bajo la luna, / naciendo y masticando las auroras / como saladas frutas / pariendo sin dolor entre el granizo.//
El 73 Vistazo y Canal 8 organizaron un Concurso Nacional de Poesía y obtuvo el Primer Premio consistente en S/. 5.000 con "Ayer me llamaba Primavera", donde anunció nuevos cauces a una navegación más libre, una forma más actual, menos elocuente, más sutil y por todo ello, líricamente más eficaz. El Jurado estuvo compuesto por Benjamín Carrión, Alfonso Rumazo González y Marco Antonio Rodríguez y las composiciones premiadas se publicaron en el libro "Lo mejor de gente joven", nombre tomado del programa de TV de Freddy Ehller. Ese año entregó su sexto poemario "La Sortija de la lluvia" en 103 páginas, aparecí do recién en 1980, en el No. 99 de la Colección Letras del Ecuador, del Núcleo del Guayas de la CCE donde incluyó "Ayer me llamaba Primavera" con forma algo más compleja, pero sobre todo, más patética, por el módulo del verso más amplio, por el aliento más sostenido, por una mayor elocuencia, por recursos retóricos, por metáforas más fuertes y dramáticas o más densas. La evolución formal responde a evolución vital, a más honda perplejidad y descontento frente al mundo que han hecho los hombres".
Ese año comenzó a elaborar un libro para cubrir con crítica a siete poetas importantes y para presentarlo como tesis doctoral. Los escogidos son: David Ledesma Vásquez, Ileana Espinel Cedeño, Carlos Eduardo Jaramillo, Fernando Cazón Vera, Euler Granda, Ana María Iza y Martha Lizarzaburu, Libro que recién pudo editar en 1976 en Guayaquil bajo el título de "La Nueva Lírica Ecuatoriana" en 233 páginas y dado el inmediato éxito de esta obra de notable acierto ensayístico, comenzó a escribir su continuación, con crítica sobre Rubén Astudillo, Jaime Galarza Zavala, Sonia Manzano de Félix, Ottón Muñoz Alvear, Carlos Manuel Arízaga que lamentablemente aún mantiene inédito.
En 1975 Horacio Hidrovo Peñaherrera la incluyó en su estudio "Voces poéticas del Ecuador".
En 1976 obtuvo el Tercer Premio de Concurso Nacional de Poesía organizado por el Diario "El Universo" con un poema largo, de 28 cantos, titulado "Posiblemente el Aire" que editó el Núcleo del Guayas de la CCE,
El 80 pidió su pase al Colegio Experimental Quito por estar más cercano a su domicilio. El 84 fue invitada para formar parte del Jurado internacional del Premio Casa de las Américas, pero se excusó de ir a La Habana en razón de su situación de índole personal, por estar en vísperas de su divorcio. Ese año editó "Corazón acróbata" en la Colección Populibro de la Universidad Central, poemario que ha alcanzado dos ediciones y fue electa miembro de la Sociedad de Escritores del Ecuador.
En 1987 entró a formar parte del grupo "Mujeres por los Derechos Humanos" con otras escritoras del país y dio a la luz pública "Memorias del Humo" en 132 páginas en el No. 84 de la Colección Básica de Escritores ecuatorianos de la Casa de la Cultura.
El 89 fue trasladada con permiso al Programa "Expedición Andina" del Convenio Internacional Andrés Bello para la educación, que está dedicado a producir material de radio, TV e impreso y viajó a la V Reunión Plenaria que se celebró en Caracas de la "Coedición Latinoamericana".
Desde el 89 tuvo a cargo la sección infantil del Diario "El Comercio" que se publica en una página cada quince días y representa a la "Coedición Latinoamericana" en el país. Aún sin publicar mantiene un tomo de poesía titulado "Un tiempo después de vivir" y uno de relatos "El Pañolón de la abuela" con textos costumbristas escritos para escolares. Vive en una villa propia del barrio Chahuarquingo al sur de Quito, con sus hijas.
Ha sido Jurado de numerosos concursos de poesía, el 77 lo fue de El Universo. Su estatura alta, su tez blanca, pelo castaño claro, ojos cafés.
Es una poetisa hermosa que sigue escribiendo porque el trance lírico llega cuando menos se lo piensa. "Tomo ideas, las escribo y estructuro por la noche y así me van saliendo mis poemas", con exceso de patetismo y de reiteración explicitante.
De Violeta Luna dijo G. Humberto Mata: "Su poesía es de contrastes de pensamientos capitales, lumínica concesión, ardióla suncitez de conceptuosos conceptos y encomiásticas antífrasis, de manera pasmosamente inesperada. Su poesía es de pensamiento prodigioso, de revelaciones y de hallazgos eficazmente logrados, poesía viva, despojada de broza, corazón al aire".
Premios
Ha recibido los siguientes premios a lo largo de su carrera literaria:
Premio "A los mejores cuentos", 1969.Premio Nacional de Poesía Ismael Pérez Pazmiño, Diario El Universo, Guayaquil, 1970.
Premio Diario El Comercio a los diez mejores cuentos, 1974.
Premio Nacional de Poesía "Gente Joven", 1975.
La "Lira Guayaquileña", conferido por la Asociación de Periodistas del Guayas.1985
Premio Nacional Femenino Oswaldo Guayasamín, 1987.
Premio Nacional Jorge Carrera Andrade, al mejor libro de poesía del año. Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, 1994.
Obras publicadas
Tiene obras publicadas en los siguientes géneros:
Poesía:
Poesía universitaria (Quito, 1964)
El ventanal del agua (Quito, 1965)
Y con el sol me cubro (Quito, 1967)
Posiblemente el aire (Quito, 1970)
Ayer me llamaba primavera (Quito, 1973)
La sortija de la lluvia (Guayaquil, 1980)
Corazón acróbata (Quito, 1983)
Memoria del humo (Quito, 1987)
Por culpa de los números
Las puertas de la hierba (Quito, 1994)
Una sola vez la vida (Quito, 2000)
La oculta candela (Quito, 2005)
Poesía Junta (Quito, 2005)4
Su obra consta en antologías y diccionarios literarios nacionales y extranjeros.
Cuento:
Los pasos amarillos (Quito, 1970)
Ensayo:
La lírica ecuatoriana actual (Guayaquil, 1973)
Antología:
Además ha participado en las siguientes antologías:
Lírica ecuatoriana contemporánea (Bogotá, 1979)
Diez escritoras ecuatorianas y sus cuentos (Guayaquil, 1982)
Poesía viva del Ecuador (Quito, 1990)
Between the Silence of Voices: An Anthology of Contemporary Ecuadorean Women Poets (Quito, 1997)
Antología de narradoras ecuatorianas (Quito, 1997)
Poesía erótica de mujeres: Antología del Ecuador (Quito, 2001)
https://www.facebook.com/violetamorayma.lunacarrera
https://www.facebook.com/watch/?v=481544385887738
https://es.wikipedia.org/wiki/Violeta_Luna_(poetisa)
http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo11/l6.htm
https://duvanflo.wixsite.com/artistasdelcarchi/violeta-luna
http://clubdepoetas.blogia.com/2006/082401-violeta-luna-mujer-y-poeta.....php
martes, 23 de febrero de 2021
Jarmila Urbánková poeta checa
Publicaciones
Colección de poesía
El espejo roto (1932)
Plaza superior (1934)
Tiempo ventoso (1937)
Girasoles (1942)
Citizpná zkazka (1944)
A la primavera de la mañana (1955)
Goteando (1957)
El pájaro cantante (1964)
Bajo la luna de amor (1968)
Anclas y tallos (1978)
Versos para niños
Vonička (1943)
Lo que quiero ser (1946)
Donde viven los animales (1955)
Comités de poesía
Giro mi cabeza después del sol (1961)
Espejo (1973)
Ecos de primavera (1981)
https://www.hornivilemovice.cz/vyznamne-osobnosti/
http://www.ndbrno.cz/photo_full/urbankova-jarmila-1?id_album=1061
https://www.databazeknih.cz/knihy/jarmila-urbankova-370623
https://encyklopedie.brna.cz/home-mmb/?acc=profil_osobnosti&load=10916
https://cs.wikipedia.org/wiki/Jarmila_Urb%C3%A1nkov%C3%A1
A History of Central European Women's Writing
lunes, 22 de febrero de 2021
Giulietta Masina, querida actriz en el centenario de su nacimiento
Hija del violinista y profesor de música Gaetano Masina y de la maestra Angela Flavia Pasqualin, pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia en Roma viviendo en casa de una tía suya que quedó viuda. Estudió en el liceo de las Hermanas Ursulinas y posteriormente se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de La Sapienza. Durante su paso por la universidad, cultivó su pasión por la interpretación y en el curso 1941–1942 participó en numerosos espectáculos de danza, música y teatro universitario en el Stadium Urbis, que luego se convertiría en el Teatro Ateneo de Roma. En 1943 entró a formar parte de la Compañía de Teatro Cómico Musical donde actuaría como bailarina, cantante y actriz en diferentes operetas y obras cómicas.
En esta fechas, también comienza a trabajar como actriz de radio, junto a Nella Maria Bonora y Franco Becci, voces muy populares en la época. Comienza a ser conocida por el éxito del serial radiofónico Terziglio que contaba las aventuras de Cico y Pallina, que interpretaba junto al locutor Angelo Zanobini. Estaba escrito por Federico Fellini, por entonces un versátil joven, redactor de la revista satírica Marc'Aurelio. Giulietta y Federico se casan el 30 de octubre de 1943, comenzando así una intensa relación afectiva y artística, que sería una de las más relevantes de la historia del cine italiano. Varios meses después del matrimonio, una caída por una escalera le produciría un aborto. Tras esto, el 22 de marzo de 1945, nace su hijo Pierfederico, que desgraciadamente fallecería sólo un mes después, el 24 de abril de 1945 de insuficiencia respiratoria. Fue el único hijo que tuvo la pareja.
Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, retoma el teatro universitario con la obra Angélica, escrita y dirigida por Leo Ferrero y coprotagonizada por Marcello Mastroianni, otro de los actores italianos más reconocidos de la historia. La obra Gli innamorati sería su última incursión en el teatro en 1951.
Su primera incursión en el cine se produjo en 1946 como extra en la película Camarada (Paisà) de Roberto Rossellini, pero su verdadero primer trabajo fue en 1947 en la película Sin piedad (Senza pietà), dirigida por Alberto Lattuada e interpretada junto a Carla Del Poggio. Este papel, de chica de buen corazón y aspecto pizpireto, se repetirá en esta primera etapa en películas dirigidas por Carlo Lizzani, Giuseppe Amato o Renato Castellani. Pero es de la mano de su marido que alcanza la popularidad mundial con su mítico personaje de Gelsomina en la película La strada (1954), junto a Anthony Quinn y Richard Basehart.
En 1957, Giulietta Masina interpretó el que es, probablemente, el papel más relevante de su carrera en Las noches de Cabiria (Le notti di Cabiria) dirigida por su marido. Este personaje aparecía fugazmente ya en la primera película de Fellini El jeque blanco (Lo sceicco bianco) de 1951. En 1958 trabaja junto a Alberto Sordi en la película Fortunella del director Eduardo De Filippo. Fellini contará también con su esposa en su primer largometraje en color, Giulietta de los espíritus (Giulietta degli spiriti) (1965), una historia de fuerte carga surrealista sobre la infidelidad en la pareja. Veinte años más tarde, en 1985, volverá a actuar para Fellini en la melancólica historia de Ginger y Fred (Ginger e Fred) donde junto a Marcello Mastroianni interpretarán a una antigua pareja de baile que imitaban a Fred Astaire y Ginger Rogers, muy populares durante la guerra y que se reúnen al cabo de muchos años invitados por un grandilocuente show televisivo, paradigma del consumismo y del sentimentalismo fácil.
Giulietta Masina murió, víctima del cáncer, en la capital italiana en marzo de 1994, a la edad de 73 años. Sólo sobrevivió cinco meses a su esposo, que murió en octubre de 1993. Fellini y Masina fueron enterrados junto a su malogrado hijo en el cementerio de Rímini, ciudad natal del director. En 2003 se descubrió junto a la tumba un monumento en bronce en forma de vela realizado por el escultor italiano Arnaldo Pomodoro.
Entre los premios más importantes de su trayectoria se puede destacar los cuatro Lazos de Plata (Nastro d'Argento) del Sindicato de periodistas cinematográficos italianos, como actriz principal en Las noches de Cabiria (1958) y Ginger y Fred (1986) y como actriz secundaria en Sin piedad (1948) y Luces de variedades (Luci del varietà) (1950). Además le fue concedido un David de Donatello especial en el 30º aniversario de los premios en 1986 y fue candidata en dos ocasiones a los Premios BAFTA británicos como mejor actriz extranjera en 1954 y 1957.
En los festivales de cine, Giuletta Masina obtuvo el reconocimiento como mejor actriz por su papel en Las noches de Cabiria en 1957 en Cannes y en San Sebastián.
En 1957 fue galardonada con la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos a la mejor actriz extranjera por su interpretación en La Strada,5 y al año siguiente repitió premio por su papel en Las noches de Cabiria.
A pesar de que su carrera cinematográfica fue predominante, Giulietta Masina trabajó también en radio y televisión. De 1966 a 1969 fue, con gran éxito, presentadora de un programa radiofónico titulado Cartas a Giuletta Masina, en el que los radioyentes escribían a la actriz. Estas cartas fueron posteriormente recopiladas en un libro. También trabajó en televisión fundamentalmente en los 70, en dos producciones de gran éxito: Eleonora (1973) dirigida por Silverio Blasi y Camilla (1976) dirigida por Sandro Bolchi, adaptación de la novela Un inverno freddissimo de Fausta Cialente.
Traemos el articulo de Juan Manuel Ibarra titulado Giulietta Masina: La Chaplin Femenina del que destacamos que resalte la simpatía y afecto que consigue de la audiencia para sus personajes:
Federico Fellini es un nombre que inmediatamente viene a la mente de cualquier cinéfilo cuando piensa en una lista de los mejores directores de la historia del cine. Sin embargo, por más influyente que este hombre haya sido, su persona casi siempre viene acompañada de la figura de una actriz que comenzó por ser su musa y se convirtió en el amor de su vida; no sólo eso, sino que Giulietta Masina se ha transformado en una de las actrices más reconocidas y aclamadas de toda la industria del séptimo arte.
Masina nació en San Giorgio di Piano, Italia en 1921 y comenzó su carrera filmográfica en 1946 en la película Paisà, aunque no recibió ningún crédito por su aparición. Masina trabajó con excelentes directores desde sus inicios, entre ellos Roberto Rossellini y Alberto Lattuada, situación que probablemente impulsó su talento para que terminara por ser el monstruo de la actuación que hoy recordamos. Fue en la cinta Luci del Varietà de 1950 que Giulietta compartió créditos por primera vez con su futuro esposo, Fellini, en una cinta donde él dirigía al lado de Lattuada. Masina dio vida a uno de los personajes principales del filme, pero no fue hasta La Strada, película de Fellini de 1954, en donde prácticamente todos los ojos se fueron hacia ella. Han pasado los años y La Strada es recordada como una gran pieza cinematográfica, incluso por grandes directores contemporáneos como Martin Scorsese. Es un filme que retrata la vida de una mujer que, para poder conseguir dinero para su familia, acompaña a un hombre que trabaja en circos ambulantes y sufre de experiencias tanto emocionantes como dolorosas. Anthony Quinn, actor mexicano que protagonizó Zorba el Griego, es el coprotagonista de Masina en La Strada y podemos ver que realmente esta pareja tiene química en la pantalla.
Masina siempre se caracterizó por ser una actriz que generaba un fuerte sentimiento de empatía por el público, y la palabra “entrañable” se queda corta cuando hablamos de ella. Su carisma no tenía límites y, como espectador, es en muchas ocasiones difícil verla pasar a través de momentos complicados; tanto Fellini como ella se muestran como maestros de involucrar a la audiencia dentro del filme. No es sólo en ese aspecto en el que Fellini y Masina son ejemplos invaluables, realmente creo que es digna de gran admiración la forma en que Giulietta puede actuar y Fellini dirigir con uno frente al otro sin dejar que sus presencias afecten de manera negativa el trabajo general. Para ninguno de los dos, el hecho de tener a su pareja cerca de ellos es una limitante, por el contrario, utilizan esa energía para trabajar y es esto lo que hacía que Giulietta brillara cada vez que se paraba frente a una cámara de cine que tenía a su marido del otro lado.
Giulietta no se convirtió en harina de un solo costal, a pesar de ya tener una relación emocional y laboral con Fellini, siguió trabajando con Rossellini y generando actuaciones espectaculares en cualquier pantalla y bajo todo mando en el cual se presentaba. 1957 la vio regresar con su esposo para realizar la película titulada: Le Notti di Cabiria. En esta cinta fue la primera vez que vi a Giulietta y me enamoré de inmediato. Definitivamente, hay algo en su trabajo que la hace sentir como una persona cercana a tí, independientemente de quien seas, y esto es lo que genera las fuertes comparaciones con Chaplin. En la carrera de ambos vemos muchas similitudes en la manera en que utilizan sus expresiones faciales y corporales, pero más que nada creo que la comparación nace porque el público se enamora de ellos al semejar un par de niños que, a pesar de crecer, no perdieron esa inocencia que los convierte en seres extraordinarios.
Giulietta Masina no recibe el crédito que merece. Comencé este artículo diciendo que las personas que recuerdan a Fellini y Massina son los “cinéfilos” y me parece una lástima que cuando el público en general piensa en Chaplin, Masina venga inmediatamente y por asociación a sus mentes. A pesar de esto, el testimonio de la calidad actoral de Giulietta Masina está presente en cualquier cineteca que se respete y, así seamos un millón o tres personas los que la recordamos con tanta estima y admiración, el hecho es que dejó su huella en la historia del arte que ella amó con tanta pasión.
https://www.imdb.com/name/nm0556399/
https://es.wikipedia.org/wiki/Giulietta_Masina
https://medium.com/@En_Cinta/giulietta-masina-la-chaplin-femenina-39e6ddc1dc83
https://derridajacques.wordpress.com/2006/10/04/giulietta-masina-la-pequena-criatura/