Mary Ward ( 23 de enero de1585 -30 de enero de 1645 ) fue una religiosa católica británica que fundó la congregación Instituto de la Bienaventurada Virgen María (IBVM), conocida en España como Madres Irlandesas y, en el resto del mundo, como religiosas de Loreto o Congregación de Jesús.
Nacida en Ripon (Yorkshire) en época de persecuciones a los católicos por parte de los anglicanos, en cuyo curso su hogar fue quemado y destruido. La familia se marcha vivir a Osgobdy (Selby), en casa de Sir Ralph Babthorpe; allí, a los quince años, Mary quiso abrazar la vida religiosa, y en 1609 se marchó con otras compañeras a Francia donde ingresó, sin hacer los votos, en el monasterio de clarisas de Saint-Omer. Pero la vida contemplativa no la atrajo lo suficiente y se marchó con sus compañeras a Gravelines, para dedicarse al apostolado activo.
En 1609, abrió una escuela en Sant-Omer, y para mantenerla, formó una congregación religiosa, el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, una de las más antiguas congregaciones dedicadas a la enseñanza de chicas. Siguiendo la espiritualidad de San Ignacio de Loyola y tomando como modelo la Compañía de Jesús. La congregación era, en muchos lugares, una novedad y pronto se abrieron escuelas en otros lugares de Flandes (Lieja), Alemania (Colonia y Tréveris), Austria e Italia (Roma, 1622; Nápoles, 1623 y Perugia, 1623). El papa Pablo V concedió a la congregación el decretum laudis en 1616, pero sus sucesores detuvieron el proceso de aprobación.
La Santa Sede no aprobaba el hecho de que las hermanas no estuvieran sometidas a la clausura que seguían todas las demás religiosas desde el decreto de Pío V que le imponía. El trabajo activo de las mujeres era demasiado innovador en ese momento y se consideraba peligroso. Tampoco veían bien la dirección central de las casas por una superiora general, la dependencia directa del papa (no del obispo local) y una forma de vida basada en la regla de los jesuitas, o que no llevaran hábito. Aún así, en 1615, los teólogos Francisco Suárez y Leonardus Lessius fueron consultados sobre la cuestión y alabaron la forma de vivir de las Damas Irlandesas, aunque recomendaban la sujeción al obispo y la autorización pontificia.
En 1626 va a Múnich y el príncipe elector Maximiliano I lo ofrece abrir una escuela; Ward inaugura la Paradeiserhaus, importante centro de la congregación. Abrió después escuelas en Viena (que pronto llegó a tener 450 alumnos) y Bratislava. En Praga, en 1628, recibió el apoyo de la nobleza, que financiaron un colegio con 30 monjas, pero encontró la oposición de los contrarios a los jesuitas.
En julio de 1628, la Congregación de Propaganda Fide decreta la suspensión de la congregación, por no aceptar la clausura; Mary Ward fue acusada de herejía y rebelión y encarcelada en el monasterio de clarisas de Munich, pero nunca quiso firmar la declaración de culpabilidad que los inquisidores habían preparado. El 16 de enero de 1631, Urbano VIII, con la bula Pastoralis Romani Pontificios, decretó la supresión de la congregación.
En octubre de 1631 fue a Roma y se entrevistó con el Papa. El Santo Oficio la encontró limpia de sospechas de herejía y vivió con sus compañeras de congregación. Maximiliano de Múnich permitió que la labor educativa de las hermanas continuara en Baviera, ya que la bula de supresión no hacía mención de la enseñanza. No podía dejar Roma sin permiso papal y permanecía vigilada. Por problemas de salud, pasó una temporada en un balneario de Umbría en 1634, y en 1637 en Spa (Flandes).
Deja definitivamente Roma, con el favor del Papa, el 10 de septiembre de 1637, cuando marcha y se instala en Flandes. Con una carta de recomendación de Urbano VIII a Enriqueta María de Francia, reina de Gran Bretaña, Mary Ward pudo volver a su patria y abrió escuelas.
En 1642 fundó un convento en Heworth, cerca de York. Murió en 1645, en la escuela de Saint Mary, en loor de santidad, e incluso anglicanos fueron a sus funerales.
Sin embargo, la congregación no fue aprobada hasta 1703 por Clemente XI.
Fue declarada venerable el 19 de diciembre de 2009 por Benedicto XVI.
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