Placeres Castellanos Pan,( Ponte Caldelas el 11 de enero de 1896 - Vigo el 25 de junio de 1971), fue maestra, enfermera, periodista e integrante de la resistencia francesa contra los nazis.
Mujer culta con simpatías comunistas. Durante la República, Placeres se atrevió a participar activamente en la política. Su marido, el maestro, sindicalista y político Víctor Fraiz, hizo campaña por el Estatuto de Galicia. Circunstancialmente, el levantamiento de 1936 la sorprendió en Madrid, donde había viajado con una comisión de la Cruz Roja Internacional para asistir a una asamblea, por lo que pudo salvar la vida, pero no la de muchos miembros de su familia. Los falangistas masacraron a uno de sus hijos, Víctor Jesús, que solo tenía 19 años. Un año después, en 1937, mataron a Víctor Fraiz, que había huido vagando por las montañas del sur de Galicia. Placeres tuvo que aguantar la muerte de dos hijos más, Vicente y Moncho.
Lejos de Galicia, indefensa ante la tragedia que afectó a su familia, trabajó intensamente en las tareas de solidaridad y atención a los niños y heridos. Ya en Valencia trabajó como secretaria de Solidaridad Antifascista Gallega.
Pocos días después de la caída de la República, Placeres se embarcó en el Burrington Combe hacia el sur de Francia, donde permaneció en campos de internamiento, alli dio pruebas de un gran sentido de solidaridad y la necesidad de colaboración entre las mujeres ante la terrible situación. y condiciones inhumanas que tenían que soportar: frío extremo, hambre y miseria. En uno de estos campos conoció a Josef Spirk, un checoslovaco que había sido brigadier durante la Guerra Civil española, y a través del cual Placeres entró en contacto con la Resistencia francesa. En las profundidades boscosas del departamento pirenaico de Ariège Placeres volvió a asumir la responsabilidad de tareas de solidaridad con los presos: les proporcionó comida y dinero, les llevó mensajes y facilitó los contactos. El aparato organizativo de los maquis exigía un mayor compromiso, lo que significaba más responsabilidad y un aumento considerable de riesgos. Se convirtió en la guerrilla de enlace de la III Brigada Guerrillera de la fuerza FFI (Franc Tireurs de l'Interieur) con el número 35435. Actuar como enlace entre la guerrilla no era fácil: había que ser discreta y controlar los nervios en todo momento. . Cualquier imprudencia podría costarle la vida, además de poner en peligro la de sus compañeros. Hubo que tener mucho coraje y sangre fría para superar, sin levantar la menor sospecha, los numerosos controles que los nazis montaron en la Francia ocupada. Fue testigo de la crueldad de los nazis hacia la población civil francesa y de cómo los alemanes torturaron y asesinaron a personas por simpatizar con la Resistencia.
Placeres cargó paquetes comprometedores, acogió en su casa a guerrilleros, fugitivos e incluso militares, que jugarían un papel importante en la lucha internacional.
Aunque se mantuvo activa y con la mente ocupada en la lucha contra el fascismo, no olvidó lo que le habían hecho a su familia ni olvidó que en Galicia sus hijas e hijos estaban desamparados y huérfanos. Luchó contra el fascismo por ideología y compromiso político y colaboró con la Resistencia francesa con convicción y, sobre todo, con la esperanza de que Franco cayera junto a Hitler y Mussolini.
Su activismo feminista la llevó a representar a Marsella, donde trabajó como periodista, en el Congreso Internacional de Mujeres celebrado en París en noviembre de 1945. Allí conoció a mujeres como Dolores Ibarruri, la Pasionista, y muchas otras, de todos los continentes. por la necesidad de intercambiar opiniones sobre los acontecimientos.
Reforzamos nuestro agradecimiento a Silvia Caldas Fraiz y Ediciones Our Earth
http://culturagalega.gal/album/detalle.php?id=186&autor=Placeres%20Castellanos
No hay comentarios:
Publicar un comentario