https://pt.wikipedia.org/wiki/Francisca_J%C3%BAlia_da_Silvahttps://saopauloantiga.com.br/a-historia-da-musa-impassivel/
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miércoles, 31 de agosto de 2022
Francisca Júlia da Silva poeta brasileña
https://pt.wikipedia.org/wiki/Francisca_J%C3%BAlia_da_Silvahttps://saopauloantiga.com.br/a-historia-da-musa-impassivel/
martes, 30 de agosto de 2022
Marie-Suzanne Giroust pintora, pastelista y miniaturista francesa.
Marie-Suzanne, pintada por su esposo Alexander Roslin |
Autorretrato, 1770. |
Murió de cáncer de mama, el 31 de agosto de 1772, a los 38 años.
Obras
Henrik Vilhelm Peill (1766; colección privada).
Autorretrato (1770).
Jacques Dumont (1770; Museo nacional de Versalles).
Retrato de M. Pigalle (1771; Louvre, París).
lunes, 29 de agosto de 2022
Mary Garrett Hay sufragista imprescindible
Mary Garrett Hay en 1918 |
domingo, 28 de agosto de 2022
Shulamith Firestone escritora y activista feminista
sábado, 27 de agosto de 2022
Katharine Dexter McCormick empleó su dinero para mejorar el mundo
http://business.elkrapidschamber.org/news/details/katharine-dexter-mccormick-making-a-local-and-national-impact
file:///C:/Users/ttenn/Downloads/11590-11332-0-PB.pdf
https://en.wikipedia.org/wiki/Katharine_McCormick
http://business.elkrapidschamber.org/news/details/katharine-dexter-mccormick-making-a-local-and-national-impact
viernes, 26 de agosto de 2022
Vivian Suter artista
La artista de origen suizo Vivian Suter (Buenos Aires, 26 de agosto de 1949), se ha mantenido durante toda su trayectoria cercana a la escena artística de Basilea, ciudad donde vivió entre 1962 y 1982, hasta que estableció su residencia permanente en plena selva guatemalteca. En su estudio situado en Panajachel, sobre el terreno de una antigua plantación cafetera junto al lago Atitlán, la obra de Suter ha evolucionado hacia un intercambio cada vez más estrecho con el entorno natural, plasmado en lienzos coloristas, sin marco, en profunda continuidad con el paisaje tropical de los alrededores de su taller.
Esta relación se vuelve más orgánica y procesual tras las tormentas tropicales Stan, en 2005, y Agatha, en 2010: muchos de sus lienzos quedan parcialmente anegados en el fango, generando series pictóricas terminadas por el carácter azaroso de la naturaleza. A partir de ese momento, la naturaleza intervendrá casi como coautora de sus obras, que transitan entre la introspección del interior de su estudio y el exterior, donde se impregnan del viento, la lluvia, el barro e incluso de pequeños organismos del entorno selvático.
Cada lienzo mantiene su propia autonomía como obra de arte, pero permanece también en estrecha conexión con el resto de las piezas, en una suerte de ecosistema evocador de experiencias climáticas, sensoriales y emotivas. En este sentido las telas de Suter cuelgan, sin bastidor, en instalaciones que buscan una relación inmediata con el espacio arquitectónico y natural, al tiempo que remiten inevitablemente al entorno en que fueron creadas.
Entre las exposiciones de su trayectoria destacan las que realiza en el Kunstmuseum de Olten (2004), Kunsthalle de Basilea (2014), Bienal de São Paulo (2014), documenta 14 de Kassel y Atenas (2017), Bienal de Taipei (2018), y más recientemente en The Power Plant de Toronto (2018), The Art Institute de Chicago (2019), el ICA de Boston (2019) y el Camden Art Centre de Londres (2020).
Descubrimos el trabajo de Vivian en la magnifica exposición del Palacio de Velázquez en el Parque del Retiro de Madrid. La exposición del Museo Reina Sofía es una explosión de color intuición y sensaciones que se muestran ocupando todo el espacio del Palacio. Desde las obras que cuelgan en forma individual a las que se agrupan en forma de collage en las paredes. En el suelo largas telas invitan al visitante a continuar por un bosque de lienzos colgados como si estuviesen secándose o esperando que la naturaleza continúe su proceso creativo. Grandes bloques formados por obras que se exhiben en su interior colgadas en el espacio central del edificio permiten jugar con la idea del plano del lienzo al volumen grupal y ofrecen una magnitud escultórica a la exposición.
La muestra, reúne cerca de 500 pinturas, desde algunas de sus grandes obras sobre papel de los años 80 hasta telas realizadas en los últimos meses. Una exposición que según la propia artista es la mejor que se ha realizado con su obra. El recorrido no es lineal, ni por ideas, ni por volumen, ni siquiera ha intentado mostrar una cronología de su obra. Vivian Suter ha escogido cada espacio y cada rincón para cada una de sus piezas. La forma de exponer su obra es como su creación, intuitiva, lo que permite adentrarse en el mundo de Vivian Suter sin ninguna premeditada intención. Solo hay que dejarse llevar por un mundo de color.
Un pequeño video de su exposición en Madrid :
https://elpais.com/babelia/2021-06-26/el-tiempo-detenido-de-vivian-suter.html
jueves, 25 de agosto de 2022
Ruth Aaronson Bari, matemática
Ruth Aaronson Bari, ( 17 de noviembre de 1917- 25 agosto 2005) fue profesora emerita de Matemáticas en la Universidad George Washington ( GWU)
Ruth Aaronson Bari, había vivido en Silver Spring desde 1963. Originaria de Brooklyn, N.Y., se enamoró de la belleza y la pureza de las matemáticas en el Brooklyn College, donde obtuvo una licenciatura en 1939.
Se inscribió en el programa de doctorado en matemáticas de la Universidad Johns Hopkins, pero el final de la Segunda Guerra Mundial frustró sus planes. Su hija recordó que accedió a una sugerencia de la universidad de que las mujeres en el programa de posgrado renunciaran a sus becas para que los hombres que regresaban de las fuerzas armadas pudieran continuar sus estudios. Recibió su maestría de Johns Hopkins en 1943.
Durante las siguientes dos décadas, crió a tres hijas y luego decidió, cumplir su sueño de doctorado largamente postergado. Volvió a postularse en Johns Hopkins y fue aceptada provisionalmente; tuvo que volver a hacer el trabajo del curso de nivel de maestría para que la universidad pudiera estar segura de que todavía era capaz de hacer matemáticas de nivel de doctorado.
Trabajando hasta altas horas de la noche, completó su disertación sobre "reducibilidad absoluta de mapas de un máximo de 19 regiones". Recibió su doctorado en 1966 a los 47 años.
"Me han dicho que su tesis fue extraordinaria", escribió una hija, la reportera científica del New York Times Gina Kolata, en un artículo de 1987 sobre su madre. "Poco después de obtener su título, William Tutte, un matemático de renombre en su campo, la invitó a pasar dos semanas en su departamento de la Universidad de Waterloo en Canadá, dando una conferencia sobre su trabajo. Pagó todos sus gastos y le dio $ 500 a la semana, que, según me recuerda mi padre, era bastante dinero en aquellos días".
Se unió a la facultad de GWU en 1966 y fue ascendida a profesora titular unos años más tarde. Experta en teoría de grafos, escribió un artículo pionero en el área de los gráficos y las estructuras algebraicas conocidas como homomorfismos.
Preocupada a principios de la década de 1970 porque los maestros de matemáticas en las escuelas públicas del Distrito no estaban tan bien preparados en el campo como debían, usó una subvención de la Fundación Nacional de Ciencias para iniciar un programa de maestría en enseñanza de matemáticas. También participó en una demanda colectiva contra GWU, en protesta por las desigualdades salariales y de promoción que afectan a las profesoras.
Otra hija, la Dra. Martha Bari, historiadora del arte en Hood College, recordó que el eterno problema de matemáticas que su madre había abordado en su disertación, que involucraba la conjetura de cuatro colores, fue finalmente resuelto en 1976 por dos profesores que confiaron en un número masivo de computadoras. -crujiendo "¿No te sientes engañado después de todo ese trabajo que hiciste?" Bari le preguntó a su madre.
La Dra. Bari le aseguró a su hija que no. “Simplemente estoy agradecida de que se resolvió durante mi vida y de haber tenido el privilegio de presenciarlo”, dijo.
La doctora Bari se jubiló en 1988.
Una de sus hija, Judi Bari, destacada activista medioambiental de EarthFirst!, murió en 1997.
Además de sus dos hijas, Kolata de Princeton, N.J., y Bari de Silver Spring, los sobrevivientes incluyen a su esposo por 64 años, Arthur Bari de Rockville; y cuatro nietos.
Ruth Aaronson Bari, de 87 años, murió el 25 de agosto en el Hogar Luterano Nacional en Rockville por complicaciones de la enfermedad de Alzheimer.
By Biographies of Women Mathematicians, Fair use, https://en.wikipedia.org/w/index.php?curid=16194842
https://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/08/29/AR2005082901950.html
https://www.fembio.org/english/biography.php/woman/notable-women?fem_id=2007
miércoles, 24 de agosto de 2022
Gilda Pacheco Oreamuno psicóloga y experta en Derechos Humanos
Gilda Pacheco Oreamuno ( 18 de mayo de 1952 - 24 de agosto de 2020) psicologa costaricense comprometida con los derechos de las mujeres. Trabajaba desde una organización sin animo de lucro que reconoce en niñas, niños y adolescentes ese potencial de liderazgo que es la base para el desarrollo sostenible de una nación. entendía por violencia toda acción u omisión que perjudique el derecho preferente de la persona menor de edad al desarrollo.y concebía la educacióncomo herramienta para el cambio social.
Gilda psicóloga y experta en Derechos Humanos, dedicó su trabajo a fortalecer capacidades de cientos de personas defensoras de derechos humanos en las Américas mediante su trabajo en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos.
Gilda fue precursora del enfoque psicojurídico en la región, pero también gran promotora de una sociedad civil técnicamente formada, independiente y con un profundo compromiso con los grupos más vulnerables. Su visión sobre centrar el trabajo de Derechos Humanos en las víctimas, contribuyó al desarrollo de importantes debates sobre el sentido de las reparaciones, cómo interpretar las necesidades de las víctimas y no generar un proceso de revictimización. Su determinación, honestidad, calidez ponen su legado más allá de los proyectos que impulsó. Gilda deja muchas huellas, hay un pedacito de su corazón en cada país que visitó y se mantendrá viva en cada comunidad a la que ha llegado en cada defensor o defensora de derechos humanos que ella impactó con su trabajo. Gracias, Gilda
No conocí a Gilda. aunque seguro que compartimos activismos, pero en mi trabajo de visibilizar los aportes de las mujeres no pude obviar las muestras de reconocimiento y afecto que su partida géneró y que nos cuentan de su inteligencia, su esfuerzo , su genrosidad y creatividad al servicio de los derechos de las mujeres. Hoy que se cumplen dos años de su partida traigo,en modo de Homenaje y de forma atropellada esos fragmentos que guarde porque me impresionaron y que nos la describen . Las invito a que me manden más información para ampliarlo o corregirlo . Entre tanto. GRACIAS GILDA
De parte de Alda, Ana Elena, Isabel, Lara, Line, Lucy y Soledad
Hilvanado por Line Bareiro
El 24 de agosto de 2020 me escribió mi amiga Ileana Aguilar “No sé si ya lo sabes, falleció Gilda”. “¿De qué Gilda estás hablando?”, le contesté. En un minuto le envié tres mensajes. “Pacheco”, me dijo, y me aclaró que ella misma también seguía preguntando sin poder creerlo. Quise negarlo primero, luego traté de confirmar el error, para seguir recibiendo la misma demoledora noticia durante días.
Menos mal que ahora tenemos formas baratas de hablar a la distancia, porque entre Costa Rica, Paraguay, EEUU, Guatemala, Uruguay, y cada país de la región, no paramos de encontrar resquicios ilusorios, con el deseo de confirmar que la noticia era falsa. Pero no, la partida de Gilda no tenía regreso, no era un viaje, no era una despedida como otras tantas de estos años. Ahora significaba que no volveríamos a charlar, nunca más. Ella, que siempre me decía que podía quedarme en su casa; ella, que sabía cuidar a todas; ella, a quien se le ocurrían cosas insólitas que se terminaban realizando.
Gilda saltaba sobre la planificación cuando olfateaba que, yendo por un camino distinto al diseñado, sería mejor para los derechos de las personas, para lograr el objetivo colectivamente decidido. En esos casos, inútilmente Isabel y yo nos preocupábamos porque queríamos cumplir el plan de trabajo. Así fue cuando Lucrecia no pudo testimoniar en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque no paró de llorar en el juicio por la desaparición de su hermanito en la dictadura de Ríos Montt. Inmediatamente Gilda inventó un proyecto de contención, de cuidado a familiares que llegaban a San José para testimoniar. Tenía el poder de ver lejos, el de la creatividad, el de la consideración, el de la palabra sincera que convencía.
Lara Blanco posteó ese mismo 24 de agosto: “Casi no me alcanzan las fuerzas para despedirme de Gilda Pacheco. La recuerdo en tantos momentos de la vida. La recuerdo siempre sonriente, cariñosa, intensa. Entregada a los derechos humanos, feminista y trabajadora incansable. Pensar en ella es pensar en todas las misiones que hizo suyas y vimos florecer. Querida Gilda, qué privilegio conocerte, trabajar juntas, tenerte de amiga.”
Alda Facio le rindió homenaje unos días después, cuando apenas las lágrimas nos permitían leer: “No he vuelto a este espacio por múltiples razones, pero hoy quiero, no, necesito, compartir con muchas feministas mi despedida a Gilda Pacheco Oreamuno y lamentablemente, FB es el único espacio virtual que conozco que me permite hacerlo:
Gilda Pacheco fue en vida una feminista sabia y tan generosa, que pese a su partida de este mundo nos sigue regalando un gran legado. Es realmente esperanzador saber que quienes viven con convicción y amor hacia sus semejantes, en realidad no mueren sino que continúan brindándonos su luz mucho después de su partida.
Hoy quiero rendir homenaje a una defensora de los derechos humanos de las mujeres de todas las edades, colores, creencias, nacionalidades, etc. Una defensora a quien siempre se le podía llegar con las ideas más poco claras que ella lograba traducirlas en una estrategia potente. Así lo hizo con el Protocolo Facultativo de la CEDAW, una idea que ella convirtió en un proceso que facilitó la participación de muchas feministas de nuestra región en las negociaciones que crearon ese protocolo. Y, sabiendo que la adopción de ese instrumento por las Naciones Unidas, era solo el primer paso, diseñó una estrategia que logró que muchos Estados lo ratificaran. Es en gran parte gracias a Gilda que hoy la mayoría de mujeres (de LAC) tenemos la posibilidad de denunciar ante el Comité CEDAW las distintas discriminaciones que vivimos.
Gracias Gilda por todos tus aportes a los derechos humanos de las mujeres, gracias por todas las enseñanzas que me hicieron repensar muchas de mis furias y me hicieron una mejor feminista y gracias por todo el apoyo que me diste durante momentos muy difíciles de mi vida. Mujeres como vos siempre me han dado la energía que se requiere para seguir en esta lucha por un mundo mejor y más feliz para toda la humanidad.
Gracias a Gilda, me hice amiga de Ana Elena Obando, quien escribió: “La noticia del fallecimiento de nuestra querida Gilda sigue resonando con tristeza en nuestros corazones. Gilda fue una amiga extraordinaria, siempre sororal y amorosa. Recuerdo su sonrisa dulce, sincera y positiva aún en los momentos más difíciles. Nunca se rindió, siempre iba hacia adelante. Como feminista comprometida, visionaria e inteligente, lograba unirnos en un propósito común para trabajar armónicamente. Ella sabía de la alquimia feminista. Desde el lugar desde donde ella estuviera, siempre promovió nuevas ideas y proyectos para avanzar los derechos de las mujeres y l@s niñ@s. Su memoria y su legado siguen vivos entre nosotras. Ahora nos toca seguir cuidando las semillas que con tanto trabajo y amor plantamos juntas. Mucha luz y paz para su alma noble.”
Isabel Torres García dijo: “Gilda vive en mis recuerdos y en mis grandes afectos. Pensar en ella es remontarme a casi dos décadas de amistad y de complicidades. Jefa y colega en el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, motor inagotable de estrategias para que los derechos humanos fueran parte de la vida de las mujeres y de todas las personas, profundamente solidaria, siempre generosa con sus ideas y su amistad. De Gilda aprendí a trabajar con un enfoque de proceso e interdisciplinario, porque si no –decía- lo que “logramos es un efecto ‘spray’, atomizado, parcial, que no genera impacto, ni llega a ser sostenible”. Con esa valiosa guía ideó, impulsó y desarrolló exitosamente muchísimos proyectos para hacer vigentes los derechos humanos en igualdad y no discriminación, porque –también decía- se trata de “pasar de las palabras a la acción, de la teoría a la práctica”. No dudo que quienes la conocimos y compartimos con ella, recordamos esas palabras. Se nos quedó pendiente vernos, como hablamos días antes de que se fuera tan inesperadamente. Su abrazo cálido está conmigo. Gilda querida, hasta siempre…”
Dice Lucy que “¡Gilda era una moto! Con ser inteligente no basta, si querés que las cosas sucedan hay que enamorar y ella a la inteligencia le agregaba intuición y su propio entusiasmo. Cuando se le metía una idea en la cabeza, no paraba y convencía a todo el mundo. Quisieras o no, ¡terminabas queriendo! Me invitó a Costa Rica para dar una charla sobre comunicación política en los cursos del IIDH y CEJIL sobre litigio internacional (de paso, fue una de las reuniones donde más aprendí en mi vida) y cuando tomé el avión de regreso ya había quedado enganchada en la estrategia de Causa Abierta. Pero si cara a cara te convencía, por teléfono era imbatible. Tengo varios ejemplos pero con este basta: una vez me llamó a un hotel de Recife donde me había ido a descansar (yo creía que en secreto hasta que ella encontró el número y llamó) para convencerme de participar en una campaña que ayudara a que una latinoamericana, Elizabeth Odio, entrara en la Corte Penal Internacional. Yo no la conocía, no había dinero para la campaña y teníamos dos semanas para hacerla. No quiero saber a cuánta gente habrá llamado y convencido Gilda, pero Elizabeth fue una integrante de lujo en la CPI. Así era Gilda, una moto: veía clarito el objetivo, armaba equipos y avanzaba directo. Y todo esa creatividad y ese entusiasmo, puestos al servicio de la solidaridad y los derechos humanos.”
Cerrando ya este desordenado homenaje feminista, recuerdo que en el IIDH se contaba que mucho habían procurado que la muy admirada Cecilia Medina fuese a actividades del instituto y que ningún director lo había logrado, hasta que Gilda habló con ella para la formación de defensoras de los DDHH de las mujeres. A mí también me convencía, y muchas veces por teléfono. Así di mi primera clase en un curso interdisciplinario de derechos humanos del IIDH, así me comprometí a escribir un artículo recién llegadita de Beijing para el libro que ella y Laura Guzmán coordinaron, así fui por 6 meses, que se convirtieron en 18, a trabajar con Gilda al IIDH.
Bueno, no era sólo la palabra y su hermosa voz las que convencían, ella era una estratega que daba personalmente los pasos para realizar su objetivo. Yo no tenía auto y Gilda generosamente me acompañó a ver cada departamento o casa de San José de Costa Rica y sin dudar, ella los iba rechazando hasta que encontramos un departamento que le pareció lindo, seguro y con mucha luz. Recién ahí me dijo que se había propuesto encontrarme un buen lugar, o de lo contrario, no dejaría que me quedara.
Gilda Pacheco Oreamuno lograba lo que se proponía porque tenía ese poder invisible que tienen algunas feministas que creen, desde muy adentro, en los derechos humanos, en la igualdad entre diferentes y en el valor del afecto.
Gilda, una gran maestra. Presente, ahora y siempre.
Soledad Garcia Muñoz
Conocí a Gilda hacia 1998, cuando empecé como consultora del IIDH[1] y ella dirigía su Departamento de Sociedad Civil; enseguida congeniamos. Generosa y tan llena de bondad como de inteligencia, Gilda fue una gran maestra. Como ser humano, preciosa: solidaria y sorora cien por cien. Amante de su familia, de su hija Ale y de Pablo, de su nieto y de su nieta. Cultivó la amistad y la empatía que regaló a raudales, tanto a su familia y amistades, como a las víctimas de violaciones de derechos humanos.
Gilda me sorprendía por su visión innovadora y estratégica, por su capacidad de articulación y creatividad, feminista, visionaria y brillante. Fue ante todo una mujer de acción. La estrategia de género -sensibilizar al IIDH, que comenzó con Alda Facio y después con Line Bareiro e Isabel Torres- fue una de las primeras que conocí en organismos de DDHH. También se involucró en “Causa Abierta”, que en poco tiempo logró generar una jurisprudencia sobre derechos humanos de las mujeres en el sistema interamericano: una experiencia hasta entonces inexistente, que hoy demostró ser tan prolífica como necesaria. Para mí fue un honor poder participar en ese proyecto.
Gilda fue una gran valedora de los DDHH, en especial de los DESCA El IV Curso de Sociedad Civil sobre DESC, puso en mi camino conocimientos e inquietudes que me apuntalaron para hacer lo que ahora hago en mi mandato como Relatora. Fue memorable la reunión que organizó con referentes de derechos humanos, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Vilma Nuñez, Liliana Ortega, Roberto Garretón, Jorge Pan o Ramón Muñoz Castro. Sentí que estaba tocando la historia misma de los derechos humanos en América Latina.
Destaco la experiencia que me llevó a coordinar el Proyecto CEDAW Argentina del IIDH. Gilda me pidió acompañarla a una reunión en la Defensoría del Pueblo. Sin previo aviso, me presentó como la consultora a cargo del proceso educativo y de incidencia del IIDH, para lograr que el país ratificase el Protocolo Facultativo. No tuve ni que aceptar, a la tarde ya estábamos reunidas en el Café Tortoni, con las más potentes feministas porteñas. Fue uno de los proyectos más exitosos que he tenido la oportunidad de liderar para los derechos de las humanas. Gilda, con Isabel, Line y tantas mujeres potentes, articulamos, siempre respaldando y alentando cada esfuerzo. Como cuando ya en Uruguay me tocó poner en marcha la Oficina Regional Suramérica del IIDH y conté con su apoyo incondicional, dejando de lado los sinsabores de su salida del Instituto. Recuerdo qué bonita fue la reunión en México y en Uruguay con expertas de la CIM, lo bueno de recibirla en casa, compartir el tributo a Belela Herrera o aquel fin de semana feminista en lo de Lucy.
Gilda activaba para que las mujeres liderasen espacios relevantes. Recuerdo bien su búsqueda de apoyos para las candidaturas de Cecilia Medina, de Line Bareiro o de Elisabeth Odio, algo que experimenté como REDESCA-CIDH. Su apoyo fue de los más constantes para mí en esta tarea, tan necesaria como difícil. La última vez que nos vimos fue en Costa Rica: no sólo me abrió las puertas de su casa y de su vida de par en par, sino las de su networking para la misión del mandato y nos acompañó en la capacitación sobre DESCA a nicaragüenses en el exilio.
Así era Gilda, una tejedora de redes nata. La siento bien presente y le hablo a menudo. Extraño mucho su voz, sus mensajitos. Me apena pensar en volver a Costa Rica y que ella no esté, físicamente. No gozar de su hospitalidad y dejarme consentir hasta el punto de quedarme en su cuarto: el “spa de Gilda”, comer las delicias de Teresa, que hacía parte de su familia. Los vinitos con ella y con Zoilamérica aquella noche mágica, encontrarnos con Maricruz, Charles, Ivonne, tantas amigas y amigos. Gilda es mi Ángela violeta. ¡Gracias Gilda, te quiero tanto!
Agradezco a todas las que directa o indirectamente me han permitido hacer esta publicación, es especial a Ale Campos hija de Gilda que me envió algunas fotografias.
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