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miércoles, 5 de julio de 2023

Teresa de Andrés Zamora bibliotecaria


Teresa Andrés Zamora (Valladolid, 1907- París, 5 de julio de 1946), fue una bibliotecaria española que estuvo al frente de las Bibliotecas de Cultura Popular durante la Guerra Civil. Delegada en Valencia del Ministerio de Instrucción Pública, militante comunista, republicana, sindicalista y feminista, tuvo que exiliarse, primero en Bélgica y luego en Francia, donde falleció a los 39 años de edad.

“Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que ha de inaugurarse una política de lo que con cierto matiz despectivo se ha dado en llamar «cultura popular», entendiendo por tal un rebajamiento del nivel general de la cultura, acompañado del desdén consiguiente por sus más elevadas manifestaciones. Al hablar de una política cultural hecha de cara al pueblo español, me refiero simplemente a una política que enfoque los problemas culturales desde un punto de vista diferente del que, hasta ahora, se ha venido utilizando. Se trata nada más, pero nada menos también, que de realizar verdaderamente la fórmula archivieja de «cultura al alcance de todos». Dentro de un plan cultural concebido de esta manera, una de las primeras cosas que se plantean es la necesidad de la creación de una red de Bibliotecas que sea capaz de hacer llegar los libros hasta los últimos rincones de España”.

(Teresa de Andrés, Las bibliotecas generales en España, 1945).

 Teresa nació en Villalba de los Alcores (Valladolid) en 1907, y cuando tenía tres años la familia se trasladó a Cevico de la Torre (Palencia), donde el padre ejercería de médico y la madre de maestra hasta 1936. Para estudiar el Bachillerato, se trasladó con su abuela a un piso que alquilaron en Palencia y en el instituto comenzó lo que sería una constante en su vida: matrícula de honor en todas las asignaturas y premio extraordinario en reválida. En aquel momento sólo 1 de cada 10 estudiantes de Bachillerato en España era mujer (aún menos en Palencia) y, en la universidad, cuando en 1923 Teresa inició sus estudios de Filosofía (sección Historia) en Valladolid, sólo el 3’73% de los estudiantes universitarios en España eran mujeres (de nuevo, aún menos en Valladolid). Los estudios los terminó en Madrid, compaginándolos con un trabajo como profesora de la sección de Letras del Instituto-Escuela entre 1926 y 1929. A finales de 1928 se trasladó a la Residencia de Señoritas, donde viviría hasta 1932. Cuando ella llegó había 165 residentes, 33 de ellas extranjeras, y unas instalaciones excelentes: el laboratorio de Química estaba recién estrenado y la biblioteca tenía más de doce mil volúmenes, que, precisamente el año de la llegada de Teresa, comienzan a clasificarse siguiendo el sistema decimal Dewey. Además el personal estadounidense del Instituto Internacional ofrecía cursos de Biblioteconomía, lo que resultaba muy favorable para Teresa de Andrés que, en 1931, accedió al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos mediante unas oposiciones en las que sacó el primer puesto. Fue destinada a la biblioteca del Palacio Nacional (ex Palacio Real) —la tercera en España por sus incunables, libros raros y encuadernaciones—, con José Moreno Villa como director, y por las tardes trabajaba en el Centro de Estudios Históricos de la calle Duque de Medinaceli (Palacio del Hielo y el Automóvil) con Elías Tormo y Manuel Gómez Moreno. A mediados del año 1932, Teresa  Andrés obtuvo una pensión de once meses para estudiar Arqueología en Alemania. A los cuatro días de su llegada, el partido nazi consiguió la mayoría en el Parlamente alemán, y seis meses después Hitler se convirtió en canciller y comenzó el Tercer Reich. Unos días antes, Teresa había regresado a España donde realizó los cursos de doctorado y empezó su tesis doctoral mientras trabajaba como becaria en el Centro de Estudios Históricos. La sublevación fascista la sorprendió con la tesis casi acabada.

En los treinta y tres meses que duró la Guerra, Teresa perdió a su padre y un hermano, fusilados, se casó con Emilio Gómez Nadal, tuvo un hijo y fue responsable de la sección de bibliotecas de Cultura Popular. La función de Teresa en este organismo era crear las bibliotecas de hospitales, batallones y de hogares del soldado. A la vez, formaba parte de la Comisión Gestora del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos que, con Tomás Navarro como presidente, sustituyó en los primeros días de la Guerra a la Junta Facultativa de Archivos,

En febrero de 1937 se creó el Consejo Central de Archivos, Bibliotecas y Tesoro Artístico. La sección de Bibliotecas, presidida por Tomás Navarro Tomás constaba de cinco personas, entre ellas María Moliner a cargo de las Bibliotecas Escolares y Teresa de Andrés llevando Extensión Bibliotecaria. Entre marzo de 1937 y abril de 11938, la sección de Bibliotecas del Consejo, con un presupuesto de guerra, compró libros por valor de 6.947.000 pesetas y distribuyó entre 283 bibliotecas (escolares, rurales, municipales,...) —quince años después, en 1952, el gobierno de Franco asignó en los Presupuestos Generales del Estado la cantidad de 3.950.000 pesetas para la adquisición de libros

Tras el traslado del gobierno a Barcelona en 1937, Teresa de Andrés fue responsable de la Delegación en Valencia del Ministerio de Instrucción Pública. En 1938 representó a España en la XI reunión de IFLA (Internacional Federation of Libraries Associations) que se celebró en Bruselas y presentó con gran éxito la obra de difusión de la lectura de los gobiernos de la República y la Generalitat de Cataluña. Al entrar las tropas de Franco en Barcelona, Teresa de Andrés y su familia consiguieron permiso para marchar a Bélgica. Al estallar la Segunda Guerra Mundial se trasladaron a París. Allí decidió formar parte activa de las redes de la Resistencia, dentro del grupo comunista español que su marido, Emilio G. Nadal, lideraba. La situación que vivían les hizo mandar a sus dos hijos, a los que ella no volvería a ver, a Madrid con la abuela materna, En 1944 Teresa empezó a trabajar bajo la dirección de Marcel Bataillon, director del Instituto de Estudios Hispánicos de la Universidad de París, en el Catálogo colectivo de libros españoles de las Bibliotecas Nacionales y Universitarias. En la efervescencia política que siguió a la liberación de París, primero, y el resto de Francia, después, Teresa de Andrés y Emilio G. Nadal participaron en la fundación y desarrollo de la Unión de Intelectuales Españoles, que llegó a contar con 337 miembros y tuvo como secretario general (luego presidente) a José María Quiroga Pla, profesor, poeta y yerno de Unamuno. Teresa publicó varios artículos en su Boletín en 1945, año en que abandonó su trabajo como bibliotecaria para dedicarse de lleno a la preparación de primer Congreso Mundial de la Mujer, que se celebró en París en diciembre de 1945 con la asistencia de delegaciones de 47 países. Unos meses después, en julio de 1946, Teresa murió de leucemia con 39 años. 


 Agradecemos los texto de Capi Corrales Rodrigáñez

https://www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/archivos/mc/centros/cida/4-difusion-cooperacion/4-2-guias-de-lectura/guia-exilio-espanol-1939-archivos-estatales/archiveros-bibliotecarios-exiliados/teresa-andres-zamora.html

https://www.fecyt.es/es/publicacion/ni-tontas-ni-locas-las-intelectuales-en-el-madrid-del-primer-tercio-del-siglo-xx

https://www.elnortedecastilla.es/valladolid/el-cronista/luchadora-cultura-popular-20220308172304-nt.html

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