Luisa Genoveva Carnés Caballero —también conocida por los pseudónimos de Clarita Montes y Natalia Valle— (Madrid, 3 de enero de 1905-Ciudad de México, 12 de marzo de 1964) fue una escritora y periodista española. Militante comunista, se exilió en México al término de la Guerra civil española.
Nacida en una humilde familia madrileña, su padre, Luis Carnés, era barbero y practicante, y su madre, Rosario Caballero, era sastra, pero abandonó el trabajo para cuidar de seis hijos de los cuales Luisa era la mayor, quien abandonó la escuela a los once años y entró como aprendiza en el taller de sombreros de su tía Petra Caballero Aparicio, trabajo que dejó para pasar al obrador de una pastelería. Como cuenta en una entrevista que le fue hecha en 1930:
Obra
Dejó un corpus literario de una decena de novelas, una sesentena de cuentos, trescientas piezas de teatro y centenares de crónicas.
El primer cuento localizado en la prensa es Mar adentro (1926), publicado en La Voz (Madrid), el 22 de octubre de 1926 (pág. 7). Entre esta fecha y la primavera de 1929 publicó cuatro cuentos en la prensa, un hecho poco común en personas principiante en mundo de la cultura.
Su primera obra impresa, Peregrinos del calvario (1928), reúne una serie de novelas breves con influencias de Dostoyevski, Tolstoi, el folletín y la novela popular, en un tono religioso común a sus primeros textos. Ya con esta obra asombró a los críticos por la madurez de su estilo, de su fuerza expresiva y excelentes dotes de observación. Así, con sólo veintitrés años, irrumpió con fuerza en los círculos literarios madrileños y pronto se convirtió en una de las figuras femeninas más destacadas de la cultura española de los años 30 gracias a su narrativa social. Colaboró activamente en los principales medios de comunicación de la época, en especial en La Voz y en los semanarios Estampa y Crónica, con cuentos, relatos y reportajes.
En 1930 apareció su segunda publicación narrativa, ambientada en Madrid y con una interesante figura como protagonista que da nombre a la obra, Natacha, ambientada en un taller textil en el que trabajó durante un tiempo. Fue saludada por la crítica como una obra madura. Y en 1934, se publicó Tea Rooms. Mujeres obreras su novela más marcadamente social, una novela-reportaje con experiencias reales de las mujeres trabajadoras de la época, reeditada en 2016 por Hoja de Lata.
En 1936, ya iniciada la Guerra Civil, irrumpió en la escena española con Así empezó..., estrenada el 22 de octubre en el Teatro Lara de Madrid (rebautizado como Teatro de la Guerra, sección teatral del Altavoz del Frente), un drama en un acto que recibió excelentes críticas por su «originalidad e interés».
Sus últimos meses en España, así como su salida en 1939 y su llegada a México, fueron narrados en De Barcelona a la Bretaña francesa. Episodios de heroísmo y martirio de la evacuación española, que permaneció inédita en manos de su hijo hasta 2014 en que fue publicada por Renacimiento. Escribió también la novela El eslabón perdido, en el que la autora describe el conflicto generacional que enfrenta a los exiliados adultos y a sus descendientes, que no conocieron la patria perdida y anhelada, y que buscan su lugar en la tierra que los acogió.
También escribió otras dos obras dramáticas publicadas en México, Cumpleaños (1966) y Los vendedores de miedo (1966).
En 2017, la editorial Hoja de Lata publicó una selección de sus cuentos englobados bajo el título Trece cuentos (1931-1963), y al año siguiente Espuela de Plata, sus cuentos completos. En el año 2019, Espuela de Plata publicó su segunda novela: Natacha (1930).
En 2022, Tea Rooms. Mujeres obreras fue llevada al teatro en versión y dirección de Laila Ripoll.
Labor como periodista
Su vida como periodista en España fue corta, ya que se vio interrumpida por la guerra civil. Durante la República formó parte del grupo de periodistas que destacó en la prensa madrileña. Practicó un periodismo de inmersión en aspectos poco conocidos de la realidad, buscando el lado humano y trasladando a sus escritos la respuesta a cuestiones que preocupaban al pueblo.
Sus primeros trabajos periodísticos aparecieron en Ondas (1929), La Voz (1930) y Nuevo Mundo (1933). se consolidó en las publicaciones gráficas del grupo Montiel. Destacaron sus trabajos durante tres años en el semanario Estampa: «Una mujer busca trabajo» (1934),«El hombre que sirve los periódicos al presidente de la República» (1934) y «La chalequera que le regaló un chaleco a don Alfonso XII» (1934). También produjo reportajes seriados: «Los hombres célebres vistos por sus cuidadores» (1934-1935) y «Mi vida: las memorias de Miss España recogidas por Luisa Carnés» (1934).
Se incorporó al diario Ahora en 1934, destacando su artículo «Pensión completa. Memorias de una sirviente» (1934), y ya durante la guerra civil: «Las monjas luchan por la República. Una de ellas se hace comunista» (1936); y en Estampa: «El mono proletario, uniforme de honor» (1936), «Carteles antifascistas» (1936), «Un nuevo arte de la guerra en las calles de Valencia» (1937) y «Un día en las trincheras» (1937), en los que se acercó al frente y a la vida en retaguardia. Durante estos años colaboró también en Mundo Obrero y Altavoz del Frente, Frente Rojo, y con el seudónimo de Natalia Valle en el diario de las juventudes comunistas La Hora (1938).
En México, Carnés comenzó a trabajar en la radio y centró su trabajo en el ámbito periodístico. Como exiliada y militante comunista y feminista colaboró en distintas publicaciones Romance (1940), España Popular (1942), Nuestro Tiempo (1947), España y la Paz (1951), Juventud de España y Mujeres Españolas (1951), órgano de la Unión de Mujeres Antifascistas Españolas, publicación de la que fue directora. Como periodista profesional trabajó en la gran prensa mexicana: El Nacional, La Prensa, Novedades y la revista Noticias Gráficas, donde solía firmar con el seudónimo de Clarita Montes. Hasta 1951 desdobló su identidad para diversificar su producción, pues para ella las actividades literarias y periodísticas debían separarse, de ahí que utilizara distintos seudónimos.
Carnés proyecta en sus personajes femeninos su propia biografía, sus vivencias y la evolución de las tensiones existenciales. Su conciencia política la llevaba a una visión emancipadora de las clases trabajadoras, en el que pretendía mostrar de forma especial las contradicciones de un sistema injusto que castigaba a las mujeres. A sus protagonistas les permite desafiar el curso de la historia permitiéndoles actos de rebeldía y provocación.
Obra publicada
«Tea rooms». Mujeres obreras. Hoja de Lata Editorial, 2016. Adaptada al teatro por Laila Ripoll en 2022.
Trece cuentos. Hoja de Lata Editorial, 2017.
Rosalía. Hoja de Lata Editorial, 2017.
De Barcelona a la Bretaña francesa. Editorial Renacimiento, 2014.
El eslabón perdido. Editorial Renacimiento, 2017.
Rojo y gris. Cuentos completos I, Ediciones Espuela de Plata, 2018.
Donde brotó el laurel, Cuentos completos II. Ediciones Espuela de Plata, 2018.
Natacha, Ediciones Espuela de Plata, 2019.
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