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sábado, 8 de julio de 2017

Artemisa Gentileschi pintora italiana del siglo XVII


Artemisia Lomi Gentileschi (Roma, 8 de julio de 1593 - Nápoles, hacia 1654) fue una pintora caravaggista italiana, hija del pintor toscano Orazio Gentileschi (1563-1639).
Vivió en la primera mitad del siglo XVII. Tomó de su padre, Orazio, el límpido rigor del dibujo, injertándole una fuerte acentuación dramática, tomada de las obras de Caravaggio, cargada de efectos teatrales; elemento estilístico que contribuyó a la difusión del caravaggismo en Nápoles, ciudad a la que se trasladó en 1630



Artemisia Gentileschi fue la hija mayor del pintor Orazio Gentileschi, uno de los grandes representantes de la escuela romana de Caravaggio. Artemisia fue introducida a la pintura en el taller de su padre, mostrando más talento que sus hermanos, que trabajaron junto a ella. Aprendió dibujo, cómo empastar los colores y dar brillantez a los cuadros. Dado que el estilo de su padre, en aquellos tiempos, se remitía explícitamente al arte de Caravaggio (con el que Orazio tenía relaciones de familiaridad), también los primeros pasos artísticos de Artemisia se situaron, por motivos diversos, en el despertar del gran pintor lombardo. Pero su aproximación a los temas era diferente de la de su padre.

Susana y los viejos,


Firmó a los diecisiete años su primera obra, (aunque muchos sospecharan entonces que fue ayudada por su padre): Susana y los viejos, 1610, colección Schönborn en Pommersfelden). El cuadro muestra cómo Artemisia había asimilado el realismo de Caravaggio sin permanecer indiferente al lenguaje de la escuela de Bolonia, que tuvo a Annibale Carracci entre sus mejores artistas. A los diecinueve años, dado que el acceso a la enseñanza de las academias profesionales de Bellas Artes era exclusivamente masculino, y por tanto le estaba prohibido, su padre le dio un preceptor privado, Agostino Tassi. Con él estaba trabajando en aquel tiempo Orazio, en la decoración de las bóvedas de Casino della Rose dentro del Palacio Pallavicini Rospigliosi en Roma.
 Tassi la violó en 1612. Al principio, él prometió salvar su reputación casándose con ella, pero más tarde renegó de su promesa, pues ya estaba casado, y Orazio lo denunció ante el tribunal papal. La instrucción, que duró siete meses, permitió descubrir que Tassi había planeado asesinar a su esposa, cometió incesto con su cuñada y había querido robar ciertas pinturas de Orazio Gentileschi. Del proceso que siguió se conserva documentación exhaustiva, que impresiona por la crudeza del relato de Artemisia y por los métodos inquisitoriales del tribunal. Artemisia fue sometida a un humillante examen ginecológico y torturada usando un instrumento que apretaba progresivamente cuerdas en torno a los dedos — una tortura particularmente cruel para un pintor. De esta manera se pretendía verificar la veracidad de sus acusaciones, pues se creía que si una persona dice lo mismo bajo tortura que sin ella, la historia debe ser cierta. Tassi fue condenado a un año de prisión y al exilio de los Estados Pontificios. Las actas del proceso han influido grandemente en la lectura en clave feminista, dada en la segunda mitad del siglo XX, a la figura de Artemisia Gentileschi.

Este es el testimonio de Artemisia en el proceso, según los documentos de la época:
Cerró la habitación con llave y una vez cerrada me lanzó sobre un lado de la cama dándome con una mano en el pecho, me metió una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos, y alzándome las ropas, que le costó mucho hacerlo, me metió una mano con un pañuelo en la garganta y boca para que no pudiera gritar y habiendo hecho esto metió las dos rodillas entre mis piernas y apuntando con su miembro a mi naturaleza comenzó a empujar y lo metió dentro. Y le arañé la cara y le tiré de los pelos y antes de que pusiera dentro de mi el miembro, se lo agarré y le arranqué un trozo de carne
Eva Menzio (editora), Artemisia Gentileschi, Lettere precedute da Atti di un processo di stupro, Milán, 2004

La pintura Giuditta che decapita Oloferne
La pintura Giuditta che decapita Oloferne (Judith decapitando a Holofernes) (1612 - 1613), que se exhibe en la Galleria degli Uffizi de Florencia impresiona por la violencia de la escena que representa, y ha sido interpretada en clave psicológica y psicoanalítica, como un deseo de venganza respecto a la violencia que ella había sufrido.
Un mes después del juicio, Artemisia se casó, en un matrimonio arreglado por su padre, con un pintor florentino, Pierantonio Stiattesi (o Pietro Antonio Stiattesi), un modesto artista, lo que sirvió para restituirle a Artemisia, violada, engañada y denigrada por Tassi, un estatus de suficiente honorabilidad.
De estos comienzos romanos data también la Madonna col Bambino (Virgen con niño) de la Galería Spada.



Artemisia y su marido se instalaron en Florencia en 1614. Allí, Artemisia disfrutó de un gran éxito. Fue la primera mujer en ingresar en la Accademia del Disegno (Academia del Dibujo) de Florencia.
Artemisia se convirtió en una exitosa pintora de corte. Mantuvo buenas relaciones con los artistas más respetados de su tiempo, como Cristofano Allori, y fue capaz de conquistar los favores y la protección de personas influyentes, comenzando por el gran duque Cosme II de Médici y especialmente de la gran duquesa Cristina. Tuvo una buena relación con Galileo Galilei con quien se mantuvo en contacto epistolar durante largo tiempo, mucho más allá de su periodo florentino.
Entre sus admiradores tiene un puesto de especial relieve Buonarroti el joven (sobrino del gran Miguel Ángel): empeñado en construir la Casa Buonarroti para celebrar la memoria de su ilustre antecesor, encargó a Artemisia la ejecución de una tela destinada a decorar el techo de la galería de pinturas.
La pintura en cuestión representa una Allegoria dell'Inclinazione (esto es, una alegoría del «talento natural»), representada en forma de una joven mujer desnuda que sostiene una brújula. Se cree que la atractiva figura femenina tenía los rasgos de la propia Artemisia, que -como sostenían las informaciones mundanas de la época- fue una mujer de extraordinario atractivo.
En efecto, se suele entender que en las telas de Artemisia, los rasgos faciales de las hermosas y enérgicas heroínas que allí aparecen tienen un parecido al rostro que aparece en sus retratos o autorretratos: a menudo el que le encargaba cuadros debía desear tener una imagen que le recordase visualmente a la autora, cuya fama iba creciendo. Su éxito y la fascinación que emanaba de su figura, alimentaron, a lo largo de toda su existencia, rumores sobre su vida privada.
Se ha considerado que durante este periodo florentino Artemisia también pintó La Conversione della Maddalena (La conversión de la Magdalena), y Giuditta con la sua ancella (Judith y su doncella), hoy en el Palacio Pitti. Artemisia pintó una segunda versión de Giuditta che decapita Oloferne (Judith decapitando a Holofernes), mayor que la versión de Nápoles y hoy en los Uffizi. Esta Judith y Holofernes o Degollación de Holofernes está considerada su obra maestra. Ella pone sus mismos rasgos en el rostro de Judith, atribuyendo a Holofernes los de Tassi. La oscuridad y gráfica violencia de esta obra, la frialdad con que Judith decapita a Holofernes, se atribuyen a su violación y al proceso humillante que le siguió.
Mientras estuvo en Florencia, Artemisia y Pierantonio tuvieron cuatro hijos y una hija. Pero sólo la hija, Prudenzia, llegó a la edad adulta. A pesar de su éxito, debido a un exceso de gastos suyos y de su marido, el periodo florentino estuvo lleno de problemas con los acreedores y con su esposo, por lo que es razonable suponer que fue esto lo que motivó su regreso a Roma que realizó de manera definitiva en el año 1621. Con ella llevó a su hija Prudenzia, con la que más tarde se trasladó a Nápoles. Después de la muerte de su madre, la vida de esta hija cae en la oscuridad y resulta desconocida.


Ese mismo año en que, separada de su marido, Artemisia llegó a Roma, su padre Orazio dejó la ciudad y se trasladó a Génova. Algunos creen que Artemisia siguió a su padre a la capital ligur (incluso para explicar la persistencia de una afinidad de estilos que, aún hoy, dificultan determinar quién de los dos pintó ciertas obras); pero no hay suficientes pruebas al respecto. La mayor parte de las evidencias apoyan la idea de que Artemisia permaneció en Roma, como mujer independiente, intentando encontrar una casa y criar a sus hijas. Además de Prudenzia, tuvo otra hija natural, probablemente nacida en 1627. Artemisia intentó, prácticamente sin éxito, enseñarles el arte de la pintura.
El estilo de Caravaggio, aunque el maestro llevaba muerto más de una década, era aún muy influyente en la Roma de la época y convirtió a muchos pintores en seguidores suyos (llamados Caravaggisti) como el padre de Artemisia, Carlo Saraceni (quien regresó a Venecia en 1620), Bartolomeo Manfredi, y Simon Vouet. Sin embargo, los estilos pictóricos en Roma a principios del siglo XVII eran diversos, coexistiendo la tendencia más clásica, seguida por los discípulos boloñeses de Annibale Carracci y las aventuras barrocas de Pietro da Cortona.
Artemisia demostró tener la sensibilidad justa para tomar las novedades artísticas y la determinación precisa para vivir como protagonista esta extraordinaria estación artística de Roma, meta obligada de artistas de toda Europa. Artemisia entró a formar parte de la Accademia dei Desiosi. Con motivo de ello fue celebrada con un retrato grabado que, en la dedicatoria, la califica como «Pincturare miraculum invidendum facilius quam imitandum». De esta misma época data su amistad con Cassiano dal Pozzo, un humanista, coleccionista y gran mentor de las bellas artes.
Sin embargo, a pesar de su reputación artística, su fuerte personalidad y la red de buenas relaciones, Roma no fue tan lucrativa como ella esperaba. Se apreciaba su arte en los retratos y su habilidad para poner en escena a las heroínas bíblicas, pero a ella le estaban vedados los ricos encargos de ciclos de frescos y de los grandes retablos. La ausencia de suficiente documentación hace difícil seguir los movimientos de Artemisia en este periodo. Es seguro que entre 1627 y 1630 se trasladó a Venecia, quizá en busca de encargos más lucrativos: lo documentan los homenajes que recibió de los letrados de la ciudad de la laguna que alabaron la calidad de la pintora.
Aunque a veces es difícil datar sus pinturas, y es a menudo motivo de divergencia entre los críticos de arte, es verosímil asignarle estos años el Ritratto di gonfaloniere (Retrato de un gonfaloniere), hoy en Bolonia (único ejemplo hasta ahora de su célebre habilidad como retratista); la Giuditta con la sua ancella, (Judith y su doncella) hoy en el Detroit Institute of Arts (que refleja el dominio de la pintora sobre los efectos de claroscuro de la luz de la vela, por las cuales fueron famosos en Roma pintores como Gerrit van Honthorst, Trophime Bigot, y muchos otros); su Venere Dormiente (Venus durmiente), y su Ester ed Assuero (Esther y Asuero) ubicado en el Metropolitan Museum of Art en Nueva York, que testimonia su asimilación de las lecciones del luminismo veneciano.





En 1630 Artemisia se trasladó a Nápoles, una ciudad rica con talleres y amantes de arte, en busca de nuevas y más lucrativas oportunidades laborales. Muchos otros artistas, incluyendo a Caravaggio, Annibale Carracci o Simon Vouet habían estado en Nápoles durante algún momento de sus vidas, y en aquella época, José de Ribera, Massimo Stanzione, y Domenichino estaban trabajando allí y más tarde, Giovanni Lanfranco y muchos otros acudirían a esta ciudad.
El debut napolitano de Artemisia está representado por la Anunciación en el Museo de Capodimonte. Permaneció en Nápoles durante el resto de su carrera con la excepción de su breve estancia en Londres y algún otro viaje. Nápoles (para constante lamento por Roma) representó para Artemisia una especie de segunda patria donde ocuparse de su familia (ambas hijas se casaron en Nápoles, con dote propia). Recibió muchas pruebas de la gran estima en la que se la tenía, y estuvo en buenas relaciones con el virrey, el Duque de Alcalá. Tuvo relaciones de intercambio con sus pares y con los mayores artistas que allí estaban, comenzando por Massimo Stanzione, con quien, según el escritor del siglo XVIII Bernardo de' Dominici, comenzó una colaboración artística basada en una auténtica amistad y parecidos artísticos.
En Nápoles, por primera vez, Artemisia empezó a trabajar en cuadros para una catedral, dedicados a San Gennaro nell'anfiteatro di Pozzuoli (San Jenaro en el anfiteatro de Pozzuoli) en Pozzuoli. Durante su primer periodo napolitano pintó Nascita di San Giovanni Battista (Nacimiento de san Juan Bautista) que se conserva en el Museo del Prado de Madrid, y Corisca e il satiro (Corisca y el sátiro), en una colección privada. En estas pinturas Artemisia demuestra nuevamente su capacidad de renovarse según los gustos artísticos de su tiempo y de manejar diferentes temas, en lugar de las usuales Judith, Susana, Betsabé, y Magdalena penitente, por las que ya era conocida.
En 1638 Artemisia se reunió con su padre en Londres en la corte de Carlos I de Inglaterra, donde Orazio se convirtió en pintor cortesano y recibió el importante encargo de decorar un techo (alegoría del Trionfo della pace e delle Arti [Triunfo de la paz y de las artes]) en la Casa delle Delizie de la reina Enriqueta María de Francia en Greenwich. El padre y la hija estaban una vez más trabajando juntos, aunque ayudar a su padre probablemente no fuera su única razón para viajar a Londres: Carlos I la había llamado a su corte, y no era posible rechazarlo. Este rey era un coleccionista fanático, dispuesto a arruinar las finanzas públicas para satisfacer sus deseos artísticos. La fama de Artemisia probablemente lo intrigase, y no es una coincidencia que su colección incluyera un cuadro muy sugerente, el Autoritratto in veste di Pittura ("Autorretrato como la Alegoría de la Pintura").
Orazio murió repentinamente, cuidado por su hija, en 1639. Artemisia tuvo que cumplir sus propios encargos después de la muerte de su padre, aunque no hay obras que puedan asignarse con certeza a este periodo. Se sabe que Artemisia ya había abandonado Inglaterra en 1642, cuando se producían las primeras escaramuzas de la guerra civil.



No se sabe mucho de sus movimientos posteriores. Se cree que partió definitivamente a Nápoles en 1642 donde pasó el resto de su vida. Los historiadores saben que en 1649 estaba de nuevo en la ciudad partenopea, en correspondencia con Don Antonio Ruffo de Sicilia quien se convirtió en su mentor y buen comitente durante su segundo periodo napolitano. La última carta conocida a su mentor data de 1650 y deja claro que ella estaba aún plenamente en activo.
Se pensó que Artemisia había muerto en 1653. Evidencias recientes, sin embargo, muestran que aún aceptaba encargos en 1654, aunque dependía cada vez más de su asistente, Onofrio Palumbo. Por lo tanto, puede especularse con su muerte en la devastadora plaga que asoló Nápoles en 1656 y virtualmente barrió a toda una generación de artistas napolitanos.
Algunas obras de este periodo son Susanna e i vecchioni (Susana y los viejos) hoy en Brno y Madonna e Bambino con rosario (Virgen con el Niño y un rosario) hoy en El Escorial.
Su tumba se encontraba en la iglesia de San Juan de los Florentinos de Nápoles, que fue destruida tras la Segunda Guerra Mundial. En su lápida estaba escrito HEIC ARTEMISIA.
Después de su muerte fue prácticamente olvidada.



Artemisia Gentileschi está considerada como una de los primeros pintores barrocos, de los más completos de su generación, imponiéndose por su arte en una época en la que las mujeres pintoras no eran aceptadas fácilmente. Pintó cuadros históricos y religiosos en un momento en que estos temas heroicos eran considerados inadecuados para el espíritu femenino.
Retocó y modificó obras de su padre, dotándolas de un realismo que antes no tenían. Les añadió una atmósfera dramática, acentuando el claroscuro a la manera de Caravaggio, contribuyendo así a que este estilo madurase. Representa así un caravaggismo violento.
Un ensayo de 1916 de Roberto Longhi, maestro de la crítica italiana, titulado Gentileschi padre e figlia (Gentileschi padre e hija) tuvo el mérito de llamar la atención de la crítica sobre la estatura artística de Artemisia Gentileschi en el ámbito de los caravaggistas en la primera mitad del siglo XVII. Longhi emite, al tratar sobre Artemisia, en un tono involuntariamente misógino, el siguiente juicio: «la única mujer en Italia que alguna vez supo algo sobre pintura, colorido, empaste y otros fundamentos».
En el análisis efectuado del cuadro más célebre de Artemisia, la Judith decapitando a Holofernes de los Uffizi, Longhi escribió:
¿Quién pensaría de hecho que sobre un lienzo estudiado de candor y sombras valiosas dignas de un Vermeer una generosidad natural, pudiera acontecer una matanza tan brutal y sangrienta? [...] pero - es lógico decirlo - ¡esta es una mujer terrible! ¿Una mujer pintó todo esto?
Y añadía:
... No hay nada sádico aquí, en lugar de ello lo que más impresiona es la impasibilidad de la pintora, que fue incluso capaz de darse cuenta de cómo la sangre, al chorrear violentamente, ¡podía decorar con dos líneas de gotas al vuelo la zona central! ¡Increíble, os digo! Y también por favor ¡den a la Sra. Schiattesi - el nombre de casada de Artemisia - la oportunidad de elegir el puño de la espada! Al final, ¿no creen que el único propósito de Judith es apartarse todo lo posible para evitar que la sangre pueda manchar su novísimo vestido de seda amarilla? Pensemos, de todas formas, que ese es un vestido de Casa Gentileschi, el guardarropa más refinado de la Europa del siglo XVII, después de Van Dyck.
Roberto Longhi, Gentileschi padre e figlia, 1916
El análisis de la pintura subraya, de modo ejemplar, lo que significaba saber «de pintura, y de color y de empaste»: se evocan los colores llamativos de la paleta de Artemisia, la luminiscencia de seda de los vestidos (con ese amarillo inconfundible de la autora), la atención perfeccionista por la realidad de las joyas y de las armas.
El interés por la figura artística de Artemisia, que permaneció inexplicablemente débil a pesar de la lectura dada por Longhi, recibió un fuerte impulso gracias a los estudios en clave feminista, que eficazmente subrayaron su sufrimiento por la violación y maltrato posterior, lo que determinaría la fuerza expresiva que asume su lenguaje pictórico cuando el sujeto representado eran sus heroínas bíblicas, que siempre parecen querer manifestar su rebelión contra las condiciones a las que les condenaba su sexo.
En un artículo del catálogo de la exposición «Orazio e Artemisia Gentileschi» que tuvo lugar en Roma en 2001 (y después en Nueva York), Judith W. Mann se distancia, mostrando los límites de una lectura en clave estrechamente feminista:
Semejante opinión presupone que todo el potencial creativo de Artemisia es sólo sobre mujeres fuertes y capaces, hasta el punto de que parece imposible imaginarla ocupada en imágenes religiosas convencionales, como una Virgen María con Niño o una virgen que acoge sumisamente la Anunciación; y además se dice que la artista rehusó modificar su interpretación personal de esos temas para acomodarse a las preferencias de un cliente compuesto básicamente por hombres. El estereotipo causa un doble efecto restrictivo: induce a los críticos a dudar la atribución de aquellas pinturas que no se corresponden con el modelo preestablecido, y a atribuir un valor inferior a aquellos cuadros que no cumplen con el cliché.
La crítica más reciente, comenzando por la difícil reconstrucción del catálogo total de los Gentileschi, intenta dar una lectura menos restrictiva de la carrera de Artemisia, colocándola más apropiadamente en el contexto de los diferentes ambientes artísticos en los que la pintora participó activamente. Una lectura semejante restablece a Artemisia como una artista que luchó con determinación, usando el arma de su personalidad y de sus cualidades artísticas, contra los prejuicios expresados en contra de las mujeres pintoras; consiguió ingresar productivamente en el círculo de los pintores más respetados de su época, abarcando una gama de géneros pictóricos que fue probablemente más amplia y variada que cuanto digan hoy las telas atribuidas a Artemisia.



Para una mujer a comienzos del siglo XVII, ser pintora como Artemisia era una elección inusual y difícil, pero no excepcional. Antes de Artemisia, a finales del XVI y comienzos del XVII, otras pintoras tuvieron carreras exitosas. Pueden mencionarse:
Sofonisba Anguissola (nacida en Cremona alrededor de 1530 - Palermo alrededor de 1625), fue a España llamada por el rey Felipe II
Lavinia Fontana (Bolonia, 1552 - Roma 1614) marchó a Roma por invitación del papa Clemente VIII
Fede Galizia (Milán o Trento, 1578 - Milán 1630) pintó bodegones y una Judith con la cabeza de Holofernes.
Otras pintoras comenzaron su carrera mientras Artemisia aún vivía. Juzgadas por sus méritos artísticos, puede cuestionarse la afirmación de Longhi de que Artemisia fue "la única mujer en Italia que supo algo sobre pintura". No cabe duda, sin embargo, de que Artemisia sigue siendo una de las más consideradas artistas femeninas, y finalmente ha ocupado su lugar entre los grandes artistas del periodo barroco.

Artemisia y la cultura popular


Hay todavía, sea en el arte de Artemisia, sea en su biografía, algo que la hace especialmente fascinante y que despierta el interés de algunos escritores y, no por casualidad, de algunas escritoras.
La primera escritora que decidió componer una novela en torno a la figura de Artemisia, fue Anna Banti, quien estuvo casada con Roberto Longhi. Su primer borrador del texto, en forma manuscrita, data de 1944, pero se perdió en el trascurso de las vicisitudes bélicas. La decisión de volver al libro, titulado Artemisia, escribiéndolo de forma diferente, la tomó tres años más tarde. Anna Banti se pone en su nueva novela a dialogar con la pintora, en forma de un "diario abierto", en el que busca - en paralelo al relato de la adolescencia y madurez de Artemisia - explicarse a sí misma la fascinación que siente, y la necesidad que debió sentir de dialogar, de mujer a mujer, sobre las límpidas, aunque apasionadas, consideraciones artísticas de las que tantas veces habría hablado con Roberto Longhi. En España, Artemisia se publicó por Ediciones Cátedra, S.A. en 1992; la ha reeditado en 2008 la editorial Alfabia, con un ensayo introductorio de Susan Sontag.
Más de cincuenta años más tarde, en 1999, la escritora francesa Alexandra Lapierre afronta, de nuevo con una novela, la fascinación enigmática de la vida de Artemisia, y lo hace a partir de un estudio extremadamente escrupuloso de la biografía y del contexto histórico que le sirve de fondo. El análisis psicológico que se lee entre líneas, para comprender la relación entre Artemisia mujer y Artemisia pintora, acaba por utilizar, como un Leitmotiv, la relación, hecha de un afecto que encuentra difícil expresarse y de una rivalidad profesional latente - entre padre e hija. Esta novela, con el título de Artemisia, ha sido editada en 1999 por Editorial Planeta, S.A. y por Planeta DeAgostini en 2000 y 2006.
Artemisia, y más específicamente su cuadro Judith decapitando a Holofernes, son mencionados en la obra de Wendy Wasserstein del año 1988 The Heidi Chronicles, donde el personaje principal, Heidi imparte clases sobre ellas como parte de su curso de historia del arte sobre pintoras. Al final de la obra, Heidi adopta a una hija a la que llama Judy, que es al menos una referencia parcial a la pintura.
En 1989 publicó Maria Àngels Anglada su novela Artemisia, sobre esta misma figura; posteriormente se ha reeditado en 1995 y en 1999.
La dramaturga canadiense Sally Clark escribió una obra de teatro basada en los acontecimientos que llevaron al rapto, así como los posteriores. "Life Without Instruction" fue un encargo del Teatro Nightwood en 1988. Se trabajó en 1990, bajo la dirección de Kate Lushington y Jackie Maxwell. "Life Without Instruction" se estrenó en el Teatro Plus de Toronto el 2 de agosto de 1991.
Cabe mencionar, finalmente, entre las obras publicadas en España, Artemisia Gentileschi, de Rauda Jamis, Circe Ediciones, S.A., 1998.
De más reciente aparición es la novela de Susan Vreeland titulada The Passion of Artemisa (en España, La pasión de Artemisia, 2006), que vuelve a hacer una lectura feminista de su obra, y parece que quiere aprovecharse del reciente éxito de las novelas históricas sobre una obra de arte y su autor.
Discutibles, por las mismas razones, son los resultados alcanzados por la cineasta francesa Agnès Merlet, con su película Artemisia (1997), protagonizada por Valentina Cervi. Se basa sólo en parte en la vida de la pintora, pero se representa de forma inapropiada la relación entre Tassi y Artemisia como un apasionado romance en lugar de una violación.
Dentro del género documental, ya se había rodado en 1992, Artemisia, producción canadiense para televisión.

http://mujerespintoras.blogspot.com.es/2008/01/artemisia-gentileschi-1593-1656.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Artemisia_Gentileschi
http://www.tribunafeminista.org/2016/11/mujeres-en-el-arte-artemisia-gentileschi/
http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5jpc6zp6sX7gQGWoo73rxRJzU2TGg?docId=1901881
http://es.wikipedia.org/wiki/Artemisia_Gentileschi
Gracias a Teresa Conde Santos
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viernes, 7 de julio de 2017

Shahla Farjad activista política verdaderamente humana



Shahla  Farjad era un activista a favor de los emigrantes afganos y les ayudaba  como su médica. Ella fue miembro fundador del Movimiento de las Madres por la Paz, partidaria del Movimiento de Mujeres en Irán y promotora  de  la campaña "Un Millón de Firmas". Farjad fue  presa política en la década de 1980 y a comienzos de la década de 1990 trabajó como médica en el Alto Consejo de la ONU para Asuntos de Refugiados. 
Shahla Farjad luchó por los derechos humanos en su país, especialmente por los de las mujeres. Por ello fue perseguida y encarcelada en varias ocasiones, tanto bajo el régimen del Sha como por los ayatolás de la República Islámica. Una de sus últimas contribuciones fue la creación de una universidad de estudios agrarios para mujeres en Bam, ciudad destruida en 2003 por un terremoto.



Murió  el  día 7 de julio de 2013 en Teherán. Fue conducida hasta su tumba a hombros de mujeres, que desafiaron la tradición iraní según la cual los difuntos deben ser portados por hombres. Un último gesto que seguro que Farjad habría aprobado.
 Nuestro agradecido adiós !


 Nos cuentan sobre ella : Shahla era una mujer de pequeña estatura, pero un corazón tan grande como un océano , y a pesar de su actitud tranquila,  estaba siempre a la vanguardia de la lucha de las mujeres en las últimas tres décadas. Me encontré con este valiente activista en el período inmediatamente después de la revolución de 1979. Cuando se nos pidió  poner en marcha la oficina de la Organización Democrática de Mujeres iraníes en la provincia de Gilan, alquilé una oficina en la ciudad de Rasht para empezar a trabajar. Shahla Farjad se unió a nosotros, entonces, después de haber sido liberada de la cárcel del Shah, después de la Revolución. Cuando era una médica, que había llegado a Gilan para servir al pueblo. Ella practicó la medicina en un no tan grande centro de salud. Junto con ella y otra amiga, que fundó el Comité de la Organización Democrática de Mujeres iraníes y nuestro trabajo comenzó en serio “.

Shahla tenía el papel de enlace con el Partido Tudeh de Irán en Gilan y se convirtió en uno de los miembros del Comité Provincial del Partido en Gilan. En cuatro años el trabajo de la DOIW alcanzó su maximo. En todas las ciudades organizaciónes de mujeres surgieron. Sin exagerar, el trabajo de la DOIW creció en una impresionante extensión. Su área de actividad extendido desde Fuman a Some'eh Sara y Kasma, ya las ciudades de Anzali, Langarood y Lahijan. .
En Rasht, organizó clases de costura, alfabetización y clases de primeros auxilios y de medicina. Enviar ropa y comida, incluso la recogida de tomates y cebollas para enviar al frente de guerra entre Irán e Irak [tras el ataque de Irak]. DOIW dio ayuda a los productores de arroz rurales también. Estas son algunas de las actividades en las  que el Comité tomó parte , y Shahla jugó su papel en el desinteresadamente. Después de la segunda oleada de detenciones de activistas políticos por el régimen en 1983, Shahla decidió quedarse en Irán. 
En este momento, fue detenida y encarcelada una vez más. Después de que fue liberada, no  detuvo sus actividades. Desde la década de 1990 comenzó a trabajar con el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, como médico. Ella se hizo amigo de refugiados afganos más allá del llamado del deber y les ayudó con la alfabetización y  con la construcción de la escuela o bibliotecas. Tras el catastrófico terremoto de Bam,  fue a ayudar, inmediatamente. Después de un corto período de tiempo, con la ayuda de varios amigos, fundó una escuela de niñas.” 
Ella era una parte del movimiento exigiendo igualdad de derechos para las mujeres, en  la campaña Un Millón de Firmas. Fue miembro fundador de Madres por la Paz y fue miembro de la reunión para plantear las demandas del movimiento de las mujeres en el período previo a la elección ...” 
“Ella tomó parte en cada caso, con gran modestia y sin pretender protagonismos. En las elecciones de 2009, su caso judicial se activó de nuevo, y durante mucho tiempo, vivió con gran dificultad.” 
 El nombre de su figura legendaria nunca será olvidado. 
Shahla era una activista política y una persona verdaderamente humana ..




http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2013/07/shahla-farjad-a-leading-iranian-womens-rights-activist-dies.html
http://www.mazanan.com/en/?p=423
http://www.irandailybrief.com/2013/07/15/prominent-human-rights-activist-and-supporter-of-the-democracy-movement-in-iran-shahla-farjad-dies-of-cancer/
http://rahekargar.wordpress.com/2013/07/08/112883/
http://elmed.io/a-hombros-de-mujeres/

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jueves, 6 de julio de 2017

Elizabeth Murray pintora, grabadora y dibujante estadounidense


Elizabeth Murray  (Chicago, Illinois, 6 de septiembre de 1940 – 12 de agosto de 2007) fue una pintora, grabadora y dibujante estadounidense. Sus obras se encuentran en muchas de las principales colecciones públicas, incluyendo las del Museo Solomon R. Guggenheim, el Museo Hirshhorn y Jardín de Esculturas, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Whitney de Arte Estadounidense, el Museo de Arte Moderno de San Francisco, y el Instituto de Arte de Chicago.

Murray se graduó en la Escuela del Instituto de Arte de Chicago en 1958-1962. Obtuvo su máster en bellas artes en el Mills College en 1964. Siendo estudiante, recibió la influencia de pintores desde Cézanne a Robert Rauschenberg y Jasper Johns.

En 1967, Murray se trasladó a Nueva York y su primera exposición es de 1971 en la exposición anual del Museo Whitney. Una de sus primeras obras de madurez fue Children Meeting, 1978 (actualmente en la colección permanente del Whitney), un óleo sobre lienzo evocando características humanas, personalidades, o puro sentimiento a través de una interacción de formas no figurativas, colores y líneas.


En 1999 Murray recibió el premio de la Fundación MacArthur (también conocida como la "genius grant"). Destaca en particular por sus pinturas en shaped canvas (esto es, lienzos con una forma diferente a la tradicional.






En 2006, su carrera de 40 años fue honrado en la ciudad de Nueva York Museo de Arte Moderno (MOMA).  La retrospectiva fue muy elogiado, con el New York Times señaló que para el final de la exposición, "uno se queda con la sensación de un artista en el rubor de su autoridad y todavía cavar profundamente." En  2008 , Murray fue una de las cinco mujeres artistas que han tenido una retrospectiva en el MOMA-los otros cuatro son Louise Bourgeois (en 1982), Lee Krasner (en 1984), Helen Frankenthaler (en 1989), y Lee Bontecou (en 2004). 

Murió a los 66 años, de cáncer de pulmón en 2007.  




Después de la muerte de Murray, la Fundación AG de la Universidad de Columbia , y el Archivo de Arte  Americano establecieron el Proyecto de artes visuales Elizabeth Murray Historia Oral de la Mujer  en honor a su memoria.  


https://www.pinterest.com/aadorni001/elizabeth-murray/
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miércoles, 5 de julio de 2017

Martina Barros Borgoño precursora del feminismo en Chile

Martina Mercedes Eugenia Lucía Barros Borgoño (Santiago, 6 de julio de 1850-ibídem, 1944) fue una escritora chilena, precursora del feminismo en su país.

Fue la mayor de los cuatro hijos del matrimonio de Manuel Barros Arana  y de Eugenia Borgoño Vergara.
Junto con sus hermanos Manuel, Luis y Víctor, se crio en la casa de su abuelo paterno, hasta la muerte de su padre. Entonces, se trasladó a la casa de su tío historiador, ubicada en la antigua calle de las Capuchinas (hoy Rosas), donde recibió una educación acorde al ambiente de su tutor.


Realizó sus estudios en diferentes colegios particulares de Santiago —en 1853 ingresó a la escuela de Rafaela Fernández y posteriormente al colegio de Miss Whitelock—. Años más tarde admitió no haber aprendido mucho en esos colegios, de donde salió a los 11 años de edad.
Su mayor fuente de educación fue su tío Diego, como ella misma lo señaló en sus memorias, Recuerdos de mi Vida: «en mi caso, la ilustración se la debo a mi tío Diego que cuidó de ella mientras permanecí soltera; creo que no habría sido posible encontrar un mejor maestro». Sin embargo, también era una mujer con inquietudes propias, como lo reconoce en el mismo libro: «[mi educación la] debo también a mi propia iniciativa, a mi afán de conocimientos, a mi admiración por el talento superior, que ha sido una de las características de mi vida». A ello también se debe agregar la influencia de los intelectuales de la época que asistían a la tertulia de su madre, como Manuel Blanco Cuartín, por ejemplo, quien hacía críticas esporádicas en diversos diarios, especialmente en El Mercurio de Valparaíso.

Se hizo conocida en 1872, a los 22 años, cuando publicó la traducción del libro The Subjection of Women (1869), del filósofo y economista político inglés John Stuart Mill, con el título «La esclavitud de la mujer» en La revista de Santiago, fundada por Fanor Velasco y Augusto Orrego Luco, con quien se casó en 1874. Esta publicación, pionera en su época, incluyó un muy polémico prólogo, pulido por el mismo Orrego Luco, su novio de entonces, que produjo, paradójicamente, una grata reacción en los ambientes masculinos liberales de su tiempo y un rechazo mayoritario por parte de las mujeres que la vieron como una «niña peligrosa», según relata en sus memorias, decidiendo no volver a publicar. Pese a esto, y desde entonces, la igualdad de la mujer se transformó en su objetivo principal.


Pudo conocer a personajes influyentes de la época pues a la suma de parientes destacados en el mundo público —su marido, su hermano Luis, contendor de Alessandri Palma en las elecciones de 1920, y su tía Julia Borgoño Vergara, casada con el almirante Patricio Lynch— sumaba una larga lista de relaciones sociales. 

Tuvo dos salones en su hogar: uno político, a cargo de su esposo, y otro literario, a cargo de ella misma. Asimismo, su vida social e intelectual la puso en contacto con otras mujeres de similares inquietudes. Junto con María Larraín de Vicuña, fue una activista del naciente feminismo chileno de principios de siglo XX. En 1917 fue invitada al Club de Señoras por Delia Matte Pérez, presidenta de la asociación, donde en la primera reunión dio una conferencia titulada El voto femenino, un tema casi inédito para esos tiempos. Allí, Martina señaló: «se ha dicho, y se repite mucho, que no estamos preparadas para esto... Sin preparación alguna se nos entrega al matrimonio para ser madres, que es el más grande de nuestros deberes, y para eso ni la iglesia, ni la ley, ni los padres, ni el marido, nos exigen otra cosa que la voluntad de aceptarlo», como se refirió en Revista Chilena.
Si bien su obra no es extensa, su vida relatada en sus memorias referencia esta necesidad de independencia de la mujer, no con un ánimo separatista o igualitario, sino, más bien, para contribuir al progreso de Chile.
Martina Mercedes Eugenia Lucía Barros Borgoño terminó de escribir sus memorias en 1939, las publicó en 1942, y murió en 1944.

Obras
Barros Borgoño, Martina. «La esclavitud de la mujer» en La revista de Santiago, 1872.
Barros de Orrego, Martina. Recuerdos de mi vida. Santiago: Orbe, 1942.

http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0041371.pdf
https://es.wikipedia.org/wiki/Martina_Barros_Borgo%C3%B1o
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martes, 4 de julio de 2017

Edmonia Lewis primera escultora india americana y afroamericana



Mary Edmonia Lewis (4 de julio de 1844 – 17 de setiembre de 1911) fue una escultora estadounidense que desarrolló la mayor parte de su carrera en Roma, Italia. Es la primera mujer afroamericana y de raíces nativas en alcanzar la fama y reconocimiento internacional como escultora en el mundo de las artes. Su trabajo incorpora temas relacionados a las personas negras e indígenas de América en esculturas de estilo neoclásico. 
Siempre libres 


Hizo su aparición durante la Guerra de Secesión, y para fines del siglo XIX era la única mujer que había participado y había obtenido reconocimiento de alguna forma en la corriente artística de Estados Unidos. En 2002, el profesor Molefi Kete Asante colocó a Edmonia Lewis en la lista de 100 Greatest African Americans (cuya traducción sería "los 100 mejores Afroamericanos").


De padre de ascendencia afro-haitiana y madre de Mississauga Ojibwe (uno de los pueblos nativos más grandes de América del Norte, hoy Canadá) la artista se quedó huérfana en su primera infancia y pasó a vivir con sus tías maternas. Su hermano dejó la tribu nómada de su madre y se convirtió en un minero de oro en California. Gracias a ello, pudo costearle los estudios. 



A los 15 años, Lewis se matriculó en Oberlin College, donde se convirtió en una apasionada del arte. Sin embargo, durante su estancia en este centro, el primero en Estados Unidos en admitir alumnos afroamericanos, sufrió numerosos episodios en los que fue discriminada. Fue acusada falsamente de envenenar a dos compañeros de habitación blancos, motivo por el que una muchedumbre blanca la capturó y golpeó. Los cargos contra ella fueron finalmente archivados, pero este suceso, con un juicio muy sonado de por medio, le impidió matricularse en el último curso y la dejó sin su título.Tras su paso por Oberlin, se trasladó a Boston en 1864, donde intentó hacer carrera como escultora. Tras recibir numerosas negativas, conoció a Edward A. Brackett, un escultor entre cuyos clientes se encontraban algunos de los abolicionistas más conocidos de la época. Lewis trabajó con Brackett hasta 1864, cuando montó su primera exposición individual. Su obra rendía homenaje a los abolicionistas y héroes de la Guerra Civil de su época. 



Logró muy buena acogida  y el éxito le condujo hasta Roma. En Italia, Edmonia Lewis se unió a un círculo de artistas expatriados y abrió su propio estudio. Durante este tiempo, comenzó a esculpir en mármol, centrándose en naturalismo y temas relacionados con afroamericanos y nativos americanos. "No hay nada tan hermoso como el bosque libre: coger un pez cuando tienes hambre, cortar las ramas de un árbol, hacer un fuego para asarlo, y comerlo al aire libre, es el mayor de todos los lujos. No me quedaría una semana encerrada en las ciudades, si no fuera por mi pasión por el arte", escribió Lewis en una cita datada en 1864, de la que se hace eco el museo de arte americano Smithsoniano.


La muerte de Cleopatra por Edmonia Lewis



Edmonia Lewis fue la primera escultora afroamericana en lograr el reconocimiento nacional del mundo del arte  durante una época en que las minorías y las mujeres enfrentaban fuertes prejuicios.  
La elección del tema de Lewis fue héroes abolicionistas indio americanos y americanas y las luminarias locales de África. En 1864, Lewis esculpió un busto  un coronel que dirigió un regimiento de color negro a la batalla de Fort Wagner durante la Guerra Civil, que fue ampliamente celebrado y vendió 100 copias en yeso del busto. Ella utiliza los ingresos de las ventas y se embarcó en su sueño de estudiar escultura en Italia.

Antes de 1873, Lewis se convirtió en la primera escultora de renombre internacional exponiendo  en San Francisco y San José, donde mostró un busto del presidente Abraham Lincoln, posteriormente adquirido por los Amigos de la Biblioteca de San José, donde permanece hasta nuestros días.

En 1874, Lewis regresó a Italia, donde logro su mayor triunfo,  con La muerte de Cleopatra . La escultura  nunca se vendió,  la obra se expuso en la Exposición de Filadelfia en 1876 y la Exposición Interestatal Chicago en 1878. En 1995, fue finalmente restaurada y colocada en el Museo Nacional de Arte americano Smithsonian.

Sus triunfos han inspirado a generaciones de artistas minoritarios. Lewis rompió las barreras raciales y alcanzó la fama en una época en que la mayoría de los estadounidenses afirmaron los negros carecían de la capacidad de la inteligencia y las bellas artes. Una cita de Lewis para Lydia Maria Child (un abolicionista y los derechos de las mujeres de América del activista) afirma “Algunos me alaban porque soy una chica de color, y no quiero ese tipo de alabanza. Prefiero que señale mis defectos, porque eso me enseñará algo“.


Edmonia Lewis  La primera mujer con raíces tanto afroamericanas como nativo americanas en convertirse en una reconocida escultora en 1800. Prácticamente es desconocida en la actualidad, pese a su indudable talento.

http://fahrenheitmagazine.com/arte/mujeres-artistas-borradas-libros-historia-arte/#
http://www.invaluable.com/artist/lewis-edmonia-arxykx0k8x
http://clarkeartconsulting.com/blog/artist-talk/celebrating-black-history-in-art-edmonia-lewis/
http://antiquesandfineart.com/articles/article.cfm?request=191
https://es.wikipedia.org/wiki/Edmonia_Lewis
http://myhero.com/hero.asp?hero=e_lewis
https://uk.pinterest.com/source/askart.com
https://www.thinglink.com/scene/733059742749949953
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lunes, 3 de julio de 2017

Concha Pérez, fotógrafa de la memoria ausente

CONCHA PÉREZ - English Version from Oral Memories on Vimeo.

Concha Pérez es una fotógrafa española (nacida en Valladolid en 1969, vive en Madrid) cuya obra se caracteriza por el empleo de recursos y técnicas informáticas aplicadas a la fotografía.

Concha Pérez se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Su obra gira en torno a una serie de conceptos como naturaleza, territorio, paisaje, ciudad o arquitectura, y al hecho de que estos espacios habitados y habitables estén en constante cambio, debido a las acciones que los transitan y los ocupan.

Sus primeros trabajos, que reflexionan sobre el hábitat cotidiano a través de las técnicas de instalación, fueron mostrados en exposiciones colectivas como La montaña viaja (Naves de Renfe, Madrid, 1997). A partir del año 2001 abandonó la instalación para desarrollar su proyecto mediante la fotografía digital y su posterior alteración. Las fotografías se modifican posteriormente y dan lugar a realidades ficticias en las que la ausencia y el tratamiento de los espacios resultan inquietantes.

Ha centrado su interés en lugares vacíos y desolados, habitados en el pasado, y donde ha quedado un poso de la memoria ausente. En esta línea se inscriben sus series Horizontes inmediatos (2002- 04), Mundo herido (2004), Refugios, ausencias y abandonos (2007) y Play Room (2012).


Ha participado en exposiciones colectivas como la 12ª Muestra Internacional de Arte Gas Natural Fenosa en La Coruña (2012), SWAB. Contemporary Art Fair BCN en Barcelona (2011), Seoul Photo Festival en el Seoul Museum of Art (2011), Ficciones y Realidad en el MMOMA de Moscú (2011), El ángel exterminador. Versión expandida en el BOZAR de Bruselas en 2010, la exposición de la Fundación Coca-Cola acogida por las distintas sedes brasileñas del Instituto Cervantes  etc. y ha expuesto en solitario Play Room, Explotaciones y Abandonos en la Galería My Name's Lolita Art de Madrid (2011 y 2008), Lo que nos queda y Refugios/Ausencias/Abandonos en ADN Galería de Barcelona (2009 y 2007), …


En 2003 ganó el primer premio del XIX Concurso L’Oreal, y en 2008, un accésit del Concurso de Fotografía Marqués Valle de Tena. Su trabajo ha sido reconocido igualmente con la beca Generaciones 2004.

Su obra forma parte de colecciones publicas y privadas como las de la Comunidad de Madrid, el Instituto Valenciano de Arte Moderno, el MUSAC, Museo Patio Herreriano, Ayuntamiento de Alcorcón, Caja Madrid, Museo de Bellas Artes de Santander, L’Oreal, Mango, Cajasol y Fundación Coca-Cola, entre otras.






Referencias
http://www.conchaperez.net/
https://es.wikipedia.org/wiki/Concha_P%C3%A9rez
 http://porlacalledealcala.blogspot.com.es/2014/11/concha-perez-dreamland.html
 http://www.cadadiaunfotografo.com/2015/10/concha-perez.html
http://www.slowtracksociety.com/es/por-el-buen-camino
http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/El-Segoviano-Javier-Riera-Y-La-Vallisoletana-
http://www.centrodeartealcobendas.org/dreamland-concha-perez
Concha-P-eacute-vn65634-vst268
http://www.adacyl.org/category/concha_perez/

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domingo, 2 de julio de 2017

Yoko Ono coautora de ‘Imagine’

En la reunión anual de la National Music Publishers Association (NMPA, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar en Nueva York, se reconoció oficialmente a Yoko Ono como coautora del célebre tema musical Imagine.

En el encuentro también se acreditó al tema como la canción del siglo y se proyectó una grabación en la que el John Lennon explicaba que su esposa merecía crédito por su influencia y ser fuente de inspiración. Lennon no reconoció el papel de su esposa en 1971 porque “era un poco más egoísta y más macho”, dijo en 1980 (Han pasado mas de 40 años)

Sin embargo reconoce que no había sido reconocida como coautora porque entonces se sentía ‘un poco egoísta y macho’.
 Recordemos que  John tuvo reacciones de violencia contra su  anterior  esposa Cynthia en varias ocasiones según lo informado ella misma en su biografía .

Para justificar este reconocimiento, fue dado a conocer el fragmento de una entrevista realizada por la BBC de Londres al cantante, donde asegura que ambos escribieron la canción y que fue su ego el que dejó que Yoko pasara desapercibida como co-autora de la canción más emblemática de su carrera.


“En realidad, en los créditos debería aparecer como de Lennon y Ono, porque en gran parte, la letra y el concepto fueron idea de Yoko”, asegura Lennon en la entrevista.  “Por entonces yo era más egoísta, más macho, y quise omitir en cierto modo su contribución. Pero lo sacamos de Grapefruit, un libro suyo. En él hay muchas partes donde utiliza ‘Imagina esto, imagina lo otro…”.



“Es el mejor momento de mi vida”, dijo Yoko, según informo Variety.


Según aparece en la imagen el hijo de Yoko y de Lennon, posteó en su cuenta de Instagram: que su padre había dicho que  hubiera dado la coautoria a su madre si ella no hubiese sido su esposa.  .

Gracias Yoko por lo que tu creatividad nos ha dado . Reponte pronto y sigue alumbrandonos con tu luz por años y años




Patti Smith  canta la canción  "Imagine" en tributo a que fue nominada la canción del siglo por la NMPA celebrando que Yoko Ono fue nombrada coautora de la canción. La hija de Patti , Jesse Paris Smith la acompañaba al piano. 

http://www.eluniversal.com.mx/articulo/espectaculos/musica/2017/06/15/reconocen-yoko-ono-como-coautora-de-imagine
http://www.lagaceta.com.ar/nota/733908/espectaculos/reconocen-yoko-ono-como-coautora-imagine.html

Más en Heroinas sobre Yoko Ono:

_Yoko Ono invita a las heroínas a contar sus vivencias.
_Yoko Ono (Bio).
_Articulos que mencionan a Yoko Ono.

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sábado, 1 de julio de 2017

Alice Guy una visionaria y pionera del cine



 Alice Guy (Saint-Mandé, 1 de julio de 1873 – Mahwah, de Nueva Jersey, 24 de marzo de 1968) fue la primera mujer en ser realizadora de una película y de un metraje en general, sentando las bases de lo que en el futuro se ha considerado ficción.


Nació en Francia de padres editores, su infancia la pasó entre Francia, Chile y Suiza. Después de estudiar secretariado en 1894, obtuvo el puesto de secretaria en la Compañía General de Fotografía de Max Richard. En 1895, Léon Gaumont, se asoció con varios nombres ilustres (Gustave Eiffel, el astrónomo y geógrafo Joseph Vallot y el banquero y filántropo Henry Besnier), compró la Compañía General de Fotografía y creó la Compañía Gaumont.

Con la cámara Demeny-Gaumont, Alice Guy en 1896 combina imágenes en movimiento y el arte teatral con una primera película titulada La fée aux choux. Guy realizó un remake en 1901 titulado Sage-femme de première classe, mientras se mantiene al tanto de la investigación de Etienne-Jules Marey, de Georges Demenÿ, y asocia los errores técnicos para crear sus primeros trucos, utilizando cachés, la superposición y la proyección de la banda hacia abajo.



En 1906, todos los exteriores de La vida de Cristo se ruedan en el bosque de Fontainebleau. Ésta es la primera película de gran presupuesto de la Compañía Gaumont, con la participación de trescientos extras.

En 1907, se casó con Herbert Blaché, un camarógrafo que trabaja para la Gaumont británica, al que conoció en un viaje de promoción de Mireille en Nimes; Herbert se convirtió en director en los Estados Unidos en la década de 1910 y en coproductor y socio de varias empresas de producción cinematográfica. La pareja tiene dos hijos, Simone y Reginald Blaché Bolton. Antes de salir hacia los EE.UU. en 1907, Alice Guy presenta a Louis Feuillade que la sustituye a la cabeza de los rodajes de la sociedad con la que ella había trabajado hasta entonces.

Fue la primera persona en dirigir una película de ficción. Fue pionera en los efectos especiales, la ciencia ficción fílmica, el lenguaje cinematográfico (planos, iluminación, attrezzo, montaje, caracterización...) y fundadora de lo que más tarde se ha considerado la profesión de productor o productor ejecutivo. Asimismo, fue la primera persona que logró mantenerse económicamente a través de dicha profesión. Rodó más de 1000 películas a lo largo de su vida, fundó varias productoras en Francia y en Estados Unidos y luchó por ser reconocida internacionalmente como directora, actriz y productora. La historia del cine borró su paso por la historia y atribuyó sus películas bien a su marido, bien a anónimos, o bien nunca fueron mencionadas, lo cual no deja de ser un grave error histórico y artístico porque es imposible entender la obra de Méliès y demás directores del cine primitivo sin su influencia. A pesar de la marginación que ha sufrido por parte de los historiadores por el hecho de ser mujer, en el contexto de la época fue muy apreciada y admirada por los demás profesionales del sector. Su primera película -y por tanto, la primera película de la historia del cine- fue El hada de los repollos (La Fée aux Choux, 1896). El rescate de su figura histórica comenzó apenas hace quince años, por tanto no es difícil encontrarla apartada en los libros más antiguos del cine, sin embargo cada vez más está siendo normalizada como fundadora del cine en los conocimientos históricos producidos a partir, sobre todo, de 1995-98.






A pesar de los rumores históricos, Guy nunca trabajó con los hermanos Lumière porque, a pesar de tener una gran amistad y pertenecer al mismo círculo, los hermanos Lumière jamás creyeron que la grabación de imágenes implicaría la construcción de historias, es decir, hacer películas. Ante el asombro de todos, Guy tuvo un éxito inimaginable e inmediatamente numerosas personas decidieron copiar esta profesión, por ejemplo: Méliès, Segundo de Chomón o los mismos Lumière, por ese motivo existen diferencias temporales entre las primeras películas de Guy y las primeras películas de los demás.




Se trasladó a Estados Unidos con Herbert Blaché y durante dos años, juntos recorren el país para promover Chronophone Demeny-Gaumont, en espera de la apertura de una sucursal Gaumont en Flushing (Nueva York) que dirigió Herbert. Alice utiliza los estudios Gaumont, para sus realizaciones, y en 1910 fundó su compañía de producción cinematográfica, Solax Company. También dirige Film Supply Company.

Hace películas de diversos géneros (western, drama, espionaje, fantasía, policíaco, etc.) con actores estrellas de la época del cine mudo: Darwin Karr, Blanche Cornwall, Lee Beggs, Billy Quirk. Su éxito fue abrumador y le permitió invertir y crear un estudio en Fort Lee (Nueva Jersey), que se convirtió en la década de 1910 en un lugar importante en el mundo del cine. La M.G.M. Metro Goldwyn Mayer distribuye sus realizaciones hasta 1918. Solicitó el divorcio en 1917 y trabajó para William Randolph Hearst, antes de regresar a Francia en 1922 con más de seiscientas películas realizadas.

En Francia, donde la industria cinematográfica ya había decaído por la influencia del cine norteamericano, y no encontró financiamiento para volver a rodar en su país, por lo que después de algún tiempo volvió a Estados Unidos donde viviría hasta su muerte.


Tal como trata Alison McMagan en Alice Guy Blaché, una visionaria perdida del cine (2008), Alice Guy-Blaché fue uno de los nombres que más ha destacado en la investigación histórica de la Teoría Fílmica. Este nombre que a pocos les debe sonar, se refiere a una de las figuras clave en la historia del cine debido a que ya es un hecho histórico constatado que fue Alice Guy, y no Méliès, la primera persona en hacer un cine narrativo y definitivamente, ser en ese sentido la primera persona cineasta en hacer cine profesional y vivir de ese oficio. Este hecho histórico ha sido constatado a finales de los 90, de ahí su desconocimiento. La historia situaba a Méliès como el primer director, no como el primer hombre director, esto se debió a que el historiador G. Sadoul tuvo que inventarse la subcategoría de “mujer directora” con la finalidad de reservar el título de “primer director” para un hombre. Alice Guy no solo fue la fundadora del cine como narración cultural y la primera persona que dirigió películas, sino que también llegó a competir en Hollywood como productora y directora independiente. A lo largo de su extensa filmografía (más de 600 películas) fue la primera en usar grabaciones con un gramáfono al tiempo de las imágenes, la primera en utilizar efectos especiales, usar la doble exposición del negativo, las técnicas de retoque, la cámara lenta y rápida, y el movimiento hacia atrás, así como tratar todos los géneros fílmicos pasando desde las parábolas religiosas hasta al género policíaco.

Sus películas tenían un protagonismo masculino y femenino por igual, trató temas como las paradojas religiosas y culturales, fundó el género policíaco y creó el cine narrativo tal y como se conoce hoy en día. Los protagonistas eran burgueses pero incluía en sus películas personajes de todos los rangos sociales. Entre sus películas: Barricadas, La dama tiene antojos, Nacimiento, vida y muerte de Cristo.

En 1913 escribió Woman's Place in Photoplay Production, en donde denunció la exclusión que estaban teniendo las mujeres en el mundo del cine paralela a la conversión del cine en un negocio rentable y medio de comunicación masivo por excelencia. En este texto, tal y como proclamó Riccioto Canudo en El Manifiesto de las Siete Artes, Guy consideró el cine como arte, el cine había dejado de ser el entretenimiento de los pobres para pasar a contar historias.

En 1953 fue galardonada con la Legión de Honor por el gobierno francés. Cuatro años más tarde la Cinemateca Francesa le rindió un homenaje, pero más tarde la historiografía borró sus rastros siendo estos recuperados hace menos de diez años





Alice Guy Blaché, la pionera del cine sale del olvido

Un libro recupera la trayectoria de la primera directora de ficción, autora de 1.000 películas pero borrada de la historia por ser mujer

Durante décadas el nombre de Georges Méliès apareció como el del primer director de un filme de ficción. Es cierto que los hermanos Lumière patentaron en febrero de 1895 el cinematógrafo y que el 22 de marzo proyectaron en París la primera película de la historia: La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir. Pero los Lumière tenían una visión científica, no artística ni comercial, de su invento, y en un año otros creadores les adelantaron, empezando a explorar la capacidad del cine de contar historias. Así fue cómo Méliès entró en las enciclopedias como el del realizador pionero en la ficción. Y sin embargo, la visionaria que entendió las inmensas posibilidades del cine fue Alice Guy, aunque su nombre ha sido injustamente olvidado solo por una razón: ser mujer.

En abril de 1896 Guy dirigió La Fée aux Choux (El hada de los repollos), la primera película que duró más de un minuto, y la pionera también en contar una historia, el cuento de hadas francés que asegura que los niños nacen en repollos y las niñas en rosas. En El hada de los repollos inaugura además el uso de trucos visuales en imágenes en movimiento y el montaje. Y sí, durante décadas trabajó entre Francia y Estados Unidos, hasta realizar casi 1.000 filmes, pero desde los años cuarenta su nombre desapareció de la historia del cine, a pesar de recibir la Legión de Honor en 1955.



El pasado viernes se cumplieron 49 años de la muerte de Alice Guy (Guy Blaché tras su matrimonio), que falleció en Mahwah (Nueva Jersey) a los 94 años. Como cuenta su tataranieta, Alice Guy Peters, "lo más asombroso de su vida, y lo que le hizo sufrir más en su vejez, fue su desaparición en la historia del cine. Dedicó sus últimos 30 años de su vida a buscar sus películas en Francia y Estados Unidos [...]". Lo escribe en la introducción del libro Vida de Alice Guy Blaché (EILA Editores), de Alejandra Val Cubero, profesora de Comunicación de la Universidad Carlos III de Madrid y que actualmente da clases en Zayed University, en los Emiratos Árabes Unidos. Val Cubero ha contado con la colaboración de la familia Guy y ha buceado en todas las fuentes posibles para proseguir con la recuperación de la pionera del cine de ficción.

CONSPIRACIÓN DE SILENCIO
Cuando en 1930 Léon Gaumont publicó la historia de su productora, decidió iniciarla en 1907 y así ninguneó a aquella secretaria que llegó a ser responsable del 80% del negocio de su empresa. Nunca atendió a los requerimientos de Alice Guy para que reconociera su labor. La quiebra de las productoras que tenía con su marido y su posterior divorcio en 1922 también ayudaron a que su labor desapareciera a ojos del gran público.

Su nombre ha salido del ostracismo muy poco a poco. Sus memorias se publicaron en 1976, algunos estudiosos confirmaron en diversas publicaciones los datos que Guy describía, y en este siglo XXI se ha multiplicado su reconocimiento gracias a tesis doctorales, investigaciones, libros y homenajes. Entre ellos, en España la compañía La Recua Teatro estrenó en 2012 la obra Alice a la sombra de las maravillas, centrada en la cineasta, que contó en su estreno con la presencia de su nieta, Régine Blaché-Bolton, última de la familia en conocerla personalmente y que falleció en enero de 2016.

Alice Guy nació en Saint-Mandé, entonces suburbio de París, en 1873. Su infancia transcurrió entre Suiza, Francia y Chile en varios internados: quinta hija de un editor y dueño de una cadena de librerías, su padre nunca la apreció mucho ya que probablemente fuera ilegítima. A la muerte de su progenitor, su madre comenzó a trabajar y Alice Guy a estudiar mecanografía y taquigrafía. Gracias a ello entró en 1894 en la empresa Le Comptoir Général de la Photographie. El verano de aquel año, uno de los directivos de la compañía, Léon Gaumont, creó su propio negocio fotográfico y se llevó a Guy como secretaria. Los Lumière invitaron en marzo de 1895 a Gaumont y a Guy a ver una demostración de su cinematógrafo. Así que cuando el 28 de diciembre de 1895 realizaron su primera proyección con público en el Salón Indio del Gran Café (diez películas por un franco), en lo que se considera oficialmente el nacimiento del cine, Guy -que había hecho teatro de ficción y sabía cómo podía contar historias- ya había convencido a su jefe de que allí había un negocio. Sin embargo, Gaumont solo apostaba por el futuro del aparato, no de las películas, y hasta 1897 no creó una división de producción cinematográfica en su empresa, cuya dirección confió a Guy. Con una condición, como explica la cineasta en sus memorias: "Siempre que la tarea no me impidiera seguir realizando mis funciones como secretaria". Así lo hizo durante una década.

Entre 1902 y 1907 Alice Guy dirigió 100 fonoesferas o películas rodadas para el cronógrafo, aparato que permitía sincronizar imagen y sonido grabado. Muchas de ellas se han perdido, aunque queda constancia de ellas en cartas, periódicos y libros. En 1905 rodó en España varios filmes como Voyage en Espagne o La malagueña y el torero (coloreada a mano, existe una copia restaurada en la Filmoteca Española). Y al año siguiente abordó su La pasión o la vida de Cristo, la primera superproducción de la historia, 30 minutos en los que se usaron 25 decorados y más de 300 extras con exteriores en el bosque de Fontainebleau. En marzo de 1907 se casó con el cámara Herbert Blaché, y se mudó a EE UU, donde Gaumont quería expandir el negocio. Sin embargo, ellos crearon la productora Solax en 1910 y Blaché Features en 1913. Al otro lado del Atlántico, Guy Blaché dirigió sin parar hasta llegar a 1.000 filmes: westerns, comedias, dramas, películas de ciencia ficción... Incluso rechazó adaptar la novela Tarzán de los monos. Pero un tormentoso divorcio la llevó a regresar a Francia en 1922, y su estrella se apagó. Los libros de historia del cine redujeron sus méritos a secretaria, "posible amante de Gaumont" o adjudicaron la autoría de sus filmes a sus directores de fotografía: una mujer no podía haber hecho todo aquello. "[En Francia] mientras una mujer esté, como se dice, en su lugar, no recibe ningún reproche, pero si ella asume y ejerce las prerrogativas asignadas a sus hermanos se la mira mal. La actitud hacia las mujeres en EE UU es muy distinta", aseguró en una entrevista en 1912.

Desde 1940 la cineasta vivió con su hija Simone, que trabajó en el servicio diplomático estadounidense por toda Europa y Estados Unidos, hasta que Alice Guy falleció en una residencia de ancianos en Nueva Jersey. Y su nombre acabó enterrado, olvidado y circunscrito a los pies de páginas de las enciclopedias.
GREGORIO BELINCHÓN


http://www.fellinia.com.ar/?p=40976
https://www.youtube.com/watch?v=Mim4fw5_WeM
https://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/figurasaliceguy.htm
http://www.alisonmcmahan.com/books/alice-guy
http://www.revistavanityfair.es/actualidad/cine/articulos/biografia-de-alice-guy-blanche-directora-de-cine-pionera/23702
https://es.wikipedia.org/wiki/Alice_Guy

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